Tomado de El Mundo
Ed Koch sirvió como alcalde de la capital del mundo del 1 de Enero de 1978 al 31 de Diciembre de 1989
Muere Ed Koch, el mítico
alcalde de Nueva York
En el vídeo grabado en 2007 para su obituario, Ed Koch mira a la
cámara, sonríe irónico y con una mueca juguetona dice despacio: "¿Me echan
de menos?". Así empieza la entrevista titulada 'The Last Word', colgada este viernes por
el 'New York Times' unas horas después de la muerte del
mítico alcalde de Nueva York. Tenía 88 años.
Koch, que ganó tres elecciones para estar el frente del
Ayuntamiento y perdió la cuarta reelección, amó tanto su ciudad que en su
obituario, el 'Times' escribe que le sobrevive una hermana y "la propia
ciudad de Nueva York". En su vida política, su mayor éxito fue la cercanía a sus vecinos y sus
visitas por todos los barrios.
En los años 60, cuando era congresista, los viernes por la
mañana, Koch repartía panfletos en el metro e intentaba hablar con los
pasajeros. Casi nadie se paraba. Hasta que empezó a decir: "Hola, soy Ed
Koch. Soy tu congresista, ¿qué tal lo estoy haciendo?".
La pregunta y la manera de hacer campaña, hablando con los
votantes en la calle, definieron al político que se describía como "un crío judío del
Bronx" y que
acabó siendo uno de los grandes iconos de Nueva York por sus 12 años como
alcalde. Tras ocho años en el Congreso, logró ser elegido regidor sin el apoyo
tradicional de los sindicatos o del aparato del viejo partido demócrata en
1977, cuando la ciudad estaba al borde de la bancarrota y los apagones
degeneraban en disturbios. El día de su primera toma de posesión dijo a la
prensa en su apartamento del Greenwich Village: "Soy el tipo de persona que nunca tendrá
úlcera. Porque digo exactamente lo que pienso. Soy el tipo de
persona que le da úlcera a los demás".
Koch logró ganar en una campaña marcada por la suciedad de las
primarias demócratas. El equipo de su rival Mario Cuomo, después gobernador, llenó
la ciudad de carteles que decían "vota por Cuomo, no por el Homo",
ideados por el propio hijo del candidato y actual gobernador de Nueva York,
Andrew. Koch aseguró en una ocasión que era heterosexual, pero la mayoría de su
vida sólo dijo que su sexualidad era un asunto privado. Los Cuomo alabaron
después a Koch, pero en el vídeo del 'Times' grabado para su obituario, el
mítico alcalde no escondía su desprecio por el rival de tres décadas antes:
"Siempre se la guardé. Y también a su hijo, Andy Cuomo. Aunque en público
nuestra relación social es buena, en el fondo, él sabe, yo sé, lo que realmente
estoy pensando: 'Eres un capullo'". El gobernador Andrew Cuomo elogió este
viernes a Koch y dijo que "su personalidad
era tan grande como Nueva York".
Puntos fuertes y débiles
Con su carácter cómico y su energía continua, Koch consiguió
mejorar la imagen del Gobierno local. El alcalde cercano que iba al
supermercado a hablar con la gente saneó las cuentas
públicas, restauró casas populares y paró el caciquismo de su partido.
Solía criticar por igual a los sindicatos y a los bancos. En 1980, durante una
huelga del metro, vio desde el Ayuntamiento que los trabajadores cruzaban el
puente de Brooklyn a pie y se puso al frente de la marcha al grito de "no
dejaremos que estos cabrones nos pongan de rodillas".
Algunos le reprochan que no se preocupara suficiente del sida en
los 80 y su tercer mandato acabó marcado por la tensión racial en la ciudad y
varios escándalos de corrupción de sus colaboradores. Koch asegura que incluso
pensó en suicidarse. Y el alcalde, orgulloso judío hijo de inmigrantes polacos,
cuenta que le salvó la vida el cardenal de Nueva York, que le llamó para
decirle que "todo el mundo" pensaba que era una persona honrada.
"El rabino no me llamó", relataba Koch después entre risas.
Con los años, el izquierdista del Village se fue haciendo más
conservador. En 2004, incluso apoyó a George W. Bush e hizo campaña para que
los neoyorquinos acogieran bien a los republicanos que celebraban su convención
en la ciudad. Cuatro años después, volvió con los demócratas y pidió el voto
por Hillary Clinton en las primarias y por Barack Obama en las presidenciales.
Respaldó al republicano Rudolph Giuliani cuando fue elegido por primera vez,
pero luego dijo que era "un muy buen alcalde y una mala persona". En
1999, Koch, recién salido del hospital, fue detenido en una protesta por la
muerte de Amadou Diallo, un inmigrante guineano acribillado sin motivo por la
policía.
Seguía siendo un referente político importante para sus
sucesores, comentarista habitual en la televisión local NY1 y crítico de cine
en el 'New York Post' y otros tabloides. Le gustaba salir en
'Saturday Night Live' y en 'Sexo en Nueva York'. Sobre todo,
era un icono de la ciudad, que no soportaba dejar más de un par de días.
Ha muerto en un día especial para él y para Nueva York, justo el
del estreno del documental sobre su vida, 'Koch', y en el centenario de Grand
Central Terminal, la estación histórica
que él ayudó a salvar. Fue hospitalizado unas horas antes del
preestreno del film en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMa) al que
planeaba asistir.
En 2008, Koch compró una parcela en el cementerio de Trinity
Church del norte de Manhattan, junto al río Hudson y la New York Hispanic
Society. Preparó hasta la lápida. Quería asegurarse de que se quedaría para
siempre en su isla favorita, algo nada fácil por el espacio limitado. "La
idea de dejar Manhattan de manera permanente me irrita", explicó.
En una entrevista, recordaba el funeral del alcalde de Madrid
Enrique Tierno Galván: "Fueron 800.000 personas. Eso no me pasará a mí.
Pero espero que vaya mucha gente al cementerio, que, por cierto, está
cómodamente ubicado en la 155 con Broadway, al lado del metro".
Ed Koch nació el 12 de diciembre de 1924 y murió el 1 de febrero
de 2013 en Nueva York.
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