viernes, 10 de diciembre de 2010

Congresistas Demócratas en desacuerdo con concesiones en impuestos otorgadas por Obama a Republicanos

Tomado de El País

El partido del presidente en la Cámara critica la concesión a los republicanos

POR YOLANDA MONGE

En un claro desafío al presidente y un golpe para su autoridad, los demócratas de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos decidieron ayer no apoyar el plan de Barack Obama para recortar los impuestos tal y como ahora está pensado.

El caucus demócrata votó de viva voz no seguir el dictado del presidente, quien a principios de semana anunciaba su intención de prorrogar el recorte fiscal instaurado por George W. Bush y que caduca a finales de este año, pero no avanzó propuestas alternativas. "Si la elección es tomarlo o dejarlo, decidimos dejarlo", dijo sin más explicaciones el representante de Tejas Lloyd Doggett.

El revés es importante pero tiene matices y apunta a que será simbólico. Primer matiz: la Cámara que se muestra desafiante es una Cámara en retirada, saliente, que puede así permitirse el golpe de publicidad de enfrentarse a su propio líder y advertirle de que la línea de gobierno por la que está apostando -pactar con los republicanos como es el caso del recorte impositivo- es muy arriesgada y peligrosa.

Segundo matiz: no hay contrapropuesta, sólo un no vago que responde a la frustración de ver rota en pedazos una de las promesas electorales del presidente. La Cámara insistía ayer en que no aprobaba la propuesta "tal y como está", a pesar de que no existe proyecto por escrito, y sin adelantar en qué lo cambiarían.

El encargado de anunciar el rechazo al compromiso del presidente fue el representante demócrata por Maryland Chris Van Hollen, quien dijo en conferencia de prensa desde el Capitolio: "Nuestro mensaje es muy simple: lo que el presidente ha negociado no es aceptable para el grupo demócrata de la Cámara. Seguiremos negociando con la Casa Blanca y con nuestros compañeros republicanos para asegurarnos de que tomamos las medidas adecuadas para la economía y para generar empleo".

A dos semanas del día de Navidad, todo apunta a que los políticos demócratas no querrán irse a sus respectivos Estados de vacaciones con la responsabilidad de que los impuestos aumentarán a partir del día 1 de enero porque ellos no pactaron un acuerdo. Su imagen quedaría gravemente dañada y la factura traducida en votos sería potencialmente enorme.

El presidente tiene, sin embargo, en el bolsillo el aval de la Cámara Alta. En este sentido, los analistas especulaban ayer con que el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, entraría en acción y forzaría al caucus demócrata a llegar a un acuerdo para que finalmente se apruebe la extensión impositiva.

Nancy Pelosi, todavía presidenta de la Cámara de Representantes -que pasa a control republicano el próximo enero tras las pasadas elecciones legislativas de noviembre-, emitió un comunicado tras el anuncio demócrata. "Seguiremos hablando en los próximos días con el presidente y con nuestros colegas demócratas y republicanos para mejorar la propuesta antes de que pase a la Cámara para ser votada", declaró Pelosi. Puede que todo el ruido demócrata quede en muy pocas nueces.

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