sábado, 2 de agosto de 2014

Lecciones de la crisis global: Europa: Austeridad y Crecimiento Económico son excluyentes entre si. EEUU: legisladores entorpecen creatividad empresarial

Tomado de esglobal

Las cinco armas más inefectivas contra la crisis

Este reportaje especial sobre la crisis termina analizando las recetas que han resultado desastrosas.

Por Mario Saavedra

El dogmatismo austero

Se puede discutir hasta quedar sin aliento. Durante lo peor de la crisis europea, de 2010 a 2013, el debate llegó a polarizarse por completo: ¿Austeridad o crecimiento? Todos los líderes políticos de entonces, desde Merkozy (la fusión virtual del conservador francés Nicolás Sarkozy y la canciller alemana Angela Merkel) hasta los responsables de Bruselas, prometían que podían conseguirse las dos cosas al mismo tiempo. Pero era mentira.

La recesión golpeó la economía europea dos veces: el PIB de los 28 se contrajo un 4,5 en 2009 y un 0,2 en 2012. Es lo que se conoce como recesión en forma de W. La primera fue un efecto dominó producido por el colapso del sistema financiero estadounidense. La segunda, una mezcla de varios factores explosivos: la crisis del euro, sometido a ataques especulativos legales; la mala salud de algunos bancos; y la obsesión de los centros de poder del viejo continente por querer sanear los déficit nacionales demasiado rápido en medio de una recesión. Se le llamó “austericidio”. Contra él estaban no sólo los países de la periferia, sino también defensores de las políticas de estímulo económico, como los prestigiosos profesores estadounidenses Joseph Stiglitz o Paul Krugman. Hasta el mismísimo presidente estadounidense, Barack Obama, mandaba a su secretario del Tesoro, Timothy Geithner, a convencer a Merkozy de que aflojaran un poco el ajuste del déficit, sin éxito.

Alemania ha liderado en todo momento el frente austero. El país había realizado reformas estructurales de calado cuando era el enfermo en Europa, en los primeros años de la década pasada. Entonces incumplía el déficit y contabilizaba más de cinco millones de parados. El gobierno socialista de Gerard Schroeder aplicó una receta que combinaba austeridad fiscal, recorte de costes laborales y reformas de corte liberal. Con los años, se vio reflejado positivamente en los datos macroeconómicos de porcentaje de desempleo, deuda, PIB, etcétera.
La diferencia, sin embargo, era que aquellas reformas y ajustes se hicieron en un entorno global de boom económico: Estados Unidos o España compraban coches alemanes sin mirar el precio. El problema surge cuando Berlín pretende aplicar la misma receta al resto de Europa en medio de la peor crisis global en décadas. “Lo que nosotros hemos hecho lo pueden hacer lo demás”, llegó a declarar la Canciller, sin tener en cuenta que, cuanto más se obsesionaban los gobiernos por retirar el gasto público en medio de la tormenta, menos trabajo e ingresos fiscales obtenían.

Las economías periféricas y la de Francia colapsaron entonces o se arrastran hoy como almas en pena. Solamente siete años después de que comenzara la crisis empieza a verse la luz al final del túnel. Es una victoria pírrica en el mejor de los casos. Las crisis de origen financiero suelen durar 10 años. Europa no ha conseguido acelerar la recuperación, de hecho parece haberla postergado. ¿A cambio de qué? Para algunos se saldrá más fortalecido, más sano. Si no hubieran imperado estos mensajes de austeridad, los mercados financieros no se habrían creído el compromiso europeo y habrían roto el euro. ¿Podría haberse hecho de otra forma? Tal vez sí. En Estados Unidos, Barack Obama pospuso cualquier recorte hasta que la economía se recuperara. Con ello ha conseguido bajar el desempleo al 6,1% y reducir el déficit público a la mitad.
La destrucción creativa


Wall Street echaba humo. Era 2008, y Timothy Geithner, entonces presidente de la Reserva Federal de Nueva York, solo tenía tiempo para ir a correr un rato cada mañana. El resto del día movía frenéticamente los hilos para salvar entidades financieras. El banco de inversión global Bear Stearns, por ejemplo. Estaba abarrotado de activos respaldados por hipotecas, activos basura. No valía nada. Geithner consiguió que se lo quedara JP Morgan, una de las mayores entidades globales.

Unos meses después el problema volvió a reproducirse con Lehman Brothers. Contaba con mucha basura subprime en sus balances y en septiembre de 2008 había perdido ya el 75% de su valor en bolsa. Necesitaba ser rescatado por el Gobierno o comprado por otro banco. Geithner organizó reuniones con los gerifaltes de Wall Street. Hacía de casamentera, pero no logró colocarlo. Se dejó quebrar a Lehman Brothers. Al fin y al cabo, eso era el capitalismo, ¿no? Las empresas inviables han de morir para dejar libre su nicho a otras más rentables y mejor dirigidas. Es lo que se llama destrucción creativa. El problema es que, en el caso de Lehman, la destrucción creativa no se quedó estanca, sino que Lehman se convirtió en la primera ficha de un dominó financiero global. Si se había desplomado una institución que había resistido más de 150 años porque sus balances estaban sucios, ¿qué no tendrían otras entidades, desde bancos regionales alemanes a cajas españolas?

Estados Unidos aprendió la lección: la destrucción creativa funciona para empresas “no sistémicas”. Las que pueden tumbar todo el conjunto de la economía capitalista han de ser rescatadas con dinero público. Se han de socializar las pérdidas aunque las ganancias fueran privadas, y todo para no generar una nueva Gran Depresión. Es el mal menor. Moralmente inaceptable y económicamente una bomba, porque eliminaba uno de los cimientos del libre mercado, el laissez faire.

La lección aprendida se aplicaría unos meses más tarde, con el rescate de las principales automovilísticas estadounidenses. Algunos como el futuro candidato a la presidencia Mitt Romney  pedían “dejar a Detroit entrar en bancarrota”. Pero Washington tomó la decisión con menor coste: ignorar por completo la doctrina de la destrucción creativa. Las tres grandes del automóvil, GM, Chrysler y Ford, fueron rescatadas por el Congreso con decenas de miles de millones de dólares.
Los mini-estímulos y los estímulos de mentira


Era “la gran cumbre del crecimiento”. Angela Merkel, Francois Hollande, Mario Monti y Mariano Rajoy anunciaban 130.000 millones de euros para reactivar el crecimiento europeo. La canciller alemana había dado por fin su brazo a torcer ante el nuevo delfín francés, el tecnócrata italiano y el presidente español, pero también ante las presiones de la Casa Blanca o el Fondo Monetario Internacional, que veían cómo la obsesión europea por el déficit estaba ahogando a la economía de uno de los principales motores globales. “Deseamos y esperamos presentar un paquete de medidas de crecimiento a nivel europeo”, decía Mario Monti, “por valor del 1% del PIB de la Unión Europea, es decir, de unos 130.000 millones de euros”. ¿Se acuerdan?
Se iba a utilizar el Banco Europeo de Inversiones (el BEI) para inyectar dinero a la economía real, José Manuel Durao Barroso iba por fin a lanzar los bonos proyecto, emisión de deuda europea para financiar proyectos inter territoriales de infraestructuras o la interconexión energética. En el medio plazo incluso se iban a crear los eurobonos, bonos comunitarios que mutualizaban el riesgo: se trataba de impedir que Grecia pagara un 7% por su deuda a 10 años mientras Alemania casi cobraba por guardar el dinero de los inversores.
Nada de eso, o muy poco, llegó a ocurrir. Todo se quedó en una gran promesa de los líderes. Los planes europeos de estímulo, en verano de 2014, siete años después de la crisis, brillan por su ausencia. Solo ahora se está poniendo en marcha un mini fondo de 6.000 millones de euros para tratar de impulsar el empleo juvenil. Mientras, 19 millones de europeos permanecen desempleados. El Plan Marshall de la Unión Europea para la Unión Europea nunca llegó. Siete años después, el crédito sigue sin pasar a las empresas. Se vuelve a fiar la solución del problema al banquero central: Mario Draghi ha anunciado hasta un billón de euros en préstamos a los bancos a largo plazo (técnicamente llamados TLTROs) siempre que se lo presten a las empresas y no lo guarden en sus cajas o en la del BCE. De momento sigue sin fluir el crédito y la zona euro crece a un lánguido 0,2% intertrimestral, tras siete años con dos recesiones entre medias.

En España el Plan E fue real, pero no consiguió activar la actividad económica en medio del vendaval económico global. El Plan Español para el Estímulo de la Economía y el Empleo, de noviembre de 2008, consistía en un centenar de medidas de reactivación del crecimiento y casi 13.000 millones en dos fases de dinero público para proyectos en los ayuntamientos. A posteriori probó ser sólo un parche en un barco a punto de naufragar.
Las provisiones anticíclicas


En plena campaña electoral de 2008, el ex presidente del Gobierno Felipe González aseguró que gracias a José Luis Rodríguez Zapatero, España había conseguido tener “el sistema financiero más sano de mundo”. El país tenía “reservas suficientes para hacer frente a este momento de incertidumbre”, decía el socialista. Solo cuatro años después la UE tenía que abrir un fondo de préstamos a España para rescatar a entidades financieras quebradas o al borde de la quiebra: Caja Castilla-La Mancha, Cajasur, Caja de Ahorros del Mediterráneo, Bankia, etcétera.
En total unos 40.000 millones de euros, que computan como déficit público, y que equivalían casi con exactitud a lo que el país se había tenido que ahorrar en gasto sanitario, de educación, de dependencia, de pagas extras a los funcionarios… ¿Dónde estaban esos fondos anticíclicos que había ido guardando la banca en los años de bonanza a los que se refería González? El dinero estaba ahí, pero se había convertido en una tirita frente al total de alrededor de 60.000 millones de dinero público (41.000 del préstamo europeo de hasta 100.000 millones y otros 20.000 que había puesto ya España, con el FROB). A eso había que añadir un saneamiento contable de las entidades que cifran en 250.000 millones. Necesarios para rescatar una docena de bancos y cajas. En el mejor momento de auge, las entidades habrían acumulado un colchón de unos 70.000 millones en total, según datos del Banco de España para 2009.
En realidad, los fondos anticíclicos impuestos a la banca española consiguieron amortiguar el golpe. En la nueva regulación global bancaria, la conocida como Basilea III, se imponen altos requisitos de capital. El acuerdo internacional aumenta además la liquidez y reduce el apalancamiento de los bancos de aquí a 2018. El capital conocido como Tier 1 aumenta del 4% al 6%. En 2019 tendrán que tener un colchón de conservación de capital equivalente al 2,5% de los activos ponderados por riesgo –una idea equivalente a la de las provisiones anticíclicas españolas– y uno del 7% de activos de alta calidad para finales de 2019.
La Casa Blanca y el Congreso de Estados Unidos


El país americano que originó la crisis fue rápido en reaccionar. En los dos primeros años George W. Bush primero y luego su sucesor Barack Obama, y sus secretarios del Tesoro Henry Paulson y Timothy Geithner, lanzaron en una carrera frenética para salvar la primera economía del mundo de otra Gran Depresión. En cosa de meses lanzaron el TARP, un enorme paquete de rescate de la economía de 700.000 millones en la primera instancia; rescataron la industria del automóvil; impulsaron cambios regulatorios (Acta Dodd Frank para la Regulación de Wall Street y la Protección del Consumidor)… Pero en 2010 EE UU echó el freno. Los republicanos tomaron el control de la cámara baja, la de Representantes, y desde allí bloquean desde entonces toda iniciativa de Obama, que a su vez veta cualquier plan republicano. Así ha pasado con el American Jobs Act, el plan del Presidente estadounidense  para estimular la economía a base de reformar las decadentes infraestructuras del país, entre otras medidas. Washington ha sacado muy poca legislación económica relevante en los últimos cuatro años.
Pero es que, además, las guerras bipartitas han tomado como rehén a la economía en varias ocasiones. La más cruda fue durante el verano de 2011. La mayoría de los economistas creían que el país estaba a punto de entrar en una recesión en forma de W, es decir, recaer en el decrecimiento económico. Fue el momento elegido por los legisladores republicanos, liderados por un grupo de radicales del Tea Party, para imponer disciplina fiscal. Se negaban a elevar el techo de endeudamiento del país si no se realizaban recortes equivalentes. Wall Street se hundía, los empresarios no contrataban por temor a la incertidumbre política…
No fue la única batalla. Vendrían otras: el precipicio fiscal, la renovación de las desgravaciones de impuestos, la extensión del seguro de desempleo de emergencia, la ampliación de los cupones de comida que alimentan a uno de cada cinco estadounidenses, etcétera.  Algunas leyes terminaban aprobándose, no sin antes hacer mella en la confianza del sector privado del país y en el ánimo de los compradores. Los legisladores adquirieron fama de no servir más que para entorpecer la creatividad de los empresarios. Y esta vez no era tan solo un prejuicio liberal. 

CF Kirchner opta por el populismo y convierte a Argentina en un paria financiero

Tomado de The Wall Street Journal
Militantes presentan un 'Cabildo Abierto' en Buenos Aires para llamar la atención sobre los fondos acreedores del país.

Kirchner no cedió y ahora Argentina enfrenta los costos de otro 'default'


Por Juan Forero, Ken Parks y Shane Romig

BUENOS AIRES—Los argentinos se despertaron el jueves y encontraron que su país era otra vez un paria financiero luego de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, una populista conocida por entrar en peleas políticas, miró desde arriba a los fondos de cobertura de Wall Street y empujó a su país a su segunda cesación de pagos en 13 años.
Su negativa a acordar con bonistas a los que el país debe US$1.600 millones puede resultar políticamente conveniente en el corto plazo: distrae al país del lento desmoronamiento de la economía y refuerza su respaldo entre muchos argentinos de clase trabajadora que forman la base de su movimiento peronista, dicen economistas y analistas.
Pero al igual que muchas de las jugadas combativas que Kirchner hizo desde que asumió la presidencia en 2007, esta está llena de riesgos, ya que podría profundizar una recesión económica, debilitar aún más un peso ya frágil y alentar una tasa de inflación que, con 40% al año, se encuentra entre las más altas del mundo.
"Desde el punto de vista de la economía real, no veo ningún beneficio", dijo Martin Redrado, quien presidió el banco central al inicio del gobierno de Fernández de Kirchner. Los pocos que ganarán, señaló, son quienes compraron seguros contra cesación de pagos o credit default swaps.

Aquí, en esta vasta capital, los argentinos reaccionaron con una mezcla de orgullo y desinterés. Orgullo porque su presidenta no cedió ante los extranjeros, principalmente estadounidenses y Wall Street, y desinterés porque a diferencia del default sobre una deuda de US$100.000 millones en 2001, esta no significa que el país está en quiebra y al borde de un colapso financiero. Aunque Fernández de Kirchner no goza hoy de la popularidad que tenía hace un año, sus rivales en este caso son menos apreciados, los llamados "fondos buitre", firmas que han exigido en los tribunales estadounidenses el pago completo de los bonos que compraron años atrás.

No ceder ante los fondos "es bueno", dijo Lucas Sosa, un empleado de 28 años de una compañía de celulares, mientras almorzaba con calma en un parque del centro de la ciudad. "No puede arruinar al país por una pequeña minoría", dijo, en referencia a los acreedores que no aceptaron dos ofertas de canje en 2005 y 2010. "Por ahora, nada ha cambiado", añadió.
De hecho, un sondeo realizado por la firma Poliarquia antes del vencimiento del plazo del miércoles para pagar un vencimiento encontró que 47% de los argentinos apoyaba la estrategia de la presidenta en el caso de los fondos de cobertura, frente a 38% hace un mes. Es una estrategia que ha sido desafiante, y una disputa que es vital que gane Argentina, según la mandataria y sus colaboradores.
El jueves en la mañana, el jefe de gabinete de Fernández de Kirchner, Jorge Capitanich, la emprendió contra Thomas Griesa, el juez de distrito de EE.UU. que le ordenó a Argentina pagar, así como contra el gobierno de EE.UU. y el sistema judicial estadounidense, del cual dijo estaba a merced de los "fondos buitre". Y caracterizó lo ocurrido como una conspiración contra el país. "Defender la posición de la Argentina es defender la soberanía, el pan de nuestros hijos", dijo.
Rosendo Fraga, historiador y analista político, dijo que, con el estancamiento de las conversaciones en Nueva York, el gobierno había optado por culpar a las instituciones estadounidenses. "El gobierno está tratando de polarizar a la sociedad con la consigna 'patria o buitres'", señaló. "Esto encuadra con el ejercicio del poder: negociar es mostrar una imagen de debilidad y redoblando la apuesta se construye poder".
No es una estrategia nueva para Fernández de Kirchner, quien sucedió en la Casa Rosada a su esposo Néstor y quien desde el principio chocó duro con sus adversarios políticos. Por ejemplo, enfureció a los católicos al emprenderla contra el cardenal José Mario Bergoglio, ahora el Papa Francisco.
Algunas veces calculó mal. Cuando elevó los impuestos a las exportaciones del poderoso sector agrario, los agricultores lanzaron huelgas nacionales. Eso la perjudicó en las encuestas. Pero la mandataria ha tenido más victorias populistas que derrotas. La nacionalización de los fondos de pensiones y de la petrolera YPF fue popular entre los argentinos.
Esas decisiones económicas estuvieron en línea con su heroína política, Eva Perón, quien con su esposo Juan Perón bañó a los argentinos de clase obrera con subsidios y programas sociales. El domingo, en una serie de tuits, Fernández de Kirchner elogió la dedicación de Evita a su pueblo y escribió sobre su interpretación de fotos de la ex primera dama.
"Siempre que veo imágenes de Evita miro su expresión. Tal vez con intención de ver en una foto su pensamiento y sus emociones en ese momento", escribió.
Durante los 11 años de gobierno de los dos Kirchner, Argentina siguió un sendero de generoso gasto social y subsidios. El desempleo cayó significativamente y ha permanecido bajo. Pero ahora, en medio de un crecimiento económico débil, su gobierno está agotando las reservas internacionales. Y una cesación de pagos significa menos dólares para un país y compañías en aguda necesidad de inversiones y préstamos, dijo Redrado, el ex presidente del banco central.
Luis Tonelli, un científico político en la Universidad de Buenos Aires, dijo que Fernández de Kirchner está haciendo una apuesta fríamente calculada de que puede capear el golpe económico y permitir que una facción más combativa del peronismo la suceda en las elecciones del próximo año.
"Políticamente, entrar en cesación de pagos no generará más problemas de los que ya tiene el gobierno", dijo. El experto agregó que un default podría "maquillar" su legado. "Va a decir que estamos recibiendo un castigo del capitalismo internacional salvaje".
En un sondeo dado a conocer el miércoles por Management & Fit horas antes del default, 45% de los encuestados dijo que creía que el fallo del juez Griesa contra Argentina era injusto, frente a 35% que estuvieron de acuerdo. Pero apenas un tercio sentía que el país había manejado la situación bien o muy bien, y 44% dijo que culparían al gobierno si el país entraba en default.

Mientras terminaba de almorzar, Sosa, el empleado de la empresa de celulares, dijo que la cesación de pagos podría plantear problemas más adelante, aunque apoyaba la línea dura de la presidenta. "Habrá costos, y hay temores de volver a como fueron las cosas en 2001", dijo. "Si el gobierno cambia su posición y le paga a los fondos buitre, es porque eso es lo apropiado".

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: EL SACRIFICIO DE LA FELICIDAD


  

Siempre he abogado por luchar por conservar la pareja, especialmente cuando hay hijos. A veces recibo comentarios en el sentido de que no tiene sentido seguir con una relación que está muerta, y yo no voy a discutir esto, pero quisiera hacer entender que muchas veces la relación, y la familia completa, no se muere por sí sola, sino porque nosotros mismos la matamos, y con ello, indirectamente, nos matamos a nosotros mismos. Suelo hacer la comparación con una empresa a la que hay que dedicar un poquito de atención para que funcione y proporcione beneficios.

O bien con un carro que uno compra. Si el carro no sale bueno, tiene sentido ver de cambiarlo por otro; pero si se termina arruinando porque lo maltratamos, hacemos uso inadecuado de él y no le damos mantenimiento, no es culpa del carro, obviamente. Y si cambiamos de carro, pero no entendimos por qué se arruinó el primero, probablemente volverá a pasar lo mismo con el segundo, y con el tercero... Podemos pasar la vida entera cambiando de carro, porque “todos salen malos”, y dudo mucho que ello nos haga sentirnos satisfechos. Pero, a diferencia de un carro, las personas no tienen un certificado de garantía, por lo que para formar una familia es recomendable elegir la pareja cuidadosamente, y con criterios maduros; y no solo en base a las “prestaciones” que pueda dar (bueno, las prestaciones son en los carros; en las personas...  interprétenlo como quieran).

       Aún así, uno se puede equivocar, o incluso el amor se puede acabar, y claro que es entendible la separación; la separación de la pareja que se eligió, se entiende. Pero si hay hijos, éstos no pueden dejar de serlo, y nuestra responsabilidad como padres no desaparece con la separación. Los hijos no pueden sacrificarse. Si entendemos bien esto, es perfectamente factible que ambos ejerzan bien como padres, aun cuando estén separados. De hecho, hay ex parejas que ejercen mejor como padres y madres estando separados que cuando estaban juntos. Estando separadas son capaces de mirar en la misma dirección, la que marcan los hijos, no habiendo sido capaces de hacerlo estando juntos, y es entonces cuando comprenden cuál fue el error. Lamentablemente, no sucede con la mayoría.

      
Por otra parte, es bastante común entender el amor y la relación de pareja de una forma egoísta, beneficiándose de lo que la otra parte da, y entendiendo al mismo tiempo que hacer felices a otros (aun cuando sea la propia familia) es un sacrificio, y es incompatible con nuestra propia felicidad. Me parece una forma muy equivocada de interpretar la vida, pero hay personas que insisten en que es así. Bueno, yo siempre digo que doy mi opinión o mi consejo para que cada quien saque el provecho que mejor le parezca. Quien cree que la felicidad es individual es que no la ha probado compartida. Si se trata de hacer felices a otros, esa felicidad suele reflejarse en uno mismo. Quizás no siempre se es adecuadamente recompensado por la pareja, pero ya no es culpa de uno. Con los hijos funciona casi siempre.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

lunes, 28 de julio de 2014

The dark side of the border humanitarian crisis

Taken from The Huffington Post

Guatemala, Honduras and El Salvador Governments Must Reassess Their Priorities

By Luis Montes

For well over a month, Americans have read headlines capturing the humanitarian crisis of approximately 52,000 Guatemalan, Honduran and Salvadoran unaccompanied minors being detained at the U.S.-Mexico border. Yet, judging by the actions of the government officials in countries where these refugees originated -- Central America's Northern Triangle -- one would think there are real issues to be addressed.

Just last month, Honduras' President Juan Orlando Hernandez flew out to Brazil to root on his soccer team and missed a key meeting with U.S. Vice President Joe Biden. The meeting was convened by Vice President Biden with his Central American counterparts to announce an aid package and review joint efforts to address the crisis. Honduras happens to be the country with the highest number of detained children at the border.

A couple of weeks after Hernandez' trip, the Vice President of El Salvador, Oscar Ortiz, and a couple other cabinet members reportedly visited Brazil coinciding with the final match of the 2014 World Cup. This week, the president of the Salvadoran national Congress, Sigfrido Reyes, announced a trip to Gaza to "express solidarity with the people of Palestine." A day before Reyes' announcement 14 families in the suburban town of Mejicanos were forced by gangs to leave their apartments. El Salvador is the Central American country with the third highest number of unaccompanied minors at the border.

The presidents' first reaction to the crisis was to have the first ladies hold bilateral meetings to deal with the surge of unaccompanied minors. A nice thought, but generally speaking, first ladies in Latin America -- like much of the world -- play a mostly ceremonial role. To delegate this critical issue to the this caucus of first ladies is to demonstrate that lack of seriousness with which these leaders have approached the crisis and its underlying causes.

There is a profound lack of political will to change the conditions that brought about the crisis in El Salvador, Guatemala and Honduras. Joaquin Villalobos, a Salvadoran former guerrilla commander who now works as an international conflict mediator, wrote a scathing column in El País detailing how the aloofness of the elites in Central America's Northern Triangle contrasts with the structural inequality and subsequent exodus: "The rich of Guatemala, Honduras and El Salvador have become totally insensitive to the reality around them. They hired their own private security, pay starvation wages, do not invest in their countries and are reluctant to pay taxes [...] There are 125,000 private security guards in Guatemala while there are only 22,000 police officers."

The presidents of Honduras, El Salvador and Guatemala in their comments about the crisis have yet to make a statement about the need to reform their economic and legal systems. On the contrary, when President Obama announced the $3.7 billion supplemental package to address the situation in the U.S., the Honduran president didn't hesitate to ask that at least $2 billion of the package should be destined to help his country and neighbors to deal with the migration.

For there to be real progress, there must be a real focus on the issues that matter. It's time for the governments of Guatemala, El Salvador and Honduras to assume responsibility, look introspectively, clean up and strengthen their institutions to stop the exodus. Otherwise we can expect those dreaded headlines to become permanent fixtures before our eyes.

Follow Luis E. Montes on Twitter: www.twitter.com/LuisMontes


Amor, indulgencia e intereses a la vista. Relación Cuba-Rusia en camino a segundas nupcias

Tomado de The Wall Street Journal
Vladimir Putin saluda a Raúl Castro el 11 de julio en La Habana. 

Putin restaura la presencia rusa en Cuba

El Kremlin y los Castro renuevan su amistad y Moscú está ofreciendo ayuda militar

Por Mary Anastasia O'Grady

La espía cubana Ana Belén Montes fue la analista de inteligencia del Pentágono de mayor rango en ser descubierta como agente de los Castro. Lo que también se destaca, a propósito de la visita de Vladimir Putin a La Habana hace unas semanas, es que la mujer fue descubierta en 2001, mucho después del fin de la Guerra Fría.

Además de filtrar información confidencial y dejar al descubierto las identidades de agentes de inteligencia estadounidenses, Montes parece haber recibido la misión de convencer a los altos mandos en Washington de que Fidel Castro, quien quiso que los soviéticos lanzaran una bomba sobre EE.UU. durante la crisis de los misiles en 1962, ya no representaba una amenaza para EE.UU. Montes, quien ascendió al cargo de experta en inteligencia en residencia en Cuba del ejército estadounidense, cumplió parcialmente esa misión. La evaluación de riesgo sobre Cuba del Pentágono en 1998 les restó importancia a las capacidades militares y de inteligencia de la isla.
Los mejores analistas de Cuba fueron menos optimistas. Los hermanos Castro siguen siendo tan paranoicos, hambrientos de poder y patológicos como siempre. Puede que sean tontos en materia económica, pero manejan un buen negocio al poner a la isla a disposición de gobiernos criminales, como Irán y Corea del Norte.
El viaje de Putin a Cuba refuerza ese punto. Una vez más, los antiguos villanos de la Guerra Fría traman algo. El presidente de Rusia está tratando de reconstruir el imperio soviético. Europa del Este no cooperará y en Asia lo máximo que conseguirá será ser un socio menor de China. Pero en América Latina, el historial de la KGB de Putin y su deseo de provocar a EE.UU. le dan fuerza. Colonizar nuevamente a Cuba es una acción obvia.
Después del derrumbe de la Unión Soviética en 1991 y el recorte de la línea de ayuda a La Habana, Fidel se puso furioso con el Kremlin. No ha sido fácil ganarse nuevamente la simpatía de los Castro. En 2008, la publicación moscovita Kommersant reportó que Igor Sechin, amigo de Putin y viceprimer ministro, fue recibido con frialdad cuando visitó la isla para trabajar en la "restauración a escala completa de la cooperación". Kommersant reportó que los hermanos Castro estaban disgustados por el hecho de que Rusia había estado hablando sobre un despliegue militar a Cuba sin la aprobación de La Habana.
Pero parece que los gorrones más notables del mundo están dispuestos a perdonar, por el precio correcto. Ante los problemas económicos de su principal benefactor de los últimos años, Venezuela, y el deseo de Putin de encontrar un lugar bajo el sol del Caribe, Cuba decidió negociar.
En febrero de 2013, Dmitry Medvedev, primer ministro de Rusia, viajó a Cuba, donde firmó acuerdos para alquilar ocho jets rusos que valen US$650 millones a La Habana y propuso perdonar unos US$30.000 millones en deuda. Dos meses después, Valery Gerasimov, jefe de gabinete de Rusia, visitó lugares militares y de inteligencia claves en la isla. En agosto, un vocero de la Flota del Mar Negro (una unidad de la Marina rusa) anunció que el buque de guerra con misiles guiados Moskva, la embarcación insignia de la flota, había partido hacia Cuba y otros puertos en América Central y del Sur.
En febrero de este año, Sergei Shoigu, ministro de Defensa ruso, anunció que el Kremlin había iniciado conversaciones para establecer bases militares en Venezuela, Nicaragua y Cuba. Al día siguiente, un barco de la inteligencia rusa atracó en La Habana.
En mayo, el Consejo de Seguridad de Rusia y la Comisión para la Seguridad y Defensa Nacional de Cuba acordaron en Moscú formar un grupo de trabajo conjunto. "La situación del mundo está cambiando y es dinámica. Es por eso que necesitamos la capacidad para reaccionar de inmediato", dijo ante la prensa Nikolai Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad de Rusia. Alejandro Castro Espín, coronel cubano e hijo de Raúl Castro, lideró la delegación de la isla. En junio, Rusia firmó un acuerdo de cooperación de espacio con Cuba que le permite al Kremlin usar la isla para instalar sus estaciones de navegación Glonass (la alternativa rusa al GPS).
Cuando visitó La Habana este mes, Putin hizo alarde de sus intenciones de volver a instalar una presencia rusa en Cuba. El derribo del avión de Malaysia Airlines el mismo día en que terminó su gira por América Latina elevó la visibilidad de un viaje que se hizo tanto por razones psicológicas como estratégicas. Putin quiere asegurarle al mundo libre que puede ser una amenaza en el patio trasero de EE.UU. y quiere tener un punto de apoyo local para volver real esa amenaza.

El líder ruso perdonó oficialmente US$32.000 millones en deuda mala de Cuba en su viaje y dejó un saldo de apenas US$3.200 millones que la isla pagará en los próximos 10 años. Rusia está buscando petróleo en aguas cubanas y Putin firmó con Castro nuevos acuerdos en energía, industria y comercio. Días después de la visita, Putin negó rumores de que el Kremlin intentaba reabrir sus vieja instalación de escuchas electrónicas en la isla.
Eso es poco consuelo, incluso si usted le cree. La tecnología satelital ha hecho que los lugares de escucha en tierra sean obsoletos en muchos aspectos. Mucho más preocupante es la aparición de Putin como una presencia en América Latina. Los tiranos de toda la región, empezando con los Castro, admiran su crueldad y la habilidad con la que consolida poder económico y político. Lo quieren emular. Es un modelo que la región no necesita.