lunes, 23 de mayo de 2011

Brasil tranquiliza a los inversionistas

Tomado de The Wall Street Journal

Por Anjali Cordeiro

Nueva York (Dow Jones). Durante meses, los inversionistas han estado preocupados por que la economía brasileña –"al rojo vivo"– fuera a recalentarse, pero ese nerviosismo ahora comienza a apaciguarse.

Las encuestas muestran que las expectativas de inflación han bajado en las últimas dos semanas, dado que quienes diseñan las políticas parecen tener una postura más firme en relación con la inflación.

Eso ha dado lugar a un escenario para una moneda más fuerte y algunas de las empresas más destacadas han pronosticado que el real brasileño se elevará más allá de los valores máximos alcanzados antes de la crisis, llegando a 1,55 por dólar para fines de este año.

Las expectativas de inflación, como muestra una encuesta semanal de economistas e inversionistas del banco central, han caído en las últimas dos semanas, luego de un largo período de crecimiento.

La razón principal por la que las expectativas inflacionarias se están moderando "es la dura posición de las autoridades", dijo Kathryn Rooney Vera, estratega de macroeconomía de Bulltick Capital Markets. "El mercado se dio cuenta de que (las tasas de interés) van a aumentar. Eso es un buen augurio para el real".

Bulltick espera que la tasa de interés SELIC –que en Brasil funciona como referencia – aumente del actual 12% a 12,75% a fines de este año. Rooney señala en particular las recientes minutas del banco central, que sugieren que quienes diseñan las políticas estarían dispuestos a subir las tasas tanto como sea necesario y tal vez estén dispuestos a establecer un ciclo de incrementos prolongado.

La inflación en Brasil se mantiene alta por ahora, y solo se espera que llegue al máximo dentro de algunos meses. La inflación anual al consumidor aumentó en abril a 6,51%, apenas por encima del objetivo del gobierno, que la había fijado en 6,5%.

El lunes, analistas y economistas del mercado financiero en Brasil redujeron sus proyecciones de inflación para 2011 por tercera semana consecutiva, según el sondeo semanal de mercado del banco central.

El sondeo mostró que la tasa de inflación de Brasil cerrará el 2011 en un 6,27%, por debajo del 6,31% estimado una semana antes. Pese a la rebaja, la proyección supera con creces la meta de inflación del banco central del 4,5% para el año. Los economistas consultados aumentaron su estimación promedio de inflación para 2012 del 5% al 5,1%.

Pero por ahora, la postura más dura de los encargados de diseñar las políticas y una desaceleración en algunas piezas de los datos económicos ayuda a convencer a los inversionistas de que el banco central no está de brazos cruzados como algunos temían.

Esta situación hace que los economistas tengan más confianza en las perspectivas de la economía y los activos brasileños.

Durante gran parte de este año, la inflación ha sido la mayor preocupación de los inversionistas en mercados emergentes. En el pasado, las economías latinoamericanas en particular han quedado muy marcadas por períodos de hiperinflación que llevaban los precios fuera de control y erosionaban el valor de sus monedas.

En los últimos días, los diseñadores de políticas brasileños se han mostrado confiados al decir que sus aumentos de las tasas están funcionando y que tienen la situación bajo control. El jueves, el presidente del banco central, Alexandre Tombini, dijo que la tasa de inflación anual debería alcanzar su cenit en agosto gracias a un escenario de mejora de precios. Además, datos recientes de ventas minoristas sugieren que el gasto también podría estar cediendo un poco. Los números de principios de este mes muestran que las ventas minoristas en Brasil escalaron 1,2% ajustadas estacionalmente en marzo respecto de febrero, una cifra ligeramente por debajo de lo que algunos analistas esperaban.

"Hay una percepción de que lo peor ya pasó en términos de sobrecalentamiento", afirma Carlos Constantini, director de Banco Itaú. Los grupos empresarios indican ahora que las presiones inflacionarias están quedando atrás, opinó.

Su firma cree que si el gobierno no introduce medidas drásticas para frenar la moneda, los flujos de inversión se mantendrán firmes y el real podría apreciarse hasta 1,55 por dólar en 2011. Durante un breve período, el real rozó esos niveles a principios de este año, pero luego se debilitó para ubicarse en 1,675 por dólar. El declive fue provocado por preocupaciones sobre la inflación y un aumento en el costo de los préstamos en dólares en Brasil, lo que hizo que menos apetecible el carry trade (procedimiento por el cual los inversionistas toman préstamos a bajas tasas y luego lo reinvierten en otro país donde las tasas son más altas para obtener mayor rentabilidad).

Los inversionistas también creen que el banco central está más dispuesto a una apreciación de la moneda para combatir la inflación. La tasa para los préstamos de dólares onshore, que el mes pasado había llegado a su pico, desde entonces se ha moderado y ha vuelto otra vez más atractivo el carry trade en Brasil. Por otra parte, se espera que la reciente baja en los precios de los commodities también ayude a moderar las presiones de precios para Brasil en los próximos meses.

"A menos que veamos otra alza significativa de los precios de los alimentos, la inflación va a disminuir", afirma Steffen Reichold, economista en Stone Harbor, que invierte en mercados emergentes. "Con el tiempo alcanzarán la cima (de la inflación)".

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