lunes, 8 de noviembre de 2010

Mientras Obama lucha por apertura económica, el nuevo congreso buscaría una política aislacionista advierte Michael Blommberg

Tomado de El País

POR ANTONIO CAÑO

Este es un gran momento para estar en Asia, la región de la que ya depende el futuro de la economía mundial. Pero este es un pésimo momento para que Barack Obama esté en Asia. La visita del presidente norteamericano, que continuó ayer en India, choca cada día en Estados Unidos contra una fuerte corriente aislacionista y populista que las recientes elecciones estatales y legislativas han puesto crudamente de manifiesto.

La declaración más reveladora sobre el contexto de este viaje no la ha hecho Obama en India, sino, desde otro punto de Asia, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, que está en Hong Kong al frente de un congreso internacional de grandes ciudades. "Si te fijas en Estados Unidos y en quienes están eligiendo para el Congreso, es gente que apenas sabe leer. Apuesto a que un montón de ellos ni siquiera tienen pasaporte. Si no tenemos cuidado, estamos a punto de empezar una guerra comercial con China, y estoy seguro de que muchos no saben siquiera donde está China", dijo ayer el respetado empresario y político republicano a The Wall Street Journal.

El alcalde alude en parte a las durísimas críticas que durante la reciente campaña electoral estadounidense se han hecho contra China, a la que los candidatos republicanos, y muchos demócratas, demonizaron como la nueva amenaza contra el bienestar de los norteamericanos, el principal culpable de que desaparezcan puestos de trabajo en Ohio y desciendan las expectativas de progreso de las próximas generaciones.

El caso de India es similar. Varios comentaristas, también en la izquierda, han reprochado a Obama que escoja como primer destino de su gira tras el fracaso electoral un país que los estadounidenses identifican con el trasvase de empleos, con la utilización maliciosa por parte de las empresas de este mercado barato de mano de obra para situar aquí sus centros de comunicación y sus plantas de producción, privando de ellos a sus compatriotas.

El propio Obama no ha sido completamente ajeno a la promoción de esos miedos provincianos, con una defensa proteccionista en muchos de sus discursos de medidas que favorezcan a las empresas que creen puestos de trabajo dentro de EE UU. Ahora, su viaje se ve perjudicado por esa postura y sus opciones de conseguir alianzas estratégicas de largo plazo se ven considerablemente disminuidas. India se siente perjudicada por esa imagen, China se prepara para lo peor y toda Asia observa con recelo los próximos movimientos en Washington.

El presidente derrocha en esta gira gestos para aliviar esas sospechas. Ayer bailó, junto a su esposa, Michelle, con los niños de una escuela de Bombay para celebrar una fiesta y participó en una charla con estudiantes, que le preguntaron abiertamente sobre los asuntos más delicados.

Obama admitió que uno de los retos más difíciles para EE UU en estos momentos es "ver cómo es capaz de responder, desde una situación de crisis económica, a los desafíos de la globalización. (...) EE UU estaba acostumbrado a ser, sin contestación, la mayor economía del mundo; ahora lo sigue siendo, pero tiene que competir con países como India, China o Brasil". Obama pronosticó una dura pugna en su país "entre aquellos que ven la globalización como una amenaza y los que lo ven como una oportunidad".

De momento, parecen imponerse los que lo consideran un peligro, incluso en la Casa Blanca. Tras los resultados electorales, este viaje fue promocionado en Washington -así lo dijo el propio Obama antes de subirse al avión en la base de Andrews- como una iniciativa para responder a las dificultades económicas de los norteamericanos, relegando a un lugar secundario los graves problemas propios de esta región.

No se puede hacer una gran política internacional con el único propósito de satisfacer a los votantes en casa. Pese a la cortesía oficial que domina este tipo de acontecimientos, los indios perciben esta visita como una oportunidad perdida, o al menos devaluada. "Obama ya ha conseguido los contratos y el titular sobre los 54.000 puestos de trabajo; el resto del viaje no le importa lo más mínimo", decía ayer el comentarista de una cadena de televisión local aludiendo a los 10.000 millones de dólares firmados por empresas norteamericanas para la venta de sus productos en el mercado indio.

Quizá sea un juicio exagerado, pero no se aleja mucho del interés que la prensa norteamericana demuestra en este viaje, casi unánimemente concentrado en estos primeros días en el encuentro que el presidente tuvo en Bombay con 200 ejecutivos de algunas de las principales firmas de Estados Unidos.

India está interesada en las inversiones norteamericanas, pero también tiene otras preocupaciones de carácter económico, político y de seguridad sobre las que le gustaría ver mayor interés de parte norteamericana.

De todos esos asuntos empezaron a tratar anoche en una cena en Nueva Delhi el presidente estadounidense y el primer ministro indio, Manmohan Singh. Es la sexta vez que se reúnen desde que Obama es presidente. Tantas como con el presidente de China. Singh fue el primer jefe de Estado extranjero que hizo una visita oficial a Washington durante esta Administración y siempre ha recibido un trato muy deferente de Obama, que una vez dijo de él: "Cuando Singh habla, todo el mundo escucha". Hay que ver si esa autoridad sirve ahora para que EE UU se tome a India en serio, no en la retórica sino en los hechos.

Mensaje de paz para India y Pakistán

Barack Obama hizo ayer un llamamiento al inicio de un diálogo entre Pakistán e India, los archienemigos regionales, sobre la base de que ambos países se verían beneficiados de un clima más estable y seguro. El presidente norteamericano no precisó, sin embargo, si tenía alguna propuesta específica que presentar al respecto y advirtió que correspondía a los dos países diseñar el contenido y los plazos de esa negociación.

Obama se refirió al asunto durante la conversación que mantuvo en Bombay con estudiantes universitarios, y es muy probable que lo abordara más en detalle durante su cena anoche con el primer ministro indio, Manmohah Singh, y en la reunión que ambos sostendrán hoy en Nueva Delhi.

"Mi esperanza es que, con el tiempo, se desarrolle confianza entre los dos países, que empiece el diálogo, quizá sobre los asuntos menos controvertidos al principio, para abordar posteriormente los temas más delicados", manifestó el presidente norteamericano.

Poco después de esa declaración, el portavoz del Ministerio de Exteriores paquistaní dijo en Islamabad que EE UU "puede jugar un papel eficaz para una solución amistosa del largo conflicto de Cachemira", una dividida región fronteriza con el norte de India que ambos países se disputan.

El papel de EE UU, si lo llega a tener en algún momento, no es tan sencillo. Durante su visita a India, Obama ha caminado por una línea muy fina en este asunto para no irritar a Pakistán sin decepcionar a India, que responsabiliza a sus vecinos de los ataques de 2008 en Bombay.Obama aconsejó, no obstante, a India que rompa ese largo ciclo de hostilidad con su vecino. Recordó a los indios que su meta es ahora el desarrollo y el progreso, y que el conflicto con Pakistán solo constituye, en ese camino, "una distracción".

Cóma va Argentina sin Néstor Kirchner?

Tomado de The Wall Street Journal


Por Mary Anastasia O'Grady

BUENOS AIRES—Se rumorea que la noche antes de que el ex presidente de Argentina, Néstor Kirchner, muriera de un ataque cardíaco, hace 12 días, había tenido una acalorada discusión con Hugo Moyano, el líder de la principal central sindical, conocida como CGT. Algunos dicen que esa discusión acabó con la vida del hombre fuerte del peronismo.

La disputa es instructiva porque ilumina el poder de los grandes sindicatos en este país y explica por qué, a pesar de la muerte de este poderoso político que actuaba como un capo de la mafia, hay pocas esperanzas de que la economía argentina comience a modernizarse pronto. Es también una advertencia para los estadounidenses que han visto cómo el presidente Obama alimentó el resurgimiento del poder sindical en Estados Unidos.

Kirchner acumuló su considerable peso político desde su elección en 2003 en parte porque el Congreso le otorgó poderes extraordinarios luego del colapso del peso un año antes. Durante cuatro años, en asuntos tanto económicos como políticos, continuó endureciendo su control. Luego de que su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, ganara las elecciones de 2007, siguió siendo la fuerza detrás del trono. Se esperaba ampliamente que volviera a ser candidato presidencial en las elecciones de octubre de 2011.

Con su muerte, los expertos inmediatamente comenzaron a debatir si una debilitada Cristina podría dar un paso al costado el próximo año. Los optimistas postulaban que un peronista más moderado podría restaurar alguna semblanza del estado de derecho, que fue casi totalmente destruido bajo el kirchnerismo. Los mercados subieron tras la muerte de Néstor.

Sin embargo, este cálculo ignora el enorme poder de los sindicatos, una realidad que debe confrontar cada político argentino como hizo el ex presidente en los días previos a su muerte.

La CGT, fundada en la década de los años 40 bajo el dictador Juan Perón, tiene un largo historial de paralizar la economía para asegurar el cumplimiento de sus demandas y estrangular a cualquier gobierno que se atreva a enfrentarla. Su estrecho lazo con el Partido Justicialista es la razón por la que muchos argentinos se han convencido de que solamente los peronistas pueden gobernar al país.

Néstor entendió tanto el poder como el peligro que implicaba la CGT y cabalgó hábilmente el tigre, como presidente primero y como caudillo detrás de su esposa, después. Moyano cumplió con la primera pareja, incluso enviando matones sindicales a intimidar a los agricultores durante la huelga de 2008 contra las alzas de impuestos del gobierno y bloqueando la distribución de los diarios que criticaban a la presidenta en 2009. Como recompensa, se les permitió a los sindicalistas hundir todavía más sus dientes en la economía.

En las últimas semanas, sin embargo, Néstor pudo ver que la bestia que tenía a sus pies estaba inquieta. Su candidatura para 2011 se veía débil y circulaban rumores de que Moyano, inspirado por el éxito del sindicalista brasileño Lula, ansiaba el cargo. El sindicalista comenzó a probar los límites de su poder.

Algunos días antes del fallecimiento de Néstor, Moyano públicamente pidió una representación oficial de la CGT en los tres poderes del Estado o sea: puestos reservados en los tribunales, el Congreso y el gabinete. Es improbable que Kirchner quisiera abandonar su poder de repartir privilegios. Cuando Moyano llamó a una reunión de líderes peronistas en la provincia de Buenos Aires, Kirchner socavó la convocatoria presionando a los dirigentes del partido para que la boicotearan.

La llamada telefónica que hizo luego un presumiblemente irritado Moyano puede haber sido demasiado para un trabajador obsesivo de 60 años con un problema cardíaco.
Néstor ha ido a su juicio final, pero la pregunta de quién controla las riendas que puedan a su vez contener y canalizar el poder sindical sigue vigente.

La semana pasada, la presidenta, cuya capacidad de gobernar sin su esposo ha sido tema de muchas especulación desde el 27 de octubre, sacó zanahorias y garrotes de su cartera de diseñador. Primero, su jefe de gabinete se acercó a Moyano, llamando a la CGT la "columna vertebral" del Partido Justicialista.

Días después la ciudadanía se enteró que un juez federal investiga acusaciones de corrupción contra el líder sindical. Si va a prisión no sería sorprendente encontrar que su sustituto es más dócil.

Los mercados probablemente ayuden a la presidenta a mantener su poder en los próximos meses. El reciente "relajamiento cuantitativo" de la Reserva Federal ya incrementó el precio de la soya, generando la sensación de que hay una mejoría económica. El dolor de una aceleración de la inflación, que se sume a su actual tasa de dos dígitos, vendrá después. Por ahora hay aplausos.

Cristina también enfrenta riesgos. Los líderes sindicales han demostrado que pueden ejercer poder desde la cárcel. Y sin su esposo para protegerla, Kirchner puede verse rodeada de ambiciosos competidores dentro del partido que consideran que es su momento.

Sin embargo, esta incertidumbre no debe ser confundida con el debate respecto a si el estado de derecho puede ser restaurado. Lo único por definir es quién puede maniobrar más efectivamente dentro de un país gobernado por la ideología del nacionalismo económico de la década de los 30. Es como una batalla entre capos de la mafia. El resto de Argentina sigue siendo un espectador.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Resultados de las Elecciones intermedias en Estados Unidos vistos desde El Salvador

Tomado de La Prensa Gráfica



Por Eduardo Calix

Las cosas le fueron mal a Barack Obama en las pasadas elecciones intermedias en Estados Unidos de América.

Quien llegó como una esperanza, pronto cayó en el ánimo de los norteamericanos. Su enorme popularidad del 20 de enero de 2009 se fue en picada rapidísimo.

Llegó la elección intermedia en medio de ataques feroces por la falta de oficio político para lograr sacar adelante políticas bipartidistas, por no poder hacer algo por el desempleo y por haber implementado un rescate financiero carísimo.

Sus tres grandes reformas –la del sistema de salud, la ecológica (cap and trade) y la financiera– fueron ferozmente torpedeadas.

Tan es así que el candidato demócrata al Senado por Virginia Occidental, Joe Manchin, llevó adelante una campaña que parecería de la oposición con spots que matan (literalmente porque se les dispara con un rifle) estas tres propuestas del presidente Obama.

Así, republicanos y demócratas han sido protagonistas y testigos de una anunciada derrota.

Obama perdió la mayoría en la Cámara de Representantes donde el Partido Republicano obtuvo 60 escaños más, pero la mantendrá en el Senado.

¿Qué significa esto? Que en la Cámara de Representantes dejará de estar Nancy Pelosi como dirigente, lo cual es bueno para Obama porque ha sido una figura incómoda para los republicanos en particular.

Si Barack Obama logró mantener la mayoría en el Senado, con sangre nueva en los liderazgos del legislativo, tendrá la oportunidad de sacar adelante su agenda lo cual le permitirá estar mejor posicionado hacia su reelección en 2012.

Recordemos que otros presidentes estadounidenses han sufrido derrotas en las elecciones intermedias y se quedaron dos periodos en la Casa Blanca. Tal fue el caso de Ronald Reagan en la intermedia de 1982 y de Bill Clinton en la de 1994.

Obama llegó al poder con muchas más expectativas que Clinton, luego de un gobierno de Bush que se había derrumbado en su etapa final, pero la crisis económica se cruzó en su camino, con graves secuelas sobre todo para las clases medias, y Obama, un político con un carisma extraordinario en campaña, no supo hacer contacto con esos sectores en esa etapa particularmente difícil que aún no se cierra, y tampoco definió sus objetivos internos y externos con claridad, lo que le valió que le pasaran la factura.

Obama deberá regresar a sus principios, a lo básico, a luchar por los suyos y su agenda, que se perdió en el camino. Es verdad, aunque ahora lo va a hacer en condiciones muy difíciles. Y eso se reflejará en las relaciones con los latinos, entre muchos otros puntos. Si Obama quiere regresar a su agenda deberá buscar sacar, antes del cambio de Legislatura, una reforma migratoria real.

La economía, la reforma sanitaria, Afganistán e Iraq se comieron esa parte de la agenda y hoy los migrantes que fueron una de sus grandes plataformas políticas para llegar a la presidencia están lejos de tener las mismas convicciones de entonces.

El tema de la seguridad es otro pendiente y también se convirtió en un flanco débil para su administración. Los republicanos, y más aún el Tea Party, acusan a Obama, injustamente, de permitir un auge de la violencia en la frontera que relacionan con la migración.

Aunque Barack Obama tomó la derrota como demócrata que es, reconociendo los errores que lo orillaron a ser vencido, el fenómeno del voto de castigo resulta interesante para el análisis: regresar a lo anterior, porque no se obtuvo lo que se esperaba. Voto de castigo, voto de decepción, ¿voto insensato? ¿Para el partido o para el país?

Lo pregunto porque en el caso de nosotros ahí viene 2012.


La lucha por alcanzar la felicidad y cómo conseguirla

Agencias Noticiosas

Desde Aristóteles, la felicidad ha desvelado al ser humano. ¿Qué la define? ¿Cómo alcanzarla?

"La felicidad es un estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada y buena. Tal estado propicia paz interior, un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas. Es definida como una condición interna de satisfacción y alegría".

A la luz de esta definición, que aparece en Wikipedia, parecería que el tema de la felicidad es un asunto claro y sencillo. ¡Pero qué difícil es alcanzarla!

A lo largo de la historia, el hombre ha buscado las respuestas para entender sus claves y conquistarla desde la filosofía, la religión, la economía, el esoterismo y hasta la ciencia, pero la 'pócima mágica' sigue sin ser revelada.

Lo más probable es que no exista una única fórmula para lograr lo que probablemente sea el mayor anhelo de los seres humanos, pero, lo que sí está cada vez más claro es que años y años de estudio nos dejan algunas importantes claves para avanzar en ese empecinado propósito de ser felices.

Cinco grandes expertos en el tema explican hoy los elementos centrales de sus caminos para tener una vida más feliz y plena.

Aplicar la idea budista del desinterés
Mark Epstein, psiquiatra budista.

Going to pieces without falling apart (Hacerse trizas sin desmoronarse) se llama el libro en que el destacado psiquiatra neoyorquino Mark Epstein trata el tema de la felicidad.

Budista desde hace varias décadas, este especialista en salud mental tiene la particularidad de tratar a sus pacientes enfocándose en el concepto del 'ser desinteresado', pero en un sentido positivo, es decir, en desprenderse del egoísmo y entregarse a los demás.

"El budismo -dice el especialista- pregona un tipo de felicidad distinto, que viene del dar a los demás. Se asemeja a la felicidad de una madre que no piensa en sus propios sacrificios cuando se da a sus hijos y que puede ser infeliz en muchos aspectos, pero en terminos generales es feliz porque sus hijos están bien".

"Hoy, es común que la gente se perciba como sola, amenazada, aislada, en competencia con los demás, y esta es una mirada más bien distorsionada de la realidad, porque la verdad es que somos mucho más misteriosos de lo que creemos. Por eso, seremos más felices si no nos tomamos tan en serio todo", y aquí es donde entra el desinterés positivo (selflessness): "una manera de ser feliz de manera más sustentable", dice Epstein.

Alcanzar esto -continúa- permite librarse de lo que él llama nuestras 'adicciones', o "nuestros intentos de ser felices que nos hacen infelices". "Las adicciones comienzan cuando uno intenta autogratificarse. La comida, el alcohol, las drogas, el sexo son algunas maneras de reconfortarse y si bien funcionan al principio, luego nos acostumbramos al resultado y queremos más y más para sentirnos como nos hacían sentir al comienzo. Y ahí se inicia la adicción".

"La comprensión y buen uso del selflessness budista -concluye Epstein- alivia mucho a la gente".

No vivir con el virus del afán
Carl Honoré Creador del 'Slow Movement'.


La vida del periodista británico Carl Honoré se había convertido en una verdadera carrera contra el tiempo.

"Había llegado al punto de querer comprar una colección de cuentos para niños que se leen en sólo un minuto. Y, de repente, me di cuenta de que mi adicción a la velocidad se me había salido tanto de las manos, que estaba dispuesto a acelerar el momento más valioso que podía tener: leerles una historia a mis hijos al final del día".

Y así nació una de las tendencia más comentadas del momento: el Slow Movement, o Movimiento por la lentitud.

"Una de las razones por las que muchas personas no se sienten felices hoy -dice Honoré- es porque han sido infectadas por el virus del afán". Y explica: "Tratamos permanentemente de hacer caber más y más cosas en menos y menos tiempo, lo que nos lleva a poner la cantidad antes que la calidad en una dinámica asfixiante. En otras palabras, estamos corriendo a través de nuestras vidas, en vez de vivirlas realmente".

La gente, asegura, tiende a tratar la felicidad como un un proyecto, algo en lo que se invierte tiempo, dinero y energía para lograr un resultado, pero para Honoré, la felicidad no es un fin en sí mismo. "No se puede comprar en una tienda ni bajar de un sitio web. La verdadera felicidad viene con el vivir una buena vida".

Para lograrlo, el periodista recomienda buscar un camino propio rodeándose de personas que estimulan nuestras mentes y levantan el ánimo, llenando nuestras agendas de actividades que les dan sentido a nuestras vidas, y convirtiendo cada día en una aventura.

"El secreto -dice- es vivir una vida plena". Y para ello, el primer consejo es dejar de tratar de ser feliz. Empiecen a vivir de verdad y dejen que la felicidad ocurra por sí misma".

Las cosas se pueden cambiar
Catherine Birndorf Psiquiatra


Como psiquiatra experta en mujeres, la doctora Catherine Birndorf ha tenido la oportunidad de escuchar, en su consulta de Nueva York, a miles de mujeres que se quejan de que, a pesar de tenerlo todo, no son felices.

Eso la llevó a investigar el tema en compañía de la periodista Lucy Danziger, con quien escribió y publicó The Nine Rooms of Happiness: Loving Yourself, Finding Your Purpose, and Getting Over Life's Little Imperfections: Las nueve habitaciones de la felicidad: quererse a sí misma, encontrar su propósito y pasar por encima de las pequeñas imperfecciones de la vida.

Según Birndorf, uno de los principales errores que cometen las mujeres es pensar que la felicidad puede ser un estado permanente.

"La felicidad es algo que uno puede sentir de vez en cuando, pero no siempre.

Entonces, pensar que algo anda mal en nuestars vidas porque no se es constantemente feliz no es para nada realista", dice esta psiquiatra.

Para ella la clave está en identificar los problemas que nos hacen infelices y 'atacarlos', como aprender a manejar mejor los conflictos.

"Mucha gente cree que si se lleva mal con su madre, siempre va a ser así. Pero la verdad es que si uno cambia su manera de pensar sobre ella o reflexiona sobre el tipo de relación que tienen y los problemas objetivos de la misma y sus propios errores en ella, es muy probable que esa relación cambie".

"Solucionar esas pequeñas cosas -continúa Birndorf- nos hace más felices. Y la idea principal es que la gente valore los momentos buenos, los maximice y trate de multiplicarlos.

Consejos con una base científica
Sonja Lyubomirsky Psicóloga


Sonja Lyubomirsky es una de las personas que más han investigado el tema de la felicidad en Estados Unidos. Y lo ha hecho de manera científica. Psicóloga de la Universidad de Harvard con un doctorado de Stanford y autora de La ciencia de la felicidad, ella explica que ésta tiene dos componentes.

El primero es un sentido de satisfacción en la vida, es decir, tener la sensación de que uno va progresando hacia sus metas. Y el segundo es la experiencia frecuente de emociones positivas (como la alegría, el orgullo, la curiosidad, el afecto) y lo menos frecuente posible de emociones negativas.

"Se necesitan ambos componentes para ser realmente feliz", asegura desde la Universidad de California en Riverside, donde enseña e investiga.

Según Lyubomirsky, la felicidad es en parte determinada por la genética. Explica que cada vez más estudios empíricos hechos con gemelos indican que cada persona nace con lo que llama un 'set point' de felicidad, es decir, un potencial de bienestar al que siempre se vuelve, ya sea después de un momento duro o de un gran triunfo.

El 'set point' de felicidad es muy similar al 'set point del peso'. Algunas personas cuentan con la suerte de tener una disposición a la delgadez. Aunque no se esfuercen para ello, mantienen su peso fácilmente. Otros, en cambio, tienen que poner mucho empeño para no engordar.

Las circunstancias de vida también tienen una influencia sobre nuestro bienestar. Pero esto no impide que tengamos el poder de cambiar hasta el 40 por ciento de nuestra felicidad. Para ayudar a conseguirlo, Lyubomirsky propone algunas claves.

10 claves prácticas
Maneras de hacerse la vida más grata


1. Exprese gratitud por lo que tiene.
2. Cultive el optimismo, vea el lado positivo siempre.
3. Evite pensar demasiado y compararse con otros.
4. Practique el arte de la amabilidad.
5. Nutra sus relaciones: elija un vínculo que quiera estrechar y trabaje en consolidarlo y disfrutarlo.
6. Rememore y saboree las alegrías de la vida.
7. Busque la forma de enfrentar y superar el estrés.
8. Aprenda a perdonar.
9. Practique la religión y/o espiritualidad, en cualquiera de sus formas.
10. Cuide su cuerpo haciendo ejercicio, meditando y riéndose.

Una mirada desde la filosofía
Mariano Bartolí Doctor en filosofía


Desde el inicio de los tiempos, la filosofía se ha dedicado a estudiar el tema de la felicidad. Mariano Bartolí, doctor en filosofía teorética y práctica de la Universidad de Barcelona, y experto en el tema, recuerda que el monoteísmo religioso instauró la idea de que ésta llegaba después de la muerte, pero luego, con la Ilustración surgió nuevamente la idea de que la dicha era posible en la tierra y se consolidó el humanismo. Más tarde, dice, Nietzsche promovió el concepto del gozo de la vida individual, enérgica e intensa. Pero a Bartolí le gusta más el concepto de los griegos, para quienes la idea de la felicidad no podía separarse de un sentimiento de armonía con el orden del mundo.

"La felicidad -explica- es el fin al cual tiende todo hombre. La gran reflexión filosófica está en saber que es aquello que colma el corazón humano, qué hace al hombre pleno. Y para Bartolí, "el hombre alcanza su realización cuando se da, cuando vive para algo distinto de sí mismo. Un hombre que no ama -recalca- difícilmente será feliz".

Desde esa perspectiva, este doctor en filosofía remarca que la felicidad es más difícil de alcanzar en un mundo como el actual, dominado por una cultura de satisfacción individual fuertemente asociada a la idea de que buena parte de la felicidad está en tener acceso al disfrute o posesión de cosas. Frente a lo cual anota: "Está claro que "ningún bien terrenal va a saciar completamente el corazón del hombre, porque en eso, además, hay una cierta lógica de insaciabilidad".

"Por eso -remata- estoy convencido de que la felicidad se encuentra en la medida en que uno centra su vida en otras personas. Y me atrevería a decir que lo más parecido a esa felicidad última y plena son esos momentos en familia, con amigos o con esos seres a los que uno realmente ama".

Basado en un artículo publicado por El Tiempo

El Club de la hoz y el Martini: Kim Jong Il, la realeza comunista Norcoreana

Por Luis Montes Brito

Otro de los especímenes miembros del selecto club de la Hoz y el Martini es el temido y despiadado Kim Jong Il, presidente de Corea del Norte. Este pequeño hombre, pequeño de estatura y pequeño de mente cuya maldad y sed de poder le viene por los genes ha logrado aislar a su país del resto del mundo, sometiendo a su pueblo a la pobreza y las tinieblas en contraste con la próspera Corea del Sur.

Como es normal en este tipo de líderes su estilo de vida basada en la mentira difiere abismalmente con el de su pueblo a quien subyugan brutalmente a través de una cruel represión la cual justifican con la creación de un enemigo externo para acusar, castigar y eliminar a cualquier disidente con la simple acusación de actuar a favor del enemigo.

Sin más preámbulo presento a ustedes la vida de

Kim Jong Il


Kim Jong Il nació en la aldea de Vyatskaye, a 70 kilómetros de la ciudad siberiana de Jabárovsk. Su nombre de nacimiento es Yuri Irsenovich Kim el cual fue cambiado posteriormente al actual que es de origen nacional,. Al igual que su nombre, su lugar de nacimiento han sido alterados en la historia oficial de este dictador.

Los primeros años de su infancia los pasó junto a su padre en una base militar soviética. Su padre, Kim Il Sung, dirigía un grupo guerrillero contra el ejército japonés, invasor de Corea del Norte durante la II Guerra Mundial. La URSS se había convertido en refugio seguro para la resistencia comunista norcoreana. La base militar soviética se convirtió en el hogar de Kim Jong Il.

El fin de la II Guerra Mundial, y el triunfo aliado, da paso al abandono japonés de Corea del Norte. Las circunstancias políticas, y el contexto de la Guerra Fría dividen su país en dos zonas estratégicas. Al norte se situaron los soviéticos, y al sur los estadounidenses. Eso provoca que la familia se traslade a la ciudad de Pyongyang. En septiembre de 1948, Kim Il Sung proclama en est a misma ciudad la República Democrática Popular de Corea, y se convierte en secretario general del Partido de los Trabajadores de Corea y comandante-jefe del Ejército Popular de Corea. Finalmente, su padre había alcanzado su sueño político, la instauración de un régimen comunista en Corea del Norte.

Tras la finalización de sus estudios, Kim ingresa en el Partido de los Trabajadores de Corea (CND), y asciende con enorme rapidez. Participa activamente en la creación propagandística del partido y del régimen como Secretario del Departamento de Propaganda. Durante este periodo, Kim Jong Il, desde su presencia activa en la propaganda, también participó en la dirección de la inteligencia estratégica del régimen. Dirigió las medidas militares y políticas para la eliminación del enemigo interno y externo del régimen comunista.

No sólo la disidencia dentro del país fue castigada y eliminada, también países de su entorno como Corea del Sur, enemiga histórica de Corea del Norte, sufrieron las medidas de Kim Jong Il: el intento de asesinato de Park Chung Hee, presidente surcoreano de 1963 hasta 1979, y el asesinato de su mujer en 1974; y un nuevo intento de asesinato sobre Chun Doo Hwan, presidente de Corea del Sur de 1980 hasta 1988, periodo en el que los servicios de inteligencia norcoreanos cometieron dos atentados, el primero en 1983 contra una delegación surcoreana en la capital de Birmania, con 17 muertos; y el segundo contra un avión de pasajeros de Korean Airlines, con 117 muertos.

Kim Jong Il sucedió a su padre al frente del régimen norcoreano en el VI Congreso del CND, en octubre de 1980. Como sucesor de su padre Kim Il Sung, ingresó en el Buró Político del partido y en la Comisión Militar del Comité Central. Se había convertido en el número dos del régimen, detrás de su padre, cuya presencia política ya era escasa y sólo se reducía a una actividad simbólica.

A partir de aquí su ascenso al más alto nivel político de su nación fue meteórico. En 1982 se convierte en diputado de la Asamblea Popular Suprema, en 1984 en presidente de la Comisión Militar del Comité Central, en 1990 en primer vicepresidente de la Comisión de Defensa Nacional y en 1991 en comandante supremo del Ejército Popular de Corea. En 1992 es nombrado mariscal del Ejército, y en 1993, la IX Asamblea Popular Suprema lo designó presidente de la Comisión de Defensa Nacional.

A medida que fue envejeciendo Kim Il Sung, se endureció el carácter represivo y totalitario de su régimen, cada vez más anquilosado y cerrado al exterior. Muri ó rodeado de un extraordinario culto personal, tras haber designado como sucesor a su hijo Kim Jong Il, originando así la primera transmisión hereditaria del poder en un régimen comunista. La ascensión de Kim Jong Il hacía prever una sucesión lógica al frente del Estado en sustitución de su padre.

Esta llegaría tras la muerte de Kim Il Sung en julio de 1994. En los primeros momentos, Kim Jong Il prefirió mantenerse en el mismo lugar político que ya ocupaba dentro del régimen como único sucesor y líder supremo, pero sin formalizar materialmente su acceso a la Secretaría General del partido ni a la presidencia de la República Popular de Corea.

La muerte de su padre desestabilizó el acercamiento diplomático entre Corea del Norte y EEUU: Kim Il Sung y Jimmy Carter pactaron una reunión presidencial con la intención de resolver sus diferencias en el seno de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA). El pacto formalizaría la ayuda estadounidense al proyecto Organización para el Desarrollo de la Energía en la península Coreana (KEDO), a cambio de la destrucción de los reactores nucleares norcoreanos. Este proyecto finalizaría con el estado de excepcionalidad en el que se encontraba la Península coreana desde la Guerra Fría, separada en dos mitades.

Este proyecto de reunificación fracasó con la decisión de Kim Jong Il en abril de 1996 de no reconocer el Tratado del Armisticio, y los años siguientes se caracterizaron por incursiones militares de Corea del Norte en la Zona Desmilitarizada (ZDM), y acciones de Corea del Sur contra comandos norcoreanos.

El 8 de octubre de 1997, Kim Jong Il ascendió a la Secretaría General del CND, nombrado por el Comité Central y la Comisión Militar Central. El 5 de septiembre de 1998, Kim fue nombrado Jefe de Estado por la Asamblea Popular Suprema. Además fue reelegido presidente de la Comisión de Defensa Nacional, cargo que sustituía al de la Presidencia de la República. A partir de estos instantes se inician una serie de reuniones con la intención de llegar a un acuerdo de paz entre ambas coreas.

En noviembre de 1997, representantes norcoreanos acudieron a Washington para reunirse con la delegación estadounidense. En diciembre de ese mismo año, se produjeron negociaciones entre Corea del Norte, Corea del Sur, EEUU y China en la ciudad de Ginebra para la negociación de un nuevo armisticio. Las negociaciones continuaron en marzo de 1998, y finalmente se rompieron el 11 de abril de ese año.

En agosto de 1998 se reanudaron las negociaciones y parecían fructificar en un acuerdo cuando Corea del Norte lanzó un misil balístico sobre el espacio aéreo japonés. EEUU y Japón no aceptaron la versión coreana de un lanzamiento espacial de un satélite de comunicaciones y rompieron toda cooperación con Pyongyang. Japón abandonó la KEDO y EEUU dejó de enviar ayuda a Corea del Norte, lo que agudizó la precaria situación económica del país.

En junio de 1999, Kim seguía manteniendo una posición ambigua ante el conflicto coreano. Por un lado se mostraba belicoso, con incursiones militares continuas, y por otro se mostraba cordial y dispuesto a negociar un acuerdo de paz. Así se reanudaron las conversaciones de paz en Beijing. En septiembre de ese año, Kim anuncia el cese de los lanzamientos de misiles balísticos, y Washington afirma su pretensión de suavizar el embargo económico sobre Corea del Norte.

En junio de 2000 se produjo finalmente el acercamiento histórico entre los dos presidentes de las dos coreas. Kim Jong Il por parte norcoreana y Kim Dae Jung por parte surcoreana. Ambos firmaron un Acuerdo de Reconciliación, que permitía entre otras cosas el paso de ciudadanos de ambas coreas al otro lado de la frontera. Eso permitió el encuentro de familiares que llevaban muchas años sin verse, desde el final de la guerra en 1953. Además propusieron alcanzar la reunificación lo antes posible, pero sin fijar ninguna fecha concreta. Este avance tuvo repercusiones favorables en el acercamiento de los países occidentales a Corea del Norte, que había confirmado su intención de abandonar definitivamente el lanzamiento de sus misiles Taepodong.

En la actualidad, Kim Jong Il fue reelegido presidente de Corea del Norte con el 100% de los votos, y sigue siendo secretario general del Partido de los Trabajadores (CND) y presidente de la Comisión Nacional de Defensa, lo que le garantiza la dirección del Ejército formado por 1,2 millones de soldados.

A continuación la biografía de Kim Jong Il, disponibles en el cibersespacio de la serie presentada por The History Channel


Kim Jong Il Parte 1


Kim Jong Il Parte 2


Kim Jong Il Parte 3


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El avance de la mujer latinoamericana en política: de primeras damas a presidentas

Tomado de El Imparcial

Dilma Rousseff se convirtió el pasado 31 de octubre en la octava mujer en ostentar el cargo de presidenta dentro de un país de América Latina. Una región curiosamente popular por su cultura machista, pero que no tiene reparo en ser gobernada por mujeres que saben llevar “los pantalones bien puestos” y que marcan el paso a punta de tacones.

Por Sabrina Gelman B.

Laura Chinchilla, Cristina Fernández, Michelle Bachelet, Mireya Moscoso, Rosalía Arteaga, Violeta Chamorro, Lídea Gueiler Tejada e Isabel Perón, conforman junto con la recién electa Dilma Rousseff, el distinguido club de presidentas latinoamericanas. Ese grupo de mandatarias que han tenido bajo su responsabilidad el destino de sus países, lo que les ha llevado moverse por los inestables suelos de un mundo que hasta hace no mucho, parecía estar reservado sólo para los hombres: las altas esferas de la política.

Estas líderes han roto con cuanto molde y estereotipos se encuentren enraizados en una sociedad que no ha dejado de girar en torno a la idiosincracia del “macho latino”. Sin embargo, cinco de ellas se han ganado su lugar dentro de la historia americana, tanto por demostrar que las mujeres son capaces de gobernar como por alcanzar el poder gracias al poder popular que confieren las urnas de votación.

La “Dama de Hierro” suramericana

Su carácter enérgico y pragmático le ha valido este apodo a la sucesora del Luiz Inacio Lula da Silva desde que arrancó la carrera hacia la presidencia de Brasil, la que consiguió con un cómodo 56% tras someterse a una intensa segunda vuelta el pasado 31 de octubre. Una personalidad que se forjó a costa de un pasado tumultuoso, marcado por su militancia en la guerrilla “Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares”, que durante la década de los sesenta luchaba contra la dictadura de ese país, actividad que le costó pasar tres años en la cárcel en donde fue torturada.

Esto ha hecho de Dilma Rousseff una de las figuras claves la izquierda brasileña, razón por la cual, muchas expectativas rondan alrededor de ella, sobre todo dentro de su plataforma Partido de los Trabajadores, en donde se ha convertido en el “ojo derecho” de Lula, ejerciendo funciones como ministra de Energía y Jefa de la Casa Civil (vicepresidenta).

La política en las venas

El mundo de la política nunca ha sido ajeno para la presidenta de Costa Rica y líder del Partido Liberación Nacional, Laura Chinchilla, cuyo padre fue el Controlador General de la República entre 1972-1987, por lo que no dudó en licenciarse Ciencias Políticas por la Universidad de Costa Rica y obtener una Maestría en Políticas Públicas de la Universidad de Georgetown, Estados Unidos.

Considerada una conservadora en materia social, por su contundente postura contra el aborto y los matrimonios entre parejas del mismo sexo, Chinchilla fue la ministra de Justicia y vicepresidenta de la República durante el gobierno del ex presidente Oscar Arias (2006-2010). Una trayectoria nada desdeñable para la primera mujer costarricense en ser elegida Jefa de Estado en un país que hasta 1949 no daba cabida al voto femenino.

La mujer de la era “K”

Antes de ocupar el despacho en la Casa Rosada como presidenta de Argentina y heredar el testigo político en manos de su marido, el recién fallecido Néstor Kirchner, Cristina Fernández era conocida por una amplia carrera parlamentaria como senadora por las provincias de Santa Cruz y de Buenos Aires, en donde destacó tanto por su capacidad de oratoria como por su trabajo en la defensa de los derechos humanos y el de las mujeres.

Hizo historia en la nación suramericana al conquistar la presidencia en la primera vuelta de las elecciones generales de 2007 con el 45,29% de votos, lo que supuso una de las victorias más holgadas desde el retorno de la democracia en 1983.

Sin embargo, el Gobierno de Fernández, al igual que el de su antecesor y esposo, no ha estado exento de polémica. El conflicto con los productores de Soja a inicios de su gestión, los choques con los principales medios de comunicación argentinos, y los enfrentamientos con sus detractores políticos; tanto fuera como dentro del peronismo; han marcado el pulso de un mandato que según los rumores, podría optar por la reelección en los comicios de 2011 para mantener vivo el legado de la era “kirchnerista”.

La más querida

Cuando Michelle Bachelet abandonó el poder en enero de este año, contaba con el 82% de aprobación popular, uno de los índices más altos registrados en América Latina e incluso a escala mundial, todo ello como consecuencia de una gestión que muchos analistas califican de coherente y eficaz, que ha mantenido y proyectado aún más, la imagen y el alto grado de credibilidad que goza Chile dentro de la comunidad internacional.

Antes de llegar al poder en 2006, Bachelet ya había roto con todos los esquemas de la política chilena al ser la primera mujer de América Latina en convertirse en ministra de Defensa para luego ocupar la cartera de Salud. Su historia personal presenta cierto paralelismo con la de Dilma Rousseff, ya que la ex mandataria chilena, también fue objeto de persecución y tortura durante la dictadura de Augusto Pinochet.

Pese a ello su gobierno estuvo orientado hacia la concertación y el diálogo, buscando más alternativas hacia el futuro y la unidad nacional, que unir los trozos rotos del pasado. Su extraordinaria capacidad de gestión no ha pasado desapercibida. Tras haberle dado el relevo a Sebastián Piñera, Bachelet en vez de tomarse un merecido descanso, prefirió aceptar la oferta de la ONU para dirigir su programa Naciones Unidas para la Mujer.

Trabajadora de la paz

De este listado Violeta Chamorro es quizá una de las mujeres más recordadas del pasado siglo XX, ya que ella se convirtió en la primera mujer en alcanzar la presidencia de Nicaragua, un país que protagonizó uno de los peores conflictos bélicos de la historia. En las elecciones de 1990, con el apoyo de EEUU y de la Unión Nacional Opositora (UNO),- coalición que buscaba hacer frente al presidente y líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Daniel Ortega-, Chamorro conquistó el poder con el 54% de los votos.

Esta periodista, avalada por una intensa y dura actividad política durante la guerra civil, que estuvo marcada por el trágico asesinato de su esposo y director del diario “La Prensa” Pedro Joaquín Chamorro Cardenal; fue la responsable de democratizar y pacificar al país centroamericano. Objetivo que logró transformando las instituciones del estado, reduciendo el tamaño de las fuerzas armadas y abriendo a Nicaragua a una economía de mercado que permitió que el PIB se incrementara en un 10% en los dos últimos años de su gestión.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Venezuela el peor país para hacer negocios reporta el Banco Mundial

Tomado de El Nuevo Herald

Por ANTONIO MARIA DELGADO

Venezuela es el país con el peor clima de negocios de América Latina, dijo el jueves el Banco Mundial en un informe que destaca que es menos arriesgado invertir en Haití y Surinam que en la nación bolivariana.

En el otro extremo de la escala regional se ubicaron México, Perú y Chile, países que emprendieron considerables reformas el año pasado para mejorar la competitividad de sus economías, develó el informe Doing Business 2011: Making a Difference for Entrepreneurs, elaborado anualmente por el organismo multilateral.

"Estamos bajo un estado de sitio permanente, en el que uno abre todos los días las puertas y es un héroe para mantenerse abierto'', afirmó Noel Alvarez, presidente de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela, la mayor organización de empresarios del país.

Jean Michel Lobet, uno de los autores del informe, indicó que es cada vez mayor la brecha entre las naciones de la región que aplican reformas para mejorar la competitividad y aquellas que están estancadas en esa materia, en un reñido terreno en el cual detenerse equivale a retroceder.

"Estos son rankings relativos'', explicó Lobet. "Cuando hay países que reforman, entonces [los que no hacen nada] van perdiendo sus puestos''.

De los 183 países evaluados, Venezuela se ubicó en el puesto 172, retrocediendo dos escaños frente al lugar que ocupaba el año pasado.

Según la medición, el país registra algunas de las peores calificaciones de la región en áreas como la facilidad para participar en el comercio internacional, el pago de impuestos, la apertura y cierre de compañías y la protección al inversionista.

Este último factor es una de las mayores preocupaciones del empresariado venezolano, que siente un gran temor a invertir ante el elevado riesgo generado por la ola de expropiaciones que ejecuta el gobierno del presidente Hugo Chávez.

"No contamos con mecanismos para detener las expropiaciones porque Chávez tiene el poder de la fuerza, la policía, los tribunales'', subrayó Alvarez. "Y el empresariado, como es un administrado, tiene que protestar dentro del marco constitucional, pero al fin y al cabo no puede hacer más nada''.

La puntuación de Venezuela fue inferior a la conseguida por Haití y Surinam, países que se ubicaron en los puestos 162 y 161, respectivamente.

Según el informe, Perú fue el país que más avanzó en el mejoramiento de su clima de negocios, subiendo 10 peldaños al puesto 36 entre 183 países, tras crear un servicio en internet para el registro de compañías y facilitar más que cualquier otra economía la creación de nuevas empresas.

Perú también mejoró los procesos para obtener permisos en el sector de la construcción, introdujo procedimientos rápidos para el registro de terrenos y diseñó un sistema en internet de intercambio de datos que facilita el comercio.

La mayor puntuación de la región, sin embargo, la obtuvo México, país que subió seis peldaños al puesto 35 a nivel mundial. La nación azteca también introdujo un servicio de internet para registrar compañías, mejoró el proceso para los permisos de construcción y aumentó las opciones para pagar impuestos a través de la red.

Chile avanzó considerablemente, saltando desde el puesto 53 al 43, tras la adopción de un sistema de registro de empresas por internet y de tomar medidas para fortalecer la protección de los inversionistas.

Colombia, por su parte, estuvo entre los países más competitivos, pero perdió terreno, cediendo un escaño para colocarse en el puesto 39.

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