viernes, 17 de mayo de 2013

Releyendo al ideólogo fundador de ARENA se entiende la crisis del partido derivada de la desviación ideológica


Tomado de Elcato.org
Artículo publicado el 11 de Mayo de 2007
Manuel Francisco Ayau Cordón (27 de diciembre de 1925 – 4 de agosto de 2010) fue un intelectual, académico, empresario y político liberal de Guatemala, fundador del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES) y la Universidad Francisco Marroquín (UFM), instituciones dedicadas a la difusión del liberalismo clásico. Junto a su compatriota Carlos Simmons ayudaron al fundador de ARENA Roberto d´Aubuisson en la concepción y redacción de los principios ideológicos y estatutos areneros.

Mercantilismo vs. Liberalismo


Lo que existe en América Latina es mercantilismo, un sistema totalmente diferente al liberalismo.

Prolifera el compadrazgo y el clientelismo político que ha caracterizado a América Latina.

Los más listos compiten por desviar el poder del gobierno para sus propios propósitos, de manera de explotar a los demás en base a privilegios legales, mercados cautivos y otras ventajas.
Por Manuel F. Ayau
Manuel F. Ayau Cordón es Ingeniero y empresario guatemalteco, fundador de la Universidad Francisco Marroquín, fue presidente de la Sociedad Mont Pelerin.
Lo que existe en América Latina es mercantilismo, un sistema totalmente diferente al liberalismo. La confusión es dañina porque al hacerse un mal diagnóstico, el daño perdura. Siempre se culpa al inexistente liberalismo para desacreditarlo; en parte debido al desconocimiento de su verdadera naturaleza, la cual se basa en la protección de los derechos de las personas.
Por el contrario, el mercantilismo —como también el socialismo y el nacional socialismo (nazismo)— se basa en el dirigismo de la economía por parte del gobierno; es decir, por los burócratas y políticos. Ellos son encargados de legislar e instrumentar las políticas económicas, para encausar el diario quehacer de los habitantes hacia ciertas metas y no hacia las metas que cada persona escogería. Así proliferan reglamentos que criminalizan hasta faltas leves sin intención y surge el terrorismo fiscal.
La mezcla de poder y discrecionalidad crea tentadoras oportunidades para extorsionar y ello desemboca inevitablemente en corrupción. Prolifera el compadrazgo y el clientelismo político que ha caracterizado a América Latina. Los más listos compiten por desviar el poder del gobierno para sus propios propósitos, de manera de explotar a los demás en base a privilegios legales, mercados cautivos y otras ventajas. El éxito depende del cabildeo, del soborno y de la astucia en influenciar legislación. Por el contrario, bajo el liberalismo, el éxito depende de la habilidad de competir en el mercado de recursos, productos y servicios, con el fin de satisfacer mejor las necesidades de los consumidores, con el menor costo posible.
El mercantilismo es pragmático (el fin justifica los medios) y no respeta principios, pues éstos no dependen del gobernante, quien con frecuencia los consideran obstáculos para sus fines. Como su legislación no respeta los derechos individuales (la propiedad, la libertad y los contratos), escasean las plazas de trabajo, la ineficiencia abunda, surgen las economías informales, aumenta la violencia, se arruina el medio ambiente y aumenta la miseria.
Al contrario del liberalismo, el mercantilismo no es cosmopolita y supone que la riqueza del país consiste en atesorar reservas, en exportar mucho e importar poco. Surgió en el feudalismo de la Edad Media, cuando el comercio se consideraba una cuestión entre los nuevos estado-naciones y no entre las personas. Inglaterra, una pequeña isla, abandonó el mercantilismo en el siglo XIX y surgió como ejemplar potencia económica mundial.
Bajo el liberalismo, el gobierno respeta la libertad de las personas, limitada solamente por los iguales derechos de los demás; protege la integridad física de las personas (la vida) y sus legítimas posesiones (la propiedad privada), pero deja a las personas libres para buscar su felicidad, en cooperación pacífica con los demás.
Ni el mercantilismo ni el socialismo logran éxito por las mismas razones, algunas meramente técnicas, otras relacionadas a la ausencia de incentivos constructivos y también por la abundancia de incentivos perversos. Tanto el mercantilismo como el socialismo fomentan que personas y grupos interesados corrompan y controlen al gobierno, también que se enriquezcan sacrificando a los demás. En cambio, bajo un sistema de libertad (limitada por los iguales derechos de los demás, aunque siempre existirán diferencias de riqueza), las personas solamente se pueden enriquecer en el grado que sirven y enriquecen a los demás.  

1 comentario:

  1. Me gusta esta publicacion, hace mucho sentido y a mi en lo personal aclara conceptos. Hace ya varios años el Señor Orlando de Sola y otros notables disidentes del partido ARENA nos hablaban del mercantilismo y no hicieron tanto eco como ahora, la base de disidentes ha crecido, ahora esta publicacion desgraciadamente ha sido publicada por el Sr. Montes Brito, que representa al grupo de Tony Saca, los que tienen la mismas caracteristicas que describen en su articulo, grupo de poder que "Los más listos compiten por desviar el poder del gobierno para sus propios propósitos, de manera de explotar a los demás en base a privilegios legales, mercados cautivos y otras ventajas. El éxito depende del cabildeo, del soborno y de la astucia en influenciar legislación.". Y El Salvador y su pobre pueblo mas de lo mismo. Quien puede negar que el Sr. Saca se enriquecio bajo estos metodos y hasta produjo fenomenos como "El escandalo del chele Torres". No existe decencia o buenas intenciones, estamos rodeados de corrupcion y falta de moral, en fin Mercantilistas disidentes que no estan de acuerdo con la porcion del pastel que les dieron y han encontrado en el ejercicio del poder una forma de enriquecimiento ilicito y un nicho de mercado de gente ignorante que no tiene opciones y los ejije para que sigan explotando a un sufrido y pueblo, a los que no les gusta abandonan el pais, y son ya quiza 30% de la poblacion viviendo afuera sin patria, pero mejor y ahora a estos auto ex patriados los quieren convencer. Y el Frente ahora convertido en otro grupo de Mercantilistas, consejo No Vote, no fomente la corrupcion.

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