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Termina
en Cádiz la XXII Cumbre Iberoamericana que buscó reequilibrar relación entre
países
Califican
la Cumbre como una de las mejores de la historia
La
economía y la búsqueda de herramientas para ayudar a la zona Euro a superar la
recesión, han estado en el centro de casi todas las conversaciones en la Cumbre
de Cádiz.
Los líderes iberoamericanos propusieron como fórmula contra la
crisis fortalecer el comercio y la inversión, con estabilidad jurídica y
financiera, y ayudar a las empresas a crear empleo.
"En estos años
América Latina se ha convertido en una de las regiones con mayor potencial de
crecimiento", afirmó el presidente del gobierno español, el conservador
Mariano Rajoy, al clausurar la cita.
"Europa, por su
parte, debe aunar esfuerzos para arrancar el motor común del crecimiento",
agregó, en un momento en que los países de la UE se enfrentan por un
presupuesto europeo marcado por la austeridad.
En este contexto,
"queríamos que Cádiz sentara las bases para una relación renovada"
que refleje este reequilibrio de fuerzas entre países europeos y
latinoamericanos, afirmó Rajoy, considerando que el encuentro culminó con éxito
"muchos meses de trabajo y reflexión" entre los 22 miembros de la
comunidad iberoamericana.
El impacto social de
la crisis europea, que golpea con especial fuerza a Portugal y España, se
convirtió en el tema central de la cumbre, en un contexto de cuestionamiento a
las medidas de ajuste como forma de salir de la recesión.
La austeridad,
"aunque aleja el quiste de una quiebra financiera, no aleja la
desconfianza de los mercados, y aún más importante, no aleja la desconfianza de
las poblaciones", lanzó la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.
Para hacer frente a la
creciente insatisfacción social es necesario adoptar una política para
incentivar el crecimiento que "obtenga resultados concretos para las
personas y presente un horizonte de esperanza, no sólo la perspectiva de más
años de sufrimiento", agregó.
Abriendo sus mercados
y garantizando un marco regulatorio transparente y estable, los países
latinoamericanos pueden contribuir a la superación de una crisis que, de
prolongarse, podría afectar también a sus economías.
"Es importante
que hay una masa de 600 millones de latinoamericanos que trabajando juntos
puedan darse apoyo" en estos tiempos de crisis, destacó por su parte el
Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias.
"Hay una
corriente importante de empresas españolas que van para América y tenemos la
posibilidad de crear empresas multi ibéricas", agregó.
Este estrechamiento de
la cooperación quedó reflejado en la declaración final de la cumbre, en la que
los líderes se comprometieron a "fortalecer reglas claras, estables y
previsibles que ayuden a promover las inversiones productivas nacionales y
extranjeras".
La seguridad jurídica,
que interesa especialmente a España tras la expropiación de la petrolera YPF a
Repsol por Argentina, es también fundamental para los cientos de empresas
multilatinas con intereses en todo el continente.
En el marco de la
cumbre se presentó asimismo la creación de un Centro Iberoamericano de
Arbitraje privado, que permita una resolución rápida y simplificada de los
conflictos entre empresas.
La cita adoptó también
una Carta Iberoamericana de las Pymes destinada a propulsar a las pequeñas y
medianas empresas como elementos claves de desarrollo y creación de empleo.
Junto a la crisis, los
dirigentes iberoamericanos trataron cuestiones de interés regional, y por
petición de México y los países centroamericanos, pidieron que se realice una
reflexión a nivel internacional sobre la despenalización de la producción, la
venta y el consumo de ciertas drogas.
La XXII Cumbre
Iberoamericana se celebró este año en Cádiz coincidiendo con el bicentenario de
la Constitución de 1812, promulgada en esta ciudad por diputados de España y
América, un texto que fue fundamental para la posterior independencia de los
países latinoamericanos.
Un total de 21 países
estuvieron presentes en esta cita, a la que no acudió Paraguay debido al
conflicto con sus socios de Unasur y Mercosur a raíz de la destitución del
presidente Fernando Lugo.
Estuvieron también
ausentes los presidentes de Cuba, Venezuela, Argentina, Guatemala, Uruguay y
Nicaragua, representados por sus vicepresidentes o cancilleres.
La
próxima cita tendrá lugar en Panamá, que propuso las fechas del 18 y 19 de
octubre coincidiendo con el quinto centenario del descubrimiento del 'Mar del
Sur' (océano Pacífico) por el navegante español Vasco Núñez de Balboa.
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