Tomado de El País
Los presidentes Morales, Fernández, Mujica, Rousseff y Maduro este viernes
Sudamérica se planta ante el espionaje de Estados Unidos
Brasil,
Argentina, Uruguay y Venezuela llaman a consultas a sus embajadores en Madrid,
París, Roma y Lisboa
Por Francisco Peregil
Hacía mucho tiempo que las relaciones entre Sudamérica y los
países europeos no se tensaban tanto. Los miembros de Mercosur (Argentina,
Brasil, Uruguay y Venezuela) han acordado en una cumbre llamar a consultas a
sus embajadores en España, Francia, Italia y Portugal para que informen sobre
las decisiones que obligaron a desviar a Viena (Austria), donde el pasado día 2
quedó varado 13 horas, el avión presidencial del boliviano Evo Morales.
Esa ha sido, de momento, la respuesta diplomática conjunta de todos los países
del Mercado Común del Sur –excepto Paraguay, que se encuentra suspendido desde
el año pasado—a la actuación de varios Gobiernos europeos que actuaron bajo la
sospecha de que el exanalista estadounidense Edward Snowdenviajaba
en el avión oficial de Morales.
Los cuatro países de Mercosur ratificaron en un comunicado
el “firme repudio” a las acciones de los cuatro Gobiernos europeos por “no
permitir el sobrevuelo ni aterrizaje de la aeronave”. Este hecho fue calificado
como un acto “infundado, discriminatorio y arbitrario”, además de “una práctica
neocolonial” y un “acto insólito, inamistoso y hostil, que viola los derechos
humanos y afecta la libertad de tránsito, desplazamiento e inmunidad” de la que
“goza todo jefe de Estado”.
La decisión de llamar a consultas a los embajadores se tomó
durante laXV cumbre de Mercosur celebrada el viernes en Montevideo.
Los miembros del bloque económico respaldaron la denuncia que presentó Bolivia
ante la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos
Humanos, “por la grave violación de los derechos fundamentales del presidente
Evo Morales”. Y decidieron llamar a sus embajadores en los cuatro países
europeos para “ponerlos en conocimiento” de ese apoyo a la denuncia de Morales.
Los países de Mercosur también emitieron otro comunicado en
el que condenaron “las acciones de espionaje por parte de agencias de
inteligencia” de Estados Unidos y rechazaron “enfáticamente” la intercepción de
las telecomunicaciones y las acciones de espionaje. Nada más aterrizar en
Motevideo, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, señaló: “Cualquier acto de
espionaje que viole los derechos humanos, y sobre todo el derecho básico de la
intimidad, y atente contra la soberanía de las naciones, merece ser condenado
por cualquier país que se considere democrático”
La semana pasada el diario O Globo publicó un artículo basado en informaciones reveladas por
Snowden donde se afirmaba que Estados Unidos espió a Brasil y a otros 13 países latinoamericanos, a través de
sus agencias Central de Inteligencia (CIA) y Nacional de Seguridad (NSA, según
sus siglas en inglés). El espionaje se produjo entre 2008 y el primer trimestre
de este año. Entre las comunicaciones intervenidas había llamadas telefónicas,
correos electrónicos y conversaciones de voz por Internet. El país más vigilado
resultó ser Brasil, seguido por Colombia y en tercer lugar, México, según las
citadas informaciones. También cayeron bajo las redes de vigilancia Ecuador,
Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Paraguay, Chile, Perú, Argentina
y Venezuela.
El martes pasado, la presidenta de Argentina, Cristina
Fernández, declaró: “Me corre frío por la espalda cuando fui el otro día a
Bolivia y vi que un presidente hermano había sido detenido durante 13 horas
como si fuera un ladrón; me corre frío por la espalda cuando nos enteramos que
nos están espiando a todos a través de sus servicios de informaciones en
Brasil”.
Pero más allá del espionaje y su repudio, ahora mismo la
verdadera patata caliente se llama Edward Snowden. El presidente Barack Obama
ya ha advertido que cualquier país que lo acoja lo pagará caro. Las
advertencias o amenazas desde la Casa Blanca hacia los diversos Gobiernos han
debido ser tan convincentes que ni Rusia se atrevió a prestarle asilo al
fugitivo. En América Latina, sin embargo, se han ofrecido Bolivia, Nicaragua y
Venezuela.
Respecto a la posible acogida a Snowden, los países de
Mercosur repudiaron, sin citar expresamente a la Casa Blanca, “las acciones que
puedan menoscabar la potestad de los Estados de conceder” el derecho de asilo,
y rechazaron “todo intento de presión, hostigamiento o criminalización de un
Estado” “sobre la decisión soberana de cualquier nación de conceder” ese
derecho.
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