Tomado de Magazine Fuera de
Serie
Por Elena Pita.
Fotografías de Javier Salas.
Apareció por arte de magia tras la pantalla donde
contemplábamos absortos su alquimia con el balón. Cayó la pantalla como telón a
golpe de petardos y, voilà!: Leo Messi en persona; él mismo
se tronchaba de la ocurrencia, o de la cara de tontos que a todos se nos puso.
El dios de hierro hecho carne a golpe de artificio, tan chiquillo en sus
vaqueros deshilachados que debieron de ser tejanos color gris, sobre slip negro, deportivas blancas y chupa negra de napa
fina.
Nos lo había traído a escena Audemars Piguet para
presentar un reloj inspirado en él: Royal Oak Edición Limitada Leo Messi. El
reloj luce de vicio en su flaca muñeca, hermoso; preciso y fuerte como él,
diseñado a su imagen y semejanza sobre un bisel de tantalio, metal duro donde
los haya, cubierto de platino, oro o acero según versión.
Armónico el reloj, contradictorio el tiempo; atraviesa
el mejor jugador del mundo el momento más raro de su carrera: pierden a
Guardiola, la Liga y la Champions y, a renglón seguido, el argentino supera el
récord mundial de goles por temporada imbatido desde 1925: 73 tantos (50 de
ellos en Liga, y 14 en Champions). El récord mundial lo tenía el escocés Starck
con 70 goles en 1925; y la plusmarca europea fueron los 67 de Muller en 1967.
Messi (24 de junio de 1987, Rosario, Argentina) es el astro indiscutible, el
artista, el mejor, ¿está triste o contento Messi en la contradicción? En el
campo se le vio abatido, hoy parece divertirse: anda risueño sobre su metro 69.
PREGUNTA. ¿No era hablar con la prensa el mayor
tormento para usted, el mayor aburrimiento?
RESPUESTA. (Risas) No, no hay nada que me aburra
especialmente.
P. ¿Ni siquiera una entrevista?
R. No, de verdad.
P. Messi, ¿qué siente siendo el objetivo principal de
todos los ataques del contrario; sabiendo que, en cuanto pisa la hierba, todos
y siempre van a ir principalmente a por usted?
R. No pienso en eso. Yo entro al campo de fútbol a
hacer lo que me gusta, e intento ganar porque soy así, pero no me fijo en si
van o no a por mí.
P. Cuando le bloquean tan duramente, ¿siente miedo por
su integridad física?
R. No; esto es fútbol: un deporte de integridad
física. No se siente miedo porque cuando juegas estás concentrado y te olvidas
de todo lo demás.
P. Cuando uno a los 24 años lo ha conseguido todo en
la vida, en apariencia al menos, ¿qué le queda por delante?, ¿qué le queda por
conseguir a Leo Messi?
R. Ganar un Mundial. Es un sueño que aún tengo y Dios
quiera que lo pueda conseguir, me encantaría.
P. ¿Sigue pensando que algún día volverá a su tierra
como jugador?
R. La verdad es que ganar un Mundial es lo más
importante para un futbolista, saber que le diste la Copa del Mundo a tu país.
Sería muy hermoso, sería un hito muy grande para Argentina, para mis compañeros
y para mí mismo. Lo importante es conseguirla, y después, regresar feliz y
victorioso a tu país, pensar en un futuro regreso.
P. ¿Le queda alguna leyenda del fútbol por superar?
R. Nunca pienso en esto. Mi trabajo es mi pasión y
sólo pienso en el presente: mi mayor logro es poder trabajar en lo que más me
gusta del mundo.
P. Algo tan grande como esto que le sucede supongo que
nunca se sueña, ¿con qué soñaba de niño?, ¿cuáles eran sus ambiciones allá en
Las Heras de Rosario donde nació?
Lionel Messi, 24 años, posa con camisa y gemelos de
Dolce & Gabbana.
R. Con 5 años, menos incluso, agarré la pelota y ya no
tuve otro sueño ni otra ilusión que ser profesional del fútbol; nunca hubo otra
cosa que quisiera ser. Y cuando llegué acá, con 13 años, ya sólo tuve un
objetivo: triunfar como futbolista. La verdad es que no era muy bueno en los
estudios, me costaba bastante.
P. ¿Cuánto tiene que ver su prodigiosa fortaleza con
la superación de aquella carencia en su infancia y adolescencia?
R. Fue una etapa muy dura de mi vida. Era un
chiquillo, y cuando ves que tus compañeros crecen y se hacen fuertes y tú, no…
Y cuando lo que te gusta es estar en el campo y darle a la pelota… Pero gracias
al tratamiento médico superé la deficiencia (de hormonas de crecimiento) y
conseguí que mi masa muscular y mi tamaño fueran los que correspondían a mi
edad. El tratamiento no fue agradable, pero lo llevé con normalidad, y con el
apoyo de mi trabajo y mi familia salí adelante. Siempre intenté superarme y
encontrar lo positivo de las cosas malas.
P. ¿Cuánto aprendió de aquello?
R. Superar algo así te hace más fuerte mentalmente y
te hace tener más autoestima.
Royal Oak Leo Messi de la versión hecha en
tantalio (bisel) y oro rosa. Caja de 41 mm. Se entrega con una correa de
aligátor y otra adicional de caucho. 41.000 €.
P. Y ahora, ¿cómo logra vivir con calma tanto éxito?
¿A qué se agarra para no perder la cabeza?
R. A mi familia, sin duda. He pasado por momentos
duros en mi carrera, como cuando me tocó quedar fuera de la Copa América o los
mundiales, pero ellos están ahí para levantarme. Realmente son los únicos que
lo consiguen, porque me conocen y saben cómo hacer para que me reponga. En el
fútbol no te queda otra que volver a intentarlo, y para ello te da revancha:
cada tres días tienes partido, no tienes tiempo para desconectarte, sólo para
prepararte y mejorar el pasado.
P. ¿Cuál diría que ha sido el mayor acierto de
Guardiola?
R. La confianza que supo transmitirnos, que se
convirtió en fe y consiguió en poco tiempo cambiarlo todo. Después de dos años
sin lograr nada con Rij-kaard, el vestuario estaba mal anímicamente, pero
Guardiola llegó transmitiendo una idea y consiguió que confiáramos en ella: los
resultados están ahí.
P. Se les vio alicaídos desde que en el vestuario
supieron de su marcha, a todos pero especialmente a Messi. Dicen incluso que
estuvo "desaparecido" frente al Chelsea y el Madrid (perdieron la
Champions y la Liga antes justo de que la noticia se hiciera pública). ¿Es verdad
lo que se dijo?
R. No, nosotros nos enteramos cuando se comunicó
oficialmente. Hasta entonces esperábamos su decisión, confiando, claro, en que
se quedase. Pero no sabíamos nada.
P. ¿Fue un golpe duro para usted?
R. Sí, fue una semana muy dura: perder la Liga, la
Champions y a Guardiola en una misma semana fue un golpe que costó asimilar. La
marcha de Guardiola es dura porque con él tuvimos la suerte de ganarlo todo y
enseñar al mundo otro juego. Pero hay que aceptarlo porque es lo que él quiere.
P. Ya sin Guardiola, ¿podría llegar a plantearse
alguna oferta para cambiar de club?
R. Estoy más que feliz en el club y por mi cabeza ni
siquiera pasa la posibilidad de cambiar; ni me lo planteo. Lo superaremos y
esperemos que todo siga igual con Tito Vilanova, que es una continuidad, la
misma filosofía e idea de juego. Guardiola y Tito lo han hecho todo juntos
estos años, no creo que nos cambie mucho el día a día, y esperemos que los
resultados sean parecidos. Obviamente la personalidad de Tito es distinta, pero
habrá que adaptarse.
P. ¿Qué es lo más importante que ha aprendido de Pep
Guardiola?
R. Me ayudó muchísimo a crecer como jugador y a ver el
fútbol tácticamente. Son tantas las cosas que me ha enseñado… La seriedad, el
compromiso, la inteligencia para poder afrontar un partido… Guardiola vive por
el fútbol, y eso contagia.
P. A decir del míster, la más dura competición para
Leo Messi es la que libra consigo mismo, ¿es así?, ¿está de acuerdo?
R. No sé, yo soy muy exigente conmigo mismo, y muy
perfeccionista, intento hacerlo mejor cada día y cuando no me salen las cosas,
me voy mal del partido. Es mi manera de ser y es lo que me ha permitido llegar
hasta acá y conseguir todo lo conseguido, así que intentaré no dejar de ser de
esta manera: no cansarme nunca.
P. De algunos clubes se dice que están hechos a base
de talonario, no así del FCB, ¿qué es lo que alimenta al Barça?
R. La integridad del equipo, su humanidad. La base se
define en lo grupal y en la felicidad de los jugadores, y esto hace que todo
vaya mejor.
P. Usted define su juego como el de un niño que
disfruta: coge la pelota y va directo a la portería. El día que deje de jugar o
sentir como un niño, ¿se acabó Leo Messi?
R. Tengo 24 años y no pienso en el futuro, sino en el
presente. No tengo ningún planteamiento para dentro de 10, 15, 20 años. Lo que
sé es que para trabajar bien necesito disfrutar de lo que hago; y ahora
disfruto mucho, como un niño.
P. Y cuando juega a la PlayStation, ¿quién es su
jugador?
R. Yo mismo, tanto con el Barcelona como con la Selección
Argentina. Sólo juego conmigo mismo, claro.
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