domingo, 7 de noviembre de 2010

El avance de la mujer latinoamericana en política: de primeras damas a presidentas

Tomado de El Imparcial

Dilma Rousseff se convirtió el pasado 31 de octubre en la octava mujer en ostentar el cargo de presidenta dentro de un país de América Latina. Una región curiosamente popular por su cultura machista, pero que no tiene reparo en ser gobernada por mujeres que saben llevar “los pantalones bien puestos” y que marcan el paso a punta de tacones.

Por Sabrina Gelman B.

Laura Chinchilla, Cristina Fernández, Michelle Bachelet, Mireya Moscoso, Rosalía Arteaga, Violeta Chamorro, Lídea Gueiler Tejada e Isabel Perón, conforman junto con la recién electa Dilma Rousseff, el distinguido club de presidentas latinoamericanas. Ese grupo de mandatarias que han tenido bajo su responsabilidad el destino de sus países, lo que les ha llevado moverse por los inestables suelos de un mundo que hasta hace no mucho, parecía estar reservado sólo para los hombres: las altas esferas de la política.

Estas líderes han roto con cuanto molde y estereotipos se encuentren enraizados en una sociedad que no ha dejado de girar en torno a la idiosincracia del “macho latino”. Sin embargo, cinco de ellas se han ganado su lugar dentro de la historia americana, tanto por demostrar que las mujeres son capaces de gobernar como por alcanzar el poder gracias al poder popular que confieren las urnas de votación.

La “Dama de Hierro” suramericana

Su carácter enérgico y pragmático le ha valido este apodo a la sucesora del Luiz Inacio Lula da Silva desde que arrancó la carrera hacia la presidencia de Brasil, la que consiguió con un cómodo 56% tras someterse a una intensa segunda vuelta el pasado 31 de octubre. Una personalidad que se forjó a costa de un pasado tumultuoso, marcado por su militancia en la guerrilla “Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares”, que durante la década de los sesenta luchaba contra la dictadura de ese país, actividad que le costó pasar tres años en la cárcel en donde fue torturada.

Esto ha hecho de Dilma Rousseff una de las figuras claves la izquierda brasileña, razón por la cual, muchas expectativas rondan alrededor de ella, sobre todo dentro de su plataforma Partido de los Trabajadores, en donde se ha convertido en el “ojo derecho” de Lula, ejerciendo funciones como ministra de Energía y Jefa de la Casa Civil (vicepresidenta).

La política en las venas

El mundo de la política nunca ha sido ajeno para la presidenta de Costa Rica y líder del Partido Liberación Nacional, Laura Chinchilla, cuyo padre fue el Controlador General de la República entre 1972-1987, por lo que no dudó en licenciarse Ciencias Políticas por la Universidad de Costa Rica y obtener una Maestría en Políticas Públicas de la Universidad de Georgetown, Estados Unidos.

Considerada una conservadora en materia social, por su contundente postura contra el aborto y los matrimonios entre parejas del mismo sexo, Chinchilla fue la ministra de Justicia y vicepresidenta de la República durante el gobierno del ex presidente Oscar Arias (2006-2010). Una trayectoria nada desdeñable para la primera mujer costarricense en ser elegida Jefa de Estado en un país que hasta 1949 no daba cabida al voto femenino.

La mujer de la era “K”

Antes de ocupar el despacho en la Casa Rosada como presidenta de Argentina y heredar el testigo político en manos de su marido, el recién fallecido Néstor Kirchner, Cristina Fernández era conocida por una amplia carrera parlamentaria como senadora por las provincias de Santa Cruz y de Buenos Aires, en donde destacó tanto por su capacidad de oratoria como por su trabajo en la defensa de los derechos humanos y el de las mujeres.

Hizo historia en la nación suramericana al conquistar la presidencia en la primera vuelta de las elecciones generales de 2007 con el 45,29% de votos, lo que supuso una de las victorias más holgadas desde el retorno de la democracia en 1983.

Sin embargo, el Gobierno de Fernández, al igual que el de su antecesor y esposo, no ha estado exento de polémica. El conflicto con los productores de Soja a inicios de su gestión, los choques con los principales medios de comunicación argentinos, y los enfrentamientos con sus detractores políticos; tanto fuera como dentro del peronismo; han marcado el pulso de un mandato que según los rumores, podría optar por la reelección en los comicios de 2011 para mantener vivo el legado de la era “kirchnerista”.

La más querida

Cuando Michelle Bachelet abandonó el poder en enero de este año, contaba con el 82% de aprobación popular, uno de los índices más altos registrados en América Latina e incluso a escala mundial, todo ello como consecuencia de una gestión que muchos analistas califican de coherente y eficaz, que ha mantenido y proyectado aún más, la imagen y el alto grado de credibilidad que goza Chile dentro de la comunidad internacional.

Antes de llegar al poder en 2006, Bachelet ya había roto con todos los esquemas de la política chilena al ser la primera mujer de América Latina en convertirse en ministra de Defensa para luego ocupar la cartera de Salud. Su historia personal presenta cierto paralelismo con la de Dilma Rousseff, ya que la ex mandataria chilena, también fue objeto de persecución y tortura durante la dictadura de Augusto Pinochet.

Pese a ello su gobierno estuvo orientado hacia la concertación y el diálogo, buscando más alternativas hacia el futuro y la unidad nacional, que unir los trozos rotos del pasado. Su extraordinaria capacidad de gestión no ha pasado desapercibida. Tras haberle dado el relevo a Sebastián Piñera, Bachelet en vez de tomarse un merecido descanso, prefirió aceptar la oferta de la ONU para dirigir su programa Naciones Unidas para la Mujer.

Trabajadora de la paz

De este listado Violeta Chamorro es quizá una de las mujeres más recordadas del pasado siglo XX, ya que ella se convirtió en la primera mujer en alcanzar la presidencia de Nicaragua, un país que protagonizó uno de los peores conflictos bélicos de la historia. En las elecciones de 1990, con el apoyo de EEUU y de la Unión Nacional Opositora (UNO),- coalición que buscaba hacer frente al presidente y líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Daniel Ortega-, Chamorro conquistó el poder con el 54% de los votos.

Esta periodista, avalada por una intensa y dura actividad política durante la guerra civil, que estuvo marcada por el trágico asesinato de su esposo y director del diario “La Prensa” Pedro Joaquín Chamorro Cardenal; fue la responsable de democratizar y pacificar al país centroamericano. Objetivo que logró transformando las instituciones del estado, reduciendo el tamaño de las fuerzas armadas y abriendo a Nicaragua a una economía de mercado que permitió que el PIB se incrementara en un 10% en los dos últimos años de su gestión.

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