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Mencionábamos
también que, entre los usos absurdos (casi diría que patológicos) de las redes
sociales, éste no era el único. Otro demasiado común es el exhibicionismo, la
exposición exagerada e irracional de uno mismo. Por ejemplo, viéndolo desde un
punto de vista racional, ¿Qué sentido tiene tomarse treinta selfies al día,
casi a cada paso que uno da, para subirlos a las redes? En la vida real, ¿Nos
preocuparíamos a cada momento de decirles a los demás: “Mírenme cruzando la
calle”, “ahora mírenme subiendo las gradas”, “ahora mírenme con mi prima”…
Ridículo, ¿verdad? Pues eso es lo que hacemos con los selfies en el mundo
virtual. La fiebre por los selfies llega al punto de que hay personas que han
perdido la vida en accidentes por buscar selfies arriesgados ¿Y para qué?
Pero el
exhibicionismo en las redes va más allá. La inhibición que se siente en la vida
real desaparece, y es común ver en las redes a gente que se exhibe con ropa
íntima, y hasta sin ella. ¿Se imaginan en la vida real caminar por la calle en
calzones y brasier, o incluso desnudo/a? Pues eso es lo que hacemos en la vida
virtual. Esta tendencia al exhibicionismo es más común entre los jóvenes,
quienes valoran enormemente tener una vida activa, atrevida e intensa; y el
exhibirla es una forma de mostrar que realmente se tiene, mientras que piensan
que si no se muestra es porque no se tiene. Y en realidad esto funciona al
revés. Cuando pones demasiado interés en mostrar que la tienes, es probable que
no la tengas, o que no tengas la que quisieras o la que quisieras que los demás
vean en ti.
Este
exhibicionismo suele ser un síntoma de inseguridad en uno mismo. Y puede
considerarse normal esta inseguridad en los jóvenes; a fin de cuentas, los
jóvenes son jóvenes, y la seguridad es algo que se adquiere con el tiempo, con
la experiencia. Pero cuando esta tendencia al exhibicionismo se da en personas
más “maduras”, lo cual no es raro, es síntoma claro de inmadurez. Piensen algo:
si realmente están disfrutando mucho de una situación, ¿Por qué perder esa
intensidad, por qué perder el momento para hacerse selfies y mostrarlos a los
demás? Eso solo indica que no les interesa tanto disfrutar ustedes mismos, sino
más bien que los demás vean que disfrutan. Volvemos a lo ya comentado en el
otro blog; vivimos en función de los demás en lugar de en función de nosotros
mismos. Pero el tema de las redes sociales tiene más jugo. Ya hablaremos de
ello.
Acerca
de la Dra. Mendoza Burgos
Titulaciones
en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y
Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.
Mi
actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos
direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica
privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de
comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de
extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su
tradicional estigma.
Fui la
primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer
dichas especialidades en El Salvador.
Ocasionalmente
he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas,
Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o
Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de
U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo
acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la
Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el
campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde
compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.
La
tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y
teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del
mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia
regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes
que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos
acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.
Trato de
orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la
asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos,
porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más
convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su
vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el
ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo
adulto o se independizó, e incluso después.
Estoy
absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que
cada persona es o va a ser en el futuro.
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