
Eso curiosamente es más común de lo que pensamos, hay cientos de personas
que sus vidas se están trastocando, moviendo, cambiando, modificando y
varias que ven este proceso como una destrucción total.
Pero cabe señalar que los grandes maestros desde Dios, Buda, Dalai Lama,
entre otros, todos hablan que cuando aprendemos a soltar, nos liberamos de las
angustias, de las dolencias emocionales que esto trae a nuestras vidas, en
donde las penas se alivianan y las perspectivas cambian, las prioridades se
ajustan y las realidades toman otro sentido.
Todos los que estamos aquí en esta existencia debemos de comprender que lo
único que cada uno de nosotros tiene seguro es que desde el primer momento que
fuimos concebidos estamos envejeciendo.
Puede que usted que está leyendo, entienda que esto es un poco pesimista,
pero que tal si lo vemos como una posibilidad de que este preciso momento jamás
regresará tal y la forma de como lo vivimos.
Qué tal si comenzamos a ver que cada día que pasa, es una nueva oportunidad
de poder responder, reaccionar y de escoger diferente todo lo que nos rodea y
lo que hacemos.
Qué tal si en cada una de esas ocasiones en donde podemos soltar, dejar ir
y aprender a confiar y volver a recordar que somos espíritus sin límites
recordando que estamos en un cuerpo humano para aprender unas lecciones.
Pero curiosamente, es en las circunstancias más apremiantes, no comunes,
dolorosas, esas que nos sacan de nuestra zona de comodidad, en donde
pretendemos y nos hemos hecho la ilusión de que no tenemos el
control absoluto de nuestras vidas.
Pues lamentablemente tenemos que decirles que eso es totalmente falso, es
una mentira, una ilusión óptica y sensorial que nos costado mucho entenderlo.
Esa ilusión nos ha robado la bendición de estar conectados 24/7 a nuestra
misión, ella no nos ha permitido ver la divinidad del que está a nuestro lado y
nos olvidamos que todos, absolutamente todos, estamos aquí para re-aprender a
amar a todos por igual.
Es en ese estado de incertidumbre total en el que todos, de alguna forma u
otra, hemos estado y otros que están diariamente, en donde nos perdemos, nos
confundimos y creemos que nuestro segundo nombre es Creador. No nos mal
interpreten, nosotros tenemos el poder de crear muchas cosas, pero no tenemos
el poder de controlar, son dos cosas bien diferentes.
El crear o “co-crear” con el Universo es una fórmula mágica que encontramos
solo cuando podemos ver que cada cosa que nos sucede tiene un propósito, que todo
a nuestro alrededor está sucediendo como tiene que suceder, nada más y nada
menos.
Es en esa misma línea de pensamiento, en que aprendemos que cada uno de
nosotros somos protagonistas y actores secundarios de todas las “novelas” de
quienes nos rodean y por supuesto de la nuestra.
El arte de dejar ir, es simplemente un estado mental en donde comprendemos
en cada célula de nuestro cuerpo, que todo está escrito en un plan divino, que
nosotros no tenemos el poder de controlar lo que nos sucede, sino de cómo
escogemos sentirnos ante esas circunstancias.
El arte no es más que entender, confiar e internalizar en conciencia que el
único poder que tenemos es el de escoger como respondemos, reaccionamos,
sentimos, y que sobre toda las cosas buenas o no tan buenas cada una de ellas
tienen una razón de ser, aunque no lo veamos en ese momento.
Luego de realizar eso, lo ideal sería que reconociéramos conscientemente de
que no hay fuerza más grande el mundo que el amor. Que esta palabra es la raíz
de grandes revoluciones emocionales, espirituales, físicas y todo lo que nos
rodea diariamente. Es la madre y el padre de lo que conocemos como la fe,
esperanza y todas esas acciones que no se pueden explicar en palabras pero que
nos mueven el alma.
El arte de soltar es cuando dejamos ir nuestro impulso de controlar; cuando
entendemos que no tenemos el control de como las otras personas reaccionan como
deseamos que hagan; cuando decidimos ajustarnos a los cambios y que no nos
afecten; cuando dejamos de analizar y solamente aprendemos a sentir y vivimos;
cuando soltamos el conocimiento humano y nos integramos al diccionario de la
humanidad; cuando nos ocupamos de nosotros y nos despreocupamos de los demás;
cuando nos reconectamos con nosotros mismos y nos desprendemos de la parte
física.
La palabra soltar lo describe la Real Academia Española como el “dejar ir o
dar libertad a quien estaba detenido o preso”.
Dejemos de estar presos de esas falsas ilusiones que nos han estado
atormentando toda nuestra vida y démosnos la oportunidad de recordar quienes
somos, seres amorosos que en cada respiro emanamos felicidad.
Hoy soltemos todo aquello que no nos acerca a nuestra divinidad y
comencemos de nuevo.
Waldemar Serrano-Burgos, CEC
Certified Executive-Business Coach
Dragonfly Coaching
Group | 305.335.4044
www.dragonflycoachinggroup.com
Visit our Blog
Visit our Blog
Follow us on Twitter @wserranob | @Dragonfly_Coach
Join us on Facebook
No hay comentarios:
Publicar un comentario