sábado, 30 de noviembre de 2013

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: LAS MASCOTAS EN EL DESARROLLO DE LOS NIÑOS


       Indudablemente, el apego a los animales, así como a las plantas, es una expresión del vínculo entre el hombre y la naturaleza en la que ha sido creado. Para los niños, es evidente que todo animal de compañía es centro de atención. Es fácil observar cómo éstos se acercan inevitablemente a un perro en el parque. Las ganas de jugar de los animales, su afecto incondicional o su propia actitud hacia los humanos los hacen irresistibles para los niños, para quienes el animal, además de ser un vínculo de integración a la naturaleza, se convierte en un buen compañero de juego, y en un amigo.

       Ello consigue multitud de efectos beneficiosos para los niños, pues les ayuda en su propio desarrollo personal, social, emocional y cognoscitivo. Todavía no existen investigaciones profundas al respecto, pero la observación diaria lo confirma. En general, los beneficios de la convivencia con mascotas son de muy diferente tipo. Por un lado le facilitan el aprendizaje y la comprensión de todos los aspectos de la vida. Las relaciones sexuales, el embarazo, las enfermedades, e incluso la muerte, se hacen mucho más comprensibles, pues todos los procesos de la vida animal se desarrollan con absoluta naturalidad, sin intervención de la moral o de las conveniencias sociales.
 
       Por otra parte, cuando se tiene algún animal al cargo, también se produce un mayor desarrollo personal y social. A la vez que son un buen argumento para que se inicien en la responsabilidad de cuidar y educar; de repente los niños descubren que no sólo son importantes para sus padres, sino que son importantes y necesarios para alguien que depende de ellos, mejorando así su independencia y su desarrollo emocional. Además, las mascotas brindan un gran apoyo social, precisamente por ser una fuente de afecto incondicional y por la enorme curiosidad que despiertan en el resto de los niños, favoreciendo una mayor interrelación con otras personas ajenas a su entorno más directo.

       Sin embargo, y aunque es evidente que existen efectos beneficiosos por el mero hecho de poseer una mascota, los escasos estudios efectuados hasta la fecha parecen demostrar que la mera convivencia no es suficiente. La mayoría de los beneficios mencionados se aprecian principalmente cuando existe una implicación emocional con el animal.
 
       Ello nos lleva a plantearnos que no cualquier tipo de mascota es igualmente beneficiosa para el desarrollo del niño. Hay mascotas, como los peces, con los que, pese a ser muy bonitos, el niño no pasa de ser un mero espectador, sin poder interactuar ni implicarse emocionalmente con ellos. Otro tipo de mascotas, como pájaros, conejillos, o reptiles, permiten un poco más de interacción, pero la implicación emocional tampoco es mucha. Con los gatos la interacción puede ser bastante mayor, aunque su característico egoísmo hace que esa interacción vaya mucho en un sentido, y poco en el otro. Por último, los perros, por su inteligencia y su característica lealtad, nobleza e incondicionalidad, se constituyen en las mascotas ideales para favorecer el desarrollo de los niños.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

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