miércoles, 14 de noviembre de 2012

Magnates mexicanos se refugian en Vail, Colorado


Tomado de The Wall Street Journal

 Vail, Colorado
Por Alyssa Abkowitz
En Vail, un centro de esquí en el estado de Colorado, los agentes de bienes raíces están intensificando los esfuerzos para cortejar a un grupo de compradores de casas de lujo cada vez más importante: los mexicanos acaudalados.
Slifer Smith & Frampton, una firma inmobiliaria de Avon, Colorado, acaba de formar una división latinoamericana y sus agentes hacen varios viajes a Ciudad de México para ofrecer cenas y cócteles a potenciales clientes.
Durante un viaje a fines de octubre, la firma copatrocinó una cena en la casa de un reconocido ejecutivo de televisión en México a la que asistieron 60 invitados, quienes comieron ceviche y bebieron champaña. "Varios de los asistentes ya están mirando", señaló Beatriz Martínez, jefa de la nueva división. En pocas semanas, la empresa imprimirá su primera guía de compra en español a la vez que trabaja con bancos locales y empresas de títulos de propiedad que tienen personal que habla español.
La empresa también se ha asociado con Glika International, una firma de bienes raíces de Ciudad de México, y con Ski Madness, una firma inmobiliaria y de esquí, a las que les ofrece 50% de la comisión, una tasa mucho más alta que un pago por referencia típico, por enviar a mexicanos acaudalados interesados en Vail a su agencia
A cambio, Glika y Ski Madness colaboran en la organización de eventos locales, como la cena VIP que se llevó a cabo a fines de octubre. Slifer Smith & Frampton señala que en la actualidad tiene 50% del mercado en Vail, una ciudad donde los precios de los inmuebles siguen 30% por debajo de los máximos registrados en 2008.
Aunque Vail ha sido popular desde hace tiempo entre las familias mexicanas ricas, la reciente ola de compras de inmuebles ha sido impulsada, en algunos casos, por un deseo de estar en un lugar seguro. "La seguridad en un asunto de suma importancia para estas familias", dice Julie Bergsten, vicepresidenta de Slifer Smith & Frampton. "Incluso hemos visto familias que se han mudado acá para vivir todo el año".
Este año, compradores mexicanos han estado detrás de varias transacciones importantes. En el complejo Four Seasons Residences, una vivienda de tres habitaciones y tres baños fue vendida por US$4,2 millones a mediados de año a un ejecutivo de Ciudad de México. En el segundo trimestre, un cliente mexicano compró una casa de US$7,5 millones en Gore Creek Place, una codiciada calle con vista a la Montaña Vail. Y dos de las tres últimas ventas en Solaris, una de las urbanizaciones más nuevas en Vail Village, fueron hechas a familias mexicanas que pagaron alrededor de US$6 millones cada una.
FirstBank, un banco regional, ha financiado a más de una docena de compradores mexicanos en el último año, un alza frente a los "dos o tres al año" de hace cinco años, dice James Wilkins, vicepresidente senior. "Han sido una fortaleza en el último par de años, cuando se registró una escasez de compradores de alto patrimonio".
El empresario Alejandro Martí remodeló un hotel en Vail y mudó su familia a esta ciudad.
La economía mexicana ha logrado sobrellevar la agitación financiera global, pero los carteles de la droga siguen presionando al país en materia de orden público. Hace unos meses, el gobierno mexicano dio a conocer datos que mostraban un aumento de 11% en las muertes a manos criminales en los primeros nueve meses de 2011 comparado con el mismo período de 2010. Esto ha llevado a los empresarios mexicanos y sus familias a pasar más tiempo fuera de su país, dicen agentes inmobiliarios.
Alejandro Martí, presidente ejecutivo de una tienda de artículos deportivos, mudó su familia permanentemente a Vail, después de una tragedia relacionada a la delincuencia en su familia. En 2009, Martí compró el hotel Vail Plaza, que se había declarado en bancarrota, lo remodeló y lo rebautizó The Sebastian, una mezcla de hotel y condominios de lujo que busca ser un punto de encuentro para la cultura y el arte mexicano. The Sebastian abrió sus puertas a fines de 2011 y en el último año tres familias de México compraron una afiliación de ocho semanas, conocidas como fraccionales, cada una por US$580.000. Otra familia compró varias semanas por un total de US$1,1 millones.
Alex Martínez, un abogado de Ciudad de México, compró una propiedad fraccional por US$390.000 en The Sebastian que le permite usar la propiedad por cuatro semanas al año. En total, casi 40% de los compradores de condominios en el complejo son mexicanos.
En Solaris, un complejo residencial de Vail Village, los latinoamericanos han comprado 60% de las unidades que se han vendido por más de US$12 millones. La mayoría son mexicanos.
Parte del atractivo de Vail son las actividades orientadas a la familia. Por ejemplo, Solaris tiene un centro de entretenimiento con cine, pista de patinaje sobre hielo y un centro comercial.
El mayor desafío para cerrar un acuerdo inmobiliario es justamente la seguridad. Muchos compradores son tan privados que es difícil procesar los préstamos, ya que los clientes son renuentes a entregar declaraciones de renta o estados financieros.
La avalancha de mexicanos ha dado pie a una campaña para traer un vuelo directo desde Ciudad de México al aeropuerto del Condado Eagle, que queda a unos 50 kilómetros de Vail, comparado con Denver, que está a casi 200 kilómetros.

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