sábado, 23 de febrero de 2013

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: EL ROL DE LA MUJER


      
Quisiera dedicar este breve espacio a una persona de Cojutepeque, El Salvador,  Elsy Rubidia, a quien no conozco personalmente, pero que, a entender por el mensaje que me ha enviado, se constituye en un verdadero ejemplo de mujer, de los cuales, yo estoy segura, hay muchos más.

       Ella analiza acertadamente la desubicación bastante generalizada que tiene la mujer respecto de su nuevo rol social. Hasta no hace mucho, las mujeres eran, en casi todo sentido, personas de segunda clase, sometidas al hombre. Actualmente, la legislación no contempla diferencias de género, pero culturalmente el camino que queda por recorrer es grande, y es que el cambio social no consiste únicamente en un cambio de leyes en beneficio de los sectores desfavorecidos, sino también una educación simultánea a éstos para asumir con responsabilidad el nuevo rol.

       Ahora la mujer se siente con más libertad, pero no está preparada para hacer uso adecuado de ella, con lo que, en vez utilizarla productivamente en beneficio de su propia dignidad y del progreso social, muchas veces sólo sirve para poder libremente desatender  responsabilidades que antes le correspondían por sometimiento. Hay responsabilidades de este tipo, como la crianza de los hijos, para las que se deben buscar mecanismos basados en la igualdad, pero nunca se pueden desatender.

También se tiende a dar a esa libertad una orientación relacionada con el uso del propio cuerpo y el sexo, sin comprender que si antes era el hombre quien adjudicaba a la mujer el papel de objeto, ahora es ella misma, con su libertad, quien decide ser objeto. Tal vez porque nadie la ha enseñado a ser algo más importante que objeto sexual; al contrario, hasta la enorme presión comercial fomenta ese papel de la mujer. Es el mismo sometimiento al machismo, pero de otra forma.

Las consecuencias de todo ello son nefastas, y ya se empiezan a notar: pérdida de valores, descomposición social, etc.

El machismo no se va a solucionar con leyes, ni tampoco se puede esperar que sea el hombre quien tome la iniciativa para superarlo. Es la propia mujer, con su actitud, quien debe promover el cambio social en ese sentido, pero se necesita educación.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

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