Tomado de El Clarín
Damián Pachter antes de partir "por miedo".
Damián Pachter antes de partir "por miedo".
Escrache oficial al periodista que confirmó la muerte del fiscal Nisman
Dudas y amenazas
La Casa
Rosada primero y la agencia Télam después, dieron precisiones de su pasaje
antes de dejar el país. Dice que el Gobierno lo persigue. Se encontró ayer con
Clarín en Aeroparque: “Siento que les arruiné algo”, dijo. Viajó a Montevideo y
de ahí a otro rumbo.
Por Gabriel Martinez
Bracesco
El primer
periodista que dio la noticia de la muerte del fiscal Alberto Nisman a través
de twitter, Damián Pachter, contó a Clarín que debió “elegir el exilio por
miedo a ser asesinado”. Insólitamente, la cuenta oficial de la Casa Rosada dio
información de la salida del país de Pachter, donde se afirmó que retornará al
país el 2 de febrero. El mensaje fue acompañado de una captura de pantalla del
pasaje de Pachter. La agencia oficial Télam también mostró esa imagen.
El
periodista exiliado compró pasajes en diferentes aerolíneas, para tratar de que
las personas que lo seguían no pudieran localizar su destino final. El primero
de ellos lo hizo por Aerolíneas Argentinas, con ida y vuelta. Consideró que si
esta información era obtenida por la ex SIDE y se filtraba a los medios
oficialistas, dejaba en evidencia a quienes recibían información de los
servicios. Cabe destacar que, por normas internas de la aerolínea estatal, esta
no puede revelar ese tipo de datos.
Pachter se
fue de la Argentina ayer a las 5.06 AM, pero antes se tomó unos minutos para
reunirse con dos periodistas y explicó el motivo de su partida. Sólo se llevó
una mochila prestada, cargada con apuntes y papeles, ropa que venía usando
desde hace cuatro días y 25 dólares en la billetera.
“No puedo volver más al país, al menos hasta el final
de este Gobierno”, explicó gesticulando sus manos temblorosas mientras tomaba
un café en el primer piso del Aeroparque. Se lo veía muy
cansado, con una gran gorra de tela militar con la que intentaba tapar parte de
su cara y unos lentes oscuros.
El
encuentro ocurrió a las 3.57. Pachter citó allí a Clarín y a un periodista de
Infobae. Luego de hablar y dar una entrevista. Pachter embarcó casi una hora
más tarde rumbo a Montevideo según la tarjeta de embarque que le mostró a este
cronista.
Pachter
citó a los dos periodistas en Aeroparque, según él mismo explicó, para que lo
acompañaran y fueran testigos del trámite de inmigraciones. Explicó que la
presencia de dos periodistas garantizaba que nada ‘raro’ iba a pasar en
Aeroparque. Pachter entendía que en las últimas horas había sido objeto de un
seguimiento por sectores de inteligencia y decidió entonces emigrar: “Me voy
porque mi vida corre riesgo. Acá no puedo estar más. No puedo volver más al
país, al menos hasta el final de este Gobierno. Estoy muy marcado”. Pachter
hizo en Montevideo una escala. De ahí planeaba tomar otro avión hasta llegar a
un lugar que considere seguro.
“Les cagué
el tema con ese tuit. Les cagué la operación”, explicó. Cinco días atrás la
vida de Pachter era mucho más tranquila. Pero para el periodista del sitio web
de The Buenos Aires Herald, todo cambió cuando pasadas las 11 de la noche del
domingo 18 de enero escribió por twitter que había un incidente en la casa del
fiscal Nisman, a horas de que se presentara frente al Congreso para explicar
por qué había decidido acusar al gobierno de Cristina Kirchner de participar en
una conspiración para cubrir la responsabilidad de Irán en el atentado de la
AMIA.
Pachter
fue el periodista que tuiteó una semana atrás, a las 23.35, que “Me acaban de
informar sobre un incidente en la casa del Fiscal Alberto Nisman”. A las 00.08
agitó las redes cuando tuiteó “Encontraron al fiscal Alberto Nisman en el baño
de su casa de Puerto Madero sobre un charco de sangre. No respiraba. Los
médicos están allí”. En cuestión de segundos, los 140 caracteres comenzaron a
replicarse a toda velocidad con más de 1.000 re tuits y 300 favoritos. Se
encendió una luz de alerta en los time-lines de distintos periodistas que
seguían la información a través de sus celulares, tablets o notebooks. A partir
de allí, Pachter ocupó el centro de miradas y desfiló por programas de
televisión: era el periodista que obtuvo la primicia.
Según su
relato, el jueves a la noche recibió un mensaje alertándolo. Se encontraba en
el edificio que comparten las redacciones de Ambito Financiero y The Buenos
Aires Herald. Contó que, desde ese día, no pudo volver a su casa. Sus fuentes
le habían comunicado que su domicilio estaba siendo vigilado. Pachter dejó su
auto en el estacionamiento del diario, en Paseo Colón 1196. El periodista se
habría ido a Mar del Plata donde vio al vicepresidente de la Unión Sudamericana
de Corresponsales (UNAC), Ricardo Rivas. El viernes, fueron a un restaurante y
divisaron, en una mesa contigua, a un viejo agente del servicio de inteligencia
de la provincia de Buenos Aires, ex DIPBA.
Pachter
nació en Argentina, pero tiene doble nacionalidad con la israelí. De hecho,
durante tres años prestó servicio en el ejército de Israel. Tiene 31 años y
antes de trabajar en Buenos Aires Herald lo hizo en Associated Press. Allí
conoció a Adrián Bono, un editor de Infobae a quien también citó el sábado en
Aeroparque.
“Andate ya
porque te están buscando”, asegura que le dijeron. Y se fue ayer a la
madrugada.
Con
respecto a por qué habrían de seguirlo, o de pinchar sus teléfonos, Pachter no
contó mucho y prefirió ser críptico: “Les cagué el tema con ese tuit. Siento
que les arruiné algo”. Y aseguró: “Voy a volver al país cuando mis fuentes me
digan que las condiciones cambiaron. No creo que sea durante este gobierno”.
Ayer a la
madrugada, Pachter se comunicó telefónicamente con Clarín y con Bono. Explicó
que eran las personas en las que más confiaba, aparte de su madre y que se
encontraba en una casa que él creía que era segura, pero que ya no lo era”.
Pachter se subió al avión sin mencionar si había realizado la denuncia a la
Polícía por sentirse amenazado.
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