Compilado por Luis Montes Brito
Un día como hoy 3 de Junio de 1654 en Reims, Francia debido a disturbios provocados por "la Fronda", es aplazada la coronación de Luis XIV, finalmente la ceremonia se celebrará 4 días más tarde, 7 de Junio de 1654. La Fronda (del francés fronde) es como se conoce a una serie de movimientos de insurrección ocurridos en Francia durante la regencia de Ana de Austria, y la minoría de edad de Luis XIV, entre 1648 y 1653. El nombre de fronde evoca las hondas o tirachinas que portaban los sublevados del primer levantamiento en París. Fue la última batalla llevada a cabo contra el rey de Francia por los Grandes del reino y se continuó con la guerra hispano-francesa de 1653-1659. Se dividió en dos partes: 1. La Fronda parlamentaria o "vieja Fronde", que fue la que empezó la guerra. 2. La Fronda de los príncipes, que la continuó, amplió y sucedió antes de ser vencida, víctima de su modo de funcionamiento, alianzas y convulsiones. La Fronda nació, en principio, a causa del descontento general. Sus inicios se fundamentaron en la crisis económica y el aumento de la presión fiscal generadas para hacer frente a la Guerra de los Treinta Años. Su causa más directa debe buscarse, por tanto, en los medios utilizados por la monarquía para elevar los impuestos. Con la llegada de la regencia se esperaba una rebaja de las tasas, pero no fue así: el Cardenal Mazarino creyó que Francia podía soportar la guerra y no aflojó la presión. El auditor general de finanzas (Contrôleur général des finances), Michel Particelli d'Émery, incrementó la lista de los impuestos. Con esta medida forzó a París, que estaba exenta de ellos, a pagarlos. Nombró nuevos cargos mientras que, por su parte, Mazarino se disponía a chantajear con la renovación de la paulette (derecho anual que aseguraba la transmisión de los cargos). A partir de ese momento la Fronda se convirtió en una lucha de intrigas, una puja por el poder y el control, sin llegar a una guerra declarada aunque igualmente sin rastros del sentido constitucional. Los líderes eran príncipes descontentos y nobles. Gastón de Francia, eterno conspirador, no ocultaba su oposición a Mazarino, igual que su hija la Gran Mademoiselle. El príncipe de Condé y su hermana la duquesa de Longueville, querían pertenecer al Consejo real. Jean-François Paul de Gondi, futuro cardenal de Retz, coadjutor de París, era ambicioso y deseaba un cargo político y el capelo de cardenal. El Parlamento de París libró una auténtica batalla con la regencia a propósito de los impuestos. Ejerció, con frecuencia, su derecho de reconvención esperando, en vano, modificar la política del reino. Por último, París era una ciudad de carácter rebelde, fácilmente inflamable, que vivía de rentas y estaba dominada por las corporaciones. Por su parte, Luis XIV de Francia, llamado "El Rey Sol" o "Luis el Grande". Nacido en Saint-Germain en Laye, Francia, el 5 de septiembre de 1638. Falleció en Versalles, Francia, el 1 de septiembre de 1715. Fue rey de Francia y de Navarra desde el 14 de mayo de 1643 hasta su muerte, con casi 77 años de edad y 72 de reinado. También fue copríncipe de Andorra (1643-1715) y conde rival de Barcelona durante la sublevación catalana (1643-1652) como Luis II. Luis XIV fue el primogénito y sucesor de Luis XIII y de Ana de Austria (hija del rey Felipe III de España). Incrementó el poder y la influencia francesa en Europa, combatiendo en tres grandes guerras: la Guerra de Holanda, la Guerra de los Nueve Años y la Guerra de Sucesión Española. La protección a las artes que ejerció el soberano Luis XIV fue otra faceta de su acción política. Los escritores Moliére y Racine, el músico Lully o el pintor Rigaud ensalzaron su gloria, como también las obras de arquitectos y escultores. El nuevo y fastuoso Palacio de Versalles, obra de Luis Le Vau, Charles Le Brun y André Le Notre fue la culminación de esa política. Al trasladar allí la corte (1682), se alejó de la insalubridad y las intrigas de París, y pudo controlar mejor a la nobleza. Versalles fue el escenario perfecto para el despliegue de pompa y para la sacralización del soberano. Luis XIV, uno de los más destacados reyes de la historia francesa, consiguió crear un régimen absolutista y centralizado, hasta el punto que su reinado es considerado el prototipo de la monarquía absoluta en Europa. La frase «L’État, c’est moi» («El Estado soy yo») se le atribuye frecuentemente, aunque los historiadores la consideran una imprecisión histórica, ya que es más probable que dicha frase fuera forjada por sus enemigos políticos para resaltar la visión estereotipada del absolutismo político que Luis representaba, probablemente surgiendo la cita "El bien del Estado constituye la Gloria del Rey", sacadas de sus Réflexions sur le métier de Roi (1679). En contraposición a esa cita apócrifa, Luis XIV dijo antes de morir: «Je m'en vais, mais l'État demeurera toujours» («Me marcho, pero el Estado siempre permanecerá»).
Un día
como hoy 3 de Junio de 1908 en Madrid, Alfonso XIII recibe en audiencia al nuevo
embajador de Nicaragua, el poeta Rubén Darío. Félix Rubén García Sarmiento nació el 18 de enero de
1867 en San Pedro de Metepa, Chocoyo, Nicaragua. Fue criado por su abuela tras la separación de sus
padres. En el año 1886 viaja a Santiago de Chile, donde publicó su primer gran título: Azul (1888), libro
que llamó la atención de la crítica. De regresó a Managua contrajo matrimonio
con Rafaela Contreras en 1891; quince meses después nació su primer hijo y en
1893 falleció su esposa. En el
año 1892 viajó a España como representante del Gobierno
nicaragüense para asistir a los actos de celebración del IV Centenario del
descubrimiento de América. Tras viajar por distintos países, residió en Buenos
Aires, donde trabajó para el diario La Nación. En 1898 regresa a
España como corresponsal y alterna su residencia entre París y Madrid, donde en
1900, conoce a Francisca Sánchez, mujer de origen campesino con la que tuvo un
hijo y vivió con ella hasta el resto de sus días. Convertido en poeta de éxito
en Europa y América, es nombrado representante diplomático de Nicaragua en
Madrid en 1907. Después de dos breves escalas en Nueva York y en Panamá, el poeta
llegó a Nicaragua, donde se le tributó un recibimiento triunfal, y se le colmó
de honores, aunque no tuvo éxito en su demanda de divorcio. Además no se le
pagaron los honorarios que se le debían por su cargo de cónsul, por lo que se
vio imposibilitado de regresar a París. Después de meses de gestiones,
consiguió otro nombramiento, esta vez como ministro residente en Madrid del gobierno
nicaragüense de José Santos Zelaya. Tuvo problemas, sin embargo, para hacer
frente a los gastos de su legación ante lo reducido de su presupuesto, y pasó
dificultades económicas durante sus años como embajador, que solo pudo
solucionar en parte gracias al sueldo que recibía de La Nación y en parte gracias a la ayuda de su
amigo y director de la revista Ateneo, Mariano Miguel de Val, que se ofreció
como secretario gratuito de la legación de Nicaragua cuando la situación
económica era insostenible y en cuya casa, en la calle Serrano 27, instaló la sede. Cuando Zelaya fue
derrocado, Darío tuvo que renunciar a su puesto diplomático, lo que hizo el 25
de febrero de 1909. Permaneció
fiel a Zelaya, a quien había elogiado desmedidamente en su libro Viaje a Nicaragua e Intermezzo
tropical, y con el que colaboró en la redacción del libro de este Estados Unidos y la revolución de
Nicaragua, en el que acusaba a Estados Unidos y al dictador guatemalteco,
Manuel Estrada Cabrera, de haber tramado el derrocamiento de su gobierno.
Durante el desempeño de su cargo diplomático, se enemistó con su antiguo amigo
Alejandro Sawa, quien le había solicitado ayuda económica sin que sus
peticiones fueran escuchadas por Darío. La correspondencia entre ambos da a
entender que Sawa fue el verdadero autor de algunos de los artículos que Darío
había publicado en La Nación.
Sus primeros poemas son una
mezcla de tradicionalismo y romanticismo; Abrojos (1887) y Canto épico a las glorias de Chile (1888). Este mismo año publica Azul
(1888, revisado en 1890), dividido en cuatro partes: 'Primaveral', 'Estival',
'Autumnal' e 'Invernal'. A este libro debe que sea
considerado como el creador del modernismo; escritores como Ramón
María del Valle-Inclán, Antonio Machado, Leopoldo Lugones o Julio Herrera y
Reissig, le reconocieron como el
creador e instaurador de una nueva época en la poesía en lengua española. En París entra en contacto con los
poetas parnasianos y simbolistas abandonando
el provincialismo por una poesía de la universalidad y cuenta su vida cotidiana
pero a través de símbolos herméticos. En Prosas profanas (1896 y 1901), obra simbolista,
desarrolla de nuevo el tema del amor. Formalmente creó una poesía elevada y
refinada con muchos elementos decorativos y resonancias musicales; Cantos de vida y esperanza (1905)
es el mejor ejemplo de ello. El canto errante (1907), es su libro, conceptualmente,
más universal. En 1913 cae en un
profundo misticismo y se retira a la isla de Mallorca. Allí empieza a escribir una
novela La isla de oro -que nunca llegó a concluir- en la que
analiza el desastre hacia el que está caminando Europa. También compone Canto a Argentina y otros poemas (1914),
un libro dedicado a este país en el año de la celebración de su centenario en
que quiso seguir el modelo del Canto a mí mismo de Walt Whitman . En
1915 publica La vida de Rubén Darío, año en que
regresó a América donde falleció el 6 de febrero de 1916 poco después de llegar
a Managua.
Un
día como hoy 3 de Junio de 1962 en Arica, Chile —en
la Copa Mundial de la FIFA — se
anota el primer gol olímpico en
un mundial. Lo anota el colombiano Marcos Coll.
Colombia clasificaba por primera vez en la
historia a un mundial de Fútbol. La Selección llegaba a Chile en 1962 con la
ilusión de nada más poder vivir aquello tan grande que es una Copa Mundo. En el
grupo tendría que enfrentar al bicampeón Uruguay, a Yugoslavia que por entonces
era potencia y su legendario Sekularak (el llamado 'Pelé blanco') y a la Unión
Soviética del legendario Lev Yashin (la 'araña negra', el mejor arquero del
mundo). En la competición, Colombia solo logró un punto,
producto del empate con la URSS, pero que por la hazaña que significó será
siempre recordado. Así, jugaban en el estadio Carlos Dittborn de Arica, y como
era de esperarse, los soviéticos empezaron ganando. Al minuto 11 ya estaban 3-0
arriba y todo indicaba que la goleada sería mucho mayor. Aceros al 21 logró el
primero de Colombia pero luego a los 56, Ponedelnik puso el 4-1. Todo parecía
perdido, pero tras un afortunado gol olímpico (el único en la historia de los
mundiales) de Marcos Coll al 68, Colombia le dio vuelta y en el 72 y 86 logró
el empate a 4 sometiendo el arco del mejor portero de todos, Lev
Yashin. La camiseta de los soviéticos siempre lucía en el pecho las
iniciales del nombre completo de su nación: C.C.C.P. Desde entonces, el ingenio
colombiano humorísticamente cambió el
significado de las iniciales cambiaron su significado y fueron 'rebautizadas'
por el de “Con Colombia
Casi Perdemos”.
Un
día como hoy 3 de Junio de 1966 en China,
Mao Zedong comienza la “Revolución Cultural”. La Gran Revolución Cultural Proletaria, literalmente Gran Revolución Cultural, o simplemente, Revolución Cultural) fue una campaña de masas en la República
Popular China organizada
por el líder del Partido Comunista de China Mao Zedong a partir de 1966 y dirigida contra altos cargos del
partido e intelectuales a los que Mao y sus seguidores acusaron de traicionar
los ideales revolucionarios, al ser, según sus propias palabras, partidarios del camino capitalista.
En realidad supuso una radicalización de la revolución china. Mao, apoyado por
un sector dirigente del Partido, la Banda de los Cuatro, utilizó una gigantesca
movilización estudiantil, Guardias Rojos, para
desacreditar al ala derecha, pro-capitalista (encabezada por Liu Shaoqi, Peng
Zhen y Deng Xiaoping), dentro del aparato del Partido Comunista Chino. Esta
recorrió todo el país, afectando también a las áreas rurales, terminó por
extenderse a la clase obrera y, finalmente, a los soldados del Ejército
Popular, convirtiéndose en un cuestionamiento generalizado contra las
autoridades del Partido, que amenazaba con escapársele de las manos. Este
proceso dio lugar a la conformación de Comités Populares de obreros, soldados y
cuadros del partido por cerca de
la mitad del país, los cuales
funcionaban como órganos de doble poder popular en las distintas tareas de
administración y gobierno; situación
que Mao logró encauzar, situándolos bajo la dirección del Partido. Esta situación duró hasta 1976,
momento en que un golpe de Estado militar encabezado por Den Xiaoping, con una
dura represión, restauró en el poder a la facción encabezada por él mismo,
procediéndose al arresto de la Banda de los Cuatro y la vuelta al statu quo, emprendiendo los
cambios en la economía que, bajo el nombre de socialismo con características de
mercado, iniciarían la vuelta a la economía de mercado capitalista. Según la
interpretación más habitual, convencionalmente difundida en los medios de
prensa occidentales, en el fondo la Revolución Cultural fue una lucha por el
poder en la que la aspiración de Mao por recuperar su autoridad se vio apoyada
por las ambiciones de otros miembros del partido, como su esposa Jiang Qing y el líder del ejército Lin Biao. El
objetivo era apartar del poder político a Liu Shaoqi, jefe del estado, y a Den
Xiaoping , secretario general del
Partido. Sin embargo, desde el punto de vista de sus dirigentes y de ciertos
sectores de la izquierda, la Revolución Cultural fue un intento sincero de
restaurar la ortodoxia comunista frente a la burocratización y desviación
"derechista" de la cúpula del Partido, lo que explicaría el
entusiasmo con que las masas la acogieron, descontentas con la creciente
corrupción y elitismo de los dirigentes de "segunda generación". Si
bien la Revolución Cultural en sí finalizó con el IX Congreso del Partido
Comunista de China en abril de 1969, es frecuente extender el periodo histórico
designado con esta expresión a toda la etapa de luchas por el poder en la
República Popular China que se extendió desde 1966 hasta 1976, año en que murió
Mao y se arrestó a la Banda de los Cuatro, la facción encabezada por Jiang
Qing. La Revolución Cultural permitió a Mao recuperar el poder político, del
que había sido apartado tras el fracaso del Gran Salto Adelante. Esta lucha por
el poder daría lugar a una situación de caos y conmoción política que estuvo
acompañada de numerosos episodios de violencia, en su mayoría protagonizados
por los Guardias rojos,
grupos de jóvenes, apenas adolescentes en muchos casos, que, organizados en
comités revolucionarios, atacaban a todos aquéllos que habían sido acusados de
deslealtad política al régimen y a la figura y el pensamiento de Mao Zedong. La
cuestión de cómo una lucha por el poder alcanzó niveles tan altos de violencia
y desorden social ha intrigado a los historiadores y a los expertos en
psicología de masas, y han sido numerosos los estudios académicos publicados en
China y en el extranjero sobre este periodo de la historia reciente de China,
que han intentado ofrecer explicaciones sobre las causas de los sucesos de
aquellos años.
Un día como hoy 3 de Junio de 1980 en Estados Unidos, un fallo técnico dispara una
importante alerta de guerra termonuclear (Incidente del Chip Defectuoso). Un día como hoy 3 de junio de 1980, (menos de un año
después del anterior incidente conocido como “El incidente de la cinta equivocada”), los centros de mando norteamericanos recibieron un
nuevo aviso de que había un ataque nuclear soviético en marcha. Sin embargo,
esta vez el ataque no parecía obedecer a ninguna lógica consistente, y además a
veces los ordenadores decían que había 200 misiles soviéticos en el aire, luego
que ninguno, luego otra vez que 200, y las cifras no coincidían en los
distintos puestos de mando. Esta vez no se lo tomaron tan en serio y prestaron
inmediatamente atención a los datos directos de los radares y los satélites,
viendo que no había ningún ataque en curso. Se determinó luego que un chip
defectuoso en uno de los ordenadores había ocasionado la falsa alarma. Este
incidente no trascendió a la opinión pública hasta muchos años después.
Un día como hoy 3
de Junio de 1994 el Ejército de
los Estados Unidos evacua el Canal de Panamá, 83 años después de establecerse
en él, en conformidad con las previsiones de los Acuerdos Torrijos-Carter. Los Acuerdos Torrijos-Carter y otros documentos relacionados fueron
firmados en Washington, D.C. el 7 de septiembre de 1977 entre Omar Torrijos (jefe de gobierno de Panamá) y Jimmy
Carter (Presidente de los Estados Unidos
de América). Con ellos se transfiere progresivamente la soberanía del
Canal de Panamá de EEUU a Panamá,
estando en poder de EEUU desde 1903. La ceremonia de firma se realizó en las
oficinas de la OEA, con la asistencia de presidentes de Latinoamérica como
invitados. Posteriormente fueron ratificados por plebiscito en Panamá el 23 de octubre y aprobados
por el Senado de EE.UU. el 10 de abril siguiente. Los tratados, que comprometían
a que ambos países acordaran en forma amistosa y cooperativa el proveer de una
buena administración, operación y mantenimiento adecuado a tal obra de
ingeniería, están compuestos por:
· El Tratado Torrijos-Carter que
consta de un preámbulo, 14 artículos, un anexo y un acta; y
· el Tratado Concerniente a la Neutralidad Permanente y Funcionamiento del
Canal de Panamá que
garantiza el libre tránsito y neutralidad a perpetuidad de éste.
La
transferencia definitiva de soberanía a Panamá se llevó a cabo el 31 de
diciembre de 1999 al mediodía,
hora panameña, durante el gobierno de la presidenta Mireya Moscoso.
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