Tomado de Foreign policy
Nueva York, Distrito Financiero, capital mundial para hacer negocios
LOS MEJORES PAÍSES PARA HACER NEGOCIOS
por miguel angel garcía vega
Territorios fértiles para
los espíritus más emprendedores.
Hace años que se borraron
las fronteras en el mundo. El planeta semeja cada vez más una piel lisa. Los
empleados, sobre todo los más cualificados, trabajan igual en Turquía que en
Suráfrica. Ambos países, por cierto, representan parte de la cartografía de
este nuevo mundo económico. Pero antes de que lleguen los trabajadores lo hacen
las empresas. Y estas se instalan allí donde existen más oportunidades de hacer
negocios. La actividad empresarial, conviene no olvidarlo, es un ejercicio de
tiempo, paciencia, habilidad, tesón… y confianza. Con estas materias está
construida. Así que en un mundo cada vez más ancho, y esperemos que menos
ajeno, conviene preguntarse: ¿cuáles son los mejores territorios para hacer
negocios?
La contestación nos lleva
desde las antípodas (Australia) a Asia (Singapur y Japón) haciendo parada en
África (Suráfrica), la nueva Europa (Turquía) y Latinoamérica
(Chile y Colombia). Es un viaje por la economía de nuestro tiempo. Y también es
un cruce de caminos. Pues hay algunas características, narra Enrique Alcat,
profesor del Instituto de Empresa, comunes. “Todos estos territorios comparten
una gran solidez institucional, sistemas que permiten poner en marcha un
negocio muy rápidamente y con poco coste; una mano de obra cualificada, un
nivel muy bajo de corrupción, una fiscalidad reducida y, además, entienden al
extranjero como un aliado, no como a un rival”, desgrana este experto.
Estas son las
características tangibles, luego aparecen las inasibles. Esas que no se pueden
cuantificar. Estas atienden a razones como la cultura, el clima, la
gastronomía, la educación (por ejemplo, la existencia de colegios para los
expatriados con hijos), el ocio, la amabilidad de las personas… Escrito en tres
palabras: “el toque humano”.
Esta mirada tiene mucho que
ver en cómo entiende cada cultura su relación con el trabajo. Ya que en el
fondo de eso se trata todo este tema. Iñaki Lozano, managing director de
la consultora especializada en nuevas formas de trabajo BICG, tiene esa visión
adelantada a su tiempo. Y cuenta: “Los países en los que los profesionales
quieren hoy y querrán mañana trabajar verán como su competitividad aumenta”. Y
esas Arcadias este experto las localiza sobre todo en los países escandinavos
(Noruega, Suecia y Dinamarca) y Finlandia. “Desde décadas atrás tienen unas
infraestructuras y una forma de comprender la manera en la que se trabaja muy
distintas a lo que hasta hace poco entendíamos por un trabajo de oficina
convencional, rígido y estructurado”, relata Iñaki Lozano.
Este experto nos enfrenta a
una reflexión interesante: “Los países donde se hacen los mejores negocios son
aquellos capaces de atraer a los mejores profesionales”, enfatiza Lozano. Es
una derivada nueva. Diferente. Pero que tiene toda la lógica de los tiempos. Y
nos sitúa frente al dilema de escoger. ¿Cuáles son esos países dónde crear
prosperidad es más fácil?
Singapur, la Arcadia del
negocio
Los rankings, esa métrica a
veces tan errada y a veces tan precisa, dicen que esta esquina de Asia es el
mejor lugar del mundo para hacer negocios (Doing Business 2013). También
lo creé Gastón Fornes, profesor de negocios internacionales de Esic y experto
en esa zona del planeta. “Tiene una gran ventaja: una mano de obra muy
cualificada y altamente competitiva”, asegura. En ese mismo espacio ubica a
Hong Kong. “Ambas son la entrada al sur de China, una región cada vez más
próspera”, dice. En esas tierras se puede pedir un crédito a partir de unas
garantías mínimas, funcionan bajo el concepto de ventanilla única y tienen una
seguridad jurídica clara, con un tribunal exclusivamente destinado a solucionar
conflictos comerciales. Si están pensando en algún sector concreto, la
construcción puede ser la respuesta, ya que los permisos son sencillos de
conseguir.
Turquía limita con Europa
Más pronto que tarde será
la nueva Europa. No la busquen en los rankings. Bueno, si lo hacen la hallarán
en el 72º (Doing Business 2013). Ya dijimos que a veces aciertan y otras
yerran. Este destino lo han escogido los expertos de KPMG, y lo argumentan. “Las
reformas estructurales llevadas a cabo en los últimos años han preparado el
terreno para impulsar cambios a gran escala en diversos sectores económicos”.
De hecho, los principales objetivos de esos esfuerzos se han centrado en
aumentar el papel del sector privado dentro de la economía turca, mejorar la
eficiencia y resistencia del sector financiero y situar a las infraestructuras
a la altura del desarrollo económico del país. Además, por su situación en el
mapa del mundo (construye la bisagra entre Europa y Asia) se reivindica como el
puente por el que acceder a 1.500 millones de consumidores. Consciente de ello,
la facilidad para el comercio es uno de los pilares.
Por eso cuentan (no es muy
conocido) con determinadas zonas francas donde la intervención estatal es
mínima. En estos espacios muchas disposiciones relacionadas con el comercio
exterior no se aplican. Algo que puede ser una excelente puerta de entrada para,
desde allí, distribuir productos a bajo precio. Hay que tener presente que el
país forma parte de la Unión Aduanera de la UE, por lo que las importaciones de
artículos que lleguen de algún Estado miembro no pagan impuestos fronterizos. Y
además esa proximidad a Europa explica que su legislación laboral y comercial
se esté adaptando a la normativa europea a marchas forzadas. Lo que contribuye
a generar un entorno de negocio garantista.
Japón, un ‘container’ 800
dólares
Desde la comprensión
internacional, el país asiático a veces puede ser una adivinanza en vuelta en
un ministerio dentro de un enigma. Son palabras de Wiston Churchill y son del
siglo pasado. Pero bien podrían leerse en nuestros días. “Debido a los
compromisos internacionales de Japón en materia de reducción de emisiones y a
las tremendas consecuencias del accidente de Fukushima, las autoridades niponas
han decidido adoptar importantes medidas en materia de eficiencia energética y
están promocionando las fuentes renovables”, analizan en KPMG. Una puerta
abierta al negocio. Junto a estas oportunidades, hay una serie de prácticas que
contribuyen a crear ese espacio. Debido al fuerte componente exportador de su
economía, es ahí donde se crea el mejor territorio para negociar. Se tardan 10
días en completar una exportación, el coste de mandar fuera un container (800
dólares) es bastante bajo y solo hacen falta tres procedimientos para exportar
la mayoría de los productos. Además las garantías jurídicas son de primer
nivel.
Chile emprende
¡Qué cambio ha dado esta
tierra en solo dos décadas! Ya hablan de ella como la California de Suramérica.
No por los cítricos o la industria audiovisual, sino por la tecnología y los
emprendedores. Lo explica con entusiasmo Javier Santiso, profesor de la escuela
de negocios ESADE. “Se ha transformado en un vivero de star-up,
pero no solo para jóvenes empresas del país, sino también está siendo capaz de
atraer a firmas estadounidenses y de otros territorios para que desarrollen en
Chile sus proyectos”. En todo esto mucho tiene que ver “una gran calidad de su
clase política”, reflexiona Santiso. ¿No les da envidia? Por lo tanto, no
extraña que se tarden solo siete días en crear una empresa. Estas facilidades
generan un entorno de negocio que se sostiene además en una fiscalidad
simplificada que solo exige seis pagos al año. Por mirar la otra cara de la
moneda, Venezuela pide 71. Además, en los terrenos de la seguridad jurídica, se
publican todas las sentencias mercantiles de juzgados de primera instancia. Luz
y taquígrafos.
Corea enciende la luz
Cuentan los expertos que es
la gran asignatura pendiente de la economía española. De hecho, tiene un
presente cargado de futuro para los negocios. En primer lugar, por el elevado
nivel educativo de sus ciudadanos. Junto con Finlandia suele encabezar desde
hace algunos años el informe PISA, que evalúa el desempeño de los estudiantes
de la mayor parte del planeta.
En solo dos décadas, el
país asiático ha dado un giro radical y ahora destaca, entre otras cosas, por
ser sede de algunas de las mayores multinacionales tecnológicas del mundo, como
Samsung o LG. En este escenario, la empresa ocupa un lugar central. Se tardan
siete días en crear una y requieren solo cinco procedimientos. Y dar de alta la
luz para un negocio se consigue en 28 días (una de las cifras más bajas del
planeta) y exige cuatro pasos. Pueden parecer datos que solo forman parte de la
“contabilidad” del país, pero no es así. Reflejan la bonanza de ese ecosistema
favorable para los negocios. Tanto es así que cuenta con una ventanilla única
para el comercio transfronterizo, existe un tiempo limitado para resolver los
procesos por insolvencia y en ese importante espacio que es la seguridad
jurídica permite las demandas por medios electrónicos.
Colombia impulsa su espíritu
reformista
Ningún país de América
Latina ha empeñado tanto esfuerzo y recursos en una estrategia reformista. El
propósito ha sido aumentar la eficiencia del sector público y dar mayores
facilidades al mundo privado. De esta forma se ha creado una especie de
invernadero económico cuyo principal abono es ese espíritu de mejora, “que bien
podrían copiar muchos países europeos, incluyendo España”, atestigua Javier
Santiso. Es más, desde 2010, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, le
ha querido dar un impulso extra a este proceso. El Ministerio de Comercio,
Industria y Turismo lidera este movimiento liberalizador que ya está dando
resultados.
El número de nuevas
empresas que se crea en el país ha pasado de 33.752 en 2006 a 57.768 durante
2011. Y todo esto sucede bajo el resguardo del plan –y de la agenda–
“Prosperidad para todos 2010-2014”, que persigue reducir la pobreza, aumentar
la renta, generar empleo, incrementar la seguridad, garantizar un desarrollo
sostenible y mejorar la calidad del entorno de negocios. Mucho de ese camino ya
lo tiene andado. Para el mundo de los negocios, el país ofrece unos costes de
implantación reducidos, beneficios fiscales para la puesta en marcha de start-up.
Y además ha aumentado la seguridad jurídica de los inversores y recortado
trámites y trabas. Algunos datos. El tiempo para crear una empresa ha disminuido
de 60 a 14 días y los procedimientos de 19 a 9. Esta mejora del entorno también
se deja sentir en los impuestos. Se ha pasado de tener que completar 69 al año
a seis, y de tener que dedicarle 456 horas anuales a esta materia a 193 horas.
Como un bálsamo extendido
con generosidad, esta nueva filosofía impregna todo el espacio económico
gracias a las reformas introducidas a lo largo de los últimos años. Por
ejemplo, los procedimientos en caso de insolvencia se han vuelto más eficientes
y los créditos recuperados han pasado de 56 centavos de dólar a 76. En este
entorno de seguridad se sienten cómodas las empresas extranjeras. De hecho,
estas mejoras normativas van desde la construcción a los sistemas electrónicos
y fraguan ese paisaje de espacio sólido donde construir negocios.
Suráfrica, ‘potentia’
económica
Hace tiempo que África dejó
de ser un continente para convertirse en un mundo. Es cierto que de momento
solo representa el 5% del comercial mundial, pero en términos aristotélicos es potentia.
En este sentido, Suráfrica “tiene el sistema institucional más desarrollado
dentro de África, una de las economías más saludable, trabajadores con
formación laboral cualificada y recursos naturales”, desgrana Santiso. Unas
cifras medias que irán mejorando, pero que ya suponen una gran oportunidad. Se
tardan 19 días en montar una empresa, 16 en exportar una mercancía y 23 en
registrar una propiedad. Y a los impuestos hay que dedicarles 200 horas
anuales.
Australia siempre paga
En las antípodas, el tiempo
pasa alegre para los emprendedores. Se necesitan solo dos días y dos pasos para
montar una empresa. Este apoyo al emprendimiento, junto a un marco jurídico
relativamente sencillo, es el gran asidero para los negocios en el país. Por
ejemplo, son muy habituales los acuerdos extrajudiciales y son bastante
garantistas en las operaciones. O sea, tienen un nivel muy bajo de impagados.
En cuanto a la tecnología (una de sus potencias), aplicada al negocio diario,
permite el pago y el envío de formularios de tributos a través de medios
digitales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario