viernes, 12 de julio de 2013

EL SALVADOR: De transparencia y pulcritud

Tomado de Long Island al Día  

El “fenómeno brozo” es un buen primer paso. El momento de la transparencia ha llegado y serán las redes sociales (así como en México y otras partes del mundo) los que finalmente correrán las cortinas y dejarán que entre el sol.
Por Luis Montes

Esta semana leímos sobre la desatinada y aberrante decisión del presidente Funes de cerrar la información relacionada a sus viajes y a los de la Primera Dama, Vanda Pignato. Es verdaderamente desconcertante e inconsistente con el mensaje de transparencia que emana desde Casa Presidencial, los funcionarios de la administración y organizaciones a fines a Funes.
Lo irónico e hipócrita de la jornada fue oír a funcionarios de ARENA criticando a Funes por semejante decisión.  Durante los 20 años de administración de ARENA es bien sabido que muchos de los viajes efectuados por los  mandatarios electos bajo la bandera del partido siempre contaron con viajantes frecuentes pertenecientes al grupo de los “dones”, a sus asesores, sus ejecutivos y hasta familiares.  ¿Tendrán entonces los mandamás, el COENA y otros como el candidato presidencial de ARENA autoridad moral para hablar de transparencia y gastos superfluos?
Que si no se detiene ahora, es nunca. ¡Cierto! Pero si de transparencia hablamos, entonces dejemos que la luz del sol le de a los archivos y mate cualquier bacteria que ahí se encuentre. Lastimosamente ARENA se ha vuelto un crítico de todo lo malo que ellos  mismo hicieron durante los 20 años que ellos estuvieron en el poder lo que les resta altura, moralidad y ética para venir a hablar de los problemas. ¿Por qué lo hicieron entonces cuando estaban ahí sentados?
¿Será congruente que ahora el COENA, integrado por muchos exfuncionarios de la era Saca, le critiquen por la administración y políticas públicas que los mismos COENA implementaron? ¿Por qué no renunciaron en su momento y criticaron esas decisiones del mandatario? ¿Por qué hacerlo ahora en retrospectiva cuando ya se beneficiaron de esa misma administración?
A los miembros de la élite salvadoreña y algunos arribistas que se arañan por persignarse habría que preguntarles ¿acaso no es corrupción que cónyuges, hermanos, primos o hasta ellos mismos gocen de los beneficios de portar pasaportes diplomáticos o sean nombrados como cónsules honorarios en Estados Unidos u otras regiones del mundo? ¿Y qué decir de los sueldos, prebendas y/o beneficios que ganaban como comisionados, embajadores itinerantes, directivos de autónomas y hasta designados a la presidencia?
Señores, para que haya corrupción debe haber un corruptor.  Por años, los “dones” salvadoreños han querido verse o venderse pulcros, pero ¿acaso olvidan o se lavan las manos de todos los sobres que distribuyeron, distribuyen y distribuirán a los  líderes de la asamblea y (a través) sus asesores? ¿Cómo fue que medidas como los impuestos al alcohol afectaran a una parte de la industria y no a la otra? ¿Cómo se explican los precios de tarifas aéreas de y hacia El Salvador cuando se comparan con el resto de Centro América? ¡Sí!, la clase política de El Salvador es sucia y débil, pero preguntémonos ¿quién ha facilitado y alimentado esa suciedad y debilidad?
Es tiempo de desenmascarar a los que por años han tratado de venderse como moralistas y filántropos. En lugar de hacer tanta pantomima con sus fundaciones y clubes de beneficencia mejor dejen de corromper, paguen impuestos y sobre todo sométanse a la ley.  No sólo hablen de institucionalidad en sus discursos y entrevistas, ¡RESPENTELA! Prediquen con el ejemplo.
Esa paja de que donan el sueldo ya nadie se las cree. Los beneficios que obtienen al no pagar impuestos son más dañinos que los pocos pesos que donen al mes. El “fenómeno brozo” es un buen primer paso. El momento de la transparencia ha llegado y serán las redes sociales (así como en México y otras partes del mundo) los que finalmente correrán las cortinas y dejarán que entre el sol.
Para mayor información sobre el autor, puede seguirle en twitter: @LuisMontes 

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