Por Waldemar Serrano Burgos
En estos días
estaba sentado tratando de pensar en el tema de esta semana y tuve un encuentro
muy interesante con dos jóvenes que estaban sentados a nuestro lado y que
su interacción catapultó este escrito.
De la nada
comenzamos a conversar sobre un libro que uno de ellos tenia en la mano, de hay
continuamos con unas observaciones sobre el mismo y finalizó con una
disertación sobre como el destino nos habían puesto en ese preciso momento y
hasta como estábamos siendo un apoyo para cada uno sin saber que eso es lo que
íbamos a hacer.
Después de ese
pequeño encuentro pudimos entender mas claro que como cada uno de nosotros
somos maestros y estudiantes en todo momento.
El pensar que
somos maestros solamente es una gran mentira, que nos llegamos a creer con el
tiempo y por otro lado a la misma vez que somos solo estudiantes en todo
momento, ambas con una gran ilusión que nos aprisiona y nos condiciona a ser
esclavos.
En la vida no hay
casualidades, solo acciones que tienen repercusiones en nuestro entorno y en
nuestra vida en general, las cuales nos llevan por caminos inesperados que al
fin del día era lo que nuestro destino tenia en nuestro mapa natal.
Es un poco
complicado el poner en palabras lo que nos sucede diariamente, en especial
aquellos que nuestra conciencia se ha despertado en los pasados años por las
experiencias que la vida nos ha dado la oportunidad de vivir.
En la vorágine del
día a día, cada acción que tomamos sin estar consientes, evolucionamos en el
prototipo del prisionero del urgente. Continuamos en automático, nos
convertimos en cómplices silentes, en uno más del montón, en cuerpos sin almas
que se pasean por este mundo, sin poder cumplir su parte del acuerdo divino el
cual firmaron antes de llegar.
Por otro lado nos
olvidamos que somos seres caminantes del presente y forjadores de nuestra
felicidad. Que con nuestra mera presencia ya estamos haciendo una diferencia,
que con una palabra podemos sin querer queriendo, cambiar la manera de ver las
cosas de una o miles de personas. Que la frase “estar consiente” no es mas allá
que estar alerta a las señales que nos presentan en todo momento y el saber
discernir cual es nuestro rol nuestro en ese escenario.
En ese preciso día
todos teníamos que estar allí, no solo para ser el apoyo en la transformación
de ellos, sino para que seguir cumpliendo con nuestra misión de vida, la cual
es una clara, concisa y definida, “transformar al mundo una persona a la vez”.
Por su parte ellos nos reafirmaron a nosotros que estamos en el camino
correcto, que estamos cumpliendo nuestra parte y que teníamos que estar allí.
Solo cuando
estamos presentes, el Universo se pondrá de acuerdo para que cumplamos todos
los días en donde quiera que estemos nuestra misión, ya que somos parte de un
plan divino, en donde cada uno de nosotros somos una pieza del rompecabezas de
algo superior.
No hay
casualidades, nuestra experiencia nos ha dado una nueva palabra que es
“CAUSALIDADES”, en donde cada acción -no importa en donde estemos y en que
momento- está ya fríamente calculada, no por nosotros, sino por algo más
grande, el cual tiene como finalidad el tocar nuestras almas y elevarlas a otro
nivel.
Abre los ojos, que
hoy estas leyendo esto con alguna razón; pudiera ser para que te reafirmes que
estas en donde necesitas estar o simplemente es un “wake up call” para
despiertes del sueño y comiences a caminar en la realidad del paseo de tu
divinidad.
Waldemar Serrano-Burgos, CEC, ACC es Life Coach Certificado Internacional, que trabaja en los mercados de Miami, Orlando, Nueva York, Puerto Rico y Republica Dominicana. Puede contactarlo al 305.335.4044 o por emailwsbcoaching@gmail.com
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