martes, 21 de diciembre de 2010

Secuestradores liberan a ex candidato presidencial mexicano

Agencias Noticiosas


Inicia el proceso de superar ''la muerte suspendida''

En su cautiverio recibía información de los crímenes ocurridos en el país

Tras un cautiverio de más de siete meses, el político dice sentirse fuerte y listo para vivir sin miedos


CIUDAD DE MÉXICO
.- “Mi vida seguirá siendo la misma”. Y sí, Diego Fernández de Cevallos apenas reapareció ayer a las 13:30 horas, tras más de siete meses de secuestro, y por la tarde ya opinaba sobre temas de la agenda nacional en materia de seguridad.

Entrevistado por una cadena de radio, el ex candidato presidencial panista en 1994 dijo tener sentimientos encontrados.

Afirmó que sentía mucha alegría por reencontrarse con los suyos, con su familia, pero apuntó que le duelen los crímenes ocurridos, como “el de la pobre mujer asesinada en Chihuahua”, refiriéndose a la activista Marisela Escobedo, ejecutada el jueves frente al Palacio de Gobierno.

En su cautiverio, “El Jefe” Diego recibía información de los crímenes ocurridos en el país. Supo de los asesinatos del alcalde de Nuevo León (Edelmiro Cavazos, edil de Santiago) y del candidato a gobernador de Tamaulipas, el priista Rodolfo Torre Cantú.“Supe cómo murieron muchos seres humanos de la forma más violenta. Yo sé que puedo ser noticia, que mueve y remueve el tema de mi secuestro”.

El panista, de 69 años, apuntó que su plagio desde luego tuvo un fin económico, el reclamo de una cantidad, pero también una marcada connotación política, supuestamente por cuestiones ideológicas. La reapariciónCon larga barba blanca, voz sin la energía que le caracteriza y vestimenta poco usual en él, el político panista apareció en su casa de Las Lomas del Pedregal, en la Ciudad de México.

Serio, fiel a su estilo, el ex senador resumía en su palabras un cúmulo de experiencias ingratas vividas: “Sólo tengo motivos para bendecir a Dios y a la Virgen por la ayuda que momento a momento me dieron durante siete meses y fracción.

Segundo, tengo tantos motivos de agradecimiento a tantas personas conocidas y desconocidas, que me veo obligado a preparar un boletín informativo para ustedes”.Sin dar oportunidad a los periodistas para preguntar sobre las vicisitudes que pasó durante su cautiverio y sobre cómo fue que se dio su liberación, Fernández de Cevallos siguió su monólogo: “Por supuesto que como hombre sufrí, ya perdoné; y como ciudadano creo que las autoridades tienen una tarea pendiente, pero sin abuso, sin atropellos, sin flagelaciones”.


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