martes, 9 de noviembre de 2010

La reunión del G20 a iniciarse este jueves en Seúl estará dominada por reclamos mutuos

Tomado de La Voz de Rusia

De la solidaridad generada por la crisis global ni rastros han quedado entre los participantes del G-20. La cumbre de Seúl que se inaugurará el jueves será el lugar para los reclamos mutuos y para aclarar las relaciones –suponen expertos del periódico suizo Neue Zrcher Zeitung, y no sin fundamentos.

La agenda oficial –medidas de cara a la regulación del mercado financiero global a fin de evitar la repetición de la crisis– tiene pocas posibilidades de ser prioritaria. Las maquinaciones monetarias y el proteccionismo preocupan a la mayoría de los países industriales y más aún a los países del umbral.

No sólo China con el yuan artificialmente bajo deberá escuchar reproches y acusaciones. Le hará compañía EEUU, que anunció la semana pasada la emisión de 600 mil millones de dólares sin respaldo alguno. La reacción de los ministros de Finanzas del grupo Asia-Pacífico, que sesionó este fin de semana, fue un shock por la amenaza de inflación y de inestabilidad de los mercados.–

Similar es la opinión que ostenta la Comisión de la Unión Europea, expuesta en una declaración especial: “no dar pasos que puedan arrastrar consecuencias negativas”. Entretanto Washington, para quien el ataque es la mejor defensa, instó a China, Japón y Alemania a limitar las exportaciones. En lugar de esto la troika la recomendó llenar sus mercados internos.

Tal como se esperaba la reacción fue extremadamente negativa. El ministro alemán de Financias, Wolfgang Schauble, entrevistado por la revista Spiegel recordó a los socios de allende el océano que el alto nivel de exportaciones puede tener diferentes causas. Para los saudíes son los ingresos provenientes del petróleo, para China – la baja cotización del yuan, para Alemania no son las manipulaciones monetarias, sino el crecimiento de la competitividad de las empresas alemanas.

El director del Instituto de Economía de Rusia, Ruslán Grinberg, dice:

“El mutuo intercambio de reproches es un asunto meramente político. En la vida esto no se reflejará de ninguna manera. Cada país tiene su propia economía. EEUU no puede intensificar el crecimiento económico y la ocupación a través de las exportaciones. Por eso se ven obligados a aumentar la demanda interna. Pero los alemanes y chinos sí pueden hacerlo. Unos a otros se aconsejan cómo sería mejor. Para los norteamericanos sería mejor que los alemanes vendiesen menos. Pero los alemanes responden: ¿a santo de qué debemos hacerlo?

La declaración de Angela Merkel, quien amenazó que en la cumbre pedirá respuesta a EEUU por la emisión de 600 mil millones de dólares sin respaldo, según Ruslán Grinberg es pura retórica para los objetivos políticos internos. “Ni Obama ni el congreso la escucharán un solo segundo”.

Sólo el tiempo dirá si se cumplirán los temores de que el flujo de dólares, de no encontrar una aplicación adecuada en la economía norteamericana, inundará los mercados de los países del umbral (países con economías en transición). Pero si el G-20 consigue elaborar aunque sea algunos mecanismos reguladores de los mercados financieros mundiales, su labor no habrá sido en vano.

Obama busca entendimiento con países de tradición Musulmana

Agencias Noticiosas


El presidente visita el mayor país musulmán del mundo, donde vivió cuatro años en su infancia

El presidente de EE UU, Barack Obama, ha llegado esta mañana a Indonesia en la segunda etapa de su gira de 10 días por Asia. No estará mucho tiempo en el país donde pasó cuatro años en su infancia y que alberga la mayor población musulmana del mundo, ya que la erupción a finales del mes pasado del volcán Merapi, que se ha cobrado más de un centenar de víctimas y que sigue en activo, obligará a terminar mañana la visita, en la que, además de dedicar la visita a profundizar lazos comerciales y reforzar la democracia en el país, intentará un acercamiento al mundo islámico.

El viaje de Obama a Indonesia ha sido pospuesto en varias ocasiones y ha sido en el marco de la gira de 10 días que ha emprendido por Asia cuando por fin se ha hecho realidad. No obstante, la ya de por sí escueta visita va a verse recortada aún más por las condiciones atmosféricas generadas por la erupción del Merapi.

La intención de Obama es estrechar lazos con un país que, además de ser el de mayor población musulmana del mundo, es una economía en auge, la mayor del sureste asiático, además de miembro del G20. "Vemos en Indonesia la intersección de muchos intereses clave de EE UU y lo vemos como una asociación muy importante para el futuro de los intereses estadounidenses en Asia y en el mundo", ha declarado Ben Rhodes, asesor para las comunicaciones estratégicas del presidente.

Obama tiene previsto reunirse con el presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, con el que rubricará el acuerdo de Asociación Integral alcanzado hace un año. El pacto, según fuentes estadounidenses, incluye aspectos económicos y de seguridad, así como la concesión de fondos estadounidenses para la lucha contra el cambio climático a través de la protección de la selva indonesia.

Además, el viaje tiene el propósito de hacer una señal al mundo islámico, más modesta que el famoso discurso pronunciado en El Cairo en junio del año pasado. En este caso, el gesto consistirá en la visita mañana a una de las mayores mezquitas del mundo, la de Istiqlal, en Yakarta, donde también pronunciará un discurso.

California rechazó la legalización de la marihuana

Por Luis Montes Brito

En estos días hay un fuerte debate en diferentes países sobre la conveniencia, los beneficios y el daño que implicaría la legalización de la marihuana.

En México, Colombia, Estados Unidos, algunos paises de Sur América y de Europa está el tema en discusión en la opinión pública. Recientemente la prerstigiosa revista británica The Lancet dió un campanazo al revelar el resultado de su estudio científico acerca de los daños que causa el alcohol, el cual concluye que los perjuicios ocasionado por el acohol, de venta legal, son peores que los ocasionados por la heroína y el crack.

El reporte del estudio, fue elaborado bajo la responsabilidad de dos ex asesores del Gobierno británico, David Nutt y Leslie King, el mismo busca elaborar políticas estatales más eficaces para combatir el impacto social de sustancias adictivas, entre las que se incluye también el tabaco, otra droga tan legal como el alcohol en la mayoría de los países del mundo. Según el reporte, la segunda y tercera drogas en el ránking del daño individual y social son la heroína y el crack.

Durante las elecciones de medio término celebradas en Estados Unidos la semana anterior el estado de California sometió ante sus electores la decisión de legalizar o no ésta droga tan común entre jóvenes y adultos, la pretendida legalización fue derrotada en las urnas con una votación de 53% a 47% en contra. Francamente hablando estuvo muy cerca de ser legalizada.

Habrá que recordar que hay algunas religiones como el Movimiento Rastafari originaria de Etiopía, cuyo devoto más famoso fue el célebre músico de Reggae Bob Marley, utilizan la marihuana dentro de sus ritos, dicha religión llegó a América alrededor de 1930 a través de la gran colonia de origen de Etiopía que vive en Jamaica.

El tema pasa también por el campo de la salud y los beneficios que esta droga tiene en pacientes con enfermedades terminales, por lo que las aristas son diversas y vale la pena conocerlas para formarse una mejor opinión propia al respecto.

Comparto con usted la opinión autorizada del premio Nóbel de Literatura 2010, el peruano-español Mario Vargas Llosa quien en su siempre interesante columna Piedra de Toque retomó el tema expresando su opinión sobre tan discutido tópico.

Por Mario Vargas Llosa
Premio Nobel de Literartura 2010


Los electores del estado de California rechazaron el martes 2 de noviembre legalizar el cultivo y el consumo de marihuana por 53% de los votos contra 47%, una decisión a mi juicio equivocada. La legalización hubiera constituido un paso importante en la búsqueda de una solución eficaz del problema de la delincuencia vinculada al narcotráfico que, según se acaba de anunciar oficialmente, ha causado ya en lo que va del año en México la escalofriante suma de 10.035 muertos.

Esta solución pasa por la descriminalización de las drogas, idea que hasta hace relativamente poco tiempo era inaceptable para el grueso de una opinión pública convencida de que la represión policial de productores, vendedores y usuarios de estupefacientes era el único método legítimo para acabar con semejante plaga.

La realidad ha ido revelando lo ilusorio de esta idea, a medida que todos los estudios señalaban que, pese a las astronómicas sumas invertidas y la gigantesca movilización de efectivos para combatirla, el mercado de la droga ha seguido creciendo, extendiéndose por el mundo y creando unos carteles mafiosos de inmenso poder económico y militar que, como se está viendo en México desde que el presidente Calderón decidió enfrentarse, con el Ejército como punta de lanza, a los jefes narcos y sus pandillas de mercenarios, pueden combatir de igual a igual, gracias a su poderío, con estados a los que tienen infiltrados mediante la corrupción y el terror.

Los millones de electores californianos que votaron por la legalización de la marihuana son un indicio auspicioso de que cada vez somos más numerosos quienes pensamos que ha llegado la hora de cambiar de política frente a la droga y reorientar el esfuerzo, de la represión a la prevención, cura e información, a fin de acabar con la criminalidad desaforada que genera la prohibición y los estragos que los carteles del narcotráfico están infligiendo a las instituciones democráticas, sobre todo en los países del Tercer Mundo.

Los carteles pueden pagar mejores salarios que el Estado y de este modo neutralizar o poner a su servicio a parlamentarios, policías, ministros, funcionarios, financiar campañas políticas y adquirir medios de comunicación que defiendan sus intereses.

De este modo dan trabajo y sustento a innumerables profesionales contratados en las industrias, comercios y empresas legales en las que lavan sus cuantiosas ganancias. Esa dependencia de tanta gente de la industria de la droga crea un estado de ánimo tolerante o indiferente frente a lo que ella implica, es decir, la degradación y desplome de la legalidad. Ese es un camino que conduce, tarde o temprano, al suicidio de la democracia.

La legalización de las drogas no será fácil, desde luego, y, en un primer momento, como señalan sus detractores, traerá sin duda un aumento del consumo, sobre todo, en sectores juveniles. Por eso, la descriminalización solo tiene razón de ser si viene acompañada de intensas campañas informativas sobre los riesgos y perjuicios que implica su consumo, semejantes a las que han servido para reducir el consumo del tabaco en casi todo el mundo, y de esfuerzos paralelos para desintoxicar y curar a las víctimas de la drogadicción.

Pero el efecto más positivo e inmediato será la eliminación de la criminalidad que prospera exclusivamente gracias a la prohibición. Como ocurrió con las pandillas de gángsteres que se volvieron todopoderosas y llenaron de sangre y de muertos a Chicago, Nueva York y otras ciudades norteamericanas en los años de la prohibición del alcohol, un mercado legal acabará con los grandes carteles, privándolos de su cuantioso negocio y arruinándolos. Como el problema de la droga es fundamentalmente económico, económica tiene también que ser su solución.

La legalización traerá a los estados unos enormes recursos, en forma de tributos, que si se emplean en la educación de los jóvenes y la información del público en general sobre los efectos dañinos para la salud que tiene el consumo de estupefacientes puede tener un resultado infinitamente más beneficioso y de más largo alcance que una política represiva, la que, aparte de causar violencias vertiginosas y llenar de inseguridad la vida cotidiana, no ha hecho retroceder un ápice la drogadicción en ninguna sociedad.

En un artículo publicado en “The New York Times” el 28 de octubre, el columnista Nicholas D. Kristof cita una investigación presidida por el profesor de Harvard Jeffrey A. Miron en la que se calcula que solo la legalización de la marihuana en todo Estados Unidos haría ingresar anualmente unos 8 mil millones de dólares en impuestos a las arcas del Estado, a la vez que le ahorraría a este una suma equivalente invertida en la represión.

Esa gigantesca inyección de recursos volcada en la educación, principalmente en los colegios de barrios pobres y marginales de donde sale la inmensa mayoría de drogadictos, reduciría en pocos años de manera drástica el tráfico de drogas en ese sector social que es el responsable del mayor número de hechos de sangre, de la delincuencia juvenil y el desquiciamiento familiar.

Nicholas D. Kristof cita también la conclusión de un estudio realizado por ex policías, jueces y fiscales de Estados Unidos, donde se afirma que la prohibición de la marihuana es la principal responsable de la multiplicación de pandillas violentas y carteles que controlan la distribución y venta de la droga en el mercado negro obteniendo con ello “inmenso provecho”. Para muchos jóvenes pobladores de los guetos negros y latinos, ya muy golpeados por el desempleo que ha provocado la crisis financiera, esa posibilidad de ganar dinero rápido delinquiendo resulta un atractivo irresistible.

A estos argumentos ‘pragmáticos’ a favor de la descriminalización de las drogas sus adversarios suelen responder con un argumento moral. ¿Debemos, pues, rendirnos, alegan, al delito en todos los casos en que la policía se muestre incapaz de atajar al delincuente, y legitimarlo? ¿Esa debería ser la respuesta, por ejemplo, ante la pedofilia, la brutalidad doméstica, la violencia de género, fenómenos que, en vez de disminuir, aumentan por doquier? ¿Bajar los brazos y rendirnos, autorizándolas, ya que no ha sido posible eliminarlas?

No se debe confundir el agua y el aceite. Un Estado de derecho no puede legitimar los crímenes ni los delitos sin negarse a sí mismo y convertirse en un Estado bárbaro. Y un Estado tiene la obligación de informar a sus ciudadanos sobre los riesgos que corren fumando, bebiendo alcohol o drogándose, por supuesto. Y de sancionar y penalizar con severidad a quien, por fumar, emborracharse o drogarse causa daños a los demás.

Pero no parece muy lógico ni coherente que si esta es la política que siguen todos los gobiernos en lo que concierne al tabaco y al alcohol, no la sigan también en el caso de las drogas, incluidas las drogas blandas, como la marihuana y el hachís, pese a estar más que probado que el efecto pernicioso de estas últimas para la salud no es mayor, y acaso sea menor, que el que producen en el organismo los excesos de tabaco y de alcohol.

No tengo la menor simpatía por las drogas, blandas o duras, y la persona del drogado, como la del borracho, me resulta bastante desagradable, la verdad, además de cargosa y aburrida. Pero también me disgusta profundamente la gente que en mi delante se escarba la nariz con los dedos o usa mondadientes o come frutas con pepitas y hollejos y no se me ocurriría pedir una ley que les prohíba hacerlo y los castigue con la cárcel si lo hacen.

Por eso, no veo por qué tendría el Estado que prohibir que una persona adulta y dueña de su razón decida hacerse daño a sí misma, por ejemplo, fumando porros, jalando coca, o embutiéndose pastillas de éxtasis si eso le gusta o alivia su frustración o su desidia. La libertad del individuo no puede significar el derecho de poder hacer solo cosas buenas y saludables, sino, también, cosas que no lo sean, a condición, claro está, de que esas cosas no dañen o perjudiquen a los demás.

Esa política, que se aplica al consumo de tabaco y alcohol, debería también regir el consumo de drogas. Es peligrosísimo que el Estado empiece a decidir lo que es bueno y saludable y malo y dañino, porque esas decisiones significan una intromisión en la libertad individual, principio fundamental de una sociedad democrática.

Por ese camino se puede llegar insensiblemente a la desaparición de la soberanía individual y a una forma encubierta de dictadura. Y las dictaduras, ya lo sabemos, son infinitamente más mortíferas para los ciudadanos que los peores estupefacientes.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Los problemas crecen para Silvio Berlusconi, futuro incierto a la vista

Tomado de La Nación

Su ex aliado Gianfranco Fini, presidente de la Cámara de Diputados, le dio un virtual ultimátum; exigió su renuncia o dejará el gobierno

Por Elisabetta Piqué,
Corresponsal en Italia


ROMA.- La pelea a muerte entre Silvio Berlusconi y Gianfranco Fini entró ayer en su fase más sangrienta. En una movida que puso contra las cuerdas al premier, envuelto en un nuevo escándalo sexual, su ex aliado Fini, que criticó sus comportamientos y la inacción de su gobierno, lo llamó a renunciar por el bien del país.

"Berlusconi tiene que mostrar coraje político y dimitir. Si no dimite, nosotros dejaremos el gobierno", advirtió el actual presidente de la Cámara de Diputados, en un ultimátum que abre las puertas a una crisis que podría desembocar en un gobierno técnico o de emergencia, o incluso en elecciones anticipadas.

Fini pateó el tablero al hablar en una multitudinaria asamblea que tuvo lugar en Perugia, en la que oficializó el nacimiento de su nuevo partido, Futuro y Libertad (FyL). Al contar con 37 diputados, tiene en sus manos la llave de esta legislatura: puede hacer caer en cualquier momento al Cavaliere , que ya no tiene mayoría para sobrevivir en el Parlamento.

Como en Italia rige un sistema parlamentario, los gobiernos nacen y mueren en el Parlamento. Lo que ayer dejó en claro Fini es que si no hay un cambio drástico en la agenda del gobierno él ya no lo apoyará. Y el barco se hundirá.

Berlusconi, sin embargo, enseguida hizo saber que no piensa renunciar. "Si Fini quiere una crisis, debe tener el coraje de ir al Parlamento y votar una moción de confianza", respondió el premier, de 74 años.

Ni Berlusconi ni Fini quieren ser vistos ante la opinión pública como los "culpables" del final prematuro de un gobierno que, tras ser elegido con una avalancha de votos en 2008 después del fracaso de la coalición de Romano Prodi, contaba con mayoría absoluta en las dos cámaras.

En un momento en que la oposición es prácticamente inexistente, convocar a elecciones anticipadas con la vigente y controvertida ley electoral abriría una verdadera caja de Pandora. Además, la gravísima crisis que vive el país hace que muchos crean que ir a elecciones es lo menos recomendable en este momento.

Lo cierto es que la dimisión de Berlusconi no necesariamente significaría elecciones anticipadas. Justamente porque hay cierto consenso en que antes debe cambiarse la ley electoral -acusada de generar la ingobernabilidad-, el presidente Giorgio Napolitano podría explorar la posibilidad de un gobierno técnico o de emergencia (formado por la oposición de centroizquierda y de centro, más FyL), que podría durar un año o más, con el mandato de cambiar la ley electoral y ocuparse de los asuntos económicos más urgentes.

"Ante todo hay que cancelar una ley electoral que es una vergüenza", dijo ayer Fini en su discurso, en el cual atacó con todo a su ex compañero político. "El PDL y Berlusconi son una página cerrada", sentenció. "En ninguna parte de Europa existe un movimiento político como el PDL, que está tan atrasado culturalmente sobre los derechos civiles", denunció.

"En nuestro manifiesto de valores está el respeto de la persona sin distinciones. Respetar a la persona quiere decir no hacer distinciones entre blancos y negros, entre cristianos, musulmanes y judíos, entre homosexuales y heterosexuales, entre ciudadanos italianos y extranjeros", dijo, entre aplausos.

Fini aludió así no sólo a las posiciones xenófobas de la Liga Norte de Umberto Bossi (el principal aliado del Cavaliere ), sino también al revuelo que provocó hace unos días la frase "mejor mirar a lindas mujeres que ser gay", que el premier pronunció para relativizar los escándalos.

Así como hizo ayer después del ultimátum de Fini, Berlusconi también había afirmado hace unos días que no piensa dejar su cargo cuando la oposición lo llamó a "irse a casa" después del estallido del escándalo conocido como el "Rubygate".

Ruby, que en realidad se llama Karima El Marough, es una joven marroquí que participó de algunas fiestas en la casa del premier. Cuando fue detenida el 27 de mayo pasado tras una denuncia de robo, Berlusconi llamó en persona a la comisaría para que la liberaran, afirmando que se trataba de una sobrina del presidente egipcio, Hosni Mubarak.

Ruby, de 18 años recién cumplidos, contó que nunca tuvo sexo con el Cavaliere pero que sí recibió 5000 euros y joyas. Nadia Macri, otra escort que apareció unos días más tarde, y que al igual que Ruby fue interrogada en el marco de una investigación por instigación a la prostitución, dijo en cambio que tuvo sexo dos veces con el premier, por 10.000 euros.

En su aparición de ayer como el gran árbitro del futuro de Italia, Fini no mencionó el caso Ruby, pero habló de un "decaimiento moral que es consecuencia de la pérdida de decoro de quien está llamado a ser un ejemplo, por ser un personaje público".

El presidente de la Cámara de Diputados -que fue aliado de Berlusconi a lo largo de más de 16 años- fue lapidario con el proyecto de Berlusconi: "La gran revolución liberal no se realizó sino en una mínima parte", lamentó. "El gobierno está flotando, no tiene rumbo, no tiene un proyecto para construir la Italia del mañana, es un gobierno que vive al día", disparó. "Me parece que este gobierno finge que todo está bien sin tener en cuenta los problemas de la sociedad."

LOS PROTAGONISTAS

KARIMA EL MAROUGH,
"RUBY" Menor de origen marroquí


El escándalo estalló cuando se reveló que Berlusconi intercedió para que esta joven, de 17 años, que habría participado de una de sus fiestas, evitara una posible pena en la cárcel por robo. La oposición pidió la renuncia del premier, alegando que abusó de su cargo al hacer la llamada a la policía.

NICOLE MINETTI
Consejera regional en Lombardía


Fue bailarina y también higienista dental de Berlusconi. Se hizo cargo de la custodia de Ruby la noche del 27 de mayo pasado, cuando la policía de Milán la dejó salir de la comisaría después de la llamada del premier.

NADIA MACRI
Prostituta


Esta joven de 28 años de Reggio Emilia reveló la semana pasada haber visto marihuana en las fiestas del Cavaliere y dijo haber tenido dos veces sexo con él por 10.000 euros. También declaró que le parecía que había muchas menores en las fiestas del premier.

ELISABETTA TULLIANI
Esposa de Gianfranco Fini


La familia de la joven mujer de Fini fue blanco de una feroz campaña mediática por parte de Il Giornale , el diario de la familia Berlusconi, para atacar al ex aliado del premier, expulsado del PDL en julio pasado.

Umberto Bossi
Líder de la Liga Norte


Es aliado de Berlusconi y enemigo de Fini. Tiene un enorme peso político y poder de chantaje. Lidera un partido xenófobo cada vez más fuerte que, según los sondeos, arrasaría si se convocara a elecciones anticipadas.

Marisol Valles, la joven jefe de la policía mexicana en Chihuahua

Agencias Noticiosas

Con su nombramiento como una de las Jefas de Policía más joven del mundo, a sus veinte años Marisol Valles dirige la seguridad de una de las ciudades más violentas del mundo. La joven jefe de policía se ha convertido en una celebridad mundial por el alto riesgo al que está sometida en el cargo que desempeña.

Tiene 20 años y es la “sheriff” de Praxedis G. Guerrero, municipio aledaño a Guadalupe Distrito Bravo, Chihuahuaun pueblo cercano a la violenta Ciudad Juárez.

En España la llaman la mujer más valiente del mundo, aunque ella confiesa que “Miedo sí hay, miedo siempre habrá, pero nosotros queremos lograr en el municipio la tranquilidad y la seguridad”, asegura la estudiante de Criminología en entrevista periodistíca.

El municipio de Praxedis G. Guerrero, con menos de 10,000 habitantes, se localiza a 80 kilómetros de la zona fronteriza que colinda con el condado de Hudspeth, Texas, y con la urbe más peligrosa del país: Ciudad Juárez.

Según cifras oficiales, en el estado de Chihuahua han muerto más de 2,500 personas por la violencia en la entidad.

Desde que decidió convertirse en sheriff del pueblo , Marisol Valles no se aparta del teléfono atendiendo llamadas y concediendo entrevistas a medios de países de los que jamás ha oído hablar. Todos quieren saber por qué aceptó el cargo, si tiene miedo, qué medidas tomará o qué dice su familia. “Venga usted a las nueve”, se escucha al otro lado de la línea. Y hay que darse prisa porque así, a primera vista, Marisol tiene todas las fichas para morir en menos de 24 horas.

Es joven, es mujer y es jefa de policía de Práxedis, un pequeño municipio de Chihuahua en el centro del Valle de Juárez, una región en el epicentro de la guerra que sostienen los sicarios de Vicente Carrillo, jefe del Cartel de Juárez, y del Chapo Guzmán, jefe del Cartel de Sinaloa. Una de las zonas más violentas del mundo, donde la estadística dice que si apuestas al rojo, como Marisol, nunca sale negro.

“Claro que tengo miedo, todos tenemos miedo ahorita, pero necesitamos que el miedo no nos venza. Me arriesgué porque quiero que mi hijo viva en una comunidad diferente a la que hoy tenemos. El miedo siempre existe. Todo el mundo tiene miedo, es muy natural, pero no temo atentados”, explica en una oficina que tiene tres balazos en el cristal. Un lugar tan austero y miserable como el pueblo.

Alcanza con recordar el día que tomó posesión de su cargo como jefa de la policía, para saber que Marisol era de otra pasta. También cuando rechazó la escolta que le ofreció el gobierno, “porque mi trabajo estará enfocado en el rescate social”, contestó. Para darse cuenta de la dimensión de sus palabras basta decir que octubre terminó en el Valle de Juárez como el mes más sangriento, del año más sangriento, del México más sangriento desde la Revolución. Lo confirma su antecesor en el cargo, acribillado de 9 disparos , o los 18 policías que estaban a sus órdenes, la mitad asesinados y la otra mitad declarados en deserción cuando la cabeza de uno de ellos apareció en una hielera.

Tiene un bebé de 7 meses y está terminando la tesis para licenciarse en criminología en la universidad de Ciudad Juárez, que es algo así como hacer un master de literatura francesa en la Sorbona. Pertenece a una familia humilde que la apoya en todo, que le gusta arreglarse y tras los anteojos esconde una sonrisa tan dulce que parece llegada de otro paisaje. Cuando aceptó el cargo de sheriff sólo quedaban dos policías, así que decidió crear un equipo de policías sólo con mujeres.

“Porque me siento mejor con ellas. Son más humildes, más sencillas y conocen mejor cómo se lleva una casa y lo que es una familia. Queremos que averigüen los problemas de la gente”. Y da sus motivos: “¿Usted a quién abriría antes la puerta de su casa? ¿a una mujer o a un hombre?, ¿a una mujer armada o desarmada?”, pregunta al periodista, que no abriría ni a su familia la puerta de casa si viviera en este polvoriento lugar.

A mediados de octubre, como si fuera una película de vaqueros, esta joven de 20 años, con sus largas y barrocas uñas rosas abrió las puertas de la cantina para decir “aquí estoy yo” y hacer lo que ningún hombre se atrevía: asumir la jefatura de la policía de un municipio de 3.400 habitantes situado a 75 kilómetros de Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos.

La versión oficial dice que Ciudad Juárez se ha convertido en el epicentro de una guerra por el control de una de las plazas más sabrosas en la ruta del narcotráfico. Desde aquí, casi en el centro geográfico de los más de 3.000 kilómetros de frontera entre México y EEUU, es fácil distribuir la droga hacia cualquier punto del país vecino.

La realidad sin embargo es que México arde por los cuatro puntos cardinales y Ciudad Juárez es uno más de los focos rojos de la guerra entre y contra el narco emprendida por el presidente Felipe Calderón al llegar al poder.

Calderón sacó casi 40.000 soldados a la calle y agitó un avispero que amenazaba ya con dejar fuera del control del Estado gran parte del norte del país. Una guerra que se come cada vez más parte del PBI y que ha dejado en cuatro años casi 30.000 muertos , la gran mayoría sicarios de corta edad y dedo rápido pero también, cada vez más, estudiantes y familias a las que soldados y carteles confundieron con enemigos.

Marisol ha rechazado la escolta y tampoco quiere llevar armas “porque sin pistola en el bolso me siento más segura”, explica. Así que cuando se vayan los periodistas y lleguen los mismos de siempre, sólo encontrarán para repeler el ataque, la sonrisa más tímida y limpia del Valle Juárez.

Temen más violencia tras la muerte de un capo

Con el silencio de las balas llegaron las felicitaciones y el parte de guerra enviado desde el campo de batalla y que da cuenta de la dimensión del enfrentamiento que se libró el viernes en la ciudad de Matamoros para capturar a Ezequiel Cárdenas Guillén, alias “Tony Tormenta”. Seis meses de seguimiento, 10 horas de tiroteos con armas largas y granadas, 660 militares, tres helicópteros y 17 vehículos... Y un balance no menos sangriento: 8 muertos (más de 40 según la prensa de Estados Unidos), entre ellos el líder del cartel del Golfo, varios heridos y un periodista abatido mientras cubría el intercambio de ráfagas entre soldados y sicarios.

Pocas horas después de que se conociera la muerte de Tony Tormenta, el presidente de EE.UU., Barack Obama, llamó a su homólogo mexicano, Felipe Calderón, para felicitarlo por la operación y “reafirmar su apoyo” en esta lucha contra el “narco”.

Ayer la Armada explicó que cuando los soldados lograron rodear a Tony Tormenta, llegaron refuerzos del cartel del Golfo que rompieron el cerco y prolongó durante muchas horas la batalla en el centro de la ciudad de Matamoros. El hombre por quien el gobierno de EE.UU. ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares, había estado a punto de volver a escabullirse.

Pero el parte de guerra habla de ocho muertos y también de un periodista abatido, Carlos Guajardo, redactor del periódico Expreso de Matamoros, que recibió 20 tiros cuando se desplazaba en su coche.

Ahora el cartel del Golfo, en plena guerra con sus antiguos socios los Zetas, queda bajo el control de El coss, antiguo socio de Tony Tormenta en la dirección. El gobierno teme más violencia en la frontera ante el cambio en la cabeza.

Mientras Obama lucha por apertura económica, el nuevo congreso buscaría una política aislacionista advierte Michael Blommberg

Tomado de El País

POR ANTONIO CAÑO

Este es un gran momento para estar en Asia, la región de la que ya depende el futuro de la economía mundial. Pero este es un pésimo momento para que Barack Obama esté en Asia. La visita del presidente norteamericano, que continuó ayer en India, choca cada día en Estados Unidos contra una fuerte corriente aislacionista y populista que las recientes elecciones estatales y legislativas han puesto crudamente de manifiesto.

La declaración más reveladora sobre el contexto de este viaje no la ha hecho Obama en India, sino, desde otro punto de Asia, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, que está en Hong Kong al frente de un congreso internacional de grandes ciudades. "Si te fijas en Estados Unidos y en quienes están eligiendo para el Congreso, es gente que apenas sabe leer. Apuesto a que un montón de ellos ni siquiera tienen pasaporte. Si no tenemos cuidado, estamos a punto de empezar una guerra comercial con China, y estoy seguro de que muchos no saben siquiera donde está China", dijo ayer el respetado empresario y político republicano a The Wall Street Journal.

El alcalde alude en parte a las durísimas críticas que durante la reciente campaña electoral estadounidense se han hecho contra China, a la que los candidatos republicanos, y muchos demócratas, demonizaron como la nueva amenaza contra el bienestar de los norteamericanos, el principal culpable de que desaparezcan puestos de trabajo en Ohio y desciendan las expectativas de progreso de las próximas generaciones.

El caso de India es similar. Varios comentaristas, también en la izquierda, han reprochado a Obama que escoja como primer destino de su gira tras el fracaso electoral un país que los estadounidenses identifican con el trasvase de empleos, con la utilización maliciosa por parte de las empresas de este mercado barato de mano de obra para situar aquí sus centros de comunicación y sus plantas de producción, privando de ellos a sus compatriotas.

El propio Obama no ha sido completamente ajeno a la promoción de esos miedos provincianos, con una defensa proteccionista en muchos de sus discursos de medidas que favorezcan a las empresas que creen puestos de trabajo dentro de EE UU. Ahora, su viaje se ve perjudicado por esa postura y sus opciones de conseguir alianzas estratégicas de largo plazo se ven considerablemente disminuidas. India se siente perjudicada por esa imagen, China se prepara para lo peor y toda Asia observa con recelo los próximos movimientos en Washington.

El presidente derrocha en esta gira gestos para aliviar esas sospechas. Ayer bailó, junto a su esposa, Michelle, con los niños de una escuela de Bombay para celebrar una fiesta y participó en una charla con estudiantes, que le preguntaron abiertamente sobre los asuntos más delicados.

Obama admitió que uno de los retos más difíciles para EE UU en estos momentos es "ver cómo es capaz de responder, desde una situación de crisis económica, a los desafíos de la globalización. (...) EE UU estaba acostumbrado a ser, sin contestación, la mayor economía del mundo; ahora lo sigue siendo, pero tiene que competir con países como India, China o Brasil". Obama pronosticó una dura pugna en su país "entre aquellos que ven la globalización como una amenaza y los que lo ven como una oportunidad".

De momento, parecen imponerse los que lo consideran un peligro, incluso en la Casa Blanca. Tras los resultados electorales, este viaje fue promocionado en Washington -así lo dijo el propio Obama antes de subirse al avión en la base de Andrews- como una iniciativa para responder a las dificultades económicas de los norteamericanos, relegando a un lugar secundario los graves problemas propios de esta región.

No se puede hacer una gran política internacional con el único propósito de satisfacer a los votantes en casa. Pese a la cortesía oficial que domina este tipo de acontecimientos, los indios perciben esta visita como una oportunidad perdida, o al menos devaluada. "Obama ya ha conseguido los contratos y el titular sobre los 54.000 puestos de trabajo; el resto del viaje no le importa lo más mínimo", decía ayer el comentarista de una cadena de televisión local aludiendo a los 10.000 millones de dólares firmados por empresas norteamericanas para la venta de sus productos en el mercado indio.

Quizá sea un juicio exagerado, pero no se aleja mucho del interés que la prensa norteamericana demuestra en este viaje, casi unánimemente concentrado en estos primeros días en el encuentro que el presidente tuvo en Bombay con 200 ejecutivos de algunas de las principales firmas de Estados Unidos.

India está interesada en las inversiones norteamericanas, pero también tiene otras preocupaciones de carácter económico, político y de seguridad sobre las que le gustaría ver mayor interés de parte norteamericana.

De todos esos asuntos empezaron a tratar anoche en una cena en Nueva Delhi el presidente estadounidense y el primer ministro indio, Manmohan Singh. Es la sexta vez que se reúnen desde que Obama es presidente. Tantas como con el presidente de China. Singh fue el primer jefe de Estado extranjero que hizo una visita oficial a Washington durante esta Administración y siempre ha recibido un trato muy deferente de Obama, que una vez dijo de él: "Cuando Singh habla, todo el mundo escucha". Hay que ver si esa autoridad sirve ahora para que EE UU se tome a India en serio, no en la retórica sino en los hechos.

Mensaje de paz para India y Pakistán

Barack Obama hizo ayer un llamamiento al inicio de un diálogo entre Pakistán e India, los archienemigos regionales, sobre la base de que ambos países se verían beneficiados de un clima más estable y seguro. El presidente norteamericano no precisó, sin embargo, si tenía alguna propuesta específica que presentar al respecto y advirtió que correspondía a los dos países diseñar el contenido y los plazos de esa negociación.

Obama se refirió al asunto durante la conversación que mantuvo en Bombay con estudiantes universitarios, y es muy probable que lo abordara más en detalle durante su cena anoche con el primer ministro indio, Manmohah Singh, y en la reunión que ambos sostendrán hoy en Nueva Delhi.

"Mi esperanza es que, con el tiempo, se desarrolle confianza entre los dos países, que empiece el diálogo, quizá sobre los asuntos menos controvertidos al principio, para abordar posteriormente los temas más delicados", manifestó el presidente norteamericano.

Poco después de esa declaración, el portavoz del Ministerio de Exteriores paquistaní dijo en Islamabad que EE UU "puede jugar un papel eficaz para una solución amistosa del largo conflicto de Cachemira", una dividida región fronteriza con el norte de India que ambos países se disputan.

El papel de EE UU, si lo llega a tener en algún momento, no es tan sencillo. Durante su visita a India, Obama ha caminado por una línea muy fina en este asunto para no irritar a Pakistán sin decepcionar a India, que responsabiliza a sus vecinos de los ataques de 2008 en Bombay.Obama aconsejó, no obstante, a India que rompa ese largo ciclo de hostilidad con su vecino. Recordó a los indios que su meta es ahora el desarrollo y el progreso, y que el conflicto con Pakistán solo constituye, en ese camino, "una distracción".

Cóma va Argentina sin Néstor Kirchner?

Tomado de The Wall Street Journal


Por Mary Anastasia O'Grady

BUENOS AIRES—Se rumorea que la noche antes de que el ex presidente de Argentina, Néstor Kirchner, muriera de un ataque cardíaco, hace 12 días, había tenido una acalorada discusión con Hugo Moyano, el líder de la principal central sindical, conocida como CGT. Algunos dicen que esa discusión acabó con la vida del hombre fuerte del peronismo.

La disputa es instructiva porque ilumina el poder de los grandes sindicatos en este país y explica por qué, a pesar de la muerte de este poderoso político que actuaba como un capo de la mafia, hay pocas esperanzas de que la economía argentina comience a modernizarse pronto. Es también una advertencia para los estadounidenses que han visto cómo el presidente Obama alimentó el resurgimiento del poder sindical en Estados Unidos.

Kirchner acumuló su considerable peso político desde su elección en 2003 en parte porque el Congreso le otorgó poderes extraordinarios luego del colapso del peso un año antes. Durante cuatro años, en asuntos tanto económicos como políticos, continuó endureciendo su control. Luego de que su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, ganara las elecciones de 2007, siguió siendo la fuerza detrás del trono. Se esperaba ampliamente que volviera a ser candidato presidencial en las elecciones de octubre de 2011.

Con su muerte, los expertos inmediatamente comenzaron a debatir si una debilitada Cristina podría dar un paso al costado el próximo año. Los optimistas postulaban que un peronista más moderado podría restaurar alguna semblanza del estado de derecho, que fue casi totalmente destruido bajo el kirchnerismo. Los mercados subieron tras la muerte de Néstor.

Sin embargo, este cálculo ignora el enorme poder de los sindicatos, una realidad que debe confrontar cada político argentino como hizo el ex presidente en los días previos a su muerte.

La CGT, fundada en la década de los años 40 bajo el dictador Juan Perón, tiene un largo historial de paralizar la economía para asegurar el cumplimiento de sus demandas y estrangular a cualquier gobierno que se atreva a enfrentarla. Su estrecho lazo con el Partido Justicialista es la razón por la que muchos argentinos se han convencido de que solamente los peronistas pueden gobernar al país.

Néstor entendió tanto el poder como el peligro que implicaba la CGT y cabalgó hábilmente el tigre, como presidente primero y como caudillo detrás de su esposa, después. Moyano cumplió con la primera pareja, incluso enviando matones sindicales a intimidar a los agricultores durante la huelga de 2008 contra las alzas de impuestos del gobierno y bloqueando la distribución de los diarios que criticaban a la presidenta en 2009. Como recompensa, se les permitió a los sindicalistas hundir todavía más sus dientes en la economía.

En las últimas semanas, sin embargo, Néstor pudo ver que la bestia que tenía a sus pies estaba inquieta. Su candidatura para 2011 se veía débil y circulaban rumores de que Moyano, inspirado por el éxito del sindicalista brasileño Lula, ansiaba el cargo. El sindicalista comenzó a probar los límites de su poder.

Algunos días antes del fallecimiento de Néstor, Moyano públicamente pidió una representación oficial de la CGT en los tres poderes del Estado o sea: puestos reservados en los tribunales, el Congreso y el gabinete. Es improbable que Kirchner quisiera abandonar su poder de repartir privilegios. Cuando Moyano llamó a una reunión de líderes peronistas en la provincia de Buenos Aires, Kirchner socavó la convocatoria presionando a los dirigentes del partido para que la boicotearan.

La llamada telefónica que hizo luego un presumiblemente irritado Moyano puede haber sido demasiado para un trabajador obsesivo de 60 años con un problema cardíaco.
Néstor ha ido a su juicio final, pero la pregunta de quién controla las riendas que puedan a su vez contener y canalizar el poder sindical sigue vigente.

La semana pasada, la presidenta, cuya capacidad de gobernar sin su esposo ha sido tema de muchas especulación desde el 27 de octubre, sacó zanahorias y garrotes de su cartera de diseñador. Primero, su jefe de gabinete se acercó a Moyano, llamando a la CGT la "columna vertebral" del Partido Justicialista.

Días después la ciudadanía se enteró que un juez federal investiga acusaciones de corrupción contra el líder sindical. Si va a prisión no sería sorprendente encontrar que su sustituto es más dócil.

Los mercados probablemente ayuden a la presidenta a mantener su poder en los próximos meses. El reciente "relajamiento cuantitativo" de la Reserva Federal ya incrementó el precio de la soya, generando la sensación de que hay una mejoría económica. El dolor de una aceleración de la inflación, que se sume a su actual tasa de dos dígitos, vendrá después. Por ahora hay aplausos.

Cristina también enfrenta riesgos. Los líderes sindicales han demostrado que pueden ejercer poder desde la cárcel. Y sin su esposo para protegerla, Kirchner puede verse rodeada de ambiciosos competidores dentro del partido que consideran que es su momento.

Sin embargo, esta incertidumbre no debe ser confundida con el debate respecto a si el estado de derecho puede ser restaurado. Lo único por definir es quién puede maniobrar más efectivamente dentro de un país gobernado por la ideología del nacionalismo económico de la década de los 30. Es como una batalla entre capos de la mafia. El resto de Argentina sigue siendo un espectador.