AGENCIAS NOTICIOSAS
El papa Francisco conversa con el presidente salvadoreño Mauricio Funes frente a un relicario que contiene un fragmento de la sotana que vestía el arzobispo Oscar Romero cuando fue asesinado. El tema principal de la audiencia privada en el Vaticano el jueves 22 de mayo de 2013 fue la beatificación de Romero. (AP Foto/Alessandro Bianchi, Pool)
Haciendo honor a su costumbre el mandatario
salvadoreño, quien arribó el mismo jueves, llegó a la cita con un cuarto de
hora de atraso y el encuentro privado duró solo doce minutos.
EL PAPA RECIBE AL PRESIDENTE DE EL SALVADOR
POR JORGE PIÑA
CIUDAD DEL VATICANO (AP) --
La beatificación del arzobispo asesinado Oscar Romero fue el tema principal de
la audiencia que el papa Francisco concedió el jueves al presidente de El
Salvador, Mauricio Funes.
El mandatario le
regaló una reliquia que contiene un trozo de la ropa que Romero vestía cuando
fue asesinado por un escuadrón de la muerte.
La
reliquia fue realizada por las monjas del hospital de la Divina Providencia de
El Salvador, donde fue asesinado Romero el 24 de marzo de 1980 mientras
celebraba una misa.
El
Vaticano señaló en un comunicado que "se ha hablado, en particular, de la
figura del Siervo de Dios, monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, que fue
arzobispo de San Salvador, y sobre la importancia de su testimonio para la
entera Nación".
Expresó
que las conversaciones han transcurrido en un clima de cordialidad y durante
ellas se ha expresado la satisfacción por las buenas relaciones entre la Santa
Sede y el Estado salvadoreño.
"También
se ha manifestado aprecio por la contribución que la Iglesia ofrece para la
reconciliación y la consolidación de la paz, al igual que en los sectores de la
caridad, la educación, la erradicación de la pobreza y de la criminalidad
organizada, agrega el comunicado.
Asimismo,
dice, "se han abordado algunos temas de carácter ético como la defensa de
la vida humana, del matrimonio y de la familia".
Cuando
el pontífice se lo agradeció, el mandatario le contó que muchos pintores de su
país han ilustrado la vida de Romero y que en el aeropuerto de la capital hay
un mural del obispo mártir, siempre rodeado por la gente y sobre todo por
niños.
Funes,
quien había dicho antes de viajar a Roma que le agradecería al pontífice el
haber desbloqueada la beatificación de Romero y que trataría de darle un nuevo
impulso a su canonización, no habló con los periodistas.
El
mandatario salvadoreño, quien arribó el mismo jueves, llegó a la cita con un
cuarto de hora de atraso y el encuentro privado duró solo doce minutos.
Francisco
comentó amigablemente su atraso por problemas de tráfico aéreo y recordó que la
esposa del presidente, Vanda Pignato, lo había saludado al término de la misa
de inauguración de su pontificado.
El
pontífice lo recibió en la sala del Troneto, junto a una delegación de siete
personas, entre ellas el secretario de la presidencia, Francisco Cáceres, y el
embajador ante la Santa Sede, Manuel López.
Francisco
le regaló las medallas de su pontificado y unos rosarios a los miembros de su
delegación.
Tras
la audiencia, Funes fue recibido por el Secretario de Estado del Vaticano,
cardenal Tarcisio Bertone.
Al
asumir en 2009, el gobierno del izquierdista Frente Farabundo Martí para la
Liberación Nacional (FMLN), encabezado por Funes, se propuso como prioridad la
beatificación de Romero.
El
gobierno considera que la llegada al trono de Pedro del primer papa
latinoamericano facilitará concretar el sueño de sus 6,2 millones de
habitantes.
"El
hecho de tener un papa latinoamericano, que conoce nuestra idiosincrasia,
nuestra devoción, con un gran porcentaje de católicos, ha representado un nuevo
impulso a esta causa", declaró el miércoles a The Associated Press el
embajador ante la Santa Sede.
Señaló
que el papa le había dicho a el mismo, cuando lo saludó tras su elección, que
"espero que en mi pontificado lo podamos beatificar.
La
Congregación para la Causa de los Santos abrió en 1997 la causa de monseñor
Romero después de que la iglesia salvadoreña interpusiera en 1990 la petición
para canonizarlo.
En
1993, una Comisión de La Verdad creada por la ONU señaló como responsable
intelectual de su asesinato al fallecido mayor del ejército Roberto
D'Aubuisson, fundador de la Alianza Republicana Nacionalista.
Como
arzobispo metropolitano de San Salvador (1977-1980), Romero denunció en sus
homilías las violaciones de los derechos humanos y manifestó su solidaridad
hacia las víctimas de la violencia política en su país, que vivió una guerra
civil entre 1980 y 1992 que provocó 75.000 muertos.
El
presidente de El Salvador regresa el viernes a su país y su visita ha sido solo
al Vaticano, según señalaron en la embajada ante la Santa Sede.
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