sábado, 13 de noviembre de 2010

Cumbre del G 20 no produce los acuerdos esperados

Agencias Noticiosas


La cumbre del G20 terminó hoy en Seúl con la redacción de un extenso documento final que estipula, vagamente, los principios generales para mantener a la economía global en las vías de la recuperación. En lo que parece ser un reproche a las políticas monetarias estadounidense y china –cuyo enfrentamiento protagonizó los debates- el texto compromete a los firmantes a evitar las "devaluaciones competitivas" de sus monedas y "fortalecer la cooperación multilateral" para reducir los desequilibrios globales.

A la llamada “guerra de divisas” se suman las discrepancias sobre el desequilibrio en la balanza comercial de países emergentes y exportadores natos, como Alemania, y las economías más avanzadas. En este sentido, se crearán unas “guías indicativas” a partir del año que viene que medirán el nivel de ese “desajuste”, al que se responsabiliza de las distorsiones que existen en la economía global.

En su llamado “Plan de Acción de Seúl”, el G20 señaló que se moverá "hacia un sistema de tasas de cambio más determinado por el mercado", y sus países se "abstendrán de devaluaciones competitivas de monedas". "Las economías avanzadas, incluyendo aquellas con monedas de reserva, permanecerán vigilantes de la volatilidad excesiva y movimientos desordenados de las tasas de cambio. Estas acciones ayudarán a mitigar el riesgo de excesiva volatilidad en los flujos de capital que enfrentan algunos países emergentes", señala el texto.




Los dos días que duró la quinta cumbre del grupo que reúne a los jefes de Estado y Gobierno de las 20 principales economías desarrolladas y emergentes estuvieron dominados por los intercambios de acusaciones entre China y Estados Unidos, por sus políticas monetarias que aplastaron la cotización de sus monedas.

En una conferencia de prensa que brindó después de la cumbre, el presidente estadounidense Barack Obama arremetió contra el "obstáculo" que representa el que el yuan esté "por debajo de su valor de mercado". China, declaró, "gasta mucho dinero para mantener su moneda infravalorada" y debe "de modo gradual, hacer una transición al valor de mercado. Lo ha hecho en el pasado y reconoce que debe hacerlo" para reducir los desequilibrios en la economía, sostuvo. Pero el jefe de la casa Blanca se fue de Corea del Sur sin haber conseguido el apoyo decidido del resto de los países.

De hecho, en ese sentido la mayoría de los participantes coincidieron en criticar la decisión de la Reserva Federal de los Estados Unidos de inyectar 600 mil millones de dólares en el circuito financiero, lo que tiende a devaluar al dólar.

Por su parte, los países latinoamericanos hicieron vehementes llamados para evitar medidas unilaterales en las economías centrales que provoquen flujos descontrolados de capitales hacia los países en desarrollo, pues estos sobrevalúan sus monedas y conllevan el riesgo de provocar burbujas especulativas. "No existen más decisiones unilaterales en la economía mundial si no consideramos las repercusiones en las otras economías", dijo el presidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva, durante una reunión con sus colegas del G20. "Es importante que el G20 de aquí en adelante asuma la responsabilidad de coordinar mejor las acciones unilaterales de los países importantes", añadió, según informó FrancePress

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