sábado, 13 de julio de 2013

Baby Boomers vs Millennials se disputan el mercado laboral

Tomado de Financial Red  

Padres contra hijos en el mercado laboral

Por Aitor Agirre

El mundo cambia constantemente y con él las ilusiones, esperanzas y pretensiones de las personas. Los gustos musicales, culinarios o los que tienen a la hora de vestir las distintas generaciones son diferentes por lo general; abuelos, padres e hijos vivimos en el mismo mundo, pero nuestras reglas sociales son totalmente opuestas en muchos de sus aspectos.
 Los Millennials
A los nacidos entre 1981 y 1995 se les llama “millennials“. Representan la nueva fuerza de trabajo global: el 54% ya tiene o planea tener su propio negocio y debido a su mentalidad digital, fluida y colectiva están afectando a la manera en la que trabajaremos en el futuro. Para los millennials, el éxito es sinónimo de hacer lo que uno ama; el placer determina la dimensión de los logros profesionales. La tecnología es algo con lo que han vivido desde siempre, adoran el trabajo colaborativo y no le temen a hacerlo a distancia, han hecho de la flexibilidad y de la fluidez sus principales armas y, sobre todo, saben que el futuro no se puede predecir, mucho menos controlar, y por eso prefieren disfrutar el camino más que llegar al final.
La economía creativa, nuevas profesiones, el boom de la actitud emprendedora y la nueva fuerza colectiva están dibujando un brillante e inédito escenario. No es extraño que los millennials sean tan impacientes, la frenética velocidad con la que se conectan al mundo marca el ritmo de sus relaciones laborales. Los proyectos que solo dan resultados a lago plazo no les estimulan y necesitan un feedback constante para sentir que sus esfuerzos están siendo reconocidos, lo que se traduce en pequeñas recompensas a corto plazo. A estos ansiosos jóvenes tampoco les gustan las jerarquías de las compañías tradicionales, les entusiasma trabajar codo con codo con otras generaciones pero siempre desde una base de igualdad y mutuo respeto; es una cuestión de intercambiar conocimientos, no importando la edad. Aprender es lo que busca esta generación, no estudiar; descubrir las cosas por ellos mismos con métodos variados y no reglados, lo que se ha traducido en la aparición de MOOCs y otros sistemas de enseñanza abierta fuera de las aulas.
Además de tener un empleo es importante tener un propósito que pueda ser llevado adelante de distintas maneras a la vez, ya que la movilidad, el trabajar desde casa y la posibilidad de que uno mismo administre sus horarios, hacen que el trabajo esté presente en todo momento y lugar. La máxima es que quien mejor se adapta puede evolucionar con el cambio; la flexibilidad es el camino a seguir.

Los Baby Boomers

Por el contrario, el estilo de los baby boomers es una clara apuesta por la simplicidad  y el pragmatismo, ya que así era como se trabajaba en los años 60 y 70. Las reglas estaban claras en aquella época, el trabajo se limitaba a la oficina, las responsabilidades eran personales y muy específicas. Se sabía la hora exacta en la que comenzaba y terminaba la jornada laboral.
Lo que se perseguía era la estabilidad y la seguridad, por eso los empleados respetaban las jerarquías y una vez se elegía un trabajo, el ideal era pasar el resto de la vida laboral desempeñando el mismo. Los más veteranos enseñaban a los más jóvenes con la idea de ir subiendo escalones dentro de la empresa. Tener un empleo garantizaba estatus social y era el primer paso hacia el objetivo de casarse y tener una familia. Dentro de este esquema, valores como el honor y la disciplina eran vitales, el sacrificio diario garantizaba la prosperidad de la familia y al final del camino se aseguraba la gran recompensa: la jubilación.
Hoy en día, ambas generaciones se enfrentan a un futuro poco esperanzador en el mercado de laboral. Unos están perdiendo sus empleos y alimentan la bolsa de paro de mayores de 45 años, con el riesgo de convertirse en parados de larga duración. Los otros no logran incorporarse a un mercado cerrado, que ofrece muy pocas oportunidades. Lo más trágico de todo es que si los millennials no logran pronto empleos bien pagados no habrá dinero en la Seguridad Social para pagar las pensiones de los baby boomers. En eso al menos padres e hijos, millennials ybaby boomers, tienen una necesidad en común. 

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