martes, 9 de julio de 2013

De residencia permanente a ciudadanía la otra cara de la campaña migratoria

Tomado de The Wall Street Journal


Miembros de la Armada y la Marina toman el juramento de ciudadanía a bordo del USS Midway en una ceremonia en julio.

La otra campaña inmigratoria en EE.UU.: de residentes a ciudadanos
  
Por Miriam Jorda

Mientras el Congreso de Estados Unidos debate si abre el camino a la ciudadanía para 11 millones de inmigrantes indocumentados, una red de fundaciones privadas, organizaciones sin ánimo de lucro y empresas lanzó una campaña para convertir a residentes legales en ciudadanos estadounidenses.
Más de ocho millones de residentes permanentes, o portadores de las llamadas "green card", cumplen los requisitos para hacerse ciudadanos, según el gobierno federal.
Se prevé que el miércoles, el ex presidente George W. Bush presida una ceremonia de naturalización de 20 inmigrantes en su centro presidencial de Dallas, que será seguida de un evento, patrocinado por dos de las fundaciones que respaldan la iniciativa de ciudadanía, para destacar los beneficios económicos de la inmigración, incluyendo la naturalización.
"Si tan solo la mitad de los que cumplen los requisitos para la ciudadanía se naturalizaran, la economía podría sumar miles de millones de dólares en la próxima década", apuntó Matthew Denhart, un especialista de inmigración en el centro Bush, en referencia a los beneficios de salario y prestaciones relacionados con la ciudadanía que deberían elevar el poder adquisitivo.
Respaldada por US$20 millones en donativos de fundaciones hasta fines de 2015, la Campaña para Nuevos Estadounidenses (NAC, por sus siglas en inglés) busca usar avances tecnológicos, programas comunitarios y seminarios de gran escala para "acelerar" el proceso de la ciudadanía, indica Geri Mannion, directora de programas en EE.UU. del Instituto Carnegie.
Otras entidades que están proveyendo financiación incluyen la Fundación John S. y James L. Knight, el Fondo Evelyn y Walter Haas Jr., de San Francisco; la Fundación Grove, de Los Altos, California, las Open Society Foundations y la Fundación JPB.
Las personas que demuestran residencia permanente continua en EE.UU. por al menos cinco años, en la mayoría de los casos serían aptas para naturalizarse. Pero muchos postulantes son desalentados por las altas tarifas y los papeleos del engorroso proceso.
Entre los componentes tecnológicos de la campaña está una serie de herramientas, llamada CitizenshipWorks. Un sitio web interactivo ayuda a los proveedores de asistencia legal y otros servicios a preevaluar de manera eficiente a los inmigrantes para determinar si son aptos para la ciudadanía y los orienta en el proceso de la solicitud. Una aplicación móvil gratuita, disponible en inglés y español, guía a las personas por los pasos del proceso y las ayuda en la preparación del examen cívico obligatorio.
Alrededor de unas 100 organizaciones se están uniendo a la campaña, asegura Eric Cohen, el coordinador de la NAC. Las ciudades objetivo son Los Ángeles y San José, en California; Dallas y Houston, en Texas; Charlotte, en Carolina del Norte, Miami y Nueva York, que albergan a cuatro de cada 10 inmigrantes que cumplen los requisitos para la ciudadanía.
La semana pasada, la Cámara de Comercio de Los Ángeles anunció su participación en un proyecto, patrocinado por la NAC, para ayudar a empresas locales dispuestas a ofrecer talleres de ciudadanía en sus oficinas. El fabricante de ropa American Apparel Inc. es una de ellas.
"La ciudadanía eleva la productividad y retención de los empleados", puntualizó David Rattray, vicepresidente sénior de la cámara.
En Miami, la NAC se alió con las Escuelas Públicas del Condado de Miami-Dade para alcanzar a candidatos a ciudadanos en programas de educación para adultos. En Los Ángeles, las bibliotecas públicas están ofreciendo volantes e información de expertos. En muchas ciudades, los grupos de defensa de inmigrantes planean seminarios de ciudadanía en español y varios idiomas asiáticos.
Varios estudios recientes han encontrado que los inmigrantes naturalizados tienen mayores ingresos y tasas de pobreza más bajas que los que no son ciudadanos. También son más propensos a convertirse en propietarios de casas y continuar sus estudios, según la investigación. Pero no todos los que cumplen con los requisitos quieren hacerse ciudadanos, ya sea por apego a sus países de origen, la aversión a los procesos burocráticos o el costo.
Según el Centro Hispano Pew, solo un tercio de todos los inmigrantes mexicanos y alrededor de dos tercios de los inmigrantes no mexicanos aptos para hacerse ciudadanos se han naturalizado. Alrededor de 40% de los 2,7 millones de residentes indocumentados que obtuvieron una green card en el último programa de legalización, en 1986, se habían hecho ciudadanos para 2009, según cálculos oficiales.
La NAC se dirige a los que viven en EE.UU. legalmente, pero los patrocinadores de la campaña dicen que el método podría ser reproducido si el Congreso aprueba una reforma migratoria.
El proyecto de ley se encuentra ahora en la Cámara de Representantes, de donde podría surgir la propuesta de ofrecer a los inmigrantes ilegales residencia permanente, pero sin la posibilidad de convertirse en ciudadanos.
Para naturalizarse, los postulantes deben demostrar dominio del inglés y conocimiento de la historia y el gobierno de EE.UU., además de pagar US$680 por la solicitud. Mannion dijo que las fundaciones están en negociaciones con algunas instituciones prestamistas para ofrecer créditos rotativos para cubrir el pago de la solicitud, y algunas empresas consideran ofrecer préstamos. 

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