martes, 12 de noviembre de 2013

Lionel Messi un crack apegado a su familia

Tomado de ABC 



Los Messi, un clan con alambres de espino

Una biografía no autorizada revela la peculiar relación entre el futbolista y su familia

Por Rosa Belmonte

«¡Visca el Barça, visca Catalunya y aguante Argentina, la concha de su madre!». Lionel Messi está celebrando la segunda liga de la era Guardiola. También está borracho. El argentino es hombre de pocas palabras. En «Misterio Messi» (La Esfera de los Libros), Sebastián Fest y Alexandre Juillard descubren quién es el crack que dedica los goles a su abuela y lleva tatuada en un omóplato la cara de su madre. Explican las razones futbolísticas de un jugador único y los líos entre los agentes y la familia, los errores de la historia oficial o su rivalidad con Cristiano Ronaldo, que ve en él un hobbit. También su difícil relación con Guardiola. Y no porque mandara quitar de la zona de vestuarios las máquinas de Coca Cola y Conguitos.

Con Pep Guardiola empieza el libro, con un sms que Messi le manda al inicio de la temporada 2009-2010: «Bueno, veo que ya no soy importante para el equipo, así que…». El problema era Ibrahimovic. ¿Pero cuál es el «Misterio Messi»? Sebastián Fest lo aclara: «Es una persona especialmente circunspecta. Diferente a Maradona, Pelé o Cruyff. Ser tan callado ya le genera un halo misterioso. Y en el libro pretendemos enfocar otros misterios». Uno de los mitos es que se fue a Barcelona porque en Rosario no le pagaban el tratamiento con hormonas de crecimiento. Lo desmonta el endocrino Diego Schwarzstein. Jorge, padre de Leo, trabajaba en Acindar, gran fábrica metalúrgica. Era el supervisor del servicio de alambres de espino. El doctor Schwarzstein dice que del tratamiento se hicieron cargo la Seguridad Social, la mutual del padre y la Fundación Acindar. Aunque reconoce inconvenientes burocráticos. Y también recuerda Fest que «en Barcelona, hasta que se lo pagaron, pasó un tiempito porque Messi estaba en una especie de limbo. Lo pagaba Juan Lacueva» (entonces responsable del fútbol base).

La familia vino a Barcelona el 1 de febrero de 2001. Los padres y los cuatro hijos, Rodrigo, Matías, Leo y Marisol. Durante el vuelo de Rosario a Buenos Aires, Leo no paró de llorar. Luego haría amigos.Cesc Fábregas y Gerard Piqué entre ellos («Traelo, traelo, que ese me defendía cuando era chico», dijo a Joan Laporta cuanto este le anunció que iba a repescar al defensa).
 
Si Messi es un misterio, Antonella Rocuzzo, más. Se conocen desde niños. La primera aparición pública es de 2009. Celia, la madre, es dura. Se recoge en «Misterio Messi» lo que contó una aspirante a botinera. Se cruzó con ella en un supermercado y después de recriminarle querer hacerse famosa con su hijo, cogió una sartén y amenazó con darle. Y una vez, al ser preguntada por Antonella, Celia dijo: «La estamos estudiando aún».


Pese a que Messi viva con Antonella y su hijo, nacido el 2 de noviembre de 2012, sigue muy ligado a su familia. «Jorge es uno de los representantes de Leo y el presidente de Leo Messi Management, la empresa que se encarga de las actividades comerciales del número 10 del Barcelona. Lo controla todo», leemos. Rodrigo, que trabaja con su padre, lo explicó en la revista «Perfil»: «A Leo lo único que le interesa es jugar al fútbol. Nosotros nos encargamos del resto y hay mucho que hacer». Según Fest y Juillard, «Leo no siempre tiene voz y voto, pero su opinión cada vez tiene más peso en esta familia, ese clan cerrado que gira en torno a él». Un clan con alambres de espino.


2 comentarios:

  1. Se conocen desde niños. La primera aparición pública es de 2009. Celia, la madre, es dura. Se recoge en «Misterio Messi» lo que contó una aspirante a botinera. Se cruzó con ella en un supermercado y después de recriminarle querer hacerse famosa con su hijo, cogió una sartén y amenazó con darle. Y una vez, al ser preguntada por Antonella, Celia dijo: «La estamos estudiando aún».
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