
Hace años que hemos sido testigos y protagonista de
proyectos que nos han brindado la oportunidad de conocer a cientos de personas
extraordinarias, que con actos ordinarios ayudan a que este mundo sea uno
grandioso.
La palabra AMOR ha sido el elemento clave que une a cada
una de estas personas, no importa en que lugar del mundo se encuentren. Es ese
sentimiento el cual desde que el mundo es mundo ha logrado que el ser humano
reconozca la humanidad de quienes lo rodean.
Hace poco tuvimos la oportunidad de conocer por
“accidente” divino un proyecto que no solo nos ha cautivado el alma sino que ha
transformado nuestro ADN como humano. Este proyecto es liderado completamente
por un grupo de jóvenes que solo tienen un solo norte: ayudar a todo aquella
persona que no tienen esperanza y devolvérsela.
Cada uno de ellos viene de diferentes lugares y
profesiones tan diversas como lo son científicos, arquitectos, paisajistas,
jardineros, representantes de marcas, vendedores, entre otros, pero sobre
cualquier otra cosa son seres especiales que desean genuinamente hacer una
diferencia.
El escenario semanal es el oeste del Archipiélago de
Puerto Rico, en donde se reúnen estos ángeles y realicen un acto de amor para
un grupo de niños autistas y sus familias.
Al llegar a este paraíso escondido, nos encontramos justo
al lado de una pick up que tenía unas tablas gigantescas de surfing saliéndose
por la parte de atrás. Al bajarnos nos percatamos al lado del vehículo se
habían bajado dos individuos al mismo tiempo y que habían comenzado a bajar las
tablas.
Los dos de pelo largo, flacos, con trajes de baños
largos, gafas que les protegía muy bien del sol espectacular a esa hora.
Después de identificarnos, nos dieron la espalda y de la nada como hormigas en
época de recogimiento, se unieron a los esfuerzos de bajar las tablas y el
equipo unas tres personas adicionales.
Minutos después comenzaron a llegar los niños con sus
padres al área en donde estábamos. Inmediatamente nos percatarnos de que cada
uno de estos niños tenían una peculiaridad, estaban emocionado de estar allí.
Esto lo sabemos, ya que desde hace más de 8 años de haber
sido bendecidos con la presencia de varios niños con esta bendición en nuestra
vida. Los que ya tenemos experiencia compartiendo con estos niños sabemos que
no es lo mismo verlos aletear que verlos aletear con una SONRISA en su labios.
Al continuar observando la dinámica, comenzamos a ver
como cada uno de los niños que llegaban, aunque un poco distraídos sabían en
donde estaban y estaban más claro que nosotros de lo que iba a suceder en
cuestión de minutos. Para, para… se nos olvidó comentarles que estos “héroes
anónimos” son como una especie de tribu, en donde no hay un líder, todos son
uno, los egos inexistentes… la hermandad los unía. TODOS estaban ayudando y
sobre todo; se han convertido en una familia diversa y unida por un fin común.
El proyecto de carácter científico, único en el mundo y
el cual está siendo estudiado por tres universidades de España, Estados Unidos
y Puerto Rico, tiene una simple pero extraordinaria razón de ser, utilizan el
surfing para estimular e impulsar el desarrollo de estos seres de luz,
sobrepasando las expectativas de lo esperado.
Fuimos testigos de una experiencia jamás experimentada,
en donde estos Ángeles jugaban entre ellos mismos como niños, hablaban y
expresaban palabras que nunca en su existencia habían pronunciado. Y sobre
todo, en sus rostros la atención a lo que estaba pasando era latente cuando
estaban encima de una ola y corriéndola.
Por otro lado el rostro de cada uno de estos padres,
familiares, voluntarios y (para nuestra sorpresa) de los que estaban en los
alrededores en donde estábamos valía un millón de dólares, ya que era
expresiones de alegría, gratitud, agradecimiento y amor genuino y que le decían
a cualquier que los mirara que allí estaba pasando algo mágico.
Mientras esto sucedía en la orilla de la playa, dentro
estaban los surfers con sus panas en las tablas surfeando. Los rostros de esos
Angeles de la única manera de describirlos es que vean este video, ya que no
hay palabra que describa ese sentimiento.
Al finalizar la jornada todos presenciamos uno de los
avances más extraordinarios en la historia de la humanidad, en donde un deporte
milenario se unió a la ciencia y al amor de seres desinteresados y están creando
una página en la historia.
Terminado la intervención con los niños, nos pusimos a
conversar con cada uno de los participantes de este innovador proyecto. Fue un
consenso en silencio la alegría, satisfacción, el “high” que estaban
experimentando por la simple interacción con estos seres especiales.
Cada uno de ellos en sus palabras, gestos y en su mirada
atónita decían a coro, que estaban allí para servir a los niños y a sus
familias, pero más profundo aún, el mensaje que no se decía que vimos es que
ellos están allí para darles esperanza a quienes la han perdido.
Ellos en ese espacio en donde estaban de éxtasis
emocional, desconocen a ciencia cierta el impacto multiplicador que su valioso
tiempo y dedicación desinteresada está causando en el entorno inmediato de
estas familias.
Hoy terminamos reconociendo a estos HEROES anónimos que
no están hablando, están haciendo la diferencia, sin protagonismo, sin
expectativas y dejando el ego en el amplio mar. El mismo el cual los protegen y
los cobijan cuando están dando el amor incondicional que solo se experimenta
una ola a la vez.
Waldemar
Serrano-Burgos, CEC
Certified
Executive-Business Coach
Dragonfly
Coaching Group | 305.335.4044
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