Por Luis Montes Brito
Para Diario El Mundo, El Salvador
Revista Digital Gurú Político, México
En El Salvador,
francamente hablando, es vergonzoso como se seleccionan los candidatos de los
diferentes partidos políticos, especialmente los de los dos mayoritarios ARENA
y FMLN.
Las elecciones son el proceso
político del cual se valen las naciones democráticas para que sus ciudadanos
tomen la decisión de escoger a sus servidores públicos que conformarán el gobierno por un periodo determinado.
A mayor democracia estos
procesos se vuelven más transparentes y menos manipulables por grupos o
caudillos. La génesis democrática se ubica en el método de selección de los
candidatos que participaran en el proceso electoral, por lo tanto los procesos
internos de selección tienen una importancia igual a la de las elecciones
generales.
Los institutos
políticos, paladines por antonomasia de la democracia se conducen hacia su
interior a través de métodos que reflejan lo que son en esencia, misma que
pretenden expandir al resto de la población en caso de ser favorecidos por los
votantes.
En Estados Unidos vemos
como los dos principales partidos han escogido a sus candidatos para
presidente. El partido Republicano seleccionó al ex gobernador del Estado de
Massachusetts Mitt Romney, por medio de
un complejo proceso de primarias al estilo estadounidense. Por su parte el
partido Demócrata, esta vez la tuvo fácil para seleccionar a su postulante, ya
que no se presentó dentro de su partido un retador al presidente Obama.
Sobra decir que dichos
procesos son democráticamente competitivos y transparentes del cual al final,
el vencedor sale revestido de autoridad moral para presentarse a la nación como
un candidato apto para abanderar la democracia de un país. El mismo proceso se
repite en todos los niveles de gobierno para todos y cada uno de los cargos de
elección popular.
En El Salvador,
francamente hablando, es vergonzoso como se seleccionan los candidatos de los
diferentes partidos políticos, especialmente los de los dos mayoritarios ARENA
y FMLN. Ambos partidos le hacen un flaco favor al candidato que nombren ya que
este es producto de un pecado original de imposición, componendas y falta de
transparencia.
Los grupos de poder en
ambos partidos hacen gala de toda clase de triquiñuelas, marrullerías,
valentonadas y otros vicios más para lograr su objetivo: imponer un candidato
que desde ya antes de ser nominado va amarrado y endeudado con ellos para que
en caso de colarlo les devuelva con réditos el capital económico, político y de
influencias invertidos en su “caballo” ganador.
Que nivel de
independencia podemos esperar de un candidato así? Quién será realmente el
mandante de este potencial mandatario?
Si a los diputados les exigieron un pagaré de $500,000 que le exigen a un
presidente? En el FMLN ya salió de gira la
dirigencia a dictar línea a las bases sobre quien votar y dicen que hasta
advertir a aquellos que se atrevan a promocionar otro candidato que no sea el
escogido por la troika de izquierda?
En ARENA para
disfrazar la figura de la troika usada por sus archienemigos ideológicos, llaman a 3 personas más al “jurado
de calificación”. Esto es para que además validen la designación del candidato,
ya que el recurso de la “falsa mesa” en que han convertido al COENA está
agotado. En el partido todo mundo sabe que las decisiones importantes se toman
fuera del máximo ente estatutario.
Tendrán alguna oportunidad real cualquiera de los 3
invitados de diferir con los 3 ex presidentes? Estoy seguro que no.
Cuando el presidente
Cristiani reduce el proceso a un “mecanismo” de designación de candidato, esta
diciendo claramente que no es democrático, ni siquiera en sus métodos. Además
lo califica de “reservado y privado” lo cual se traduce en la práctica a que no
será transparente ni existirá el derecho
a diferir, sobre todo a nivel público.
La débil democracia
del país y su grave falta de institucionalidad queda evidenciada nuevamente con la imposición de la voluntad e intereses
de los dirigentes de turno de ambos partidos. Calificar a uno peor que el otro
es simple ideología barata, lo cual no ayuda en nada al avance democrático del
país.
Los partidos políticos
del país se exponen a que en el futuro, el pueblo los rechace un día hastiado de
tanta manipulación por parte de pequeños
grupos que se toman las dirigencias de dichos institutos para convertirlos en
cotos de caza. Todavía están a tiempo de rectificar.
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