sábado, 15 de junio de 2013

Régimen venezolano da libertad condicional a presa personal de Chávez

Tomado de BBC Mundo 
Afiuni: libertad condicional para “la presa personal de Chávez”
Si bien el gobierno de Venezuela insiste en que en su sistema democrático no caben los presos políticos, eso no es lo que piensa la jueza María Lourdes Afiuni, que se considera "la prisionera personal de Hugo Chávez".

Por Abraham Zamorano

Este viernes se conoció que las autoridades ordenaron su excarcelación, pero Afiuni continuará siendo juzgada en libertad condicional, tras casi tres años y medio de reclusión. Tendrá que presentarse ante un juez cada 15 días ni podrá salir del país. Además, tampoco hablar con la prensa ni, lo que es nuevo, hacer uso de las redes sociales: en Twitter tienen 250.000 seguidores.

Afiuni es la jueza que en 2009 exasperó a Hugo Chávez liberando a Eligio Cedeño, un banquero acusado de varios delitos que llevaba tres años pendiente de juicio. Ante eso, el difunto mandatario pidió dureza contra ella, la pena máxima de 30 años e incluso cambiar la ley si hacía falta porque "es mucho más grave un juez que libere a un bandido, que el bandido mismo".

Desde entonces, Afiuni ha vivido un proceso que es presentado como paradigma por quienes cuestionan la existencia de un poder judicial independiente en el país.
Su caso llegó a ser objeto de unas críticas a la que incluso se sumó el intelectual izquierdista estadounidense Noam Chomsky.


Para el chavismo, sin embargo, la resonancia internacional que tiene no es más que un elemento más de la campaña de descrédito contra la revolución bolivariana. Aseguran que se trata de un proceso que lleva adelante ante jueces independientes y con todas las garantías.

El delito


Los problemas de Afiuni empezaron cuando en diciembre de 2009 aplicó la recomendación del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de Naciones Unidas que había cuestionado la situación del banquero Eligio Cedeño.

Resolvió otorgar libertad condicional a Cedeño, que llevaba cerca de tres años detenido sin que comenzara su juicio. La ley venezolana establece un tope de dos años.

Aunque le prohibió abandonar el país, el banquero, que se consideraba "preso político", huyó a Estados Unidos, donde recibió asilo.

La fiscalía estimó que había habido irregularidades en la liberación y el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebín) la arrestó.

Chávez expresó su indignación. "Habrá que meterle pena máxima a esta jueza y a los que hagan eso, ¡30 años de prisión!, pido yo a nombre de la dignidad del país", dijo en televisión.

En prisión se encontró con mujeres a las que ella misma había sentenciado. Encerrada en una celda de 3 por 2,5 metros, denuncia que fue atacada con armas blancas y agredida sexualmente.

Entonces abrió su cuenta en Twitter, que supera los 250.000 seguidores y es el único medio por el que se podía expresar públicamente hasta este viernes, cuando entre las medidas cautelares, se le prohíbe hacerlo, según le confirmó su abogado a BBC Mundo.

No tardó en recibir muestras de solidaridad en Venezuela e internacionalmente. Incluso Chomsky se unió a la campaña por su liberación con una carta a Chávez, por quien nunca había ocultado sus simpatías.

Tras un año y dos meses en el presidio del Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), fue decretado el arresto domiciliario. Así su casa se convirtió en su prisión por los siguientes dos años y cuatro meses.

 

"Torturas"


Eso, hasta este viernes, una semana después de que la fiscal general del Estado, Luis Ortega, anunciara en su cuenta personal de Twitter su solicitud de libertad condicional para Afiuni.

Tuvo que pasar una semana para que se consumara la medida. El abogado de la jueza, Jose Amalio Graterol, califica de "tortura" la dilación.

"Esta espera también es un trato cruel, inhumano y degradante, y constituye una tortura psicológica", le dijo el letrado a BBC Mundo.

Según su abogado, sin embargo, esta no es la primera vez que padece torturas. Ya en el INOF sufrió heridas de arma blanca y quemaduras de cigarrillos después de haber llegado con un certificado de buen estado de salud.

"Además, tuvo el valor de denunciar que había sido violada", comentó Graterol.

Problemas de salud


Otra queja recurrente de su entorno es la actitud de las autoridades ante sus constantes problemas de salud. Afiuni ha tenido problemas para ser atendida por un médico por depender de la autorización de la jueza que ve su caso.

"Tiene problemas renales, cistitis y problemas urinarios. En una axila tiene un quiste y en un seno también. No ha podido operarse", le relató a BBC Mundo su hermano, Nelson Afiuni.

"La fiscalía se ha preocupado, pero la que autoriza que es la juez y no le da la gana a veces", se quejó.

El hermano de la jueza contó que el mayor problema se da cuando enferma en fin de semana, pues les resulta imposible encontrar a la autoridad encargada de autorizar su traslado a un centro médico.

"Una vez se intoxicó. Hasta la fiscalía fue a ver qué pasaba y tuvo que esperar a que el lunes llegara la autorización de la juez, pero bajo presión, bajo denuncia", agregó.

 

Sin declarar a los medios


A solicitud de la fiscalía, la jueza tendrá que presentarse cada quince días ante las autoridades, no podrá salir de Venezuela y tampoco podrá hablar con los medios de comunicación. La novedad es que tampoco podrá hacer uso de su cuenta en la red social Twitter.

La presentación ante las autoridades es una fórmula habitual para minimizar el riesgo de fuga. Para el veto a las declaraciones a los medios o las redes sociales es para lo que no encuentra justificación su abogado.

"Apelamos y nunca nos han dado la razón ante algo a criterio nuestro inconstitucional que violenta la libertad de expresión", le dijo Graterol a BBC Mundo.

En cualquier caso, al poder salir de su domicilio, pudo hacer realidad su deseo de visitar varios templos religiosos para cumplir con sus promesas, mientras continúa su juicio cuya sentencia espera para septiembre.

BBC Mundo visitó a Afiuni en 2011


El apartamento en Caracas donde vive con sus padres y su única hija, de 19 años, es su prisión.

Por turnos, dieciséis militares cuidan que no se escape: dos militares vigilan el portón de acceso al edificio, dos se apostan en otro ingreso y otros cuatro pasan todo el día sentados frente a la puerta de su apartamento.

Ellos llevan registro de quién ingresa a la casa de la jueza, que no puede tener más de cinco visitas al día.

Allí recibe a BBC Mundo. Pero Afiuni, por decisión de juez de la causa, no puede dar declaraciones a los medios de comunicación.

Su hermano, Nelson, hace de vocero: "No puede hablar ni del clima con los medios".

Ella se sienta en el sillón, fuma, hace catarsis en Twitter, sonríe, frunce el ceño.

Durante el día aprovecha para hacer un curso de ingles a través de internet, arma rompecabezas, lee y por las tardes coloca sus piernas sobre la ventana enrejada para recibir un poco de sol.

Los materiales de su defensa y documentos judiciales no están en su casa porque los guardias pueden allanarla en cualquier momento.

No habla por teléfono porque los teléfonos, dicen sus familiares, están "pinchados", así que se comunica mayormente con el servicio de mensajería de su teléfono.

Detrás suyo, mirando hacia el exterior, una bandera venezolana con la inscripción "Afiuni" enseña que en el cuarto piso de ese edificio vive la jueza.

Una vez al mes sale a la calle. Cuando la trasladan a tribunales para ser juzgada, ella se niega a ingresar a sala porque considera que no va a tener un juicio justo, dice su hermano.
Juan Paullier - 9 de diciembre de 2011

Qué dijo Chávez

Chávez, tras la detención en 2009
·       "Viene una juez bandida, una bandida (…) todo estaba montado. Yo exijo dureza contra esa jueza, incluso le dije a la presidenta del Tribunal Supremo, a la Asamblea Nacional, habrá que hacer una ley porque es mucho más grave un juez que libere a un bandido, que el bandido mismo".
·       "Entonces habrá que meterle pena maxima a esta jueza y a los que hagan eso, ¡30 años de prisión!, pido yo a nombre de la dignidad del país".
·       "A la juez esa deberían meterle 30 años de cárcel, Simón Bolívar hizo un decreto: aquel que tome un centavo del Tesoro público será pasado por las armas, es decir, fusilado y el juez que no lo hiciera será también pasado por las armas”
·       "Es más grave tener jueces que liberan delincuentes (…) “no, eso es lo último que podemos tener nosotros, porque el juez es el encargado de imponer la sentencia, si vamos a tener jueces delincuentes, sálvese quien pueda”

Chávez, a la BBC en 2010
·       "Ha actuado un poder absolutamente autónomo, un Poder Judicial que condenó a una exmagistrada".
·       "Aquí hay una lucha a muerte contra la corrupción (…) y nunca antes funcionaron como hoy los poderes venezolanos en plena autonomía". 

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