sábado, 21 de junio de 2014

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: NIÑOS Y ADOLESCENTES DEPRIMIDOS




No solamente los adultos se deprimen. Los niños y los adolescentes pueden sufrir también de depresión. La depresión se considera como una enfermedad cuando la condición depresiva no es pasajera, sino que persiste en el tiempo. Aproximadamente el 5 % de los niños y adolescentes de la población general padece de depresión severa. Los niños que viven con mucha tensión, que han experimentado una pérdida de algún familiar, o que tienen desordenes de la atención, del aprendizaje o de la conducta corren mayor riesgo de sufrir depresiones.

En la actualidad hay dos causas que ganan cada vez más peso; una es el acoso escolar o “bullying”, y la otra es el sentirse poco adecuado a los cánones imperantes hoy día referentes a moda, belleza, materialismo, etc. y a los que en particular los adolescentes son tan susceptibles. El comportamiento de los niños y adolescentes deprimidos es diferente al comportamiento de los adultos deprimidos. Los especialistas recomiendan a los padres que estén atentos a estos síntomas que pueden presentar sus hijos:

              Tristeza persistente.
              Perdida de interés en sus actividades favoritas.
              Aumento en la actividad o irritabilidad.
              Quejas frecuentes de enfermedades físicas tales como dolor de cabeza o dolor de estómago.
              Rechazo a acudir al centro escolar con excusas varias.
              Ausencias frecuentes de la escuela y deterioro en el rendimiento académico.
              Aburrimiento persistente, falta de energía y falta de comunicación.
              Cambios notables en los patrones de comer y dormir.


Un caso típico es el del niño que jugaba a menudo con sus amigos, y de repente empieza a pasarse la mayor parte del tiempo solo; pierde el interés por todo, y las cosas de las que disfrutaba previamente ya no le dan placer. Los niños y adolescentes deprimidos dicen a veces que quisieran estar muertos o pueden hablar de suicidio. Además, los adolescentes deprimidos pueden abusar del alcohol o de las drogas tratando de sentirse mejor.

Cuando se portan mal en casa y en la escuela pueden estar sufriendo de depresión sin que nadie se dé cuenta de ello. Los padres y los maestros no se percatan de que la mala conducta también puede ser un síntoma de depresión, porque estos niños no dan la impresión de estar tristes. El diagnóstico y el tratamiento temprano de la depresión es esencial para los niños deprimidos. Por ello, ante cualquier síntoma, es recomendable consultar con un especialista.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

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