Tomado de ABC
El fin de la era Berlusconi,
“Il Cavaliere”, acaudalado empresario y otrora
caudillo de la derecha Italiana parece cada vez más inminente, el ex primer
ministro italiano se niega a
desaparecer de la escena política.
Por María Candela
Silvio Berlusconi vuelve a la primera línea de la política con el relanzamiento
de Forza Italia, el partido con el que se estrenó en política hace
veinte años. Así lo confirmó ayer Il Cavaliere en un encuentro celebrado en
Roma, ante más de 800 miembros del Pueblo de la Libertad (PDL),
formación que lideraba desde 2009.
El anuncio de este
regreso tuvo, sin embargo, un tono agridulce más que festivo, ya que el pasado
viernes por la tarde quedó oficialmente confirmada la ruptura con Angelino
Alfano, considerado hasta la fecha su delfín y sucesor político. Alfano
aseguró que creará un grupo llamado «Nuevo Centroderecha», en el
que concurrirán los disidentes del PDL, entre los que se cuentan más de 50
parlamentarios.
La noticia se
conoció poco después de que Il Cavaliere instase a abandonar el PDL a aquellos
que no estuviesen de acuerdo con los principios de su nuevo grupo. El diario
italiano «La Repubblica», recogió las palabras de Alfano, que no dejan lugar a
la duda y muestran que el divorcio es un hecho: «Estoy aquí para tomar una
decisión que nunca habría pensado tomar. No adherirme a Forza Italia».
Panorama judicial
La escisión no ha causado
sorpresa, ya que se presentía desde hace tiempo. A principios
de octubre, Alfano apoyó junto a otros 23 senadores la moción de confianza al
centrista Enrico Letta, actual primer ministro italiano, que
gobierna gracias a una coalición con el centro-derecha, quebrando así los
planes de Berlusconi de hacer caer al Ejecutivo. Letta no goza de la simpatía
de Berlusconi, ya que el Partido Demócrata (PD) votará el próximo día 27 a
favor de la retirada de su escaño como senador en la Cámara Alta,
tras la condena de Il Cavaliere a cuatro años de cárcel por fraude fiscal en
agosto. Berlusconi reconoció ayer que no tiene la fuerza necesaria para
impulsar el fin del actual gobierno, y quizá por eso evitó definir la ruptura
con Alfano como definitiva pues necesita el apoyo de los grupos conservadores
para no cejar en su propósito.
La ruptura entre
Berlusconi y Alfano no será, por tanto, tan dramática, ya que ambos seguirán
formando parte del grupo parlamentario de centro-derecha bajo el nombre del
PDL.
Il Cavaliere declararó
ayer en su discurso: «No me lo esperaba de Angelino, lo consideraba un
hijo», y añadió no sin una dosis de dramatismo: «Es difícil pensar que
estás en el Parlamento y, a la vez, sentado en una mesa del Consejo de
Ministros con alguien que quiere acabar contigo».
Sin embargo, evitó echar
sal sobre la herida y adoptó un tono entre conciliador y de advertencia, a pesar
de su dolor y de «no haber podido dormir esa noche» por la conmoción:
«No tenemos que cavar un surco que después será difícil eliminar. Este grupo,
que ahora aparecerá como un apoyo a la izquierda, al PD, después tendrá que
formar parte necesariamente de la coalición moderada». Berlusconi acalló ayer a
aquellos seguidores exaltados que desde el público calificaban de «¡Traidores!»
a los disidentes que se han unido a Alfano.
Junto a sus más fieles
Según Berlusconi,
esta escisión es la consecuencia «no de diferencias de programa o de valores,
sino de personalidades, que han creado una atmósfera insana».
El diario italiano «Il
Corriere della Sera» informaba ayer de que la ruptura que ha llevado al fin de
la era del PDL viene tras el fracaso de las tentativas de mediación entre los
«halcones», los fidelísimos de Il Cavaliere, y Alfano, que finalmente decidió
no tomar parte en el Consejo Nacional que se reunió ayer. Los partidarios de
Alfano habían pedido garantías internas y una declaración de que el
partido apoyaría al Gobierno de Letta hasta 2015. No han obtenido ni una
cosa ni la otra, tanto por la oposición de los «halcones» como por el «no» del
mismo Berlusconi.
A sus 77 años,
y debilitado por la trama de corrupción que ha llevado finalmente a su condena,
el político italiano tuvo que ser atendido por su médico en el escenario tras
una hora y media de discurso. Aunque el fin de la era Berlusconi parece cada
vez más inminente, el ex primer ministro italiano se niega a
desaparecer de la escena política. En su discurso de ayer, repasó la
difícil situación económica que atraviesa Italia y atacó a una magistratura,
según sus palabras, politizada, que limita la libertad
Alfano, un
abogado siciliano de 43 años que ha hecho carrera política a la sombra de Berlusconi,
es contrario al deseo de su mentor de hacer caer al ejecutivo de Letta. A pesar
de los desencuentros de los últimos meses, subrayó la amistad que le une a
Berlusconi: «Estamos junto a Berlusconi y seguiremos apoyándolo siempre,
empezando por su reivindicación de una Justicia más justa».
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