Compilado por Luis Montes Brito
Un día como hoy 2 de Junio de 1537 en Roma, Italia, el papa Paulo III publica la bula Sublimis Deus, donde decreta que los indígenas americanos son seres humanos verdaderos, dotados de alma. Con motivo de la evangelización del nuevo mundo, un día como hoy 2 de junio de 1537, con la bula Sublimis Deus, Paulo prohibió la esclavización de los indios. Defendió la racionalidad de los mismos, en cuanto que son hombres, declaró que tenían derecho a su libertad, a disponer de sus posesiones y a la vez tenían el derecho a abrazar la fe, que debía serles predicada con métodos pacíficos, evitando todo tipo de crueldad.
Un día como hoy 2 de Junio de 1899 en Baler, Capitanía General de las Filipinas, capitulan los «Últimos de Filipinas», después de 337 días sitiados por tropas filipinas marcando con ello el final del Imperio Español. Tras 337 días de asedio a la pequeña población de Baler, tiempo en el cual murieron 17 soldados españoles ( de 54 que la ocupaban) y casi 700 filipinos, la caída de Baler marcó la desaparición del Imperio español que se había rendido meses antes pero que los soldados españoles destacados en Baler no se habían enterado. Filipinas es un conjunto de islas –más de 7.000– está situado en el océano Pacífico occidental. El pueblo de Baler se halla en la isla de Luzón, donde también está la capital del país, Manila. La guerra Hispano-Estadounidense de 1898 entre España y Estados Unidos, iniciada en La Habana , Cuba y extendida a Puerto Rico, Guam y Filipinas, en Filipinas se decantó enseguida. El 1 de mayo, la batalla del puerto de Cavite supuso la total destrucción de la flota española en Filipinas por la Armada norteamericana, que disponía de una artillería muy superior. España pidió negociar la paz ya en julio, Manila cayó en agosto y en diciembre Filipinas dejó de ser colonia española. El presidente filipino Emilio Aguinaldo mostró su admiración por la "muy heroica" resistencia de los españoles en Baler. Los estadounidenses, por su parte, hicieron traducir las memorias del teniente Martín Cerezo como modelo de resistencia de una posición aislada. Con información de National Geographic y otras fuentes. Tratado de Paris España entrega a Estados Unidos Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam. El Tratado de París, firmado el 10 de diciembre de 1898, dio por finalizada la Guerra hispano-estadounidense y por él España abandonó sus demandas sobre Cuba, que declaró su independencia. Filipinas fue oficialmente entregada a los Estados Unidos por 20 millones de dólares, y Guam junto con Puerto Rico se convirtieron en propiedades estadounidenses también. Aunque durante las negociaciones España intentó incluir numerosas enmiendas, finalmente no tuvo más remedio que aceptar todas y cada una de las imposiciones estadounidenses, puesto que había perdido la guerra y era consciente de que el superior poderío armamentístico estadounidense podría poner en peligro otras posesiones españolas en Europa y África. Durante casi un mes, las negociaciones giraron en torno a Cuba. Los dirigentes de EE.UU. temían que tras la larga campaña propagandística llevada a cabo en los medios de comunicación de EE.UU., la opinión pública se volviera en su contra si hubieran pretendido anexionarse la isla, como hicieron con Puerto Rico, Guam y las Filipinas. Otro tema que se puso sobre la mesa de negociaciones fue la deuda nacional cubana, que ascendía a más de cuatrocientos millones de dólares. España se negó a aceptarla, pero al final no tuvo otra opción y la responsabilidad de la deuda tuvo que ser asumida por España. Tras el final de las conversaciones sobre asuntos cubanos, Estados Unidos también impuso que España entregaría a Puerto Rico y Guam a los Estados Unidos. Los negociadores se centraron entonces sobre la cuestión de las Filipinas, con los miembros de la delegación española albergando inocentemente la esperanza de ceder sólo Mindanao y las islas de Sulú, manteniendo bajo administración española el resto del archipiélago, algo a lo que los estadounidenses se negaron rotundamente. Tras un breve debate, la delegación estadounidense ofreció veinte millones de dólares el 21 de noviembre y exigió una respuesta en un plazo de 48 horas. Eugenio Montero Ríos se sintió insultado y dijo airadamente que él podría responder de inmediato, pero la delegación estadounidense abandonó la mesa de conferencias. Cuando las dos partes se reunieron de nuevo, la reina María Cristina había telegrafiado ya su aceptación de los términos. Se empezó a trabajar en la conclusión del tratado el 30 de noviembre y fue finalmente firmado el 10 de diciembre de 1898. El tratado se firmó sin la presencia de los representantes de los territorios invadidos por Estados Unidos, lo que provocó un gran descontento entre la población de esas nuevas colonias, especialmente en el caso de Filipinas, que acabaría enfrentándose contra los Estados Unidos en la Guerra filipino-estadounidense. Imperio español en Filipinas. Cuando en el siglo XVI Felipe II tomó posesión de un enjambre de islas en el Pacífico, que fueron bautizadas como Filipinas en su honor, la monarquía española se hallaba en la cumbre de su poder y sus dominios se extendían por los cuatro continentes. Tres siglos después, Cuba, Puerto Rico y Filipinas eran los últimos retazos de ese añejo imperio ultramarino que una España sumida en constantes luchas internas pugnaba por preservar. En Filipinas, una parte de la población tagala comenzó en 1896 una sublevación que España trató de controlar con la fuerza de las armas y una torpe represión política. En la isla de Luzón, la mayor del archipiélago, las tropas españolas arrinconaron a los rebeldes, encabezados por Emilio Aguinaldo, en las zonas montañosas al norte de Manila. Superado militarmente, Aguinaldo llegó a un acuerdo para abandonar las armas en 1897 y fue deportado a Hong Kong. Pero cuando las autoridades españolas creían haber controlado la situación, Estados Unidos declaró la guerra a España y desembarcó a Aguinaldo en la bahía de Manila para reactivar la insurgencia a partir de mayo de 1898. Pocos meses después, España perdería a manos norteamericanas Cuba, Puerto Rico y el archipiélago filipino. La guerra en Baler. Baler era una pequeña población de 1.700 habitantes en la costa oriental de Luzón, a unos 230 kilómetros de Manila. A finales de 1897, la zona fue escenario de una violenta escaramuza entre las tropas españolas y los rebeldes tagalos. Tuvo que intervenir una fuerza de 400 hombres para restablecer el control español y pacificar el territorio. Vuelta la calma, las columnas de socorro se retiraron al tiempo que se enviaba desde Manila un nuevo destacamento de 50 soldados. A finales de abril de 1898, iniciada la guerra hispano-estadounidense, las partidas rebeldes estaban de nuevo activas en la región. Baler quedó incomunicada por tierra, por lo que no llegó la noticia de la destrucción de la flota española en Cavite ni del cerco de Manila. La guarnición temía que en cualquier momento los rebeldes lanzaran un ataque a gran escala. Cuando el 27 de junio la población amaneció desierta, los españoles se apresuraron a convertir la iglesia en un fortín capaz de resistir un asedio en toda regla. La iglesia de Baler era un pequeño edificio rectangular de 30 metros de largo por 10 de ancho, con una casa parroquial adosada. Sus muros, de metro y medio de grosor, eran sólidos, aunque una parte era de mampostería. Los soldados convirtieron el campanario en puesto de observación, excavaron dos trincheras ante los portalones principales, inutilizaron el resto de entradas y transformaron las aberturas en aspilleras desde las que disparar al enemigo. Tras introducir provisiones, fabricaron un horno de pan y excavaron un pozo para obtener agua. El 30 de junio, el capitán Enrique de las Morenas ordenó encerrarse en la iglesia a la espera de socorros desde Manila. Eran 54 militares y un franciscano, a los que más tarde se unirían otros dos religiosos. Al día siguiente, los rebeldes les instaron a rendirse, informándoles de la decisiva derrota que había sufrido la flota española frente a los estadounidenses. Fue la primera de las nueve tentativas de negociación que realizaron los filipinos a lo largo de los 337 días que duraría el asedio y que se toparon con la tozuda negativa de los defensores a creer la noticia de la derrota de su ejército. Un año encerrados en la iglesia. Al principio, los insurgentes se dedicaron a tirotear intensamente la iglesia mientras esperaban refuerzos para iniciar un asalto decisivo. Los filipinos eran más numerosos y dominaban bien el terreno. Eran temidos por sus "bolos" o cuchillos largos, pero disponían de escasos fusiles. Un cañón de pequeño calibre tampoco supuso una amenaza insalvable para los sitiados. Más efecto tuvieron las tácticas de guerra psicológica que los filipinos practicaron para minar la moral de los asediados, impidiéndoles dormir con ruidos de todo tipo, haciendo cantar a las mujeres para recordarles los placeres a los que debían renunciar o mostrando a muchachas desnudas que les hacían gestos lascivos. Los desertores españoles –a lo largo del sitio hubo seis en total– lanzaron también proclamas a sus compañeros mediante altavoces. Los defensores reconocerían que contra este "tiroteo de palabras" eran inútiles revestimientos y aspilleras. A finales de julio, llegaron a Baler varias columnas insurgentes que solicitaron de nuevo la rendición, a lo que el capitán De las Morenas respondió: "La muerte es preferible a la deshonra". Los ataques continuaron a lo largo del verano, pero sin gran eficacia. Durante todo el asedio los españoles sólo debieron lamentar dos muertos por heridas de bala, mientras que por su parte causaron unas 700 bajas a los atacantes, entre heridos y fallecidos. En realidad, la mayoría de bajas españolas se debieron a las enfermedades. La mala alimentación y el hacinamiento continuado en un recinto reducido y oscuro favorecieron la propagación de la disentería y, sobre todo, del beriberi, un mal provocado por la carencia de vitaminas de los alimentos frescos y que causa una debilidad progresiva e incluso la muerte si no se recibe tratamiento. Hasta el final del asedio murieron 15 defensores por estas enfermedades, entre ellos los oficiales De las Morenas y Alonso Zayas, por lo que tomó el mando del destacamento el teniente Saturnino Martín Cerezo. Entrado el otoño, los muertos yacían bajo los pies de los vivos mientras éstos, con humor macabro, se rifaban el lugar donde ser enterrados. El teniente ordenó una salida nocturna para conseguir fruta fresca y airear el recinto, lo que conllevó la mejoría de los enfermos. Los soldados celebraron la Navidad de 1898 "con estrépito", en un intento de mitigar la nostalgia por la lejana patria. Incluso improvisaron un concierto con cornetas, tambores y latas de petróleo vacías usadas como instrumentos. No sabían que apenas quince días antes el Gobierno español había firmado con Estados Unidos un tratado de paz por el que cedía a éstos sus posesiones de Cuba, Puerto Rico y Filipinas a cambio de 20 millones de dólares. Los filipinos, que en febrero de 1899 se rebelaron a su vez contra la ocupación norteamericana, deseaban acabar con la insólita resistencia de Baler y por ello insistieron en hacer entender a sus defensores que habían perdido la guerra. Los estadounidenses también enviaron un buque de guerra para contactar con la guarnición, pero los filipinos lo impidieron, dando pie a que los defensores interpretaran que los auxilios estaban de camino. A finales de mayo se libró el último gran combate, cuando los tagalos intentaron inutilizar el pozo de agua para rendir de sed a los sitiados. Poco después llegó desde Manila un alto mando español con la misión de instar a los defensores a abandonar la resistencia. Para demostrarles que la guerra había terminado les dejó unos periódicos madrileños con noticias al respecto. Pero los defensores consideraron que se trataba de falsificaciones. Rendirse con honor. Viendo que las provisiones estaban agotándose, Martín Cerezo planeó una salida nocturna para abrirse paso hasta Manila. Antes de partir, el teniente destruyó el armamento sobrante y ordenó fusilar a dos soldados que mantenía presos desde febrero, acusados de intentar desertar. La claridad de la noche frustró una primera tentativa de salida. Fue en esos momentos de angustia cuando Martín volvió a hojear los periódicos y halló indicios que le convencieron de "que efectivamente habíamos perdido Cuba, Puerto Rico y Filipinas". Consciente de que la marcha a Manila era una operación casi suicida, comunicó a su tropa la situación y propuso parlamentar con los filipinos para acordar una capitulación. Un día como hoy 2 de junio de 1899 se arrió en Baler la bandera española –confeccionada, a falta de otra, con casullas de monaguillo y tela de mosquitera–. Los 33 supervivientes depusieron las armas y fueron conducidos a Manila. Desde allí viajaron en barco hasta Barcelona, donde se les recibió como a héroes. El grupo de hombres regresó del sitio de Baler al cuartel Jaime I de Barcelona, dónde fue recibido con un banquete en su honor tras su llegada el 1 de septiembre de 1899. En la audiencia que les concedió la reina regente María Cristina, el teniente Martín afirmó que él únicamente había cumplido con su deber. "¡Ay, Martín!, si todos hubieran cumplido con su deber...", fue la respuesta de la reina.
Un día como hoy 2 de Junio de 1924 los nativos americanos son reconocidos como ciudadanos estadounidenses por el Acta de Ciudadanía India emitida por el Congreso de los estados Unidos de América. La Historia de los indígenas de los Estados Unidos es al mismo tiempo fascinante y trágica en muchos sentidos. Las estimaciones oscilan aproximadamente entre 10 a 90 millones de indios norteamericanos que habitaban en los Estados Unidos para el momento del arribo de los europeos. Ellos habían vivido en esa tierra muchísimos años antes de que el hombre blanco llegara a su tierra. Se cree que durante la edad de hielo habían viajado a través de un istmo por el Estrecho de Bering, desde Siberia a lo que es hoy Alaska. Gradualmente se desplazaron por todo el territorio y hacia el sur, hacia México y más allá. El nombre de "indios" les fue dado por Cristóbal Colón, quien creyó equivocadamente que había llegado a las Indias. Han sido catalogados como indios, indios americanos, y ahora con el preferido término de indígenas norteamericanos (de los Estados Unidos). Se desplazaron a todas las regiones de la tierra y se agruparon en muchas tribus o naciones diferentes. Este fue un pueblo que se adaptó bien a sus regiones particulares y utilizó sabiamente todos los recursos naturales disponibles. Creían en el respeto a la tierra y a la abundancia de frutos que ofrecía. Llegaron a ser competentes pescadores y cazadores, cultivaron cosechas tales como el maíz, y construyeron casas con los recursos disponibles proporcionados por su territorio. Dependiendo de la región, algunos de estos incluyeron pieles de animales, ladrillos secados al sol para adobes, o madera para largas casas. Historia de los Indígenas de los Estados Unidos - Indígenas Norteamericanos y los europeos. Los indígenas norteamericanos de la costa este recibieron con entusiasmo a los nuevos visitantes europeos de los siglos XVI y XVII. Consideraban extraños a estos hombres blancos con barba, pero estaban encantados con los cuchillos de acero, espejos, teteras de cobre, y otras intrigantes novedades. Las tribus indígenas fueron muy complacientes y hospitalarias. Sin su ayuda, las primeras olas de colonizadores no habrían sobrevivido en una tierra que conocían muy poco. Pero con el tiempo, los europeos ignoraron todo respeto por la valiosa tierra y los recursos, y en cambio demostraron una insaciable codicia y arrogancia. Pronto, los europeos pusieron en práctica su intención de conquistar este nuevo continente con ataques e invasiones brutales. Los indígenas norteamericanos pronto comprendieron que los invasores llegarían en números abrumadores, tantos "como las estrellas del cielo." Inicialmente, los habitantes de esta tierra trataron de coexistir con los europeos. Pero surgieron muchos más problemas. Junto con todos sus intrigantes artilugios, el hombre blanco trajo enfermedades mortales para los indígenas norteamericanos. Los colonizadores y exploradores trajeron el sarampión, la viruela, el cólera, la fiebre amarilla, y muchas más enfermedades devastadoras. Esto disminuyó drásticamente la población indígena norteamericana y aniquiló aldeas enteras. Además de esto, la actitud arrogante del creciente número de hombres blancos condujo a las Guerras Indias, al Acta de Remoción de los Indios (1830), y en 1890, a una de las peores masacres de todos los tiempos -- Wounded Knee, en Dakota del Sur. Aquí fueron masacrados ferozmente por igual guerreros, mujeres y niños, por la Caballería de los Estados Unidos. El gobierno de los Estados Unidos comenzó los Programas de Reubicación y la ahora famosa marcha del Sendero de Lágrimas, donde cientos de indios Cheroquis murieron de hambre, frío y enfermedades. El pueblo indígena norteamericano no sólo fue reducido en número, sino que fue sacado de sus casas, despojado de sus costumbres, e incluso se le prohibió hablar en sus lenguas nativas. Les fueron quitados sus niños y enviados a escuelas para "civilizarlos," forzados a abandonar cada aspecto de su herencia. En enero de 1876, el gobierno de los Estados Unidos los forzó a vivir en "reservaciones" donde todavía reside hoy la mayoría de los indígenas de los Estados Unidos. Los Indígenas Norteamericanos del Siglo XX. Algunos consideran a los indígenas norteamericanos como una raza de temple. El Acta de Ciudadanía India a través de la cual Estados Unidos reconoce a los nativos como sus ciudadanos fue emitida un día como hoy 2 de Junio de 1924, ésta le otorgó ciudadanía oficial a las tribus de indígenas norteamericanos. Esto se debió en parte al servicio heroico de muchos de ellos en la Primera Guerra Mundial. Otros, como Jim Thorpe, Sequoyah, y Sacajawea han representado a sus pueblo con grandeza. En la actualidad, existen más de 500 gobiernos tribales reconocidos en los Estados Unidos. Ellos se gobiernan a sí mismos y son consideradas naciones soberanas de pueblos dentro de Norteamérica. Según la oficina de censos en el año 2000 existían más de 2,48 millones de indígenas de los Estados Unidos, esta cifra ha ido en aumento y en el censo del 2010 se estimaban en 2,9 Millones. Aunque la mayoría todavía vive en reservaciones, éstas son consideradas una de las áreas de mayor pobreza de los Estados Unidos. El desempleo es 5 veces más alto que el de la población general de los Estados Unidos, según la Oficina de Asuntos Indígenas del 2002. Al igual que muchas personas derrotadas y oprimidas, ellos han sufrido tremendamente las plagas del alcoholismo y el suicidio. Este fue una vez un pueblo vibrante e ingenioso. Han sido robados, humillados, y desplazados de todo lo que una vez conocieron. Aunque muchos han tratado a través de los siglos de civilizar, cristianizar, y americanizar al pueblo indígena norteamericano, hoy existen organizaciones que reconocen la importante herencia de estas naciones. Por ejemplo, Wiconi Internacional dice: "Queremos ver que los pueblos indígenas lleguen a conocer y a experimentar una libertad suprema, y la liberación de los poderes del mal que todavía prevalecen en tierras y comunidades…"
Un día como hoy 2 de Junio de 1899 en Baler, Capitanía General de las Filipinas, capitulan los «Últimos de Filipinas», después de 337 días sitiados por tropas filipinas marcando con ello el final del Imperio Español. Tras 337 días de asedio a la pequeña población de Baler, tiempo en el cual murieron 17 soldados españoles ( de 54 que la ocupaban) y casi 700 filipinos, la caída de Baler marcó la desaparición del Imperio español que se había rendido meses antes pero que los soldados españoles destacados en Baler no se habían enterado. Filipinas es un conjunto de islas –más de 7.000– está situado en el océano Pacífico occidental. El pueblo de Baler se halla en la isla de Luzón, donde también está la capital del país, Manila. La guerra Hispano-Estadounidense de 1898 entre España y Estados Unidos, iniciada en La Habana , Cuba y extendida a Puerto Rico, Guam y Filipinas, en Filipinas se decantó enseguida. El 1 de mayo, la batalla del puerto de Cavite supuso la total destrucción de la flota española en Filipinas por la Armada norteamericana, que disponía de una artillería muy superior. España pidió negociar la paz ya en julio, Manila cayó en agosto y en diciembre Filipinas dejó de ser colonia española. El presidente filipino Emilio Aguinaldo mostró su admiración por la "muy heroica" resistencia de los españoles en Baler. Los estadounidenses, por su parte, hicieron traducir las memorias del teniente Martín Cerezo como modelo de resistencia de una posición aislada. Con información de National Geographic y otras fuentes. Tratado de Paris España entrega a Estados Unidos Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam. El Tratado de París, firmado el 10 de diciembre de 1898, dio por finalizada la Guerra hispano-estadounidense y por él España abandonó sus demandas sobre Cuba, que declaró su independencia. Filipinas fue oficialmente entregada a los Estados Unidos por 20 millones de dólares, y Guam junto con Puerto Rico se convirtieron en propiedades estadounidenses también. Aunque durante las negociaciones España intentó incluir numerosas enmiendas, finalmente no tuvo más remedio que aceptar todas y cada una de las imposiciones estadounidenses, puesto que había perdido la guerra y era consciente de que el superior poderío armamentístico estadounidense podría poner en peligro otras posesiones españolas en Europa y África. Durante casi un mes, las negociaciones giraron en torno a Cuba. Los dirigentes de EE.UU. temían que tras la larga campaña propagandística llevada a cabo en los medios de comunicación de EE.UU., la opinión pública se volviera en su contra si hubieran pretendido anexionarse la isla, como hicieron con Puerto Rico, Guam y las Filipinas. Otro tema que se puso sobre la mesa de negociaciones fue la deuda nacional cubana, que ascendía a más de cuatrocientos millones de dólares. España se negó a aceptarla, pero al final no tuvo otra opción y la responsabilidad de la deuda tuvo que ser asumida por España. Tras el final de las conversaciones sobre asuntos cubanos, Estados Unidos también impuso que España entregaría a Puerto Rico y Guam a los Estados Unidos. Los negociadores se centraron entonces sobre la cuestión de las Filipinas, con los miembros de la delegación española albergando inocentemente la esperanza de ceder sólo Mindanao y las islas de Sulú, manteniendo bajo administración española el resto del archipiélago, algo a lo que los estadounidenses se negaron rotundamente. Tras un breve debate, la delegación estadounidense ofreció veinte millones de dólares el 21 de noviembre y exigió una respuesta en un plazo de 48 horas. Eugenio Montero Ríos se sintió insultado y dijo airadamente que él podría responder de inmediato, pero la delegación estadounidense abandonó la mesa de conferencias. Cuando las dos partes se reunieron de nuevo, la reina María Cristina había telegrafiado ya su aceptación de los términos. Se empezó a trabajar en la conclusión del tratado el 30 de noviembre y fue finalmente firmado el 10 de diciembre de 1898. El tratado se firmó sin la presencia de los representantes de los territorios invadidos por Estados Unidos, lo que provocó un gran descontento entre la población de esas nuevas colonias, especialmente en el caso de Filipinas, que acabaría enfrentándose contra los Estados Unidos en la Guerra filipino-estadounidense. Imperio español en Filipinas. Cuando en el siglo XVI Felipe II tomó posesión de un enjambre de islas en el Pacífico, que fueron bautizadas como Filipinas en su honor, la monarquía española se hallaba en la cumbre de su poder y sus dominios se extendían por los cuatro continentes. Tres siglos después, Cuba, Puerto Rico y Filipinas eran los últimos retazos de ese añejo imperio ultramarino que una España sumida en constantes luchas internas pugnaba por preservar. En Filipinas, una parte de la población tagala comenzó en 1896 una sublevación que España trató de controlar con la fuerza de las armas y una torpe represión política. En la isla de Luzón, la mayor del archipiélago, las tropas españolas arrinconaron a los rebeldes, encabezados por Emilio Aguinaldo, en las zonas montañosas al norte de Manila. Superado militarmente, Aguinaldo llegó a un acuerdo para abandonar las armas en 1897 y fue deportado a Hong Kong. Pero cuando las autoridades españolas creían haber controlado la situación, Estados Unidos declaró la guerra a España y desembarcó a Aguinaldo en la bahía de Manila para reactivar la insurgencia a partir de mayo de 1898. Pocos meses después, España perdería a manos norteamericanas Cuba, Puerto Rico y el archipiélago filipino. La guerra en Baler. Baler era una pequeña población de 1.700 habitantes en la costa oriental de Luzón, a unos 230 kilómetros de Manila. A finales de 1897, la zona fue escenario de una violenta escaramuza entre las tropas españolas y los rebeldes tagalos. Tuvo que intervenir una fuerza de 400 hombres para restablecer el control español y pacificar el territorio. Vuelta la calma, las columnas de socorro se retiraron al tiempo que se enviaba desde Manila un nuevo destacamento de 50 soldados. A finales de abril de 1898, iniciada la guerra hispano-estadounidense, las partidas rebeldes estaban de nuevo activas en la región. Baler quedó incomunicada por tierra, por lo que no llegó la noticia de la destrucción de la flota española en Cavite ni del cerco de Manila. La guarnición temía que en cualquier momento los rebeldes lanzaran un ataque a gran escala. Cuando el 27 de junio la población amaneció desierta, los españoles se apresuraron a convertir la iglesia en un fortín capaz de resistir un asedio en toda regla. La iglesia de Baler era un pequeño edificio rectangular de 30 metros de largo por 10 de ancho, con una casa parroquial adosada. Sus muros, de metro y medio de grosor, eran sólidos, aunque una parte era de mampostería. Los soldados convirtieron el campanario en puesto de observación, excavaron dos trincheras ante los portalones principales, inutilizaron el resto de entradas y transformaron las aberturas en aspilleras desde las que disparar al enemigo. Tras introducir provisiones, fabricaron un horno de pan y excavaron un pozo para obtener agua. El 30 de junio, el capitán Enrique de las Morenas ordenó encerrarse en la iglesia a la espera de socorros desde Manila. Eran 54 militares y un franciscano, a los que más tarde se unirían otros dos religiosos. Al día siguiente, los rebeldes les instaron a rendirse, informándoles de la decisiva derrota que había sufrido la flota española frente a los estadounidenses. Fue la primera de las nueve tentativas de negociación que realizaron los filipinos a lo largo de los 337 días que duraría el asedio y que se toparon con la tozuda negativa de los defensores a creer la noticia de la derrota de su ejército. Un año encerrados en la iglesia. Al principio, los insurgentes se dedicaron a tirotear intensamente la iglesia mientras esperaban refuerzos para iniciar un asalto decisivo. Los filipinos eran más numerosos y dominaban bien el terreno. Eran temidos por sus "bolos" o cuchillos largos, pero disponían de escasos fusiles. Un cañón de pequeño calibre tampoco supuso una amenaza insalvable para los sitiados. Más efecto tuvieron las tácticas de guerra psicológica que los filipinos practicaron para minar la moral de los asediados, impidiéndoles dormir con ruidos de todo tipo, haciendo cantar a las mujeres para recordarles los placeres a los que debían renunciar o mostrando a muchachas desnudas que les hacían gestos lascivos. Los desertores españoles –a lo largo del sitio hubo seis en total– lanzaron también proclamas a sus compañeros mediante altavoces. Los defensores reconocerían que contra este "tiroteo de palabras" eran inútiles revestimientos y aspilleras. A finales de julio, llegaron a Baler varias columnas insurgentes que solicitaron de nuevo la rendición, a lo que el capitán De las Morenas respondió: "La muerte es preferible a la deshonra". Los ataques continuaron a lo largo del verano, pero sin gran eficacia. Durante todo el asedio los españoles sólo debieron lamentar dos muertos por heridas de bala, mientras que por su parte causaron unas 700 bajas a los atacantes, entre heridos y fallecidos. En realidad, la mayoría de bajas españolas se debieron a las enfermedades. La mala alimentación y el hacinamiento continuado en un recinto reducido y oscuro favorecieron la propagación de la disentería y, sobre todo, del beriberi, un mal provocado por la carencia de vitaminas de los alimentos frescos y que causa una debilidad progresiva e incluso la muerte si no se recibe tratamiento. Hasta el final del asedio murieron 15 defensores por estas enfermedades, entre ellos los oficiales De las Morenas y Alonso Zayas, por lo que tomó el mando del destacamento el teniente Saturnino Martín Cerezo. Entrado el otoño, los muertos yacían bajo los pies de los vivos mientras éstos, con humor macabro, se rifaban el lugar donde ser enterrados. El teniente ordenó una salida nocturna para conseguir fruta fresca y airear el recinto, lo que conllevó la mejoría de los enfermos. Los soldados celebraron la Navidad de 1898 "con estrépito", en un intento de mitigar la nostalgia por la lejana patria. Incluso improvisaron un concierto con cornetas, tambores y latas de petróleo vacías usadas como instrumentos. No sabían que apenas quince días antes el Gobierno español había firmado con Estados Unidos un tratado de paz por el que cedía a éstos sus posesiones de Cuba, Puerto Rico y Filipinas a cambio de 20 millones de dólares. Los filipinos, que en febrero de 1899 se rebelaron a su vez contra la ocupación norteamericana, deseaban acabar con la insólita resistencia de Baler y por ello insistieron en hacer entender a sus defensores que habían perdido la guerra. Los estadounidenses también enviaron un buque de guerra para contactar con la guarnición, pero los filipinos lo impidieron, dando pie a que los defensores interpretaran que los auxilios estaban de camino. A finales de mayo se libró el último gran combate, cuando los tagalos intentaron inutilizar el pozo de agua para rendir de sed a los sitiados. Poco después llegó desde Manila un alto mando español con la misión de instar a los defensores a abandonar la resistencia. Para demostrarles que la guerra había terminado les dejó unos periódicos madrileños con noticias al respecto. Pero los defensores consideraron que se trataba de falsificaciones. Rendirse con honor. Viendo que las provisiones estaban agotándose, Martín Cerezo planeó una salida nocturna para abrirse paso hasta Manila. Antes de partir, el teniente destruyó el armamento sobrante y ordenó fusilar a dos soldados que mantenía presos desde febrero, acusados de intentar desertar. La claridad de la noche frustró una primera tentativa de salida. Fue en esos momentos de angustia cuando Martín volvió a hojear los periódicos y halló indicios que le convencieron de "que efectivamente habíamos perdido Cuba, Puerto Rico y Filipinas". Consciente de que la marcha a Manila era una operación casi suicida, comunicó a su tropa la situación y propuso parlamentar con los filipinos para acordar una capitulación. Un día como hoy 2 de junio de 1899 se arrió en Baler la bandera española –confeccionada, a falta de otra, con casullas de monaguillo y tela de mosquitera–. Los 33 supervivientes depusieron las armas y fueron conducidos a Manila. Desde allí viajaron en barco hasta Barcelona, donde se les recibió como a héroes. El grupo de hombres regresó del sitio de Baler al cuartel Jaime I de Barcelona, dónde fue recibido con un banquete en su honor tras su llegada el 1 de septiembre de 1899. En la audiencia que les concedió la reina regente María Cristina, el teniente Martín afirmó que él únicamente había cumplido con su deber. "¡Ay, Martín!, si todos hubieran cumplido con su deber...", fue la respuesta de la reina.
Un día como hoy 2 de Junio de 1924 los nativos americanos son reconocidos como ciudadanos estadounidenses por el Acta de Ciudadanía India emitida por el Congreso de los estados Unidos de América. La Historia de los indígenas de los Estados Unidos es al mismo tiempo fascinante y trágica en muchos sentidos. Las estimaciones oscilan aproximadamente entre 10 a 90 millones de indios norteamericanos que habitaban en los Estados Unidos para el momento del arribo de los europeos. Ellos habían vivido en esa tierra muchísimos años antes de que el hombre blanco llegara a su tierra. Se cree que durante la edad de hielo habían viajado a través de un istmo por el Estrecho de Bering, desde Siberia a lo que es hoy Alaska. Gradualmente se desplazaron por todo el territorio y hacia el sur, hacia México y más allá. El nombre de "indios" les fue dado por Cristóbal Colón, quien creyó equivocadamente que había llegado a las Indias. Han sido catalogados como indios, indios americanos, y ahora con el preferido término de indígenas norteamericanos (de los Estados Unidos). Se desplazaron a todas las regiones de la tierra y se agruparon en muchas tribus o naciones diferentes. Este fue un pueblo que se adaptó bien a sus regiones particulares y utilizó sabiamente todos los recursos naturales disponibles. Creían en el respeto a la tierra y a la abundancia de frutos que ofrecía. Llegaron a ser competentes pescadores y cazadores, cultivaron cosechas tales como el maíz, y construyeron casas con los recursos disponibles proporcionados por su territorio. Dependiendo de la región, algunos de estos incluyeron pieles de animales, ladrillos secados al sol para adobes, o madera para largas casas. Historia de los Indígenas de los Estados Unidos - Indígenas Norteamericanos y los europeos. Los indígenas norteamericanos de la costa este recibieron con entusiasmo a los nuevos visitantes europeos de los siglos XVI y XVII. Consideraban extraños a estos hombres blancos con barba, pero estaban encantados con los cuchillos de acero, espejos, teteras de cobre, y otras intrigantes novedades. Las tribus indígenas fueron muy complacientes y hospitalarias. Sin su ayuda, las primeras olas de colonizadores no habrían sobrevivido en una tierra que conocían muy poco. Pero con el tiempo, los europeos ignoraron todo respeto por la valiosa tierra y los recursos, y en cambio demostraron una insaciable codicia y arrogancia. Pronto, los europeos pusieron en práctica su intención de conquistar este nuevo continente con ataques e invasiones brutales. Los indígenas norteamericanos pronto comprendieron que los invasores llegarían en números abrumadores, tantos "como las estrellas del cielo." Inicialmente, los habitantes de esta tierra trataron de coexistir con los europeos. Pero surgieron muchos más problemas. Junto con todos sus intrigantes artilugios, el hombre blanco trajo enfermedades mortales para los indígenas norteamericanos. Los colonizadores y exploradores trajeron el sarampión, la viruela, el cólera, la fiebre amarilla, y muchas más enfermedades devastadoras. Esto disminuyó drásticamente la población indígena norteamericana y aniquiló aldeas enteras. Además de esto, la actitud arrogante del creciente número de hombres blancos condujo a las Guerras Indias, al Acta de Remoción de los Indios (1830), y en 1890, a una de las peores masacres de todos los tiempos -- Wounded Knee, en Dakota del Sur. Aquí fueron masacrados ferozmente por igual guerreros, mujeres y niños, por la Caballería de los Estados Unidos. El gobierno de los Estados Unidos comenzó los Programas de Reubicación y la ahora famosa marcha del Sendero de Lágrimas, donde cientos de indios Cheroquis murieron de hambre, frío y enfermedades. El pueblo indígena norteamericano no sólo fue reducido en número, sino que fue sacado de sus casas, despojado de sus costumbres, e incluso se le prohibió hablar en sus lenguas nativas. Les fueron quitados sus niños y enviados a escuelas para "civilizarlos," forzados a abandonar cada aspecto de su herencia. En enero de 1876, el gobierno de los Estados Unidos los forzó a vivir en "reservaciones" donde todavía reside hoy la mayoría de los indígenas de los Estados Unidos. Los Indígenas Norteamericanos del Siglo XX. Algunos consideran a los indígenas norteamericanos como una raza de temple. El Acta de Ciudadanía India a través de la cual Estados Unidos reconoce a los nativos como sus ciudadanos fue emitida un día como hoy 2 de Junio de 1924, ésta le otorgó ciudadanía oficial a las tribus de indígenas norteamericanos. Esto se debió en parte al servicio heroico de muchos de ellos en la Primera Guerra Mundial. Otros, como Jim Thorpe, Sequoyah, y Sacajawea han representado a sus pueblo con grandeza. En la actualidad, existen más de 500 gobiernos tribales reconocidos en los Estados Unidos. Ellos se gobiernan a sí mismos y son consideradas naciones soberanas de pueblos dentro de Norteamérica. Según la oficina de censos en el año 2000 existían más de 2,48 millones de indígenas de los Estados Unidos, esta cifra ha ido en aumento y en el censo del 2010 se estimaban en 2,9 Millones. Aunque la mayoría todavía vive en reservaciones, éstas son consideradas una de las áreas de mayor pobreza de los Estados Unidos. El desempleo es 5 veces más alto que el de la población general de los Estados Unidos, según la Oficina de Asuntos Indígenas del 2002. Al igual que muchas personas derrotadas y oprimidas, ellos han sufrido tremendamente las plagas del alcoholismo y el suicidio. Este fue una vez un pueblo vibrante e ingenioso. Han sido robados, humillados, y desplazados de todo lo que una vez conocieron. Aunque muchos han tratado a través de los siglos de civilizar, cristianizar, y americanizar al pueblo indígena norteamericano, hoy existen organizaciones que reconocen la importante herencia de estas naciones. Por ejemplo, Wiconi Internacional dice: "Queremos ver que los pueblos indígenas lleguen a conocer y a experimentar una libertad suprema, y la liberación de los poderes del mal que todavía prevalecen en tierras y comunidades…"
Un día como hoy 2 de Junio de 1946 es establecida por referéndum la República en Italia. La dictadura fascista de Benito Mussolini acaecida en 1922 llevó al país a una alianza con la Alemania nazi y el Imperio de Japón, lo que la condujo a la derrota tras la Segunda Guerra Mundial. Durante el transcurso de esta guerra y en los años posteriores, miles de italianos emigraron fuera del país, teniendo como destino principalmente Argentina, Chile, Bélgica, EE.UU., Francia y Alemania. Un día como hoy 2 de Junio de 1946, un referéndum sobre la monarquía estableció la república como sistema de gobierno italiano, adoptando el país una nueva constitución el 1 de enero de 1948. Los miembros de la familia real fueron llevados al exilio, por su relación con el régimen fascista, hasta el 10 de noviembre de 2003, cuando pudieron regresar, gracias a la modificación de la constitución por el parlamento italiano. Los Tratados de Roma de 1957 firmados por seis países europeos han hecho de Italia uno de los miembros fundadores de la Unión Europea. Desde finales de los años sesenta hasta principios de los ochenta se produjo un período de insatisfacción por una situación político-institucional caótica que se tradujo en violencia callejera y lucha armada, actualmente llamado Anni de piombo (Años de plomo).
Un día como hoy 2 de Junio de 1953 en la Abadía de Westminster, Reino Unido, Isabel II es coronada reina. Isabel fue la primera hija del príncipe Alberto, duque de York (más tarde rey Jorge VI) y su esposa Isabel, duquesa de York (más tarde reina Isabel). Su padre era el segundo hijo del rey Jorge V y de la reina María, y su madre era la hija menor del aristócrata escocés Claude Bowes-Lyon, XIV conde de Strathmore y Kinghorne. Isabel nació por cesárea a las 2:40 am del 21 de abril de 1926 en la casa londinense de su abuelo materno en el número 17 de Bruton Street, Mayfair. Luego, residió brevemente en una vivienda adquirida por sus padres poco después de su nacimiento en el número 145 de Piccadilly en Londres, y en la residencia White Lodge en Parque Richmond. El 29 de mayo de 1926, el arzobispo de York, Cosmo Lang, la bautizó bajo la religión anglicana en la capilla privada del Palacio de Buckingham (destruida durante los bombardeos de Londres, en la Segunda Guerra Mundial). Fue nombrada «Isabel» en honor a su madre, «Alexandra» por la madre de Jorge V (su bisabuela paterna), que había fallecido seis meses antes, y «Mary» por su abuela paterna. En la intimidad, era llamada «Lilibet». Jorge V apreció mucho a su nieta y durante su grave enfermedad en 1929, sus visitas periódicas le elevaron el ánimo y le favorecieron en su recuperación, según acreditó la prensa popular y sus biógrafos posteriores. La única hermana de Isabel fue la princesa Margarita, nacida en 1930. Ambas fueron educadas en su casa bajo la supervisión de su madre y Marion Crawford, su institutriz, quien era llamada informalmente «Crawfie». Las clases se concentraban principalmente en historia, lenguaje, literatura y música. Para consternación de la familia real, Crawford más tarde publicó un libro biográfico sobre los primeros años de Isabel y Margarita titulado The Little Princesses. El libro describe el amor de Isabel por los caballos y los perros, su disciplina y su actitud de responsabilidad. Otros hicieron eco de tales observaciones: Winston Churchill describió a Isabel cuando tenía dos años como «un personaje. Tiene un aire de autoridad y reflexión sorprendentes para un niño». Su prima Margaret Rhodes la describió como «una niña alegre pero, fundamentalmente, sensible y de buen comportamiento». La salud de Jorge VI empeoró considerablemente durante 1951 (se le diagnosticó cáncer de pulmón en septiembre, padeció una obstrucción arterial y se le practicó una resección pulmonar) e Isabel pronto lo reemplazó en prácticamente todos los actos públicos. En octubre de ese año, realizó una gira por Canadá y visitó al presidente de los Estados Unidos Harry S. Truman en Washington; en el viaje, su secretario privado, Martin Charteris, llevaba consigo la declaración de adhesión, en caso de que el rey muriera durante la gira. A principios de 1952, Isabel y Felipe partieron para una gira por Australia, Nueva Zelanda y Kenia. El 6 de febrero de 1952, cuando apenas habían llegado a Sagana Lodge —su residencia en este último país— y tras pasar una noche en el Hotel Treetops, recibieron la noticia de la muerte del padre de Isabel. Felipe fue el encargado de transmitirle el hecho a la nueva reina. Martin Charteris le pidió que escogiera un nombre para desempeñar el cargo; optó por Isabel, «por supuesto», según declaró. Fue proclamada reina y la comitiva real se apresuró para regresar al Reino Unido, donde el matrimonio fue trasladado al Palacio de Buckingham. Con la adhesión de Isabel, parecía probable que la casa real llevase el nombre de su marido. Lord Mountbatten pensó que se convertiría, a partir de entonces, en la Casa Mountbatten, ya que Isabel habría tomado el apellido de Felipe tras el matrimonio. Sin embargo, la reina María y el primer ministro británico Winston Churchill se manifestaron a favor de mantener el nombre de la Casa de Windsor. El duque, por su parte, se quejó: «soy el único hombre en el país al cual no se le permite dar su apellido a sus propios hijos». En 1960, después de la muerte de la reina María el 24 de marzo de 1953 y la renuncia de Churchill en 1955, se adoptó el apellido Mountbatten-Windsor para Felipe y los descendientes masculinos de Isabel que no posean títulos reales. En medio de los preparativos para la coronación, la princesa Margarita le informó a su hermana que quería casarse con Peter Townsend, un plebeyo divorciado 16 años mayor que ella y con dos hijos de su anterior matrimonio. La Reina les pidió que esperaran un año; en palabras de Martin Charteris, «la Reina fue naturalmente simpática con la princesa, pero creo que ella pensó —más bien, esperó— que en un momento dado, el noviazgo terminara». Los políticos de alto rango estaban en contra de la unión y la Iglesia de Inglaterra no permitía el matrimonio después del divorcio. Si Margarita contraía matrimonio civil, tenía que renunciar a su derecho de sucesión. Finalmente, decidió abandonar sus planes con Townsend. En 1960, se casó con Antony Armstrong-Jones, I conde de Snowdon. La pareja se divorció en 1978 y Margarita no volvió a casarse. A pesar del deceso de la reina María diez semanas antes de la coronación, la coronación se celebró en la Abadía de Westminster un día como hoy 2 de junio de 1953. Antes de morir, la reina María había aclarado que en caso de su fallecimiento la coronación no debía posponerse. Toda la ceremonia, con excepción de la unción y la comunión, fue televisada por primera vez en la historia británica y la cobertura fue fundamental para impulsarle popularidad al medio; el número de licencias de televisión en el Reino Unido se duplicó a 3 millones, y más de 20 millones de espectadores vieron el evento en la casas de sus amigos o vecinos. En América del Norte, poco menos de 100 millones de espectadores vieron las transmisiones. Isabel lució un vestido encargado a Norman Hartnell bordado, según sus instrucciones, con los emblemas florales de los países de la Mancomunidad de Naciones: Rosa Tudor inglesa, cardo escocés, puerro galés, shamrock irlandés, zarzo dorado australiano, hoja de arce canadiense, helecho plateado neozelandés, protea sudafricana, loto sagrado para India y Ceilán, y trigo, algodón y yute para Pakistán.
Un día como hoy 2 de Junio de 1992 Dinamarca no acepta integrarse en el Tratado de Maastricht, al negarse el 50,7 % de la población en el referéndum celebrado. El sueño de una Europa unida recibió un día como hoy 2 de Junio de 1992 un duro revés procedente de uno de los 12 socios, Dinamarca, donde por un escaso margen de 44.000 votos la mayoría de ciudadanos dijo no en el referéndum que debía ratificar el Tratado de Maastricht sobre la unión europea. En contra de las últimas previsiones, los partidarios del no consiguieron el 50,7% de los votos, mientras que los defensores del sí se quedaron en el 49,3%. La clase política danesa no salía de su asombro tras el castigo encajado. Pocas horas antes de la apertura de los colegios electorales, un sondeo presagiaba la victoria del sí por una diferencia de seis puntos sobre el no. La elevada participación en la urnas, rozando el 83%, no sirvió para corroborar los pronósticos, que en ningún momento previeron un triunfo de los opositores al tratado. La respuesta en las urnas ha resultado especialmente sorprendente porque las fuerzas políticas que defendían el sí -conservadores, liberales, socialdemócratas y radicales- constituyen más del 80% del Parlamento danés. Junto a ellos, el movimiento sindical había dado su apoyo durante la campaña en favor de la unión europea. Por el contrario, sólo los socialistas, ecologistas y la extrema derecha apostaron abiertamente por el “no”. El primer ministro, el conservador Poul Schlueter, negó que fuera a presentar su dimisión o convocar nuevas elecciones, pero el ministro de Asuntos Exteriores, Uffe Ellemann-Jensen, del Partido Liberal, reconoció que la clase política danesa "ha desestimado los deseos del pueblo" y apuntó hacia una “crisis” parlamentaria ante las diferencias entre lo deseado por los partidos y lo escogido, por los votantes. "Son momentos difíciles", dijo, "y habrá que esperar a ver lo que piensan nuestros socios en Europa". El rechazo del pueblo danés invalida el Tratado de Maastricht y obliga a los otros 11 países de la Comunidad Europea (CE) a partir de cero. Quedan ahora en manos de Dinamarca para cualquier iniciativa futura de relanzar la unión europea. Las primeras reacciones de funcionarios de la CE apuntan a que incluso para una aplicación del tratado a 11, igual que sucede con la exclusión del Reino Unido de la Carta Social, "hace falta un acuerdo a l2". Aunque desde un punto de vista formal el referéndum carece de valor jurídico, políticamente es impensable que, tras la decisión del Gobierno de someter a consulta el tratado, el Ejecutivo y el Parlamento de Dinamarca decidan actuar en contra de la opinión mayoritaria del pueblo. Tras el referéndum de ayer, Maastricht es como si no hubiera existido y la construcción europea tendrá que replantearse.
Un día como hoy 2 de Junio de 1998 en el estado de California, Estados Unidos es aprobada por votación popular la Propuesta 227, que elimina el programa de educación bilingüe en ese estado. Los electores de California un día como hoy 2 de Junio de 1998 votaron a favor de la Propuesta 227, que elimina el sistema de educación bilingüe vigente durante 30 años en un estado donde se hablan más de 50 lenguas, en el marco de las elecciones primarias del martes. La propuesta 227, impulsada por el magnate de las computadoras Ron Unz, reemplazará el sistema de educación bilingüe con un programa de inmersión al inglés que contempla un año de clases de transición previo para aquellos niños cuya lengua materna es diferente. Tras el escrutinio del 92 por ciento de los centros electorales, los resultados indicaron el miércoles que el 61 por ciento de los votantes aprobaron la Propuesta 227 y el 39 por ciento se opuso. Quienes no aprueban la medida planean continuar con su oposición en los tribunales. En California se hablan más de 50 lenguas y el estado ofrece instrucción en veinte de ellas. La lengua materna del 80 por ciento de los niños con un conocimiento limitado del inglés es el español. Los padres que lo deseen, pueden pedir que sus hijos reciban una educación bilingüe pero sólo bajo condiciones limitadas. A partir de ahora muchos estados evaluarán sus programas de educación bilingüe , dijo Unz. Al aprobar esta propuesta en California, estamos generando un impacto en el resto del país. La mitad de los programas de educación bilingües del país se concentran en California, agregó. Además de establecer que todos los niños deben recibir educación en inglés, la propuesta permite a los padres iniciar acciones legales si los maestros no cumplen con la medida. Quienes favorecen la propuesta sostienen que si se tiene en cuenta la experiencia de generaciones anteriores, los niños pueden aprender a hablar inglés rápidamente y que el sistema actual los condena a un limbo lingüístico. Los detractores de la medida afirman que la propuesta de Unz no es una solución y que amenaza a un amplio sector de la población de California.
Un día como hoy 2 de Junio de 2014 abdica el Rey Juan Carlos de España a favor de su hijo el príncipe de Asturias Felipe IV alegando un largo proceso de debilitamiento de su salud anunció el presidente español Mariano Rajoy. Juan Carlos I de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, nació en Roma, Italia, el 5 de enero de 1938 anunció su abdicación como rey de España a favor de su hijo un día como hoy 2 de junio de 2014. Fue proclamado el 22 de noviembre de 1975, tras la muerte de Francisco Franco, de acuerdo con la Ley de Sucesión en la Jefatura del estado de 1947. La Constitución española, ratificada por referéndum popular el 6 de diciembre de 1978 y promulgada el 27 de diciembre del mismo año, lo reconoce expresamente como rey de España y legítimo heredero de la dinastía histórica de Borbón, otorgándole la jefatura del Estado. La Carta Magna confiere a su dignidad el rango de símbolo de la unidad nacional. Anteriormente a su proclamación, había desempeñado funciones interinas en la jefatura del Estado durante la enfermedad de Franco. A lo largo de su reinado, el rey ha gozado de un elevado apoyo popular tanto en España como en Iberoamérica. Sin embargo, en 2012 esta tendencia cambió de forma drástica y el apoyo se redujo hasta el punto de que, en abril de 2013, un 53 % de la población desaprobaba la forma en que desempeñaba sus funciones, aunque manteniendo una valoración positiva superior con respecto a las diferentes partes del organigrama político español. El papel del rey durante la Transición española y su intervención para frenar el intento de golpe de Estado de 1981, su apoyo a la unidad europea y su contribución a la hora de estrechar relaciones diplomáticas, han sido objeto de diversos homenajes, reconocimientos, premios y galardones internacionales como el Premio Carlo magno (1982), el Premio Félix Houphouët-Boigny para la Búsqueda de la Paz de la Unesco (1995), la «Medalla de la Democracia» de la Universidad Yeshiva (1997), el Premio «Estadista Mundial» de la Fundación Appeal of Conscience (1997) o el Premio Estatal de la Federación Rusa (2011), entre otros. Sobre su papel durante los primeros años de su reinado, la revista Time publicaría que el rey Juan Carlos surgió «como uno de los héroes más improbables e inspiradores de la libertad del siglo XX, desafiando un intento de golpe militar que buscaba subvertir a la joven democracia posfranquista de España». Un día como hoy 2 de junio de 2014, Mariano Rajoy anunció la voluntad del monarca de abdicar. Le sucede su hijo, Felipe VI, tras la aprobación de una ley orgánica como establece el artículo 57.5 del texto constitucional. Por tratarse de una abdicación hubo que crear una ley orgánica en España.
Un día como hoy 2 de Junio de 2015 en Suiza, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter anuncia su dimisión en el cargo y que llamara al consejo de dicho organismo para elegir suceso. Con información de BBC Mundo. El presidente de la FIFA, Sepp Blatter, anunció un día como hoy 2 de junio de 2015 su dimisión como rector del máximo órgano del balompié en una comparecencia ante la prensa que ofreció en la sede de la asociación en Zurich. Tan sólo cinco días después de ser reelegido para su quinto mandato, Blatter dijo que convocará "lo antes posible" un congreso extraordinario para elegir a su sucesor. "Aunque los miembros de la FIFA me dieron un nuevo mandato, no parecía que era apoyado por todo el mundo", señaló Blatter, de 79 años. Aclaró que la semana pasada se había sentido "obligado" a presentarse a la reelección por considerar que eso era lo mejor para la institución. Bajo investigación. Apenas horas después de anunciar su renuncia, medios en EE.UU. están informando que Blatter está siendo investigado por el FBI por corrupción como parte de todo el proceso que se inició con la detención de altos funcionarios de la FIFA la semana pasada en Zúrich. Fiscales estadounidenses lanzaron una amplia investigación criminal que implica delitos que van desde sobornos, lavado de dinero, asociación delictiva hasta fraude. Catorce funcionarios de la FIFA son blanco del proceso judicial. El corresponsal de la BBC en Nueva York, Nick Bryant, informa que varios funcionarios estadounidenses le dijeron al diario The New York Times que esperan lograr la cooperación de figuras destacadas de la FIFA ahora acusadas, con el fin de presentar un caso sólido contra Blatter. En los anuncios que se hicieron la semana pasada se describió la situación dentro del máximo organismo rector del fútbol mundial como un caso de corrupción "rampante, sistemático y arraigado", aunque la fiscal general de EE.UU., Loretta Lynch, no acusó directamente a Blatter. Sin embargo, aseveró que el proceso apenas estaba comenzando. Esta es la más grave crisis que ha enfrentado la FIFA en su historia. Al frente temporalmente. El renunciante presidente de la FIFA dijo que lo seguirá siendo hasta ese congreso extraordinario y le pidió al Comité Ejecutivo que lo organizara para "lo antes posible". Además dijo que el congreso ordinario previsto para el 13 de mayo en Ciudad de México "crearía un retraso innecesario". "Es necesario que esto se haga según los estatutos de la FIFA y debemos dar suficiente tiempo para que se presenten los mejores candidatos y hagan campaña". "Estoy muy vinculado a la FIFA y sus intereses. Esos son los intereses que me importan y por eso es que estoy tomando esta decisión", añadió Blatter. "Lo que más me importa es la institución de la FIFA y el fútbol en todo el mundo". En el comunicado leído por Blatter ante los medios, dijo que ha estado reflexionando sobre los 40 años que lleva ligado al a FIFA. "Quiero a la FIFA más que nada y lo que quiero hacer es sólo lo que es mejor para la FIFA y para el fútbol". Cambios profundos. El presidente de la UEFA, el francés Michel Platini, señaló en un comunicado: "Fue una decisión difícil, una decisión valiente y la decisión adecuada". Blatter, quien dejó claro que por supuesto no va a ser candidato, dijo que en cualquier caso la FIFA necesita "una profunda revisión". "Necesitamos ayuda para hacer cambios estructurales profundos". Sin hacer referencia directa al caso de corrupción destapado por las autoridades estadounidenses consideró que es necesario reducir el tamaño del Comité Ejecutivo y que sus miembros sean elegidos en el congreso de la FIFA. "Los controles de integridad para todos los miembros ejecutivos deben organizarse de forma centralizada a través de la FIFA y no de las confederaciones. Necesitamos límites no solo para el presidente sino para todos los miembros del Comité Ejecutivo", dijo. Agregó que sus esfuerzos para conseguir estos cambios "han sido bloqueados". "Esta vez lo lograré". Escándalo. La elección de Blatter se produjo en medio de un escándalo de corrupción que afecta a varios funcionarios del organismo rector del fútbol mundial. La policía suiza detuvo a siete ejecutivos de la FIFA en Zurich, dos días antes de que iniciara el congreso anual en el que se reelegió a Blatter. Sin embargo, la fiscalía suiza aclaró que Blatter no está siendo investigado y agregó: "Su renuncia no tendrá influencia en el proceso criminal abierto". La fiscalía estadounidense acusa formalmente a 14 personas -nueve autoridades de la FIFA y cinco empresarios o ejecutivos- de haber recibido o pactado sobornos por unos US$150 millones a cambio de derechos de transmisión, publicidad y patrocinio de torneos de fútbol y adjudicar sedes de campeonatos.
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