sábado, 10 de noviembre de 2012

SALUD MENTAL, LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: COMUNICACION CON EL BEBE




      Entre los ocho y los doce meses de edad, el bebé empieza a articular sonidos que los padres interpretamos como sus primeras palabras, aunque realmente no lo son, sino más bien es la ilusión que nos hace a los padres la precocidad del retoño. Interpretamos que cuando dice TATA-TATA está llamando al “tata”, sin comprender que la lógica es al revés: el sonido TATA lo hemos asociado al papá porque suele ser el primero que articula el bebé, aunque, en principio, sin ningún significado.

       En cualquier caso, los padres, emocionados, empiezan a descubrir que se abre el mundo de la comunicación con su hijo. Dicha emoción es lógica, en el sentido de que supone un paso más en su evolución, pero, en realidad, ese mundo se abre mucho antes, porque comunicación es mucho más que palabras; ni si quiera son necesarias las palabras para que haya comunicación. La cara de alegría y la sonrisa del bebé al reconocernos es comunicación.

Comunicación es cariño, juego, ternura; es atención, aprobación; es frustración a veces; comunicación es educación. Y todo eso lo hacemos desde que el bebé nace.

Pero comunicación es, sobre todo, nuestra respuesta interior de satisfacción o rechazo ante la existencia de ese ser. Y todo eso, evidentemente, no se inicia a los 8 meses, ni siquiera en el momento del nacimiento.

La comunicación es un hermoso y complejo proceso que se inicia en el momento en que cada uno es consciente de la existencia del otro. A partir de ese momento, y durante todo el embarazo, nuestra reacción ante el mismo, y la consecuente actitud, es comunicación que el feto capta.

La sensación de satisfacción, caricias en el abdomen, palabras dulces al ser que ya existe, música y sonidos agradables, la voz de sus padres, el cuidado y esmero en la evolución del embarazo, etc., y sobre todo el sentimiento de aceptación o de rechazo ante el embarazo, son mensajes que el feto recibe y asimila.

        La importancia de esto es enorme; no ya sólo desde el punto de vista afectivo y de la salud mental, en general, sino que recientes estudios aseguran que cualquier mensaje que el feto capta estimula su sensibilidad y se potencia su capacidad de asimilación, de modo que se vuelve más receptivo hacia ese tipo de mensajes, bien sean estos musicales, de otros idiomas, o de otro tipo.

       Comunicación es educación, y ésta empieza incluso antes del nacimiento. Es un error permitir que el bebé, por ser tan lindo, y por ser “el rey de la casa”, haga lo que se le antoje. Elementos educativos como la frustración, los límites, la referencia clara (autoridad) deben aplicarse o proyectarse, junto con el afecto y el estímulo, desde el primer momento.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

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