jueves, 21 de febrero de 2013

Inmunidad diplomática no debe confundirse con impunidad. Vergüenza nacional


Tomado de Semana.com

Caso ejemplar para algunos diplomáticos que tienen afición por bebidas alcohólicas. No pongan en verguenza a su país. Comporténse como dignos representantes de sus pueblos.

El escándalo de una diplomática colombiana en Washington

Semana.com revela el bochornoso episodio de una funcionaria consular en la capital de EE. UU.

A pesar de su extraordinaria belleza muchas personas creen que Washington es una ciudad un tanto aburrida. Los jardines bien cuidados, las calles impecables y las conversaciones de lo más alto de la política mundial en las que se cuida cada palabra, conforman una rutina diaria un tanto monótona.
 
En este escenario apacible una colombiana es protagonista de un bochornoso espectáculo. Se trata de Angélica María Rico Sánchez, quien desde hace muy poco tiempo ocupa una alta posición diplomática en el exterior. En efecto, el 3 de diciembre pasado la canciller María Ángela Holguín firmó el decreto 2462 con la que la nombró como segundo secretario de relaciones exteriores adscrita al Consulado de Colombia en Washington.
 
Angélica, según fuentes políticas, ha sido cercana al Partido Verde, aunque no confirman que haya llegado a ese cargo por cuenta de esas relaciones. Pero, ¿qué fue lo que hizo? En la madrugada del sábado 15 de febrero, luego de salir de un sitio público de Washington, donde se había tomado alguna copa, cogió una taxi con destino al contiguo estado de Virginia, donde reside.

Poco después, cuando llegó a su destino, el taxista le indicó el precio del servicio. Angélica entró en cólera y se negó a pagar pues consideraba que la tarifa era excesivamente alta.
 
El conductor no dudó en llamar a la línea de emergencia 911 y muy pronto llegaron varios policías del condado. Los uniformados le pidieron a Angélica que pagara la carrera y esta habría respondido con insultos. “La cosa llegó a tal punto que los policías tuvieron que tirarla al suelo, esposarla, subirla a una patrulla y llevarla a una estación. Un superior de los agentes intentó calmarla, pero ella también lo trató mal”, le dijo a 
Semana.com una fuente cercana al caso en Washington.
 
Hacia las dos de la madrugada y luego de conocer el estatus de Angélica, la policía optó por telefonear a varios diplomáticos de la embajada de Colombia en esa ciudad. Finalmente, lograron hablar con Alfonso Cuéllar, ministro consejero de esa misión diplomática. Cuéllar informó el tema a sus superiores y estos llamaron a Bogotá donde se pusieron al frente del asunto.
 
Mientras eso ocurría, la funcionaria continuaba en manos de la policía. Días más tarde, el Ministerio de Relaciones Exteriores abrió una indagación para establecer las presuntas responsabilidades disciplinarias. 
 
Al enterarse del hecho, periodistas de 
Semana.com se comunicaron tanto en Washington como en Bogotá con personas próximas al caso, quienes confirmaron lo ocurrido. En Bogotá funcionarios de la Cancillería aseguraron que en efecto el episodio ocurrió y advirtieron que estaban recogiendo todas las versiones para tomar acciones serias frente al incidente.
 
Angélica María Rico es una abogada de 34 años de la Universidad Libre de Bogotá y durante años trabajó para el Partido Verde, en particular con el representante a la Cámara Alfonso Prada. 
 
En anteriores ocasiones su temperamento le ha jugado malas pasadas. Según algunos de sus compañeros, desde su arribo a Washington mostró un carácter difícil. Tanto, que en alguna ocasión tuvo una fuerte discusión con altos funcionarios de esa delegación.
 
El resultado de la investigación que se le ha iniciado se conocerá en los próximos días. El asunto no es de poca monta porque se trata de una diplomática colombiana comprometida en bochornosos episodios. El tema ha generado incomodidad entre sus compañeros en Washington.

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