Compilado por Luis Montes Brito
Un día como hoy 22 de junio de 1688 en Basilea, Suiza es inventada la palabra Nostalgia por al aspirante a médico Johannes Hofer. Tomado de ABC de España. Hay muy pocas palabras que tengan una fecha de nacimiento, pero la nostalgia es una de ellas. Fue un día como hoy 22 de junio de 1688: el día en que Johannes Hofer, un joven de apenas diecinueve años, presentó su tesis preliminar en la Universidad de Basilea. Contra todo pronóstico, la nostalgia no la inventó un poeta, sino un médico. Aquel texto llevaba por título «Dissertatio medica de nostalgia oder Heimweh». Era la primera vez que aparecía aquel término de composición griega: «nóstos» hacía referencia al regreso; «álgos» al dolor. Este joven aspirante a doctor la utilizó para referirse a una enfermedad o una tristeza provocada por el desarraigo de la patria. La anécdota la cuenta el filósofo Diego S. Garrocho en «Sobre la nostalgia» (Alianza), su nuevo libro. «Con el paso del tiempo, el extraordinario éxito del neologismo sirvió para imprimir una nueva legitimidad a la nostalgia. La que originariamente fuera una enfermedad de la memoria de los soldados, comenzó a cobrar una cierta dignidad y llegó a gozar, incluso, de cierto prestigio», explica en el ensayo. De hecho, en 1787 William Falconer llegó a asociar la nostalgia con la calidad de un país. Él sostenía que era propia de los suizos, que gozaban de un gobierno «moderado, libre y feliz» «Según Falconer, para poder añorar la patria hacía falta que se dieran unas condiciones mínimas de buen gobierno en la nación de origen», recuerda Garrocho en su libro. Y más tarde, el 29 de agosto de 1806, C. Castelnau señaló en La Escuela de Medicina de París que la nostalgia era una enfermedad de hombres honestos y sensibles. Sin embargo, Garrocho insiste en sus páginas que el término llegó tarde, pero la sensación ya estaba en los albores de la cultura europea: en la «Odisea» o, también, en Platón, que fundó su filosofía sobre un profundo sentimiento de añoranza de un mundo perfecto del que los hombres habíamos sido arrancados para habitar nuestros cuerpos en esta realidad imperfecta.
Un día como hoy 22 de Junio de 1938 en Puerto Rico, Luis Muñoz Marín funda el Partido Popular Democrático. El Partido Popular Democrático de Puerto Rico (PPD) es una entidad política
existente en Puerto Rico fundada
un día como hoy 22 de junio de 1938 por Luis Muñoz Marín. Un grupo de líderes
del partido se han mantenido luchando tradicionalmente por defender y mantener
la relación actual que existe entre Puerto Rico y Estados Unidos y que desde el año 1952 se le conoce como “Estado Libre
Asociado” en Español, aunque el Congreso de Estados Unidos lo reconoce como Commonwealth of
Puerto Rico. Otro grupo de líderes del partido es conocido como Autonomistas.
Estos prefieren luchar por la soberanía del
Estado Libre Asociado con el fin de terminar la relación actual eliminando la
cláusula territorial, llevando a Puerto Rico hacia
un pacto de asociación libre con
los Estados Unidos que cumpla con lo estipulado en la "Carta Magna de la
Descolonización" (Resolución 1514 de 1960) redactada por la Organización
de las Naciones Unidas. Los miembros del Partido Popular Democrático son
conocidos como populares.
La pieza musical Jalda arriba es considerada el himno del partido,
su emblema es el jíbaro puertorriqueño y su lema es Pan, Tierra y Libertad.
Un día como hoy 22 de Junio de 1940 Francia se rinde ante la Alemania Nazi en
la Segunda Guerra Mundial. En Dunkerque, Francia, más
de 300.000 soldados de los ejércitos británico y francés, en una desesperada
acción, lograron escapar del cerco alemán, utilizando embarcaciones de todo tipo (barcos de guerra, yates de recreo,
etc.), acosados por la Luftwaffe y
los blindados. Las tropas
británicas fueron repatriadas al Reino Unido, en tanto que los efectivos franceses se
reintegraron a la lucha. La huida de Dunkerque permitió evitar
el colapso del ejército británico, pero a
costa de abandonar
todo su material pesado(artillería, carros de combate, etc.) en las playas y dejar a Francia sola
frente a los agresores. Las Ardenas. Simultáneamente (12 de mayo de 1940), más al sur, el general Heinz Wilhem Guderian lograba franquear el
bosque de las Ardenas,
irrumpiendo con sus blindados en la llanura francesa, y rebasando por la espalda al
ejército francés y la Línea Maginot. El
primer ministro francés Paul
Reynaud sustituyó
al comandante en jefe francés Gamelin por Weygand. Pero el cambio no alteró el
rumbo de las hostilidades. Ambos generales, de ideas anticuadas, fueron
incapaces de adaptarse al nuevo y revolucionario tipo de guerra llevado a cabo
por los alemanes. La derrota de Francia. Las tropas
francesas fracasaron en un último intento de
contener a los alemanes en la línea
Somme-Aisne. El día 9 de junio el gobierno francés abandonó París, la declaraba "ciudad
abierta" para
evitar su destrucción, y se trasladaba a Burdeos. Un día después, Italia declaraba la guerra a
Francia y Reino Unido. El gobierno francés firmó el armisticio el 22 de junio, en Rethondes cerca de Compiègne, en el
mismo vagón de tren donde se había signado, el 11 de noviembre de 1918, la
rendición alemana en la Primera
Gran Guerra. El primer ministro británico, Winston Churchill,
fracasó en su empeño de que Francia continuase la resistencia. Por la delegación
alemana asistieron, Hitler, Göring, Erich Raeder, Rudolf Hess, Von Ribbentrop,
Walter von Brauchitsch y Wilhelm Keitel. Paul-Otto Schmidt fue el traductor de Hitler. Por la
delegación francesa estuvieron presentes Charles Huntziger, Léon Noel, Maurice
Le Luc, Jean Marie Joseph Bergeret y
Georges Parisot. Consecuencias
de la derrota de Francia. La firma del armisticio reducía
a Francia a durísimas condiciones: Tres
quintas partes de territorio francés (el norte, incluyendo
París) fueron ocupadas
por los alemanes. El resto, incluyendo las colonias, quedó bajo un gobierno francés con capital en
Vichy. El Ejército
quedó reducido a 100.000 efectivos. Francia quedaba obligada a
onerosas reparaciones de guerra. El gobierno de Vichy (pequeña
ciudad del centro de Francia) fue
presidido por el Mariscal Petain, antiguo héroe de la Primera Guerra mundial.
El “Régimen de Vichy” se caracterizó por su conservadurismo y autoritarismo.
Colaboró en todo momento con los nazis que dirigirían el resto de Francia desde
París. Tras la liberación del país, Petain y
su gobierno fueron declarados traidores a Francia y juzgados como tales. Sin embargo, todos los
franceses acataron los términos del armisticio. El General Charles De Gaulle galvanizó buena parte de los
descontentos y lideró desde el exilio una activa resistencia, prosiguiendo
la lucha contra la ocupación. Balance de la guerra
hasta junio de 1940. Hasta junio de 1940, los éxitos
alemanes habían sido apabullantes. Habían vencido en Polonia, Dinamarca, Noruega,
Bélgica, Holanda, Luxemburgo y Francia; además habían asestado un golpe importante
a Reino Unido. Italia había entrado en guerra. Quedaba
pendiente a Hitler la invasión de
las Islas Británicas. El primer ministro británico Churchill
expresó en el Parlamento Británico sus temores.
Un día como hoy 22 de Junio de
1941 en la Operación Barbarroja,
Alemania invade la Unión
Soviética. Se llama así a la proyectada invasión a
Rusia que a causa de su fracaso, marca el comienzo del fin de la expansión
alemana. El invierno más crudo del siglo (40 grados bajo cero en Leningrado)
atrapa a los atacantes en plena campaña. Esta se inicia en junio de 1941, sin
declaración de guerra previa y en un rápido avance tácticamente similar al
desarrollado en Polonia. El avance por el centro tiene como objetivo la ciudad
de Moscú, y el del sur, alcanzar los campos petrolíferos del Caúcaso. El
ejército soviético, mal armado, mal pertrechado y sobre todo, mal conducido a
raíz de las “purgas” (Stalin hizo ejecutar a muchísimos oficiales en los que no
tuvo confianza absoluta), permite los alemanes “embolsar” ejércitos rusos
completos (en la gran bolsa de Kiev son tomados 665.000 prisioneros, muertos
300.000 rusos, capturados 3.500 cañones y 884 blindados). Un párrafo aparte
merece el logro más extraordinario de los rusos. Para evitar que la
industria pesada soviética cayera en manos alemanas, Stalin y sus consejeros
idearon llevar todas las fábricas posibles del otro lado de los montes Urales. En un esfuerzo increíble, trabajando contra reloj,
miles fábricas son desmanteladas hasta él último tornillo, subidas sus partes
en camiones, vaciados los camiones en trenes y trasladados al este junto con
sus operarios. Este esfuerzo posibilita la salvación de Rusia y su posterior
contraofensiva. Hitler creía que la rapidez en la acción era imprescindible
para evitar lo que consideraba una grave amenaza, es decir, que las
«infrahumanas» razas eslavas llegasen a superar en número a los «arios». Mas
allá de exterminar al «bolchevismo judío», la industria y la expansión alemanas
necesitaban la mano de obra y los recursos de aquella extensa región. Ese fue
ciertamente el principal objetivo de Hitler al lanzarse a la conquista de
Noruega y de Francia en 1940, pero era fundamental neutralizar el frente oeste,
plan que se vio sin embargo abortado al negarse Churchill a negociar la paz con
Alemania después de la caída de Francia en 1940. La «Operación Barbarossa»
(o Barbarroja) se lanzó a las tres de la madrugada del 22 de junio de
1941. Abrió un frente de 2.000 kilómetros de longitud en el que combatieron 140
divisiones con un total de tres millones y medio de hombres. Las tropas
alemanas se abrieron en abanico, hacia Leningrado, Moscú y Kiev y tomaron a
Stalin desprevenido. No creía que los alemanes llegasen a atacar, por lo menos
en aquellos momentos. Pero, una vez que Stalin no tuvo más remedio que
reconocer su error, su reacción fue fulminante. El 3 de julio de 1941 llamó a
su pueblo a «combatir sin piedad» en la «gran guerra patriótica». Fue una
guerra total sin precedentes, con el concurso de todos los efectivos humanos y
económicos. Incluso las mujeres fueron movilizadas, y 80.000 de ellas se
integraron en unidades de combate del ejército soviético. La guerra no empezó
bien para Stalin. A lo largo de 1941, el ejército alemán barrió el territorio
soviético. Pero, a medida que se retiraban, las tropas soviéticas pusieron en
práctica la táctica de «tierra quemada», destruyendo las casas, los depósitos
de combustible y las fincas. En los frentes, el Ejército Rojo sufrió una
carnicería y los millones de soldados soviéticos que cayeron prisioneros fueron
tratados con suma brutalidad. No eran considerados «compañeros de armas» sino
«inútiles bocas que alimentar». Los mataban sobre el terreno y, quienes
sobrevivían, morían de hambre, a causa de extenuantes trabajos forzosos o
víctimas de enfermedades mortales como el tifus, entre tres y cuatro millones
de prisioneros soviéticos murieron en cautividad. Para mayor ensañamiento, las
tropas alemanas no sólo se cebaron en los militares sino también en los
civiles. En la población ucraniana de Kerch los nazis asesinaron a 170.000
civiles. De los 25 millones de soviéticos que murieron, la mitad fueron
civiles. Para poder seguir avanzando, las tropas alemanas tenían que subsistir
con lo que saqueasen. De ahí que los campesinos fuesen quienes más sufrieron.
Ciudades enteras fueron arrasadas y las mujeres y los niños asesinados en masa.
Una orden del alto mando militar alemán, del 6 de junio de 1941, disponía que
los soldados fusilasen a todos los militares del Ejército Rojo y a todos los
judíos. Gran parte de las matanzas las llevaron a cabo unidades especiales de
las SS alemanas, llamadas Einsatzgruppen. Estos miembros de las SS
y de las unidades de la policía, ayudados en muchos casos por soldados del
ejército regular, mataron cruelmente a los comunistas y, sobre todo, a los
judíos fuera de las líneas del frente. Los antisemitas locales fueron alentados
a organizar matanzas en sus poblaciones. Inicialmente, las víctimas eran
apaleadas hasta la muerte o fusiladas en masa junto a fosas comunes, pero en la
primavera de 1942 fueron gaseadas en las cámaras de los campos de exterminio.
El gas era considerado un medio más eficiente de asesinar a gran número de
personas, aparte de que a los perpetradores les resultaba psicológicamente más
fácil. No obstante, de manera gradual, las tropas soviéticas empezaron a darle
la vuelta a la situación. La brutalidad alemana, unida al fortalecimiento del
sentimiento nacionalista y a la reorganización del Ejército Rojo, empezó a
surtir efecto. En términos militares, las batallas más decisivas tuvieron lugar
en Leningrado, Moscú, Stalingrado y Kursk. La campaña de Leningrado fue muy
larga pero Hitler estaba resuelto a conquistar la ciudad porque la consideraba
la «cuna del bolchevismo».
Un día como hoy 22 de Junio de 1986 en el Mundial de Fútbol de México, el jugador Diego Maradona hace un gol con la mano (acto que se
llamará humorísticamente «la Mano de Dios») contra la selección británica.
Posteriormente, y durante el mismo partido, realiza el Gol del siglo, considerado el mejor gol de la
historia. El partido más trascendente en la carrera futbolística
de Diego Maradona se disputó un día como hoy 22 de junio de 1986, bajo un sol
hiriente en el mediodía mexicano cuatro años y ocho días después del
enfrentamiento argentino ante los ingleses en la guerra por las Islas Malvinas.
Maradona subió en esa jornada a un pedestal reservado para un puñado de ídolos
populares argentinos y no bajó nunca más. El pibe de oro estaba cerca de
cumplir los 26 años, llevaba casi diez como profesional y le quedaba cuerda
todavía para once temporadas más de regates y polémicas. Ese día quedó trazada
la línea entre el antes y el después en su carrera. Cuando se jugaban 51
minutos de un partido de cuartos de final en ese Mundial de México, Maradona no
encontró mejor manera de superar en un salto al gigante portero inglés Peter
Shilton que estirar su brazo izquierdo para darle un puñetazo al balón. Gol.
¿Gol? Sí, gol. Porque el árbitro tunecino Alí Bennaceur señaló el centro el
campo y se mantuvo firme en su decisión pese a las protestas de los jugadores
dirigidos por Bobby Robson, y pese a estar evidentemente algo aturdido y
desorientado. Hubo sorpresa, confusión. Delirio en un sector del estadio
colmado por 114.000 personas e indignación en otros. Aquel gol ilícito quedó
lacrado como una muestra inigualable de la colección de transgresiones de una
personalidad del deporte que ha desatado por igual idolatría y rechazo. "Cuando
pienso en Inglaterra, no puedo sacarme de la cabeza a los pibes que murieron en
la guerra de las Malvinas", había dicho Diego días antes del aquel
encuentro. Horas después del partido, cuando el asunto ponía rojos de bronca a
los ingleses y a los defensores del "fair play", Maradona dijo que
había marcado el tanto "con la mano de Dios".
Pero cuatro minutos
después de aquel hecho insólito, Diego mostró al mundo indignado su obra
cumbre. El gol más bello en la historia de los Mundiales. La jugada duró 10
segundos, en los que Maradona recorrió 60 metros con el balón dominado, eludió
a seis jugadores ingleses y lo tocó suavemente ante la salida de Shilton. No
han sido pocos los que aseguraron que aquel gol blanqueaba el anterior. "Sufrí
el gol más bonito que a uno le pueden hacer. Hasta lo sufrí como amante del gol
que soy, porque debe ser el mejor de la historia de los Mundiales", dijo
al día siguiente el goleador inglés Gary Lineker. "Hice toda la jugada
para pasarte la pelota, pero me encerraron y no tuve otra alternativa que
seguir", comentó Maradona a Jorge Valdano en el vestuario. "No lo
puedo creer", atinó a decir éste. "Hizo todo lo que hizo y además
pudo ver que yo iba por la izquierda del ataque. No lo puedo creer", se
indignó en su alegría el propio Valdano. Antes de aquel partido inolvidable,
había brillado en el debut frente a Corea del Sur, en el que sufrió la
violencia de los rivales como en ningún otro juego del Mundial y en el choque
frente a Italia, en el cual convirtió su primer tanto. Maradona decoró su faena
en aquel Mundial con dos goles a Bélgica en las semifinales -para muchos
aquella actuación fue aún mejor que la de Inglaterra, pero ya sin el rival más
odiado- y con otra genialidad en la final ante Alemania. En esa ocasión el
jugador símbolo del fútbol de Argentina midió magistralmente el espacio y la
situación para meter un pase antológico a Jorge Burruchaga, también en el
Azteca, cuando el partido estaba igualado 2-2 y faltaba muy poco para el pitido
final del árbitro brasileño Romualdo Arpi Filho. "Burru" tocó la
pelota con clase, el guardameta Schumacher quedó desairado, el resultado
quedaba consagrado con un 3-2 para el equipo albiceleste y minutos después
Maradona alzó la segunda Copa del Mundo lograda por los argentinos en la
historia. Hoy todo el país se acuerda de Diego besando esa copa. Y lo añora.
Como añora a Maradona, años después de su retiro.
Un
día como hoy 22 de Junio de 2010 comienza
el Partido Mahut-Isner de Wimbledon 2010, que será conocido como el partido de
tenis más largo del mundo, tanto en duración (11 horas y 5 minutos)
como en número de juegos (183). ohn Isner entrará en la historia
como el ganador del partido de todos los récords. El estadounidense se impuso a
Nicolas Mahut en un choque que duró once horas, en las que se pudieron
disfrutar de 183 juegos, 980 puntos, 215 saques directos, 490 goles
ganadores... y sólo tres breaks. Después de que su imagen
diera el miércoles la vuelta al mundo, John Isner y Nicolas Mahut acapararon
este jueves gran parte de los focos mediáticos. El estadounidense y el francés
debían acabar el partido más largo de la historia de este deporte. Salieron
escoltados de los vestuarios como si se trataran de los dos últimos campeones
del torneo y entraron en la modesta Pista 18 con gradas de apenas tres pisos
bajo una sonora ovación del respetable. Tras un breve peloteo, comenzó el
partido con un parcial de 59-59 en el marcador del quinto set y 9:54 horas en
el reloj del tiempo consumido. Finalmente fue Isner quien logró una victoria
que pasará a los anales de la historia de este deporte. Un partido de la
primera ronda de Wimbledon que se ha convertido en 'el partido de los récords'.
Isner se impuso a Mahut por un marcador global de 4-6, 6-3, 7-6(7), 6-7(3) y 70-68 tras once horas y cinco minutos de juego. Nadie quiso perderse el encuentro del siglo y por ello las gradas
están abarrotas. Entre ellas, John McEnroe no pierde detalle de lo que hace su
compatriota en pista. En cuanto al área de prensa es reseñable que hubo más
medios que en la Central, donde a la vez juegan Caroline Wozniacki y Kai-Chen
Chang. El partido se reanudó con Isner al servicio y cometiendo una doble
falta, algo que no alteró su juego ya que en ese mismo juego 'inicial'
consiguió su saque directo número 100. A partir de ahí, fue Mahut quien pareció
más fresco físicamente, pero ninguno de los dos dieron su brazo a torcer.
Parecía que el partido no se iba a consumir nunca, pues la paciencia de los
presentes quedó colmada en la jornada de ayer. Fue finalmente en el juego 183
del partido cuando Isner aprovechó un error del francés en la red para lograr
el punto de la victoria. Los dos se saludaron en la red a sabiendas de que
habían entrado la historia del Tenis. Pero sólo el nombre de John isner quedará
grabado a fuego en la memoria de quien ha podido ver este partido histórico.
Un día
como hoy 22 de Junio de 2012 en Paraguay, el Senado
realiza un juicio político al
presidente Fernando Lugo, al cual terminan destituyendo de su cargo. Fernando Lugo, el ex obispo
de izquierdas que acabó en 2008
con 61 años de gobierno del Partido Colorado en Paraguay, ha sido destituido este
viernes por el Senado mediante un juicio político. Mientras en el exterior del
Congreso miles de seguidores de Lugo coreaban “el pueblo unido jamás será
vencido”, a las cinco y media de la tarde (seis horas más en la España
peninsular), 39 senadores han votado a favor de la destitución, cuatro en
contra y dos se han ausentado. El expresidente ha comparecido poco después ante
las cámaras. "Es la historia paraguaya sin democracia la que ha sido
herida profundamente. Espero que sus ejecutores tengan presente la gravedad de
sus hechos", ha declarado, para luego agregar: "Esta noche salgo
por la puerta más grande de la patria: por la puerta del corazón de mis
compatriotas". Es Federico Franco, un médico de familia conservadora
perteneciente al partido Liberal, el que sustituirá a Lugo como presidente.
"Dios y el destino quiso que asuma la Presidencia de la República",
ha afirmado al jurar el cargo. En una rueda de prensa posterior, Franco ha
tratado de zanjar la polémica: "Acá no hay golpe". El presidente
interino ha admitido que su situación "no es fácil" y que "hay
inconvenientes con la comunidad internacional", pero ha defendido la
legalidad del "juicio político" que supuso ayer la destitución de
Fernando Lugo y su toma del poder. "No hay quiebra institucional. Es una
situación legal que la Constitución y las leyes de mi país permite para hacer
un cambio cuando la situación se produce inviable", ha sostenido. El
origen de la crisis política fue la matanza de seis policías y once campesinos que se produjo el 15 de junio en el
norte del país tras la ocupación de una finca por cientos de campesinos. Tras
esa matanza, el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), con el que gobernaba
Lugo en coalición, le retiró su apoyo el jueves y se unió a su eterno
contrincante, el Partido Colorado, para provocar un juicio político contra el
presidente. Este proceso está contemplado en la Constitución vigente desde
1992. “Es legal pero no es legítimo”, comentaba uno de los partidarios de Lugo.
“Se hizo lo que
se tenía que hacer”, declaraba un senador de derechas tras la destitución. El
Congreso paraguayo ha desoído a los ministros de Exteriores de la Unión de
Naciones Suramericanas (Unasur) que se había desplazado a Asunción y a su
secretario general, Alí Rodríguez, quien ha leído un comunicado en le que se
oponían al proceso. Los líderes de Brasil, Venezuela y Ecuador, entre otros, se
han pronunciado en contra de la sentencia. Argentina incluso ha calificado el
proceso contra Lugo de "golpe de Estado". Por su parte, el Gobierno español
se ha limitado hoy a emitir un comunicado en el que se muestra a favor del
"pleno respeto a la institucionalidad democrática y el estado de
derecho" en Paraguay, y manifiesta su confianza en que el país "logre
encauzar la actual crisis política". El presidente de la Conferencia
Episcopal Paraguaya, Claudio Giménez, y otras autoridades eclesiásticas del
país habían solicitado al antiguo obispo Lugo que
renunciara antes de que se emitiera ningún veredicto “para preservar la paz y
evitar que haya más violencia y más muerte”. Pero Lugo rechazó la propuesta y
denunció en el canal venezolano Telesur que estaba sufriendo un “golpe de Estado exprés”. Hasta el último momento los colaboradores intentaron
negociar con senadores liberales para revertir el resultado de la votación. Los
abogados de Lugo presentaron un recurso de inconstitucionalidad ante la máxima
instancia judicial del país para retrasar el proceso. Pero todos los intentos
estaban abocados al fracaso. A la plaza del Congreso seguía llegando gente a un
ritmo muy lento. A mediodía apenas sumarían unas 2.000 personas. Por la noche,
rebasaban los 5.000. “Esto de que vengan campesinos de todo el país a la
capital no ha ocurrido nunca. A ellos les cuesta mucho venir, son gente muy
pobre y no tienen tampoco recursos logísticos”, explicaba un periodista del
diario Última Hora.
Para quienes se iban congregando en la plaza, la cosa estaba clara: a un lado
estaba Fernando Lugo, con todos sus defectos, y al otro los grandes oligarcas
que siempre gobernaron el país, junto a la Iglesia y al 95% de los medios de
comunicación. El chófer Héctor Díaz, de 47 años, decía: “Si al presidente de la
república le hacen esto, ¿qué puedo esperar que me hagan a mí?”. A su lado, el
sociólogo y colaborador del Gobierno José Carlos Rodríguez llevaba en el
bolsillo una copia subrayada del libelo que con la firma de 76 diputados se
presentó el jueves en el Senado contra Lugo: “Mire, mire, lo que pone aquí:
‘(…) Ha quedado por demás demostrado la falta de voluntad del Gobierno para combatir
al Ejército del Pueblo Paraguayo, que se ha convertido, al amparo y con la
complicidad del Gobierno, en el azote de los ciudadanos de los departamentos de
Concepción y San Pedro’. Si eso fuese cierto, valdría para mandar a la cárcel a
cualquier presidente inmediatamente”. A Lugo solo le restaban nueve meses para
concluir su mandato de cinco años como presidente de Paraguay. Entonces, ¿por
qué provocar su destitución ahora? “La clave son las elecciones de 2013”,
indica el funcionario Bernabé Pencuyo, de 60 años, quien también acudió a la
plaza para apoyar a Lugo. “Provocando su destitución, algunos candidatos
presidenciales del Partido Colorado y otros liberales se garantizan que Lugo no
actuará en contra de ellos como presidente durante la campaña electoral”.
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