El jueves 31 de mayo
cumplió la ruta Buenos Aires-Salta. Los pasajeros las alentaron con aplausos.
Atrás quedaron las broncas por los cumpleaños perdidos y los días que
pasó lejos de casa. El jueves 31 de mayo, después de 24 años de carrera, Ana
Maluff se dio el gusto de estar al frente del primer vuelo de Austral tripulado
sólo por mujeres.
Hubo aplausos, emoción y la sensación de
ser las protagonistas de un hecho histórico. “Era algo que siempre soñé, pero
tenían que cambiar muchas cosas para que esto sucediera”, le dijo la comandante
a Clarín, ya de regreso en Buenos Aires.
Maluff, 38 años, es una de las seis
pilotos de una compañía donde los hombres suman 60. El jueves, estuvo a cargo
del vuelo AU2454 que a las 11.33 partió de Aeroparque con destino a Salta. A su
lado, se sentó Nuria Estébez, 28 años, la copiloto. En la cabina, más mujeres
se distribuían las tareas: la comisario de a bordo Ana María Sabljak y las
auxiliares Mariana Burguete y Florencia Bringas Agherreber.
Ya el año pasado, Aerolíneas Argentinas se
había convertido en la primera compañía local en tener una tripulación de
mujeres, algo que ya venían haciendo líneas como TAM, Qantas o Pluna. El 1° de
abril de 2011, Viviana Benavente y Fernanda Coronel, comandante y copiloto,
tripularon el vuelo 1498 que unió Buenos Aires y Jujuy.
Pero a pesar de los avances, Argentina
todavía están lejos de llegar a la meta de la norteamericana United Airlines,
donde los porcentajes entre mujeres y hombres pilotos son similares.
Hace seis años, Maluff entró a Austral
para volar como copiloto los Mc Donnell Douglas. Pero con el ascenso a
comandante, le asignaron un Embraer. “Volar estos aviones es fantástico y me
produce una gran satisfacción”, dijo por la mañana antes de partir a Salta.
Preguntarle qué opinan en su familia puede
resultar un poco obvio. Su padre, su hermano, su hermana y su esposo son
pilotos, además de otras cuatro mujeres de la familia. Su hija, de 16, ya está
haciendo el curso para aprender a volar.
“Ahora sólo quiero disfrutar de esto que
me costó tanto –dice Maluff sobre su futuro–. Uno se pasa días fuera de casa,
se pierde cumpleaños de los chicos, cedí muchas cosas de mi vida para estar
acá, pero es un sueño cumplido”.
A pesar de los esfuerzos, Maluff asegura
que nunca fue discriminada: “Es algo que no conozco... No sé, al que no le
guste problema de él, no mío”.
Desde temprano, había nervios en el
Aeroparque. La tripulación llegó y se preparó para recibir a los pasajeros.
Antes de despegar, las alentaron con un aplauso.
“Para nosotras esto no es un trabajo, es
una vocación”, aseguró a la agencia Télam Nuria Estébez, la copiloto, quien desde
hace cuatro años trabaja para Austral. “Somos conscientes de que estamos
haciendo historia”, se entusiasmó la azafata Mariana Burguete.
A las 16.17, con sólo dos minutos de
retraso, el primer vuelo tripulado íntegramente por mujeres estaba de regreso en
el Aeroparque. Ana Maluff y sus compañeras empezaron a disfrutar.
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