martes, 15 de junio de 2010

Crisis del Derrame Petrolero: Gobierno de EUU anunciará nuevas disposiciones

Tomado del Wall street Journal


Los ejecutivos de la petrolera británica lidian con múltiples agencias estatales, chequera en mano

Por Mónica Langley
HOUSTON—Después de acordar pagar US$360 millones para construir barreras de arena a lo largo de la costa del estado de Louisiana, los ejecutivos de BP PLC querían mostrar que se estaban esforzando.

Por lo tanto, decidieron asistir a una conferencia de prensa organizada por funcionarios de Louisiana para anunciar el aporte de fondos. En el proceso, un ejecutivo de la petrolera tuvo un encuentro cercano con el crudo derramado. El director de las operaciones de BP en la costa del Golfo de México, Bob Dudley, visitó junto con el gobernador de Louisiana, Bobby Jindal, un tramo de la zona afectada, acompañado de las cámaras de televisión. Luego de tocar con sus dedos el crudo llegó a la conferencia de prensa con petróleo en sus botas y en su pantalón. "Lo que vi fue doloroso, conmovedor y sorprendente", dijo Dudley ante las cámaras.

Associated Press

Tony Hayward, presidente ejecutivo de BP, habla con un grupo de reporteros sobre los avances de la petrolera en su lucha por detener el derrame de crudo.

Una de las petroleras más grandes del mundo está viviendo prácticamente sitiada mientras trata de limpiar el caos (ambiental, financiero y político) dejado por el imparable derrame de petróleo en el Golfo de México.

Un vistazo exclusivo de las operaciones de BP en Houston muestra a ejecutivos lidiando con múltiples agencias del gobierno estadounidense, agendas en conflicto y exigencias que cambian todo el tiempo, mientras la petrolera trabaja las 24 horas del día para capturar más crudo del lecho marino y contener el daño en las costas.

La intensificación de la batalla pública entre BP y el gobierno del presidente Barack Obama ha sumado a la complejidad del problema.

El Congreso estadounidense indicó el lunes que documentos revisados como parte de la investigación sobre el desastre "plantean serias dudas sobre las decisiones tomadas por BP durante los días y las horas previas a la explosión" de la plataforma petrolífera. Esta preocupación fue expresada en una carta enviada por un comité del Congreso al presidente ejecutivo de BP, Tony Hayward, y equivale a una advertencia del tipo de preguntas difíciles que el jefe de la empresa británica enfrentará el jueves cuando testifique ante los legisladores.
La cooperación entre BP y el gobierno de Estados Unidos es crucial. Por ley, y para efectos prácticos, tienen que trabajar juntos en la contención del derrame y sus consecuencias. Además, las reputaciones de las dos partes podrían subir y caer al unísono.

Desde el comienzo, Hayward y el funcionario designado por Obama para afrontar el derrame, el almirante de la Guardia Costera Thad Allen, hablan por teléfono varias veces al día. Aun así, la posición pública de funcionarios gubernamentales se ha endurecido.

En el centro de crisis en Houston, la seguridad es estricta. Ejecutivos de BP trabajan largos turnos en la sala de operaciones simultáneas (o simops, por su nombre en inglés), donde se monitorean 27 embarcaciones, o en la "colmena", donde se supervisan los robots submarinos. Las dos salas están divididas por un pasillo donde a menudo hay comida fresca, se ofrecen masajes y se exhiben dibujos de niños animándolos a limpiar las playas.

BP y la Guardia Costera estadounidense mantienen reuniones cada vez que hay un cambio de turno, a las seis de la mañana y a las seis de la tarde. Los gerentes de BP usan chalecos de algodón con letreros como "Comandante de incidente", "Ingeniero", o "Estadístico".

Hayward, que ahora pasa la mayor parte de su tiempo en Houston, llama a diario a los jefes de departamento alrededor del mundo. Desde el mismo centro, Dudley habla todos los días con directivos de BP en el centro de reacción en Louisiana, Washington y Londres. Su agenda se divide en Submarina (acciones para detener la filtración) y Superficie. Junto con limpieza y recursos en el lugar del desastre, la categoría de Superficie ahora incluye "Política en Washington" y "Publicidad/Relaciones Públicas".

Buena parte del trabajo de BP es tener lista la chequera. Cuando Florida, Louisiana, Mississippi y Alabama se quejaron de la caída del turismo debido a la cobertura de los medios del desastre, BP les dio US$70 millones para que promocionaran cómo el derrame no ha afectado sus playas. Cuando un congresista llevó a cuatro alcaldes de Alabama a las oficinas de BP para solicitar máquinas limpiadoras de playas, la empresa pidió diez.

El paso a seguir es resaltar el personal y los activos de la petrolera británica en EE.UU.

Es probable que a una reunión programada esta semana con el presidente Obama asistan ejecutivos de origen estadounidense. También esperan resaltar que 40% de los activos y accionistas de BP están en EE.UU. y que BP es líder en la producción de petróleo y gas en el país norteamericano. En una concesión significativa, se espera que BP reduzca su próximo dividendo y establezca un sistema de arbitraje independiente para los reclamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario