martes, 29 de junio de 2010

El Salvador: Por el respeto a los derechos humanos de las víctimas de la delincuencia

Por Silvia de Bonilla
El silencio en este momento, sería cometer un pecado y una falta de humanidad a las víctimas de la delincuencia que ha llegado a este nivel, con el hecho concreto de la matanza realizada contra ciudadanos salvadoreños indefensos, quienes utilizaban el servicio público como su medio de transporte para ganarse su sustento diario.

Habiendo participado, candidata a ser Procuradora para la defensa de los Derechos Humanos, y ciudadana salvadoreña, es mi deber velar por la búsqueda de formar una conciencia de paz la cual lleve a nuestro país a una estabilidad, donde los delincuentes no estén violando los derechos humanos de la gran mayoría de ciudadanos y ciudadanas.

Por esta razón, solicito a las autoridades encargadas de la Seguridad Pública, Policía Nacional Civil, y Fiscalía General de la República ,una investigación seria, contundente, que lleve a descubrir a cualquier involucrado directa o indirectamente en tal acto de atrocidad contra la humanidad de nuestros hermanos y hermanas , y pido a las autoridades judiciales a procesar de una forma objetiva y bajo la legalidad a estos malos hijos de la patria, y a cualquiera que esté comprometido en este acto horrendo, dantesco se le aplique todo el peso de la Ley.

Mi responsabilidad como ciudadana, madre, esposa, hija, hermana, profesional, y jurista , me exige dar mi opinión en este tema y pedir se hagan las investigaciones necesarias y darle así cumplimiento al deber que conllevan los artículos 1 y 2 de la constitución.

Porque el día de mañana, podemos ser nosotros las víctimas de este cáncer doloroso, que está destruyendo a nuestro amado país, donde todas y todos tenemos derechos para exigir a nuestras autoridades de poner cartas en el asunto de una forma realista y donde prevalezca el interés de la ciudadanía respetuosa de las leyes, es decir la mayoría, y no de favorecimiento multiideologicos-politicos.

Deberá enaltecerse solo el azul y blanco del terruño que está siendo aniquilado sangrientamente, esa sangre que se derrama es la de nuestros hermanos y hermanas, nacidos aquí, como tú, y como yo.

La delincuencia es un fenómeno multi-estructural, pero es obvio que tomar medidas realistas por este hecho lamentable, tiene que ser prioridad de todas las instituciones, pero también de todos los que vivimos en este país, pues mientras cada uno de nosotros no asumamos el mínimo grado de responsabilidad para con los demás, para con la sociedad, esto no será posible…sí me refiero a un cambio en el índice delincuencia.

Debemos los padres y madres, jóvenes verificar si estamos educando a nuestros hijos para convertirlos en hombres y mujeres de bien, o es que estamos educando maquinas sin alma para matar, destruir y hurtarle a la sociedad todo lo bueno, debemos educar con valores a los niños desde el kindergarten.
No existe forma alguna de salir sin nuestro aporte

"El gobierno no puede, no podrá solo, nos necesita”.

El Gobierno no tiene una varita mágica... nos necesita, aportémosle al país, desde la casa, sí la primera escuela está en casa.

Y ese es mi compromiso señalar los problemas antes que estos sigan emergiendo, y no darle importancia hasta cuando ya sucedieron.

Porque los Derechos Humanos no tienen bandera política, ideología ni religión. Porque cuando nacimos…nacimos humanos…y con el nacimiento…nacieron nuestros derechos humanos.

Quiero alzar mi voz, y convertirme en una Abogada Proactiva, diligente, que le sea a este gobierno, no un cuchillo penetrante si no un soporte que cómo, hacedora de ideas y propuestas, junto a todas las instituciones y sectores encaminemos a nuestro país al bienestar absoluto.

Soy mujer, soy capaz, soy sensible, soy esposa y madre, y mi gente vive en este mismo espacio, que tu gente respetable lector o lectora, tus aflicciones son las mías, y mis peligros los tuyos, me preocupa el futuro de las nuevas generaciones, unámonos todos y todas, asumiendo la participación proactiva desde tu casa para con tus nuevas generaciones.

Nuestros hermanos murieron en un acto atroz y repugnante. La insensibilidad con que nuestra juventud delincuente-activa se mueve, gozando de ella, una vida estéril e infructuosa, sin sentido alguno, nos destruye a su paso.

Nuestros gobernantes buscan y ejecutan acciones para combatir la delincuencia sin duda. Pero mientras nuestros gobernantes, nuestras instituciones, tu y yo, todos y todas, no comprendamos que los Derechos Humanos están íntimamente ligado a los “Valores” no avanzaremos mucho.

Alzo mi voz clamando sensatez y reconocimiento de responsabilidad individual, generemos valores al semillero, nuestros infantes, de lo contrario podríamos tener en el jardín de niños y niñas a futuras bestias sin alma que aniquilaran a su paso lo que encuentren inclusive tu vida y la mía.

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