Los modelos sociales que imperan actualmente, algunos
de los cuales se apuntaban en el blog anterior, son generadores de violencia, y
a nivel familiar no podemos hacer nada por cambiarlos a corto plazo; lo que sí
podemos es hacer inmunizar a nuestros hijos, y a nosotros mismos, contra sus
aspectos negativos, especialmente el referente a la agresividad que tienden a
provocar, que es lo que nos ocupa. Si desde el plano familiar no se actúa, será
el medio social el que modele a los hijos, probablemente no de la forma más
adecuada. Por todo ello, y considerando las causas de agresividad señaladas en
el blog anterior, conviene tomar en cuenta las siguientes observaciones:
Puesto
que pretendemos educar en contra de la agresividad y la violencia, tomemos la
SERENIDAD como un valor fundamental, recuperemos los valores tradicionales, y
tratemos de descartar, en la medida de lo posible, los actuales.
Seamos
nosotros mismos, actuemos más en conciencia y menos de acuerdo a como nos
tratan de dirigir otros, siempre movidos por intereses. Nos convencen de que
debemos tener y consumir muchísimas cosas y marcas que ni siquiera necesitamos;
Nos dicen qué comportamiento sexual debemos tener, la imagen que debemos
ofrecer, el rol que debemos jugar. Decidamos nosotros mismos.
El dinero no es un fin, sino simplemente un medio. Una
buena preparación es suficiente para proporcionarnos los medios económicos que
en verdad necesitamos. No nos preocupemos tanto por lo que realmente no
necesitamos.
Procuremos, en cambio, una buena educación académica
para los hijos, así como la educación adecuada de las cualidades que les
servirán para integrarse armoniosamente a la sociedad: valentía, decisión,
seguridad, claridad... El saberse ampliamente capaces les generará alta
autoestima
Calidad de tiempo a los hijos. No es tan conveniente
dedicarles mucho tiempo en la medida que van creciendo. Ellos deben aprender a
tener su vida independiente. Es suficiente un par de ratitos al día, pero que
no queden vacíos. Deben prodigarse las manifestaciones afectivas y debe
platicarse mucho con ellos, de forma clara y abierta sobre todos estos aspectos
y cualquiera otro.
El tratar de que los hijos asimilen un adecuado modelo
educativo no es incompatible con el conocimiento del modelo social imperante.
No se les puede cerrar los ojos a la realidad de dicho modelo; al contrario,
deben conocerlo bien para adaptarse a él y para, incluso defenderse de él en
caso necesario. Si han asimilado bien el modelo familiar cualquiera que sea el
modelo social no ejercerá demasiada influencia en ellos.
Para implementar un modelo educativo familiar
adecuado, hay que estar consciente de su importancia. Los mensajes deben ser
claros y coherentes. No hay nada que desubique más que la ambivalencia.
Descartemos siempre el maltrato físico o verbal a los
hijos y animemos y valoremos en su justa medida su trabajo efectivo, su
verdadero esfuerzo.
De la misma forma que a ciertas edades debe hacerse un
chequeo médico, también es recomendable, si se tienen dudas en el modelo
educativo familiar, o en la evolución de los hijos, someterse a la evaluación
de un profesional, que detectará posibles anomalías y hará las orientaciones
oportunas.
Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría
infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense
de Madrid, España.
Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en
dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi
clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de
comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de
extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su
tradicional estigma. Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta
familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.
Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus
programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital
Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la
embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me
hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por
la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el
campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde
compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.
La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video
conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en
diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para
mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite
a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son
demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta
privacidad.
Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro
de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de
los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada
vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo
de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el
ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo
adulto o se independizó, e incluso después. Estoy absolutamente convencida del
rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el
futuro.
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