jueves, 22 de enero de 2015

Mi versión de lo que ocurrió en la historia un día como hoy 22 de Enero

Compilado por Luis Montes Brito
Un día como hoy 22 de Enero de 1903 Estados Unidos y Colombia firman el tratado Herrán-Hay  para la construcción del Canal de Panamá. Se  conoce así al tratado internacional  firmado entre la República de Colombia y Estados Unidos  a través de los designados plenipotenciarios, el Secretario de Estado John M. Hay  y el ministro colombiano, Dr. Tomás Herrán, en Washington  un día como hoy 22 de Enero de 1903, con el objeto de la construcción de un canal transoceánico que uniese el océano Atlántico y el océano Pacífico por el istmo de Panamá. Las rutas comerciales a finales del siglo XIX  se verían seriamente beneficiadas con la construcción de un canal transoceánico aprovechando los istmos centroamericanos. Tras una extensa historia de intentos malogrados, se elige Panamá como sitio último del canal que sería construido con capital estadounidense. El tratado se firma en medio de eventos de índole político-económicos que marcan su fallida ratificación ulterior. El texto del tratado se compone de 28 artículos sin supradivisiones, acompañados de un anexo que da legitimidad a uno de los firmantes. El articulado establece condiciones diferenciadas para el desarrollo del siglo de concesión, dando disposiciones de renuncia parcial de soberanía, financiamiento, derechos de explotación y disposiciones generales sobre la valía ante acuerdos previos. 
Un día como hoy 22 de Enero de   1932 en El Salvador se produce un levantamiento campesino incitado por el partido comunista salvadoreño que conduce a la muerte a cientos de campesinos e indígenas. Un día como hoy 22 de enero de 1932, miles de campesinos en la zona occidental del país se alzaron en rebelión armados principalmente de machetes, atacaron las haciendas de los grandes terratenientes y varios cuarteles, obteniendo el control de algunas poblaciones como Juayúa, Nahuizalco, Izalco y Tacuba. Por otro lado, cuarteles como los de Ahuachapán, Santa Tecla y Sonsonate resistieron el ataque y se mantuvieron al servicio del gobierno nacional. Los asesinatos realizados por los rebeldes campesinos fueron veinte civiles y treinta militares. Según el testigo Alberto Shul, habitante de Nahuizalco, "habían saqueado todo el pueblo". El líder sublevado Francisco "Chico" Sánchez ordenó que le entregaran todos los títulos de propiedad de la ciudad. La primera ciudad en ser tomada fue Juayúa, donde fue asesinado el terrateniente Emilio Radaelli; además, su esposa fue violada y posteriormente asesinada. También fue ejecutado el coronel Mateo Vaquero, comandante local. En Izalco, el saldo del levantamiento incluyó la ejecución del alcalde, Miguel Call, y del alcalde electo, Rafael Castro. En la población de Colón, fueron ejecutados Efraín Alvarenga, secretario municipal, Damasio Cruz, agente de la policía y al comandante local, coronel Domingo Carlos Campos. Existen diversas versiones de los hechos; sin embargo, es bastante difícil asegurar cual es la correcta puesto que muy pocos fueron los sobrevivientes de dicha rebelión. Se dice que los indígenas atacaron propiedades privadas y realizaron delitos y acciones vandálicas sobre poblaciones enteras; ciertamente, existen testimonios que respaldan dicha tesis, pero existe evidencia  de que oportunistas del partido comunista se uniesen al levantamiento campesino para realizar actos subversivos. No puede confirmarse ni desmentirse de manera concluyente la participación de indígenas y campesinos en el saqueo; lo único que puede asegurarse es que el motivo fundamental de los eventos fue el levantamiento contra el régimen, por tanto, cualquier acto de ataque a propiedad privada, fue un apéndice del movimiento en general, convirtiéndose en hechos aislados al objetivo de los campesinos. Otra polémica acerca de aquel levantamiento se vincula a la relación entre los campesinos y el Partido Comunista Salvadoreño (PCS). Algunas teorías afirman que el PCS utilizó la situación de pobreza de los campesinos para convencerlos de actuar en conjunto y alzarse contra el régimen;  poco o nada se conoce acerca de la relación entre ambos grupos y mucho menos acerca de negociaciones u homólogos. Antecedentes: La situación económica mundial causada por la crisis de 1929 fomentaba la falta de oportunidades en países como El Salvador, al grado de marcar los años de menor progreso en el país en la primera mitad del siglo XX. Pese a que la crisis afectaba a la población entera del país (y de casi toda Latinoamérica), en el occidente de El Salvador la crisis era más aguda puesto que las políticas de los presidentes Pío Romero Bosque y Arturo Araujo habían llevado al casi total despojo de las tierras a los campesinos locales, generando gran malestar, lo cual se unía a las acciones militares que de manera tácita amedrentaban a los campesinos para que se abstuviesen de protestar. Dicha zona estaba altamente poblada por indígenas de origen pipil. Los indígenas, sistemáticamente separados del escaso progreso económico, intentaron obtener ayuda de las autoridades reconocidas por su centenaria tradición jerárquica. Pese a que las leyes no concedían ninguna prebenda o reconocimiento oficial a los caciques, los indígenas respetaban y obedecían su autoridad. Para paliar la crisis económica, los indígenas se habían organizado en asociaciones de cooperación, mediante las cuales se brindaba empleo a los indígenas que no lo poseían, a cambio de que estos colaborasen con las festividades católicas. Los encargados de dirigir dichas asociaciones eran los caciques, quienes representaban a los desempleados ante las autoridades y supervisaban el trabajo realizado. Feliciano Ama, por ejemplo, era uno de los caciques más activos y estimados por la población indígena; había hecho gestiones de ayuda económica con el presidente Romero a cambio de la colaboración en su candidatura. Por otro lado, la crisis se agudizaba por el conflicto permanente entre las poblaciones indígenas y los habitantes de la zona que no pertenecían a su etnia. Evidentemente, las poblaciones de "no indígenas" estaban mejor relacionadas con las urbes gubernamentales, por lo cual, cuando ocurrían revueltas o combates, el ejército arrestaba a los líderes indígenas y se les condenaba a muerte. Otro elemento que antecedió a la rebelión campesina fue la inestabilidad política del país. Durante las elecciones de 1931, fue elegido Arturo Araujo, quien redujo los salarios en más de un 54%. Tras diversas acciones de rebelión militar, el presidente Arturo Araujo fue derrocado y sustituido por un Directorio Cívico; luego se dio la llegada al poder del General Maximiliano Hernández Martínez en diciembre de 1931. La gestión de Hernández Martínez se caracterizó por la severidad de sus leyes y de sus juicios. La pena por robar era la amputación de una mano, por ejemplo. Martínez fortaleció los cuerpos de seguridad y se mostró especialmente agresivo en materia de rebeliones, decretando la pena de muerte para cualquiera que se levantase contra el régimen. Gozaba de una popularidad muy alta, tanto que hasta la fecha, algunas personas añoran sus medidas en materia de seguridad; muy poco se escribe de tal sentimiento popular, pero es fácilmente verificable al conversar con personas que vivieron durante su gestión. Sus más fieles defensores fueron sus empleados directos, tal es el caso del empresario Luis Escalante Arce, quien se desempeñó como ayudante en una de las secretarías de Estado durante la gestión de Hernández Martínez. Paralelamente a los conflictos entre indígenas, campesinos, terratenientes y autoridades, la actividad del recién formado Partido Comunista Salvadoreños (PCS) se extendía al reparto de panfletos, inscripción de nuevos miembros y realización de amplias concentraciones. Los comunistas habían previsto tres acciones conjuntas: el alzamiento obrero, de la tropa y del campesinado.  Las actividades se veían alimentadas por la frustración de las ofertas no cumplidas de gobiernos y partidos políticos. Los líderes comunistas, dirigidos por Agustín Farabundo Martí Rodríguez (nótese que algunos historiadores señalan que el verdadero nombre de Martí era Agustín "Faramundo"), habían construido una organización política que, si bien carecía de una estructura bien definida, lograba obtener la simpatía de parte de la población, al llevar al plano político las necesidades más sensibles del sector menos protegido de El Salvador. Tras el golpe de Estado de 1931, la prensa tuvo mayor libertad para la expresión de ideas, por lo cual el PCS multiplicó su accionar por medio de sus medios revolucionarios de difusión. Pese a que no tenían un plan de gobierno definido, los dirigentes del PCS se propusieron participar en las elecciones municipales convocadas para el 3 de enero de 1932 y en las legislativas del 10 al 12 del mismo mes, para lo cual inscribieron a sus candidatos. Los procesos electorales de la época estaban sometidos a serias críticas, puesto que para inscribirse en el padrón electoral había que declarar ante las autoridades la intención de voto. Dicha práctica coartaba la participación democrática ya que sembraba el miedo entre los electores y favorecía de manera amplia a los candidatos oficiales. Tras los comicios, las acusaciones de fraude crecieron a tal punto que llevaron a la directiva comunista a abandonar la fe en los procesos electorales y tomar la vía del levantamiento. Se planeó el levantamiento para mediados de enero de 1932, incluyendo en el plan a militares simpatizantes de la causa comunista. El 9 de enero de 1932 el Comité Central del Partido Comunista, nombra al Comité Militar Revolucionario que queda bajo las órdenes del Comité Central nombrando a su vez como comandante militar de la operación a Agustín Farabundo Martí quien actuó bajo los seudónimos de Octavio Figueira/Octavio Rodriguez.  El Comité Militar  queda facultado para la organización de la insurrección cuyos detalles habían sido dados a conocer el día anterior. En ese momento todo el Partido Comunista queda bajo las órdenes del Comité Militar. Con el objeto de preparar  a sus bases para la lucha, se distribuyó una hoja volante con el siguiente texto de Lenin: “RECORDEMOS que la gran lucha de las masas se aproxima y que esta será la insurrección armada, la cual debe ser en la medida de lo posible simultánea. Las masas trabajadoras deben saber que se lanza una lucha armada sangrienta sin cuartel. El desprecio a la muerte debe de infundirse entre las masas y asegurar la victoria. La ofensiva debe ser lo mas enérgica posible. Ataque y no defensa. Esta debe ser la consigna de las masas: exterminio implacable al enemigo”.   El 14 de enero de 1932  se hace un  llamado público a la insurrección del ejército, titulado “Por qué el soldado debe tomar parte en la revolución proletaria”. Y se hacen analogías entre la vida del obrero oprimido y la del soldado sumiso a la autoridad superior. El día veinte de ese mismo mes, hay un nuevo llamamiento al ejército, el cual finaliza así: “No deben disparar ni un solo tiro contra nosotros. ¡Viva el Ejercito Rojo! ¡Viva el Comité Central del Partido que es el jefe de la revolución proletaria! ¡Abajo los oficiales y jefes!  El día 21 de enero de 1932 se emite un nuevo comunicado en donde el Comité Central del Partido Comunista se declara bajo la dirección de la Internacional Comunista. Y ordena: “El armamento de todos los OBREROS Y CAMPESINOS y el establecimiento del CUARTEL GENERAL DEL EJERCITO ROJO EN EL SALVADOR”. Y luego se agrega: “La insurrección general de los trabajadores y trabajadoras hasta establecer un GOBIERNO DE OBREROS, CAMPESINOS Y SOLDADOS.” Al final se lee “San Salvador, a 21 de Enero de 1932. Dado en el Cuartel General del EJERCITO ROJO DE EL SALVADOR. El COMITÉ CENTRAL”. Firmado por Octavio Rodríguez. A diferencia de su estructura política que era por células de 3 a 5 personas las unidades militares del Ejercito Rojo eran de 25 a 50 hombres, cuya organización era clara y vertical. En otros documentos se evidencia que de no obedecer las ordenes superiores se debía fusilarle en el sitio inmediatamente, por lo que se debía de tener una disciplina férrea. A parte de la estructura y el mando, sus integrantes no tenían instrucción militar alguna y se confiaba superar ésta con los soldados conjurados y con el armamento que obtendrían de las guarniciones militares capturadas. Poseían si, un muy escaso armamento: revólveres y unas pocas escopetas. Sin embargo el número  de dicho ejercito era abrumador. Las  desventajas señaladas, eran conocidas por los delegados del Komintern de Moscú, en la reunión que se llevo a cabo en la Habana Cuba, en octubre  de 1929 y en la que los Partidos Comunistas del área tenían que rendir informes como parte de la “La Región del Caribe”, consideraron que los datos proporcionados por Farabundo Martí, eran exagerados por ser contrastantes con el resto de los países de la región, por lo cual  se acordó desautorizar el estallido de la Revolución Socialista  en El Salvador, hasta que se cumplieran las condiciones impuestas por Stalin. Muy contrariado  Farabundo Martí gritó entonces: ¡MIS INDIOS TIENEN LAS MANOS CRISPADAS SOBRE LAS CACHAS DE SUS MACHETES Y NO SOY YO QUIEN LOS VA A DETENER!.  Ante tal exabrupto, se resolvió, que El Salvador sería el primer país comunista de América. Sin embargo se le condicionó para que el alzamiento no fuese  antes del 17 de octubre de 1932. El fracaso de un levantamiento en El Salvador, dañaría profundamente los planes para otros levantamientos en el área. Los datos sobre esta reunión de Farabundo Martí están ampliamente expuestos en la obra Penetración Comunista en El Salvador y Veinte Años después, de René Barón Ferrufino. Reflexionamos que las ordenes dadas por el Partido Comunista Soviético no admitían réplica alguna y, se esperaba obediencia ciega al Partido Comunista y a su máximo dirigente: José Stalin. Es notoria la falta de ayuda internacional en el movimiento de 1932, lo cual corrobora la posición del Comitern sobre este punto. Aunque durante el alzamiento fueron capturados y fusilados dos rusos o polacos, en la Ceiba de Guadalupe, no hay documentación que pruebe  la ayuda internacional activa en el alzamiento, por lo que debe considerarse el salvadoreño como un alzamiento  comunista, pero separado de la política internacional, en resumen, un caso muy particular. Las órdenes para el alzamiento del día 22 ya habían sido dadas el 16 de enero, pero había instrucciones de no revelarlas hasta la noche del mismo 22, iniciando con las órdenes a los comandantes del Ejercito Rojo que serían dadas entre las 7 a las 9 p.m., lo mismo se haría con los soldados infiltrados. Las acciones militares darían inicio a las 10 p.m., con la destrucción de las líneas férreas, lo cual se haría también con los telégrafos y teléfonos. El asalto a los cuarteles, la muerte de los oficiales y jefes debería  hacerse a las 12:00 de la noche. En las “INSTRUCCIONES AL COMUNISMO SALVADOREÑO PARA SU OFENSIVA GENERAL DEL 22 DE ENERO DE 1932”, se lee en el punto 5° “A las casas de todos los burgueses, propietarios y terratenientes conocidos, deberán penetrar nuestras fuerzas, acabando con todos ellos, y respetando sólo la vida de los niños, y poniendo a la disposición de los comités ejecutivos departamentales del partido comunista, todos los fondos de dichas casa y todo lo que guarden en sus bodegas y graneros”. Así mismo se ordena fusilar a todo aquel que se les oponga y todo debería ser encaminado a la toma con posterioridad de la capital. En el documento se habla “de la resistencia del Ejercito Blanco” y de todo lo que obstaculice la marcha hacia la capital deberá de ser “castigada inmediatamente con la pena de muerte”. Este documento es muy interesante, pues muestra el pensamiento de los comunistas en ese momento; querían imitar en todo a la Revolución Rusa de Octubre de 1917, en la que el “Ejercito Rojo”  se impuso al “Ejercito Blanco”, hasta su aniquilamiento en 1922, en lo que se conoce como la Guerra Civil Rusa de 1918 a 1922, aunque en realidad, los últimos reductos de resistencia nacionalista a los bolcheviques fue en Asia Central hasta en 1926. Siempre en este mismo documento, se repite muchas veces que a quien no acate las instrucciones del Ejercito Rojo “se le tenia que fusilar inmediatamente”. Antes del alzamiento, el documento del plan fue descubierto en Guatemala y la Dirección de la Policía de dicho país, la envió de manera urgente a El Salvador. Las autoridades salvadoreñas capturan  inmediatamente a Agustín Farabundo Martí, quien se ocultaba en San Salvador y, advirtió al Gobierno la realidad del peligro inminente. También fueron arrestados los dirigentes de agrupaciones estudiantiles universitarias y redactores de “La Estrella Roja”, Mario Zapata y Alfonso Luna,  se les decomisaron documentos que probaban los planes de insurrección, los cuales fueron usados posteriormente en juicios militares. Fue crítica en esos momentos la aprehensión de Farabundo Martí pues solo él, conocía de la organización revolucionaria dentro del Ejército. Jorge Schesinger en su obra Revolución Comunista dice que algunos de los mandos comunistas en razón de la captura de Martí, trataron de dar contraorden para evitar exponer inútilmente a sus cuadros y evitar la responsabilidad histórica de conducirlos sin posibilidad de éxito alguno a un seguro baño de sangre, pero en entrevistas y escritos realizados muchos años después de los acontecimientos de esos días, Miguel Mármol, afirma que el Comité Central del Partido Comunista Salvadoreño, no quiso dar contraorden a sus planes, porque forzosamente a la larga la organización sería descubierta y así pues se continuó con los planes  previstos, asumiendo implícitamente la responsabilidad de la masacre que estaba por darse. La dirigencia comunista se reintegró a los planes originales en la medida de la posibilidad de realizarlos. A finales del mes de enero de 1932, la situación nacional tomó tintes caóticos; los cuerpos de seguridad arrasaban con cualquier agrupación o individuo que se involucrase en actos subversivos o revolucionarios. Tras los eventos de finales de enero, Agustín Farabundo Martí, Alfonso Luna y Mario Zapata fueron sometidos a un consejo de guerra y condenados a muerte. La sentencia fue ejecutada el 1 de febrero de 1932.

Un día como hoy 22 de Enero de 1942 Argentina gana un partido contra Ecuador por 12 a 0. El Campeonato Sudamericano 1942 fue la XVII edición del Campeonato Sudamericano de Selecciones. Esta versión del torneo se realizó en Uruguay. La Confederación Sudamericana de Fútbol volvió a organizar la Copa América, mientras que la Guerra hacía estragos en Europa  e impedía toda confrontación internacional. Un día como hoy 22 de Enero en partido celebrado en el estadio Centenario en Montevideo la selección Argentina humilla a su par de Ecuador con un contundente 12 a 0.
Un día como hoy 22 de Enero de 1944 en el estadio Luna Park en Buenos Aires, Argentina, el coronel Juan Domingo Perón conoce a quien sería una de sus esposas, Eva Duarte. Eva, con 24 años, conoció a Perón, viudo desde 1938, un día como hoy 22 de enero de 1944 en un acto realizado en el estadio Luna Park por la Secretaría de Trabajo y Previsión con el fin de condecorar a las actrices que más fondos habían recaudado en la colecta de solidaridad con las víctimas del terremoto que asoló la ciudad de San Juan (Caucete). Las actrices que resultaron primeras fueron Niní Marshall y Libertad Lamarque. En febrero Perón y Eva ya estaban viviendo juntos, en el departamento de esta última de la calle Posadas. Al poco tiempo, el entonces coronel Perón le pidió al secretario de Radiodifusión, el entonces capitán Miguel Federico Villegas, que le consiguiera un papel en alguna radionovela, cumpliendo la petición de su camarada. Mientras tanto, Eva seguía desarrollando su carrera artística. Por entonces trabajaba en tres programas radiales diarios: Hacia un futuro mejor (10:30), donde difundía las conquistas sociales y laborales que conseguía la Secretaría de Trabajo, el radioteatro Tempestad (18:00) y Reina de reyes (20:30). También actuó en dos películas, La cabalgata del circo, con Hugo del Carril  y  Libertad Lamarque y La Pródiga que no llegó a estrenarse en su época. Ese año resultó elegida presidenta de su sindicato, la Asociación Radial Argentina. El año 1945 fue clave para la historia argentina. La confrontación entre sectores sociales se agudizó y la oposición entre alpargatas y libros se transformó en peronismo y antiperonismo. El 8 de octubre a la noche se produjo un golpe de Estado  dirigido por el general Ávalos que exigió de inmediatola renuncia de Perón obteniéndola al día siguiente. Durante una semana los grupos antiperonistas tuvieron el control del país pero no se decidieron a tomar el poder. Perón y Eva permanecieron juntos, circulando por diversas casas, entre ellas la de Elisa Duarte, la segunda hermana de Eva. El 13 de octubre Perón fue detenido en el departamento de la calle Posadas y confinado en la cañonera Independencia, que zarpó hacia la Isla Martín García. Por entonces parecía que Perón había sido definitivamente desplazado de la actividad política y que, en el mejor de los casos, se retiraría con Eva, para vivir en la Patagonia. Sin embargo a partir del día 15 de octubre los sindicatos comenzaron a movilizarse para exigir la libertad de Perón, hasta desencadenar la gran manifestación del 17 de octubre que finalizó con su liberación, provocó la recuperación de las posiciones en el gobierno que tenía la alianza militar-sindical y abrió el camino para la victoria en las elecciones presidenciales. La versión tradicional asignó a Eva Perón un papel decisivo en la movilización de los trabajadores que ocuparon la Plaza de Mayo pero actualmente los historiadores coinciden que su intervención en esas jornadas fue muy limitado, si es que tuvo alguna. En ese momento, Eva Duarte aún carecía de identidad política, de contactos en los sindicatos y de apoyo firme en el círculo íntimo de Perón. Los testimonios históricos son abundantes en señalar que el movimiento que liberó a Perón fue organizado directamente por los sindicatos en todo el país y la CGT.
Un día como hoy 22 de Enero de 1959 en La Habana, Cuba,  se inician juicios militares sumarísimos contra los colaboradores del derrocado presidente Fulgencio Batista. Ernesto el Che” Guevara fue nombrado por Fidel Castro jefe militar de la fortaleza de La Cabaña en La Habana, después de que Batista huyera de Cuba, cargo que ocupó desde enero hasta septiembre de 1959, y también responsable de la Comisión Depuradora, con el fin de implantar el terror revolucionario. En una comparecencia por el canal 6 de la TV en febrero de 1959, el Che declaraba que “en La Cabaña todos los fusilamientos se hacen por órdenes expresas mías.” Aquí él presidió sobre centenares de ejecuciones en juicios sumarios que incluso un biógrafo comprensivo como Jorge Castañeda, en su libro “Compañero: Vida y Muerte del Che Guevara”, dice que “se llevaron a cabo sin el respeto por el buen hacer de la justicia.” En La Habana, el Che fue nombrado jefe del campamento militar de La Cabaña. Este antiguo cuartel, era utilizado como prisión desde tiempos en que Cuba era colonia de España. Más que una guarnición militar, era conocido como una prisión. Cuando fue construido en el siglo XVIII, tenía un gran valor estratégico defensivo. En el siglo XX, era más un monumento histórico que una plaza de importancia militar. Los nuevos armamentos y la aviación lo habían convertido en algo obsoleto, desde el punto de vista bélico. La Cabaña, pronto adquirió nefasta fama: Una abarrotada prisión y centro de ejecuciones día y noche. El "guerrillero heroico", se convirtió en jefe de la prisión y centro de ajusticiamientos. Iniciándolos un día como hoy 22 de Enero de 1959. La Cabaña fue seleccionada para estos fines, por estar bien apartada, aunque en la ciudad de La Habana y no muy accesible al público. Los prisioneros venían de todos los lugares de La Habana y de algunas provincias. El Che, no los había condenado a prisión o muerte. Se limitaba a cumplir las órdenes sin protestas, excusas y orgullo. Un miembro de su columna, de origen estadounidense, conocido por el nombre de Herman, actuaba como jefe de uno los pelotones de fusilamientos. Este individuo usaba un revólver a la forma de los "cowboys" del Oeste estadounidense, y era el encargado de dar el tiro de gracia. Herman, gustaba de hacer girar el arma, macabramente, en su dedo índice y soplar el cañón del revólver después del disparo. Se refería a la Cabaña, "como su coto de caza" o "su campo privado de tiro". Desconozco cómo y cuándo este cruel sujeto apareció y desapareció de Cuba: un aventurero más. En aquellos meses, Herman era parte de la tropa del Che. Varias personas que visitaron la oficina del Che, en La Cabaña, desde donde se veía el lugar de las ejecuciones, fueron invitadas por éste, para que lo acompañaran a presenciar las mismas desde su ventana. Paradójicamente, la ejecución del comandante Humberto Sorí Marín, compañero de armas del Che en la Sierra Maestra, fue similar a la de él posteriormente en Bolivia. Sorí Marín, se había separado de la revolución y estaba conspirando contra Castro. Semanas antes del desembarco de Bahía de Cochinos, fue sorprendido, con otros conspiradores en una reunión clandestina. Hubo un encuentro a balazos con la policía secreta de Castro y Sorí Marín cayó mal herido. Inmediata condena de muerte en La Cabaña, Sorí Marín no podía sostenerse en pie por sus heridas. Fue virtualmente acarreado al lugar de la ejecución, lo amarraron a un poste y lo ejecutaron. Al Che no se le puede discutir su valentía en el campo de batalla, ni su crueldad terminada la lucha. Muchos estiman que más de dos mil personas fueron ejecutadas en La Cabaña. Acepto el más conservador de este cálculo y llevo el número a la mitad: 1000 personas. Luis Ortega, en su libro ¡Yo soy el Che! relata lo que el Che le dice a Duque Estrada: “Hay que trabajar de noche, el hombre ofrece menos resistencia de noche que de día. En la calma nocturna la resistencia moral se debilita. Haz los interrogatorios de noche. No hace falta hacer muchas averiguaciones para fusilar a uno. Lo que hay que saber es sí es necesario fusilarlo. Nada más. Debe dársele siempre al reo la posibilidad de hacer sus descargos antes de fusilarlo. Y esto quiere decir, entiéndeme bien, que debe siempre fusilarse al reo, sin importar cuáles hayan sido sus descargos. No hay que equivocarse en esto. Nuestra misión no consiste en dar garantías procesales a nadie, sino en hacer la revolución, y debemos empezar por las garantías procesales mismas.” Napoleón Vilaboa, miembro del Movimiento 26 de Julio y asesor del Che en La Cabaña, relata la ejecución de José Castaño Quevedo, director del Buró de Represión de Actividades Comunistas (BRAC), contra el cual no pesaban acusaciones criminales y al que llevó a la oficina del Che: “Mientras daba vueltas alrededor de su mesa y de la silla donde estaba el militar, el Che sacó la pistola 45 y lo mató allí mismo con dos balazos en la cabeza.” Escalofriante relato del ex preso político Pierre San Martín, testigo presencial del asesinato a sangre fría de un niño entre 12 y 14 años de edad llevado a cabo por el Che Guevara en la fortaleza de la Cabaña en 1959: “…el crujiente sonido de la puerta de hierro se abrió, al mismo tiempo que lanzaban a una persona más al ya aglomerado calabozo…. ¿Y tú que hiciste?, preguntamos casi al unísono. Con la cara ensangrentada y amoratada nos miró fijamente, respondiendo: por defender a mi padre para que no lo mataran, no pude evitarlo, lo asesinaron los muy hijos de perra. Cerca del paredón donde se fusilaba, con las manos en la cintura, caminaba de un lado al otro el abominable Che Guevara. Dio la orden de traer al muchacho primero, y lo mandó a arrodillarse delante del paredón… El muchacho desobedeció la orden, con una valentía sin nombre le respondió al infame personaje: “si me has de matar tendrás que hacerlo como se mata a los hombres, de pie, y no como a los cobardes, de rodillas.” Caminando por detrás del muchacho, le respondió el Che: "con que sos un pibe valiente"...Desenfundando su pistola le dio un tiro en la nuca que casi le cercenó el cuello.” 
Un día como hoy 22 de Enero de 1967 en Managua, Nicaragua se perpetra la Masacre del 22 de enero  en la que soldados de la Guardia Nacional somocista ametrallan en la intersección de la Avenida Roosevelt y la Cuarta Calle Suroeste una manifestación de la primera coalición electoral Unión Nacional Opositora (UNO), cuyo candidato presidencial era el doctor Fernado Agüero Rocha, que protestaba contra contra el presidente Lorenzo Guerrero Gutierrez  y el general Anastasio Somoza Debayle, candidato del oficialista Partido Liberal Nacionalista  (PLN), causando entre 1,000 y 1,500 muertos. Las radios opositoras y La Prensa convocaron a una manifestación en la Plaza de la República en Managua a celebrase un día como hoy ( domingo) 22 de enero de 1967. Los mensajes decían que cada manifestante llevara su morral (que fuera preparado). Ese día se efectuó la gran manifestación de la UNO en dicha plaza; cerca de las 5 de la tarde alguien dijo que «botarían del poder a los Somoza para marchar hacia la Casa Presidencial de la Loma de Tiscapa, por la avenida Roosevelt». La protesta era contra el presidente Lorenzo Guerrero  Gutierrez (el 3 de agosto del año anterior había fallecido por un infarto cardíaco  su predecesor René Schick Gutiérrez) y contra el general Anastasio Tacho” Somoza Debayle. En la esquina del edificio del Banco Nacional de Nicaragua (BNN) (hoy es la Asamblea Nacional de Nicaragua) se detuvieron ante un pelotón de soldados de la GN; el teniente Sixto Pineda Castellón se subió encima de un camión de los bomberos del Aeropuerto Internacional Las Mercedes (actual Aeropuerto Internacional de Managua), para preparar las mangueras y usarlas lanzando chorros de agua contra la multitud. En ese momento sonó un disparo, realizado por un francotirador. Más tarde sería identificado plenamente por el servicio de inteligencia de la Guardia Nacional como David Tejada Peralta (exteniente de la Guardia Nacional y militante del FSLN) ubicado entre las ramas de los árboles de laurel de la india  de la acera del Banco Nacional de Nicaragua. Lo mató y cayó al suelo desatándose una balacera contra la muchedumbre. El doctor Julio Ignacio Cardoze, quien años más tarde sería viceministro del Trabajo en el gobierno del general Anastasio Tacho Somoza, andaba allí, dice no vio a nadie armado en la manifestación y le fue a avisar a Chamorro, Agüero, Manolo Morales Peralta, etc. quienes estaban a 5 cuadras al norte de la cabeza de la manifestación, sentados en la acera del Edificio Carlos, frente al costado este del Almacén Carlos Cardenal. Pero no se descarta que habían exaltados armados entre la gente (ya existía la guerrilla marxista del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), fundada en 1961 por Carlos Fonseca Amador, para combatir a la dictadura somocista). Hubo entre 1000 y 1500 muertos, los dirigentes de la UNO se refugiaron en el Gran Hotel (actual Centro Cultural Managua) situado a 2 cuadras al norte de donde ellos estaban antes, por lo que una tanqueta Sherman (mandada por el General Iván Allegret) cañoneó a ese edificio abriendo enormes hoyos en sus paredes. Se evitó la entrada de los miembros de la guardia somocista por la mediación de la embajada de Estados Unidos. Al día siguiente, lunes 23 de enero de 1967, Pedro Joaquín Chamorro fue detenido junto a Herty Lewites (futuro alcalde de Managua entre 2001 y 2005 por el FSLN  y posterior precandidato por el MRS ―Movimiento Renovador Sandinista―). Edén Pastora (capturado ese mismo día al venir a Managua desde Matagalpa, supuestamente a traer armas), Carlos Guadamuz Portillo (quien sería asesinado 37 años después, el 10 de febrero de 2004), Samuel Santos López (futuro alcalde de Managua en los años ochenta y canciller de Nicaragua desde 2007), los hermanos Sergio y Danilo Aguirre Solís y otros 23 líderes de la UNO. Ellos fueron detenidos y presos en la cárcel El Hormiguero. Agüero, en cambio, pudo continuar en campaña. Consecuencias de los sucesos: Dos semanas más tarde, el domingo 5 de febrero de 1967, el pueblo nicaragüense votó y ganó el general Anastasio” Tacho” Somoza (del oficialista Partido Liberal Nacionalista PLN), y perdió Fernando Agüero Rocha. Somoza asumió el poder el 1 de Mayo de 1967. El diario La Prensa sufrió un saqueo por parte de la Guardia Nacional desde un día como hoy 22 de enero de 1967 y no fue sino hasta el 3 de febrero que circuló (debido a un recurso de amparo que doña Margarita Cardenal viuda de Chamorro, madre de Chamorro Cardenal, interpuso a la Corte Suprema de Justicia contra el Comandante de policía Coronel Ernesto Rugama) denunciando que las pérdidas de materiales y dinero en sus instalaciones ascendieron a 100.000 córdobas. Los 31 presos (incluido Pastora) fueron liberados por una amnistía del Congreso Nacional el 4 de marzo. El 28 de marzo de 1971 Agüero firmó un pacto con Somoza en la Sala Mayor del Teatro Nacional Rubén Darío para ser miembro de la Junta Nacional de Gobierno (JNG) en el periodo del 1 de mayo de 1972 al 1 de diciembre de 1974 y permitir la reelección de Tacho para su segundo periodo en la presidencia, por lo que fue considerado un traidor por un sector de su partido. En 1973 renunció a la JNG sustituyéndolo Edmundo Paguada Irías.
Un día como hoy 22 de Enero de 1970 en EE. UU. se realiza el primer vuelo comercial del avión Boeing 747. El Boeing 747, comúnmente apodado «Jumbo», es un avión comercial transcontinental  fabricado por Boeing. Conocido por su impresionante tamaño, está entre los aviones más reconocibles del mundo. Realizó su primer vuelo comercial un día como hoy 22 de Enero de 1970, siendo el primer avión con fuselaje ancho. Su rival más directo es el aún mayor Airbus A380. Los cuatro motores turbofán del 747 son producidos por Pratt & Whitney, cuya referencia JT-9D fue inaugurada con el avión y han sido usados por otros aviones de fuselaje ancho como el Douglas DC-10. Su segundo piso en la parte anterior de la cabina ha hecho de los 747 un icono altamente reconocible del transporte aéreo. Una disposición típica en 3 clases acomoda a 416 pasajeros, mientras que una disposición de dos clases acomoda un máximo de 524 pasajeros. El 747-400, la versión más reciente en servicio, vuela a velocidades subsónicas de Mach 0,85 (unos 913 kilómetros por hora), y ofrece un radio de acción intercontinental de 7 260 millas náuticas (13 446 kms). Se esperaba que los 747 estuviesen obsoletos después de unas ventas de 400 unidades, pero han sobrevivido a todas las expectativas, y, pasadas las críticas, la producción llegó a 1,000 unidades en 1993. En junio de 2007 se habían construido 1,387 aviones, con otros 120 en diversas configuraciones bajo pedido. El desarrollo más reciente de este avión, el 747-8, fue planeado para incorporarse al servicio a partir de 2010, siendo Lufthansa el cliente de lanzamiento. El 747 es uno de los aviones más seguidos por el público, ya que la así llamada «Reina de los cielos» (Queen of the Skies) permitió a millones de personas realizar vuelos internacionales. Además fue el primer avión civil de fuselaje ancho, el más largo y el más pesado, y pionero en la utilización de motores turbofán  de alta relación de derivación, menos contaminantes y ruidosos que los turborreactores convencionales.

Un día como hoy 22 de Enero de 2006 en Bolivia, Evo Morales asume la presidencia del país. Juan Evo Morales Ayma, nacido en Orinocoa, Oruro, el 26 de octubre de 1959 es el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia. Fue uno de los fundadores del Movimiento al Socialismo (MAS), que encabezó las protestas de octubre de 2003 que desalojaron del poder a Gonzalo Sánchez de Lozada. Desde 1996 preside el Comité de Coordinación de las seis federaciones de productores de coca de la zona del trópico de Cochabamba (Chaparé). En las elecciones de 2005, Morales obtuvo casi el 54% de los votos, convirtiéndose en el primer presidente de origen indígena. Asumió el poder un día como hoy 22 de enero de 2006. Es el tercer mandatario boliviano en la historia de la República elegido por mayoría absoluta de votos (el primero fue Hernán Siles Suazo en 1956  y el segundo, Víctor Paz Estenssoro en 1960). El 6 de diciembre de 2009 se celebraron unas nuevas elecciones presidenciales, en las que logró la reelección con el 64,22% de los votos; reasumió el 22 de enero del 2010.

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