domingo, 15 de junio de 2014

Un pasado presente: Segregación racial vigente en aulas de escuelas de Nueva York

Tomado de El País
El director de la Bedford Academy High School de Brooklyn, Adofo Muhammad, en marzo, en una clase en la que solo hay estudiantes negros y latinos. / BEBETO MATTHEWS (AP)


Nueva York se convierte en el epicentro de la segregación educativa en EE UU
La mitad de los niños negros y latinos de la ciudad estudia en colegios sin apenas blancos

La separación racial vuelve a las aulas, 60 años después de que el Supremo la declarara ilegal

Por Vicente Jiménez

Cada mañana, 849 alumnos cruzan la puerta del renovado edificio del Achievement First Endeavor Chartel School, un centro público de enseñanza secundaria en Brooklyn, al norte de Prospect Park, no muy lejos del Barclays Center, la cancha de los Nets (NBA). Ninguno de ellos es blanco. 76 son hispanic y el resto, chicos afroamericanos. El Achievement First Endeavor es lo que los expertos más críticos llaman un colegio apartheid. Unas calles más al sur, en Prospect Heights, la situación no cambia: solo dos de los 263 estudiantes del Elijah Stroud Middle School son blancos. Otros dos son asiáticos; el resto, negros (85%) e hispanos (13%). En los dos centros, más del 80% de los chicos reciben free lunch (almuerzo gratis o subvencionado para familias de bajos ingresos). A escasos veinte minutos a pie de allí, en Park Slope, el barrio del escritor Paul Auster y de alguna de sus obras, los colegios públicos ofrecen una realidad muy distinta: de los 387 alumnos delHenry Bristow, solo el 6% son negros. Cerca, en el John W. Kimball, la cifra asciende a un escaso 7%.
¿Qué hay entre los codiciados barrios de Prospect Heights y Park Slope que justifique semejante diferenciación racial? Nada, aparentemente. Solo una avenida, la Flatbush Avenue, y un sistema escolar público que durante años ha desatendido las medidas integradoras en favor de otras de carácter mercantilista. Con sus 1,1 millones de alumnos, 75.000 profesores, 1.800 escuelas y 24.000 millones de dólares de presupuesto anual, la muy liberal y progresista Nueva York, no las ciudades del sur, se ha convertido, 60 años después de la primera gran victoria legal contra la separación entre blancos y negros en las escuelas, en el “epicentro” de la segregación racial educativa de Estados Unidos.
Las escuelas americanas están ahora tan segregadas  o más que hace 40 años"

La denuncia ha llegado como un puñetazo desde el otro extremo del país, en forma de estudio firmado por los veteranos investigadores Gary Orfield y John Kucsera, del Proyecto de Derechos Civiles de la Universidad de California-Los Angeles (UCLA) . El objetivo de esta organización —“renovar el movimiento de los derechos civiles”— podría parecer anacrónico si no fuera porque los datos del estudio son duros, incómodos y muy actuales. El documento, cuyo título es Segregación extrema en el Estado de Nueva York, es un tributo al 60º aniversario de la histórica sentencia del Tribunal Supremo de EE UU Brown v. Board of Education, en la que, por unanimidad, los jueces acabaron con la segregación entre negros y blancos en las escuelas. El argumento del tribunal, entonces, fue innovador: la separación atenta contra la igualdad de oportunidades. Sin embargo, si Oliver L. Brown y los otros 12 padres negros que se enfrentaron a las injustas leyes de la ciudad de Topeka (Kansas) conocieran la situación que hoy se vive en muchos colegios de Nueva York sufrirían una enorme decepción.
“Las escuelas americanas están ahora tan segregadas o más que hace 40 años. Nuestro informe no es catastrófico. Simplemente, denuncia la falta de voluntad para asumir una profunda desigualdad y la ausencia de un trabajo serio en favor de la integración”, denuncia Orfield a EL PAÍS por correo electrónico desde Los Ángeles. “Estamos ante un problema legal, político e institucional que determina una enorme diferencia de oportunidades entre unos estudiantes y otros”, remacha el profesor.
Las conclusiones del informe han escocido. Pese a que sus críticos denuncian que el problema es antiguo, lo cierto es que desagrada a los neoyorquinos, que se resisten a abordarlo. EL PAÍS intentó recabar la opinión de ocho directores y directoras de otros tantos centros educativos de la ciudad. Solo una de ellos accedió a ser entrevistada: Jill Bloomberg, principal (directora) del Park Slope Collegiate, un instituto con una composición racial desequilibrada (41% de hispanos, 39% de negros, 8% de blancos y 8% de asiáticos) situado en Brooklyn. La predisposición de Bloomberg a hablar no es casual: el barrio tiene alguna de las escuelas más segregadas del Estado. Otro responsable accedió a recibir a este periódico siempre y cuando su nombre no apareciera. El resto de los directores consultados respondieron a EL PAÍS con el silencio o con un escueto: “Lo siento, pero no puedo aceptar su entrevista”.

Un grupo de alumnos solicitan permiso para intervenir en clase en el instituto Bedford Academy de Brooklyn, en Nueva York. / BEBETO MATTHEWS (AP)

El Departamento de Educación de Nueva York asume la denuncia, pero destaca la, a su juicio,  discutible interpretación de la concentración racial en algunos barrios. La ciudad de Nueva York es la más diversa y heterogénea de los Estados Unidos. El 50% de sus residentes son negros y latinos, el 40% son blancos y el resto, básicamente, asiáticos. Sin embargo, y a pesar del cliché del crisol de razas, muchos barrios ofrecen poca o ninguna diversidad. Pero la segregación inmobiliaria no lo explica todo, afirma Orfield. La clave del problema, según él, es la ausencia de políticas integradoras o las medidas adoptadas en los últimos años a partir de una concepción mercantilista de la educación. “Los neoyorquinos me dicen a menudo que la integración es una buena idea, pero que es imposible de alcanzar. Los neoyorquinos tienen miedo de tomar medidas en favor de la integración porque no han experimentado sus ventajas. No pueden imaginar los avances que en muchas ciudades del Sur han supuesto décadas de escuelas integradoras”, afirma Orfield en su estudio.
Carmen Fariña, de 71 años, canciller de las escuelas públicas de Nueva York, es una de las funcionarias más importantes de la ciudad. Nacida en Brooklyn e hija de emigrantes gallegos, Fariña invitó a EL PAÍS a visitar una escuela en el extremo norte de Manhattan, la Dos Puentes Elementary School. Situada en un barrio de mayoría dominicana y mexicana, el centro ofrece un perfil muy segregado (81% de niños hispanos, 16% de blancos y 2% de afroamericanos y asiáticos). “Somos conscientes de lo que sucede. Estamos ante un problema de clases sociales. Aquí, en Nueva York, tú mandas a los hijos a las escuelas del barrio donde vives. Si vives en uno con un determinado perfil racial, esa es la gente que va a ir a esas escuelas. Lo que tenemos que hacer es dar la oportunidad de que los niños puedan ir a escuelas de otros barrios. Particularmente, donde podemos tener más efecto es en el bachillerato (high school), donde los centros están abiertos a estudiantes de otros barrios. Ahí es donde estamos analizando qué se puede hacer para evitar institutos segregados”.
Los neoyorquinos tienen miedo de tomar medidas en favor de la integración porque no han experimentado nunca sus ventajas"

Lejos de allí, desde su despacho en la 7ª avenida de Brooklyn, Jill Bloomberg, directora del Park Slope Collegiate, no solo tiene una vista privilegiada de Manhattan, sino también del fenómeno contradictorio de una segregación escolar persistente en un distrito, el número 15 (Park Slope), cada día más integrado y diverso socialmente (40% de hispanos, 26% de blancos, 16% de negros y 16% de asiáticos). Tras diez años en su puesto, Bloomberg cree que las raíces del problema son profundas: segregación inmobiliaria, libre elección de centros, selección de alumnos por parte de los colegios, políticas que apuestan por institutos especializados... “El informe de Orfield no es exagerado, pero mucha gente quiere pensar que la segregación es un asunto resuelto. Nueva York es una ciudad diversa, no integradora. El problema de la segregación no se ha solucionado. La gente se siente cómoda con él. En 1954, el Tribunal Supremo dijo que la separación escolar por razas no era legal. La cuestión es que, aunque no la ampare la ley, si hay separación hay desigualdad. No es ilegal tener una escuela con el 100% de alumnos negros. La separación conduce a la desigualdad, es intrínsecamente injusta”, explica.
Para Bloomberg, el problema no es nuevo. Lo que ha cambiado con respecto a décadas de gran preocupación por los derechos civiles es la actitud de la gente. “La segregación inmobiliaria es determinante. Hasta 1948 era legal negarse a vender la casa a un negro. Ya no lo es, pero los patrones permanecen. Se ha hecho muy poco para corregir esto. Y, sin embargo, hay barrios que son intencionadamente integrados porque sus habitantes creen en las ventajas de la integración y toman medidas. Luego es posible hacer algo. Si los barrios están segregados, las escuelas lo estarán también. Las notas que los chicos obtienen están directamente ligadas los ingresos de sus padres. Bajos ingresos, bajos resultados; altos ingresos, altos resultados”, añade.

Portada de 'The New York Times' del día en que el Supremo declarara ilegal la segregación racial en las escuelas.

Sobre los centros especializados o selectivos que eligen a sus alumnos con un examen, Bloomberg reflexiona: “Creo que es un poco contradictorio con la idea de una educación pública. Cuando el Ayuntamiento apuesta por escuelas selectivas, apuesta por algo que no es para todo el mundo. No dice que va a crear una escuela para familias blancas, dice que va a crear una escuela selectiva. Y cuando una escuela elige, qué pasa con los que se quedan fuera, cuál es el plan para ellos. Las escuelas integradas ayudan a combatir este problema”. Y pone un ejemplo: “Nosotros tenemos 375 estudiantes. Este año han entrado 10 chicos blancos. Ahora la gente piensa que somos mejor escuela de lo que lo éramos el año pasado. Solo por esto somos más interesantes para las familias blancas”.
La concentración de estudiantes negros y latinos con escasos recursos en escuelas muy segregadas se ha disparado en el Estado de Nueva York en los últimos años. En 2010, según los datos censales disponibles, casi la mitad de los estudiantes de Nueva York procedían de familias con escasos recursos. Sin embargo, el estudiante blanco tipo acude a escuelas en la que solo el 30% de sus compañeros proceden de familias con bajos ingresos, mientras que el estudiante negro o latino estudia en centros donde el 70% de los alumnos padece ese problema.
La mitad de los jóvenes negros y latinos de Nueva York acude a colegios en los que la presencia de blancos es mínima, apenas un 10%. Solo el 20% de los distritos escolares del área metropolitana de Nueva York se considera integrado racialmente. En los 32 distritos de la ciudad, 19 tienen el 10% o menos de estudiantes blancos. Esto incluye todos los de Bronx, dos tercios de Brooklyn, la mitad de Manhattan y un tercio de Queens. Y la situación no ha hecho más que empeorar. Por escuela segregada se entiende la que tiene entre el 50% y el 100% de alumnos afroamericanos; muy segregada, entre el 90% y el 100%; y escuela apartheid, entre el 99% y el 100%.

Los abogados George E. C. Hayes, Thurgood Marshall y James Nabrit (de izquierda a derecha) celebran en 1954, ante la Corte Suprema de Washington, la histórica sentencia contra la segregación escolar. / AP

La primera dama de Nueva York, la afroamericana Chirlane McCray, esposa del alcalde, el demócrata Bill de Blasio, alzó su voz al respecto en un artículo publicado en el New York Amsterdam News, un semanario dedicado a la población negra. “Sesenta años después de la sentencia Brown v. Board of Education, los neoyorquinos se enfrentan a una incómoda verdad: los jóvenes afroamericanos siguen siendo estafados por el sistema educativo. El año pasado, solo el 11% de los estudiantes negros de la ciudad abandonó el instituto con los conocimientos para acceder a la universidad. No podemos dejar pasar otro año sin abordar esta crisis. Los niños que no tiene acceso a una educación de calidad tienen un 25% más de posibilidades de abandonar la escuela, un 40% más de convertirse en padres adolescentes y un 70% más de cometer un crimen violento”.
Capítulo aparte merecen las llamadas escuelas chárter, objeto de polémica por sus características y porque, siempre según el estudio de la UCLA, han llevado la segregación en York a niveles insoportables. Las chárter nacieron a principios de los años 90 con el objetivo de agilizar el sistema y dotarlo de alternativas. Son escuelas gratuitas que reciben fondos públicos pero que operan de forma autónoma, según los términos de un contrato o carta (charter, en inglés). Aunque son públicas no dependen del Departamento de Educación correspondiente. Se comprometen a lograr determinados objetivos, como ayudar a estudiantes con pocos recursos, y tienen absoluta libertad para definir sus métodos de trabajo. Si estos objetivos se consiguen, el contrato con las autoridades educativas se mantiene; si no, se revoca. Su peculiaridad permite a estas escuelas centrarse en determinados objetivos. Una escuela chárter puede ser creada por un grupo de padres, un equipo de maestros, una organización ciudadana o una empresa privada.
Nueva York es una ciudad diversa, no integradora. El problema de la segregación no se ha solucionado"

En el caso de Nueva York, donde el ex alcalde Michael Bloomberg apostó por este tipo de centros en sus 12 años de mandato, la experiencia ofrece resultados polémicos. El 97% de los alumnos de las 183 escuelas chárter existentes en Nueva York en 2013 eran afroamericanos o latinos. El 73% de estos centros es definido por algunos investigadores como “escuelas apartheid” (el número de estudiantes blancos no supera el 1%) y el 90% se consideran “intensamente segregadas” (menos del 10% de alumnos blancos). Solo el 8% son multirraciales. En Bronx, Brooklyn y Manhattan, donde estas escuelas son una parte importante del total, casi todas las escuelas chárter son “intensamente segregadas”. El 100% de las escuelas chárter del Bronx sufre este problema. En Brooklyn y Manhattan esta situación afecta el 90% y el 97%, respectivamente, de dichos centros.
El máximo responsable de una de las principales organizaciones de escuelas chárter de Nueva York accedió a hablar con EL PAÍS en su despacho de Wall Street con la condición de no revelar su identidad. “Los colegios han estado segregados durante décadas y sabemos por qué, lo sabemos con precisión. Si se quiere hablar de segregación hay que ir a los distritos. Allí está el pecado. Resulta curioso oír que las chárter fomentan la segregación cuando es el sistema el que está diseñado para ser segregado, para seguir siendo segregado, y la gente protege sus privilegios. No digo que no haya quien desee fomentar la integración, pero, en general, la gente está bastante satisfecha. ¿La posibilidad de elegir aumenta la segregación? Sin duda, pero en todo el sistema, no solo en nuestros centros. La posibilidad de elegir centro se ha utilizado como una herramienta de segregación, de forma voluntaria y planificada. Así ha sido en muchos estados del Sur”, denuncia.
Y añade: “Si hablamos seriamente de segregación hay que hablar de un sistema intocable protegido políticamente, no de las escuelas chárter… Nos utilizan para buscar un responsable, porque nos les gustamos, porque estamos fuera de los sindicatos educativos, porque tenemos autonomía en nuestros métodos”. La misma fuente consideró despreciable la utilización del término apartheid: “Es una palabra que debe usarse para sistemas educativos en los que por la fuerza, por ley, se separa a blancos y negros… Pero los chárter son centros de elección, ningún padre está obligado a llevar a sus hijos. Utilizar esa palabra es una ofensa para todos los que trabajan y estudian en las escuelas chárter. Y lo es también para quienes tenían, como en Sudáfrica, un régimen de verdadero apartheid”.
La mitad de los jóvenes negros y latinos de Nueva York acude a centros en los que la presencia de blancos es mínima, apenas un 10%

En los institutos especializados, joyas del sistema educativo público de Nueva York a las que se accede por examen, los datos mueven también a la preocupación. Pese a que hispanos y negros constituyen más de dos tercios del total de estudiantes de la ciudad, solo representan el 9% en el Bronx High School of Science (más de 3.000 alumnos), uno de los mejores. En el Stuyvesant High School de Manhattan (3.200 alumnos), de los 952 estudiantes que obtuvieron plaza para el próximo curso, solo 21 eran hispanos y siete, negros. El año pasado, en ese mismo centro, solo nueve afroamericanos y 24 hispanos fueron aceptados. Los directores de estos dos centros se negaron a hablar para EL PAÍS. Asimismo, de los más de 5.000 estudiantes a los que se ofreció una plaza en alguno de los ocho centros especializados que realizaron examen de ingreso para el próximo curso, solo el 11% eran negros o hispanos. “Esta es una ciudad bendecida por la diversidad. Nuestros colegios, especialmente los mejores, deben reflejar esa diversidad”, dijo al respecto en una declaración pública De Blasio. Sin embargo, el anterior alcalde, Michael Bloomberg, siempre consideró que el sistema era justo. “Creo que el Instituto Stuyvesant y otros centros similares son justos. No hay nada subjetivo. Superas el examen, obtienes la puntuación más alta y entras en el centro. No tiene nada que ver con tu raza ni con tu situación económica”, declaró en 2012 a The New York Times.
Los motivos que explican que el Estado de Nueva York haya sido el más segregador de todo el país son variados, según los autores del informe del Proyecto de Derechos Civiles. Orfield atribuye la causa principal al abandono de las políticas integradoras que caracterizaron los años 60 y 70, además de una “intensiva segregación inmobiliaria, fragmentación de las ciudades en distrito escolares muy pequeños y un sistema de elección de centros que favorece la separación por razas en función del nivel de renta”. Los análisis más críticos afirman que el sistema escolar público conduce a los estudiantes más desfavorecidos a un embudo que les lleva a los peores colegios. Un ejemplo: en el distrito 15, en Brooklyn, las tres mejores escuelas captaron al 64% de los estudiantes que mejor rendimiento dieron en el examen de lectura; las seis peores, según los rankings, apenas matricularon a una docena de ellos.


Entre 1950 y 1980 la lucha por la integración racial en las escuelas de EE UU era un tema importante. La presión de organizaciones civiles, las decisiones de los tribunales y la legislación intentaron combatir el problema. En las últimas décadas, sin embargo, la mayor parte de las políticas anti segregación se han ido abandonando mientras las minorías (latinos y negros) iban creciendo aisladas en determinados barrios. Orfield recuerda el gran boicot escolar que se produjo en febrero de 1964, cuando medio millón de alumnos negros, sobre todo puertorriqueños, decidieron no acudir a la escuela en Nueva York como protesta contra las escuelas gueto y la política de “separados pero iguales”. Fue la mayor protesta civil jamás registrada en Estados Unidos.
Durante los años 80 y 90, las autoridades educativas se centraron más en los sistemas de medición del rendimiento de las escuelas, la libre elección de centros y las citadas escuelas chárter. “La posibilidad de elegir centro o de que los centros seleccionen a sus alumnos puede aumentar la igualdad o la integración, si se acompaña de las medidas adecuadas, o, todo lo contrario, producir más desigualdad y estratificación social. El Sur, hace 50 años, fue un excelente ejemplo de que la posibilidad de elegir centro solo sirve para aumentar la segregación cuando no va a acompañada de políticas de igualdad”, sostiene Orfield. La concepción de una escuela pública bajo el lema “separados, pero iguales” se ha demostrado incapaz de reducir la brecha entre estudiantes blancos y de otras razas. “Separados pero iguales, después de 60 años de análisis social, solo conduce a separados y desiguales. Separados pero iguales conduce a que las escuelas racial y económicamente aisladas poseen siempre profesores con menos experiencia, peor formados, peores materiales, profesores que abandonan, mayores tasas fracaso escolar, violencia, indisciplina….”, señala el profesor de Los Ángeles.
Pedro Noguera, sociólogo de la Universidad de Nueva York (NYU) y autor de muchos trabajos de investigación sobre desigualdad en las escuelas de EE UU, está totalmente de acuerdo con su colega de Los Ángeles. “Si concentramos los niños más pobres en determinados colegios, esos colegios son los que más problemas tendrán. El Gobierno anterior, con Michael Bloomberg, no dedicaba recursos a esos centros. Los colegios se deterioraban y los cerraban. Conocían el problema, pero no tenían estrategia para afrontarlo. La razón era ideológica. Su estrategia era hacer que los colegios rindiesen cuentas, que se viesen sus datos y que se viese cómo estaban funcionando, y si no mejoraban, en primer lugar se ejercía presión, se imponían sanciones y luego se cerraban” explica a EL PAÍS en su despacho del 726 de Broadway.
Es el sistema el que está diseñado para ser segregado, para seguir siendo segregado, y la gente protege
sus privilegios"

Noguera lamenta que el nuevo alcalde y Carmen Fariña se resistan a hablar de segregación: “Me siento decepcionado. Carmen tiene mucha experiencia, ha sido directora de colegio, y sabe que la solución no es cerrar un centro que no ofrece buenos resultados, sino dotarle de más recursos. Sin embargo, no han dicho ni una palabra sobre segregación. Ni una declaración, salvo para decir: “¡Qué vergüenza!”. No están haciendo nada para crear colegios integrados”. Noguera va más allá: “Para combatir la segregación hay que tener liderazgo y programas de calidad. No se puede dejar la solución del problema al mercado. Hay que intervenir”. Hay ejemplos. Centros como el Dos Puentes o el Manhattan Country organizan visitas diarias de niños con menos recursos a las casas de los compañeros más pudientes, y viceversa. El objetivo es que los chicos tomen consciencia de que pueden crecer juntos aunque el del pupitre de al lado tenga una casa mejor, o peor.
Los demógrafos señalan que en 2040 la población de color de los Estados Unidos será mayoría. “Si no preparamos a nuestros alumnos para interactuar con gente diversa, les estaremos privando de una buena educación. Hubo una época en que este tema era importante. Ahora se acepta la segregación. Hemos vuelto a la idea de separados pero iguales. La igualdad no se ha alcanzado, pero mucha gente se siente satisfecha con la separación”, afirma Noguera. Las cifras, parecen darle la razón. En la actualidad, el 64% de los estudiantes negros de Nueva York van a clases en escuelas muy segregadas. En New Jersey, el porcentaje es del 48%. En Pensilvania, el 46%. En Illinois es el 61%, en Maryland el 53%, en Michigan el 50%. Todas esas escuelas tienen tasas de pobreza del 90%. Solo el 1,9% de las escuelas con mayoría blanca tienen ese tipo de problemas. Dicho de otra manera, y en palabras de Orfield, en las escuelas del norte urbano de Estados Unidos la integración nunca se produjo.  

Colombia: De la borrachera emocional del triunfo del mundial al "guayabo" de las elecciones

 Tomado de Semana
Santos y Zuluaga: la batalla final

Este domingo, en las urnas, se definirá el futuro de las próximas generaciones.

No es una elección más. Por el ideario político que representan y la propuesta que prometen poner en marcha, en especial para resolver el conflicto armado, el ganador este domingo en las urnas, entre Juan Manuel Santos y Óscar Iván Zuluaga, definirá el futuro de esta y las nuevas generaciones de colombianos.

En efecto, los ciudadanos se aprestan para elegir en segunda vuelta su presidente para el periodo 2014-2018 en una jornada para la que están habilitados 32.975.158 colombianos para votar y en la que puede ser determinante la abstención, que en la primera alcanzó el 59,93 %.

Los dos aspirantes, el presidente Santos, que busca la reelección como candidato de la coalición Unidad Nacional (conformada por La U, el Partido Liberal y Cambio Radical), y Zuluaga, del movimiento uribista Centro Democrático, manifestaron en las últimas horas su confianza en el triunfo pese a que las últimas encuestas, de hace una semana, reparten por igual el favoritismo del electorado.

“Estamos entusiasmados y optimistas por todas las adhesiones que hemos recibido en estos 15 días, son sintomáticas, pero el verdadero resultado se verá el domingo", afirmó el mandatario, quien en una de sus últimas entrevistas en campaña, al Canal Capital, dijo que ganaría por 8 puntos a su contradictor.

Según Santos, en todo el país ha “palpado” el “entusiasmo” de la ciudadanía con su propuesta centrada en la paz con las FARC y el ELN, los dos grupos guerrilleros del país con los que su gobierno dialoga para poner fin a medio siglo de conflicto armado.

Zuluaga fue el sorpresivo ganador de las elecciones del pasado 25 de mayo con el 29,25 %, contra el 25,69 % de Santos. Y aunque estuvo desaparecido de los focos de los medios en la recta final de la campaña, a causa de una laringitis, también vaticinó que volvería a derrotar al presidente-candidato. 

A sólo dos días de las elecciones, al reaparecer en público, Zuluaga aseguró que millones de colombianos están identificados con su proyecto y se mostró confiado en que en la noche de este domingo, después de la jornada electoral, se dirigiría a los colombianos como presidente electo. 

Zuluaga representa en estas elecciones las ideas del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), quien fue el mentor de Santos hace cuatro años y hoy es su principal opositor con un duro discurso contra la forma como el gobierno maneja el proceso de paz con las FARC, que ha calado en un importante sector de la población.

Tanto Santos como Zuluaga, que fueron ministros de Uribe, han forjado sus propias alianzas y sumado adhesiones de diferentes sectores en las tres últimas semanas, pero su gran desafío está en atraer el voto de los indecisos y principalmente de los desencantados con la política que no se entusiasman con ninguno de los dos.

De los casi 33 millones de ciudadanos llamados a las urnas, en la primera vuelta sólo votaron 13,2 millones, es decir, el 40,07 %, lo que significa que casi 20 millones prefirieron no votar, y si una porción de ese electorado decide hacerlo, será decisiva en el resultado.

Cabe recordar que el pasado 25 de mayo la abstención fue la más alta de los últimos 20 años en el país. Las autoridades electorales guardan la esperanza de que en los comicios de este domingo se incremente la participación. “Aspiramos a que en la segunda vuelta la participación aumente por lo menos en 10 puntos con respecto a la primera para darles mayor legitimidad a los resultados”, dijo Carlos Ariel Sánchez, registrador nacional del Estado Civil.

Para estos comicios, la Registraduría ha instalado 89.389 mesas, distribuidas en 10.642 puestos de votación en todo el país, los mismos números de la primera vuelta.

El fervor de la campaña ha incrementado en las últimas semanas pero ha sido opacado por la fiebre del mundial de fútbol que se vive a la largo y ancho del país, sobre todo porque a la máxima cita mundialista participa la selección de Colombia tras 16 años de ausencia. Aún es una incógnita el efecto que tendrá esta competición en el electorado.

“El Mundial no debería afectar la participación” en las urnas, dijo el presidente de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), Patricio Valdez, pero hay analistas que consideran que al ser las elecciones un día después del estreno de Colombia, ante Grecia, el resultado del fútbol puede influir en el ánimo del electorado.

Más allá de estas circunstancias, la jornada electoral de este domingo, sin duda, será determinante para la historia del país. Pues aunque los dos candidatos tengan muchas similitudes, el proceso de paz que está en marcha con las dos guerrillas más antiguas del país podrá tener un momento decisivo dependiendo del resultado de las urnas. En la tarde se sabrá si continúa el actual proceso o si tendrá otras condiciones. 
 

sábado, 14 de junio de 2014

Arbitro salvadoreño que pitará en el mundial bajo la lupa de prensa Argentina

Tomado de El Clarín
 Joel Aguilar Chicas
El árbitro que una vez echó a Mascherano

El salvadoreño hará su debut mundialista en Argentina-Bosnia. En un amistoso ante Estados Unidos, le mostró la roja al jugador de Barcelona.

Por Ezequiel San Martín

El Mundial comenzó con buenos partidos y malos arbitrajes. Se vio en Brasil-Croacia y también en México-Camerún. Las actuaciones del japonés Yuichi Nishimura en el partido inaugural y de la terna colombiana del choque en Natal, quedaron en el ojo de la tormenta, especialmente la del asiático por favorecer en acciones decisivas al equipo local. Por eso, cuando la FIFA dio a conocer ayer cuál será el tridente que impartirá justicia en el debut de la Selección ante Bosnia Herzegovina, fueron muchos los que abrieron grandes los ojos y se prendieron rápido a los buscadores de internet. Allí, las palabras claves eran Joel Aguilar Chicas.
El salvadoreño de 38 años hará su presentación en una Copa del Mundo, porque aunque estuvo en Sudáfrica 2010, siempre fue como cuarto árbitro o árbitro suplente. Mañana tendrá la responsabilidad de cuidar a Lionel Messi en la más importante de las tres veces que lo dirigió en su carrera.
Aguilar ya arbitró un partido de la Selección Mayor, pero fue hace seis años. Profesional desde 2001, tuvo la chance en un amistoso del equipo de Alfio Basile ante Estados Unidos, en Nueva Jersey, y allí tomó la decisión de expulsar a Javier Mascherano. En ese partido también estuvo Messi y con él, Pablo Zabaleta, Fernando Gago, Maxi Rodríguez, Martín Demichelis y Sergio Agüero, al que también dirigió en el Mundial Sub 20 de 2007 en un partido ante Polonia. Angel Di María y Sergio Romero también integraron ese plantel.
Con la Pulga también compartió la cancha en 2011 — también estuvo Mascherano-, en las semifinales del Mundial de Clubes, en Japón, cuando el Barcelona eliminó al Al Sadd de Qatar, al golearlo por 4-0.
El árbitro, defensor de la incursión de la tecnología en el fútbol, es el único representante titular de Centroamérica y la prensa lo eligió como el mejor de la región. Ya dirigió en la última Copa de las Confederaciones, en la que se ganó su lugar en Brasil junto a sus asistentes William Alexander Torres y Juan Francisco Zumba. Los tres tendrán un lindo desafío. Si cumplen, injustamente nadie hablará de ellos. Ojalá sea así y los protagonistas sean los jugadores.

URGE APOYAR PARTICIPACION POLITICA DE LA MUJER PARA UN VERDADERO CAMBIO EN AMERICA

Tomado esglobal




LOS RETOS DE LAS MUJERES EN AMÉRICA LATINA

El Salvador con la mayor tasa de feminicidios a nivel mundial

Las mujeres latinoamericanas y del Caribe realizan una actividad política y social cada vez más importante. El futuro del continente está también en sus manos y desde las instituciones se está incentivando su presencia. Por otra parte, la violencia contra la población femenina sigue siendo una realidad cotidiana. 

Por Coral Herrera Gómez
El día que Dilma Rousseff ganó las elecciones en Brasil, las portadas de los periódicos eligieron la foto de la nueva presidenta arropada por el señor Lula, quien le da un beso en la frente mientras rodea su cabeza con un gesto de ternura. También Cristina Fernández de Kirchner tuvo a su lado en las portadas a un hombre el día que pasó de ser Primera Dama a ser presidenta de Argentina: su marido le ayudó a sostener y alzar el cetro presidencial. Su gesto paternal sirvió para legitimar de forma simbólica la victoria electoral de su esposa.  
América Latina ha dado pasos de gigante en estos últimos años hacia la igualdad: las presidencias de Rousseff y Fernández, junto con las de Michelle Bachelet en Chile y la de Laura Chinchilla en Costa Rica, han supuesto un hito histórico y tienen un enorme valor simbólico. Sin embargo, la cuestión es si sus liderazgos están contribuyendo al empoderamiento colectivo y a la paridad democrática.
Las presidencias femeninas apenas han transformado las estructuras de poder patriarcal de las democracias de sus países, que siguen basadas en el modelo presidencial: una figura de máxima jerarquía rodeada de un núcleo pequeño de gente que toma decisiones.  Las estadísticas nos demuestran que las mujeres de América Latina y el Caribe han aumentado su tasa de participación política en algunas áreas, principalmente en los parlamentos: en Argentina el número de mujeres parlamentarias ha aumentado del 6% al 37,4% en diez años, según datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) en 2014. En Costa Rica aumentó del 10% al 38%, en Chile del 7,5% al 14,2% y en Brasil del 5 al 8%, país en el que también aumentó  el porcentaje de mujeres en los gabinetes ministeriales, pasando del 10,7% al 22,6%. 
En paralelo, se percibe un ligero aumento de la participación de las mujeres en el ámbito de la política local: el porcentaje promedio de concejalas de América Latina y el Caribe aumentó desde el 13.7% en 1998, al 25.2% en 2012. Muchos países, sin embargo, se encuentran lejos de las cuotas de paridad: en Argentina, el número de alcaldesas aumentó del 6 al 10%; en Chile, del 9 al 12%; en Bolivia, del 3 al 7%, según datos de CEPAL de este año. 
Algunos países latinoamericanos han puesto en marcha una serie de medidas para incentivar la participación política de las mujeres, como por ejemplo garantizar el acceso de miles de ellas a la obtención de papeles y documentos legales o la aprobación de una ley para eliminar la violencia y la discriminación hacia mujeres que participan en actividades políticas. En Bolivia estas medidas han supuesto un notable incremento de la participación de las mujeres en sindicatos, partidos políticos, organizaciones vecinales, corporaciones municipales y movimientos sociales.
Aunque las presidentas acaparen los focos de atención, las organizaciones de mujeres están jugando un papel fundamental en el camino hacia el desarrollo de toda América Latina y el Caribe. Asuntos como el derecho al agua de las poblaciones, el derecho a la tierra del campesinado, la soberanía alimentaria, los derechos de los pueblos indígenas, la defensa del medioambiente, los derechos de la población LGBTQ, la lucha contra el turismo sexual o la trata de mujeres y niñas son algunas de sus demandas.
Bajo mi punto de vista, ellas son las verdaderas protagonistas de los cambios en todo el continente. Con su trabajo están contribuyendo al empoderamiento colectivo, porque con sus luchas están aportando en  la mejora y transformación de sus comunidades, de sus países y de la región. Muchas organizaciones están trabajando desde otros modelos de liderazgo femenino que no están basados en figuras autoritarias que representan al resto. Cada vez son más las mujeres latinoamericanas trabajando en redes horizontales, locales, nacionales e internacionales y están experimentando diversas metodologías de trabajo y equipo que involucran a toda la comunidad. Este modelo participativo convierte a todos sus miembros en beneficiarios y, a la vez, en actores principales de sus proyectos. 
Los mayores obstáculos para la igualdad en América Latina son la pobreza extrema, la discriminación de las mujeres en todos los ámbitos de su vida -social, político, económico, familiar- y la violencia que existe contra lideresas, defensoras de derechos humanos, activistas y periodistas. Los datos nos demuestran que el desarrollo no es posible sin el empoderamiento femenino: en la medida en que se avanza hacia el logro efectivo de los derechos de las mujeres, se logra mejorar la situación y calidad de vida de la población entera. En aquellos países de América latina y el Caribe donde se ha dado un incremento de la participación de las mujeres en el mercado laboral, disminuyó la pobreza: un 70% en Chile, un 120% en Ecuador, un 103% en México.
Una de las principales causas de la pobreza extrema en el continente es el desigual reparto de las tierras: ellas poseen tan solo el 20% de las tierras, mientras que los hombres poseen el 80% según datos de la FAO de 2011. Paraguay, por ejemplo, es el país más pobre de América Latina: sólo un 2% de la población tiene el 80% de las tierras y de ese porcentaje la gran mayoría son hombres. Son muchas las organizaciones que están trabajando en esta área para garantizar a las mujeres su derecho a la titularidad de las tierras, pero es esencial que los gobiernos latinoamericanos garanticen, mediante leyes y políticas públicas, la titularidad de las tierras, el acceso al agua, y los derechos humanos de las mujeres en todos los ámbitos: empresarial, judicial, económico, social, político, cultural. 
En el ámbito laboral, los Estados deben de seguir trabajando para reducir la brecha salarial y dignificar y mejorar las condiciones laborales de las mujeres. La mayor parte de las latinoamericanas, además, sufren serias dificultades para conciliar su vida laboral y familiar. Una situación que limita su capacidad para participar en política: la sobrecarga de trabajo femenino y la conciliación laboral son dos de los grandes desafíos de las políticas públicas de los gobiernos actuales en América Latina y el Caribe, según ONU Mujeres.
Las tasas de violencia contra las mujeres son otro indicador del largo camino que nos queda por recorrer para alcanzar la igualdad y para garantizar los derechos humanos de la mitad de la población del continente latinoamericano. Un reciente estudio de la Organización Panamericana de la Salud señala que entre el 17 y el 53% de mujeres de doce países de América Latina y el Caribe han reportado haber sufrido violencia sexual o física de parte de un compañero íntimo. El mismo estudio también indica que 2 de cada 3 mujeres son asesinadas en Centroamérica por el hecho de ser mujeres.
En el informe de la oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNDOC, en sus siglas en inglés) sobre los feminicidios cometidos en todo el mundo, se muestra como 14 países de la región se encuentran entre los 25 países con los mayores índices. El Salvador ocupa el primer lugar, Guatemala el tercero y Honduras el séptimo. Más de las tres cuartas partes de los países de la región ya están ejecutando políticasy/o planes nacionales contra la violencia de género en todas sus formas: feminicidio, trata de personas con fines de explotación sexual o tráfico de personas migrantes, entre otros.

Por su parte, los informes de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas estiman que más de cinco millones de mujeres y niñas son víctimas de trata de personas en América Latina y el Caribe, más de 500.000 de todos esos casos tienen lugar en México. En el país americano, según el Informe Sombra 2010 realizado por CATWLAC (Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe), desaparecen cada mes más de 60 mujeres y niñas. México es el país latinoamericano con las tasas más altas de violencia contra las mujeres: los feminicidios aumentaron un 106.6% desde el año 2007 hasta la actualidad. 
Estas terribles cifras han tenido impacto en la comunidad internacional y en la cooperación al desarrollo: la lucha contra los feminicidios, la explotación, la pobreza y la violencia contra  las mujeres son algunos de los objetivos prioritarios de la agenda post 2015 de los ODM (Objetivos de Desarrollo del Milenio). Todos los organismos internacionales coinciden en la necesidad de contar con las mujeres y sus organizaciones en el camino hacia el desarrollo y la paz, pues hasta hace poco no se las ha reconocido como protagonistas de la transformación que se está llevando a cabo en América Latina. 
Las industrias culturales y los medios de comunicación deben asumir también la responsabilidad social y política que tienen para impulsar cambios mostrando el protagonismo de las mujeres, visibilizando, documentando y difundiendo el trabajo de las organizaciones y los colectivos de mujeres. 
En el ámbito político y legislativo, es necesario despatriarcalizar y descentralizar el poder político; al mismo tiempo se debe abrir el camino hacia la consolidación de modelos democráticos más plurales, participativos, abiertos e inclusivos. El camino hacia la igualdad y el desarrollo pasa por la creación de espacios de participación ciudadana, redes de trabajo horizontales, canales de comunicación entre organizaciones de base y los gobiernos e instituciones, espacios de debate locales, nacionales y regionales en las que las organizaciones de mujeres y las mixtas puedan ampliar su capacidad de incidencia política. 
Es fundamental aprovechar todo el potencial y el trabajo de las redes feministas y los colectivos de mujeres en toda América Latina y el Caribe, pues están jugando un papel fundamental en el camino hacia la igualdad, la paz y el desarrollo. Ellas no pisan alfombras rojas ni lucen en las portadas, pero son, sin duda, las verdaderas protagonistas del cambio en todo el continente.  

Amaños en la FIFA: sale a luz otro caso de corrupción

Tomado de The Wall Street Journal


FIFA, un riesgo para la buena reputación de los patrocinadores

El fútbol internacional está sumido en una nueva crisis, justo cuando acaba de comenzar la Copa del Mundo.
Por Samuel Rubenfeld
Las acusaciones de corrupción sobre la forma en la que Qatar ganó el derecho a organizar el campeonato a celebrarse en 2022 remecieron a los patrocinadores, quienes exigieron respuestas. Luego de una serie de reportajes del periódico Sunday Times of London sobre presuntos sobornos y actos de corrupción en la propuesta catarí, algunos de los principales auspiciadores de la Federación Internacional de Fútbol Asociado, FIFA, exigieron una investigación.  Sony fue el primero y otras multinacionales se sumaron poco después. Cinco de los seis patrocinadores socios de la FIFA han emitido comunicados respecto a la propuesta ganadora de Qatar. Los Emiratos Árabes Unidos, sin embargo, no se han pronunciado.

Aunque Qatar niega las acusaciones de corrupción y confía en que retendrá la sede de la Copa del Mundo 2022, la reputación de la FIFA nunca ha estado más golpeada.

Además de las huelgas del transporte en São Paulo, Brasil ha sufrido enormes manifestaciones contra el dinero gastado en la organización del Mundial y se espera que las demostraciones callejeras continúen durante el torneo. Los grafitis en contra de la FIFA se han vuelto virales. Las empresas con lazos más estrechos con el ente regulador del fútbol internacional podrían ver sus reputaciones empañadas, dicen los expertos.
Ernest DelBuono, quien encabeza el equipo de gestión de crisis en la firma de relaciones públicas Levick, en Washington, dijo que las compañías que auspician a la FIFA deberían haber realizado extensas evaluaciones de riesgo antes de ofrecer su respaldo.
"Lo primero y más importante", dijo, es el (riesgo) a nivel mundial: ¿cuál es el riesgo global para la marca? "¿Alguien en EE.UU. o Canadá dejará de comprar Coca-Cola  o Adidas por las protestas ligadas a la Copa del Mundo? ¿Cuál sería el efecto perdurable en Brasil y Sudamérica?", preguntó. "Podría haber dos resultados distintos respecto al daño a la marca".

Jeff Thinnes, presidente ejecutivo y cofundador de JTI Inc., una firma de estrategia de comunicaciones y responsabilidad, indicó que los patrocinadores corporativos pueden convertirse en tema de frustración y ser percibidos como cómplices por su mera presencia en un evento como la Copa del Mundo. "Es difícil ver por qué alguien querría estar asociado a algo así", aseveró. "La única razón es el fútbol. La exposición fuera de Brasil podría compensar cualquier experiencia negativa en el país durante el Mundial".
¿Pero serán estos pedidos tardíos de investigación de las empresas suficientes para aplacar a los críticos de la FIFA? Al parecer no. Dave Zirin, un periodista deportivo que hace poco escribió un libro sobre la Copa del Mundo de Brasil, solicitó en una columna de opinión la abolición de la FIFA.
Ante el alcance masivo en los medios sobre el nuevo escándalo, las declaraciones de los auspiciadores son de esperar, pero nada más, señaló David Larkin, abogado deportivo quien lidera el grupo de presión ChangeFIFA.
Michael Garci, ex fiscal de Estados Unidos quien ahora es el investigador principal de la FIFA, dijo el miércoles en un discurso que su equipo ha examinado los informes recientes en la prensa y documentos relacionados y que él ha acudido "a lo que parece ser la fuente original" de la información.
Thinnes dijo que lo único que podría apaciguar las emociones por la supuesta corrupción y engaños en el organismo sería si Brasil gana el torneo.
"Si no ganan, quedará un descontento y mancillaría a las compañías que participaron", indicó. 

Griegos influirán en elecciones presidenciales colombianas

Tomado de BBC Mundo 

 Colombia contra Grecia: ¿el partido que puede decidir las elecciones?

Por Arturo Wallace
Primero la selección y luego la elección. Así se puede resumir el fin de semana de los colombianos, quienes este sábado verán debutar a su equipo nacional en el Mundial de fútbol de Brasil 2014 y el domingo están llamados a las urnas a elegir al próximo presidente del país.

Pero en esta nación apasionadamente futbolera –que además regresa a un mundial por primera vez luego de una ausencia de 16 años– también es bastante probable que ese realmente sea el orden de prioridades de buena parte de la población.

De hecho, el partido de Colombia contra Grecia tendrá lugar menos de 24 horas antes de la apertura de los centros de votación y numerosos analistas creen que eso podría afectar negativamente la asistencia de los ciudadanos a las urnas.
Aunque esa no es la única forma en la que el partido podría terminar impactando sobre unos comicios que se anticipan como unos de los más cerrados en la historia reciente del país.

Efectivamente, un par de estudios realizados en Estados Unidos sugieren que los buenos resultados deportivos en los días previos a las elecciones benefician a los candidatos que buscan reelegirse.

Lo que significa que, en principio, el presidente Juan Manuel Santos tiene más razones para desear un triunfo colombiano que Óscar Iván Zuluaga, quien lo superó por poco menos de 500.000 votos en la primera ronda de las elecciones, celebrada tres semanas antes del inicio del Mundial.

El factor "sentirse bien"


La explicación es sencilla: cuando la gente se siente bien tiende a valorar más positivamente todo lo que le rodea, incluyendo el desempeño gubernamental, explica Andrew Healey, coautor de uno de los estudios sobre el tema.
 

Zuluaga ha utilizado el fútbol para hacer campaña.

"Y eso significa que un buen juego de Colombia debería ayudar a Santos, porque un candidato que busca la reelección se beneficia cuando la gente se siente bien con el país", le dijo a BBC Mundo este profesor del departamento de economía de la Universidad Loyola Marymount.

Junto a dos colegas, Healey analizó el impacto de los resultados de partidos de fútbol americano universitario sobre elecciones –presidenciales, de gobernador y para el senado de EE.UU.– celebradas no más de diez días después de los encuentros.

Y la investigación, publicada en 2010, encontró que una victoria de un equipo local aumentaba el porcentaje de votos de los candidatos que buscaban la reelección en 1,6%clic(1, en inglés).

"Mientras que los efectos casi se duplican en el caso de victorias de los equipos de mayor popularidad y tradición", le dijo a BBC Mundo el profesor de la Universidad de Stanford, Neil Malhotra, quien también participó en la investigación.
Eso debería llamar la atención de Santos, quien en la primera vuelta quedó un 3,56% de votos menos que Zuluaga.

Pero, ¿pueden extrapolarse esos resultados al caso de las elecciones colombianas y su debut en el Mundial de Brasil?

Impacto sobre los indecisos


En términos generales Healey y sus colegas creen que sí. Aunque no necesariamente en la misma proporción.


Un hijo de Santos desató polémica al publicar en Twitter esta foto de Falcao con la paloma de la paz usada en la campaña de su padre..

"El fútbol americano universitario es muy importante en Estados Unidos, pero creo que no se compara con lo importante que es para los colombianos estar de regreso en un mundial de fútbol. Y que ese partido vaya a tener lugar justo el día antes de las elecciones es una coincidencia increíble" le dijo Healey a BBC Mundo.

"Si alguna vez un evento de este tipo estaba llamado a tener un impacto sobre unas elecciones, este es", afirmó.

Y algo parecido sostiene el profesor de ciencias políticas de la Universidad George Washington Michael K. Miller, quien en un estudio publicado en 2012 encontró que los buenos resultados de los equipos profesionales locales también mejoraban las posibilidades de reelección de los candidatos a alcaldes (2, en inglés).

Lo que parece confirmar que cuando la gente está contenta –por las razones que sean– tiende a favorecer el status-quo.
Eso, sin embargo, no quiere decir que una victoria de Colombia garantice el triunfo a Juan Manuel Santos.

"Es difícil decir qué tan grande será el impacto (en las elecciones colombianas). Me imagino que este es el tipo de evento que casi todos van a seguir y el resultado va a tener un impacto grande sobre su felicidad", le dijo Miller a BBC Mundo.

"Pero si uno ya tiene una opinión claramente definida, este tipo de cosas no van a cambiar la intención de voto. El impacto es sobre todo sobre los indecisos", explicó.

O, para ser más precisos, sobre los indecisos que vayan a la mesa de votación. Y, precisamente, a los analistas colombianos lo que más les preocupa es el impacto del Mundial sobre la abstención.

"Si ganamos va a haber una fiesta, a pesar de la Ley Seca. Y eso podría hacer que la gente salga a votar tarde y en menor número", le dijo a BBC Mundo Jorge Restrepo, el director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos, un tanque de pensamiento local.

¿Y la abstención?


Para Restrepo, una menor participación afectaría sobre todo a Santos, "porque el voto de Zuluaga es un voto mucho más comprometido".


Algunos creen que el Mundial podría manetener alejados a los votantes de los centros de votación.

Pero, en opinión del analista, una derrota colombiana que lleve a más colombianos a las urnas, tampoco beneficiaría al actual presidente, porque estos acudirían a las mismas sintiéndose pesimistas.

"Parece que, en lo que al Mundial se refiere, Santos pierde con cara y que Zuluaga gana con sello", le dijo a BBC Mundo.

Aunque la directora de la Misión de Observación Electoral, Alejandra Barrios, cree que hay varios factores que podrían incidir positivamente sobre la asistencia a las urnas a pesar de la fiebre mundialista, como la movilización de las maquinarias electorales locales que no se vieron en la primera ronda de votaciones, cuando la abstención superó el 60%.


"Además hay una alta polarización en el país, que se ha puesto en términos de guerra y paz. Y esa polarización puede terminar generando lo que pasó en las elecciones de 1998, donde tuvimos una de las más altas participaciones en el país", le dijo Barrios a BBC Mundo.

"Porque lo que se le está diciendo al ciudadano, y además es verdad, es que su voto, en esta ocasión, sí decide", explicó.

Para jugar sobre seguro, Santos no tiene sino desear lo que todos los colombianos: que la selección derrote a Grecia por goleada y jugando de una forma que los convenza que, ahora sí, pueden llegar lejos en el Mundial.

Mientras que para no correr riesgos, Zuluaga probablemente debería desear, aunque en secreto, que Colombia empate 0 a 0.

Algo que tempere los ánimos por unos días, pero sin comprometer la clasificación a la segunda ronda de la competición.


SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: CUIDANDO PERSONAS ENFERMAS





       En muchas ocasiones, la enfermedad o discapacidad de una persona hace necesario un intenso cuidado y atención por parte de otra. Con frecuencia esta tarea la realiza un familiar, o es compartida por varios familiares. En algunos otros la realiza alguna tercera persona en forma profesional. Se trata de una labor humanitaria no siempre bien comprendida, y mucho menos comprendidos aun resultan los efectos psicológicos adversos que suelen surgir en la persona cuidadora como consecuencia de su labor, particularmente si se trata de enfermedades psíquicas, o de enfermedades físicas acompañadas por algún trastorno psíquico.

       En general, la labor es ingrata y desgastante. Si la dependencia del enfermo de su cuidador es enorme, no menos enorme es el condicionamiento y la limitación a que éste se ve sometido constantemente, y del que en muchas ocasiones quisiera escapar. Particularmente cuando la persona que cuida tiene capacidad para desarrollarse en otras áreas, tiende a sentir que la vida  más allá de las cuatro paredes que la limitan pasa sin ser aprovechada, y al sentimiento positivo por la labor humanitaria se contrapone un sentimiento de frustración y de tristeza que tiende a provocar depresiones.

       Existen también numerosas personas que no sienten deseos de desarrollarse en otras áreas, o que han sido maltratadas por la vida y tienen baja autoestima, o que, por alguna razón no han hallado su lugar en la vida, que encuentran en esta actividad una justificación para su existencia. En este caso existe una relación simbiótica de dependencia mutua, y la sensación de sentirse útiles borra cualquier frustración por la limitación, puesto que es una limitación elegida y asumida.

       Como se apuntaba anteriormente, cuando la enfermedad es psíquica, o cuando a la enfermedad física le acompaña algún trastorno psíquico, tales como desorden bipolar, desorden de ansiedad, esquizofrenia, demencia senil, alcoholismo o drogadicción, la convivencia puede hacerse difícil, y la situación se complica sensiblemente, no sólo para la persona que cuida, sino para todo el entorno familiar, o de las personas que convivan con el enfermo. Es este caso llega a ser necesario algún tipo de terapia para las personas más cercanas al enfermo, pues de lo contrario su salud mental también tiende a deteriorarse.

       En todo caso, la persona que cuida necesita tomarse periodos de descanso; tanto más cuanto más desgastante sea la convivencia con el enfermo. Si, como suele ser habitual, hay posibilidad de compartir el cuidado del enfermo entre dos o más familiares, es justo hacerlo. Si ello es difícil o imposible, debe buscarse al menos la manera de contribuir económicamente al pago de una persona que haga esa labor en los periodos en que el cuidador habitual necesite liberarse temporalmente de esa tarea.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.