domingo, 15 de mayo de 2011

Un Taxi en Nueva York

Por Waldemar Serrano

Durante estos días recibí una llamada desde la ciudad de los rascacielos de una amiga que necesitaba hablar urgentemente. Le comenté que estaba en una reunión en ese momento y que tan pronto salieras de ella la llamaba.

Dos horas más tarde cuando la llamé -y sin esperar- comenzó a decirme como ella se sentía, entre las cosas que me dijo es que estaba en un estado de inercia total. Su voz no tenía el mismo tono vibrante y lleno de felicidad a la que me tiene acostumbrado.

En realidad después de escucharla por espacio de media hora, su gran frustración era algo sencillo y complicado a la vez, había perdido su norte, sentía que su carrera estaba “on hold” o en resumidas cuentas, siente que está dando vueltas en el mismo lugar, sin saber a dónde va.

Se preguntaba ella misma como era posible que después de haber estado por espacio de cinco meses en el norte de Nueva York, en donde vivió en un monasterio en silencio, para poder encontrar claridad y poder encontrarse a ella misma, todavía se sentía tan perdida.

A su vez ella no entendía el vacío que sentía su alma, estaba casada con un filósofo brasilero maravilloso, tenía un trabajo que le daba la flexibilidad a ella que necesitaba para hacer lo que ella quisiera y a pesar de todo esto, ella seguía dando vueltas como un trompo. La llamada no quedó en nada, ella se desahogó y al colgar por lo menos estaba respirando, así que creo que valió la pena.

Ese día fue uno difícil para ella, como se que ha sido para mucho de las personas que conozco incluyéndome a mí, en donde nuestra mente se a nublado, nuestros ojos se han empañaron, los sueños se han congelado, bailamos en un circulo y nuestro norte está en el espacio sideral.

Días más tardes recibí otra llamada, pero esta vez había una carcajada al otro lado, creí por un momento que se habían equivocado, pero no era mi amiga que estaba riéndose incontrolablemente de lo que le había pasado ese día.

Resulta que se ese día se había montado en uno de esos taxis –que son un mal necesario- que transitan por las concurridas calles de la ciudad que no duerme. Al sentarse le indicó al conductor la dirección a la cual ella necesitaba llegar y ella asumió que él había entendido, que estaba familiarizado con la dirección.

Al cabo de un rato ella como que se dio cuenta que no estaban en la dirección correcta y le preguntó que si él conocía una ruta diferente y él de una forma ruda y con un acento del medio oriente le dijo que él era el taxista y que él sabia a donde iban. Ella no quería entrar en un dime y direte con él, así que le dijo al taxista que parara el auto y ella se bajó.

Una batalla de quien tenía la razón comenzó en cuestión de unos segundos, llego a un punto que el tono de voz estaba escalando, así que decidió darle el dinero que decía el metro del tiempo del taxi y se bajó. Al empezar a caminar se dio cuenta que no sabía a dónde estaba caminando y tuvo que parar de caminar y pensar detenidamente hacia donde iba. Al darse cuenta en donde realmente estaba, se empezó a reír ya que estaba solo a unas cuadras de su destino final.

Cuando terminó de contarme todo este cuento, lo primero que me dijo fue que estaba contenta ya que la vida le había dado una gran lección, no es que ella no sabe a dónde va, sino que para llegar a donde ella desea llegar, tiene que pensar bien lo que realmente desea y sin querer queriendo –como diría el Chavo del Ocho- llegará.

La conversación concluyó con una gran verdad que ella me indico una vez que yo estaba cuestionándome que entendía que no estaba moviéndose nada en el área profesional de mi vida. Al finalizar de indicarle lo que me estaba pasando me dijo “quien te dijo a ti que las cosas no se están moviendo, el que no veas que se está moviendo, no significa que no se están moviendo”.

Hoy te dejo con estas pregunta ¿Cuándo fue la última vez que tomaste el tiempo para ver si estas en donde deseas estar? ¿Qué es eso lo que realmente mueve tu alma y pone a bailar tu ser? y por ultimo ¿Qué estás haciendo diariamente para llegar a eso que tanto anhelas?

Waldemar Serrano-Burgos, CEC, ACC es Life Coach Certificado Internacional, actualmente trabaja en los mercados de Miami, Puerto Rico y Republica Dominicana. Puede contactarlo al 305.335.4044 o por email wsbcoaching@gmail.com

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