domingo, 17 de noviembre de 2013

Corrupción y obstinación de Berlusconi por aferrarse al poder terminan partiendo derecha en Italia

Tomado de ABC


El fin  de la era Berlusconi, Il Cavaliere”, acaudalado empresario y otrora caudillo de la derecha Italiana parece cada vez más inminente, el ex primer ministro italiano se niega a desaparecer de la escena política.

Por María Candela

Silvio Berlusconi vuelve a la primera línea de la política con el relanzamiento de Forza Italia, el partido con el que se estrenó en política hace veinte años. Así lo confirmó ayer Il Cavaliere en un encuentro celebrado en Roma, ante más de 800 miembros del Pueblo de la Libertad (PDL), formación que lideraba desde 2009.

El anuncio de este regreso tuvo, sin embargo, un tono agridulce más que festivo, ya que el pasado viernes por la tarde quedó oficialmente confirmada la ruptura con Angelino Alfano, considerado hasta la fecha su delfín y sucesor político. Alfano aseguró que creará un grupo llamado «Nuevo Centroderecha», en el que concurrirán los disidentes del PDL, entre los que se cuentan más de 50 parlamentarios.

La noticia se conoció poco después de que Il Cavaliere instase a abandonar el PDL a aquellos que no estuviesen de acuerdo con los principios de su nuevo grupo. El diario italiano «La Repubblica», recogió las palabras de Alfano, que no dejan lugar a la duda y muestran que el divorcio es un hecho: «Estoy aquí para tomar una decisión que nunca habría pensado tomar. No adherirme a Forza Italia».
Panorama judicial

La escisión no ha causado sorpresa, ya que se presentía desde hace tiempo. A principios de octubre, Alfano apoyó junto a otros 23 senadores la moción de confianza al centrista Enrico Letta, actual primer ministro italiano, que gobierna gracias a una coalición con el centro-derecha, quebrando así los planes de Berlusconi de hacer caer al Ejecutivo. Letta no goza de la simpatía de Berlusconi, ya que el Partido Demócrata (PD) votará el próximo día 27 a favor de la retirada de su escaño como senador en la Cámara Alta, tras la condena de Il Cavaliere a cuatro años de cárcel por fraude fiscal en agosto. Berlusconi reconoció ayer que no tiene la fuerza necesaria para impulsar el fin del actual gobierno, y quizá por eso evitó definir la ruptura con Alfano como definitiva pues necesita el apoyo de los grupos conservadores para no cejar en su propósito.

La ruptura entre Berlusconi y Alfano no será, por tanto, tan dramática, ya que ambos seguirán formando parte del grupo parlamentario de centro-derecha bajo el nombre del PDL.
Il Cavaliere declararó ayer en su discurso: «No me lo esperaba de Angelino, lo consideraba un hijo», y añadió no sin una dosis de dramatismo: «Es difícil pensar que estás en el Parlamento y, a la vez, sentado en una mesa del Consejo de Ministros con alguien que quiere acabar contigo».

Sin embargo, evitó echar sal sobre la herida y adoptó un tono entre conciliador y de advertencia, a pesar de su dolor y de «no haber podido dormir esa noche» por la conmoción: «No tenemos que cavar un surco que después será difícil eliminar. Este grupo, que ahora aparecerá como un apoyo a la izquierda, al PD, después tendrá que formar parte necesariamente de la coalición moderada». Berlusconi acalló ayer a aquellos seguidores exaltados que desde el público calificaban de «¡Traidores!» a los disidentes que se han unido a Alfano.

Junto a sus más fieles

Según Berlusconi, esta escisión es la consecuencia «no de diferencias de programa o de valores, sino de personalidades, que han creado una atmósfera insana».
El diario italiano «Il Corriere della Sera» informaba ayer de que la ruptura que ha llevado al fin de la era del PDL viene tras el fracaso de las tentativas de mediación entre los «halcones», los fidelísimos de Il Cavaliere, y Alfano, que finalmente decidió no tomar parte en el Consejo Nacional que se reunió ayer. Los partidarios de Alfano habían pedido garantías internas y una declaración de que el partido apoyaría al Gobierno de Letta hasta 2015. No han obtenido ni una cosa ni la otra, tanto por la oposición de los «halcones» como por el «no» del mismo Berlusconi.

A sus 77 años, y debilitado por la trama de corrupción que ha llevado finalmente a su condena, el político italiano tuvo que ser atendido por su médico en el escenario tras una hora y media de discurso. Aunque el fin de la era Berlusconi parece cada vez más inminente, el ex primer ministro italiano se niega a desaparecer de la escena política. En su discurso de ayer, repasó la difícil situación económica que atraviesa Italia y atacó a una magistratura, según sus palabras, politizada, que limita la libertad


Alfano, un abogado siciliano de 43 años que ha hecho carrera política a la sombra de Berlusconi, es contrario al deseo de su mentor de hacer caer al ejecutivo de Letta. A pesar de los desencuentros de los últimos meses, subrayó la amistad que le une a Berlusconi: «Estamos junto a Berlusconi y seguiremos apoyándolo siempre, empezando por su reivindicación de una Justicia más justa».

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