lunes, 13 de febrero de 2012

Capriles gana primarias de la oposición en Venezuela

Tomado de El Universal

"¡Que Dios bendiga a Venezuela, amén!", cerró su discurso el candidato de la Unidad, arropado por los principales líderes de la oposición venezolana

"¡Mi partido se llama Venezuela!", exclamó el gobernador del estado Miranda

Por Pedro Pablo Peñaloza

El jueves 19 de enero, Henrique Capriles padre fue operado en el New York Hospital de tres bypass en el corazón.

El señor Capriles prefería posponer la intervención. No era por miedo. Se trata de que mi hijo -explicaba al doctor- está en Venezuela y puede convertirse en el contendor de Hugo Chávez, el hombre que ha mandado en este país a lo largo, larguísimo, de estos 13 años.

El médico escuchó con atención las razones esgrimidas por su paciente. Guardó silencio por unos segundos, levantó sus cejas y le respondió: "corre más peligro su hijo buscando enfrentar a Chávez, que usted con esta operación".

El papá del candidato presidencial de la Unidad Democrática se hallaba ayer en el edificio Vivel, en la avenida principal de Bello Monte, donde está ubicado el comando de campaña Tricolor. Allí también se encontraba Mónica Radonski, madre del gobernador del estado Miranda, intentando contener el llanto mientras hablaba con su hija por teléfono. Eran las 6:35 de la tarde. Aún faltaban muchas lágrimas y latidos.

Antes, cerca de las 5 de la tarde, lejos todavía los resultados oficiales, la discusión en la planta baja de la sede del comando de campaña era: dónde vamos a colocar la tarima para celebrar el triunfo de Henrique Capriles Radonski.

En la tierra de Capriles Radonski reinaba la alegría. Sonreía Armando Briquet. Ana María Fernández. Ricardo Villasmil. Guillermo Arocha. Julio Borges. Tomás Guanipa. Adriana D'Elia. Y hasta un gordito bastante parecido a Elías Jaua que trabaja en la gobernación de Miranda.

Desde temprano, nadie dudaba del triunfo. "Funcionó el trabuco", repetían confiados. Otra cosa que festejaban era el total de votantes. "Si cada uno de los que votó busca dos panas, Chávez está frito", calculaban.

En el piso 1 del edificio Vivel estaban los periodistas. En el segundo, conversaban a puerta cerrada Capriles Radonski, Leopoldo López, Henrique Salas Feo y Henri Falcón. Distribuidos en dos salones en el tercer piso destacaban una serie de invitados especiales. De sus cuellos colgaban credenciales con las letras VIP. Por allí andaban desde el economista José Guerra hasta la ex miss Venezuela Cinthya Lander. Entre ellos caminaba Renato Pereira, un asesor brasileño que desde septiembre colabora con la campaña del candidato.

Alegría total

Pasaban los minutos y aumentaban las risas, los aplausos, el regocijo. Se ganó en Guárico, en Amazonas, decían abriendo los ojos. "Vencimos en Chacao y en El Hatillo, y en Libertador estamos peleando", comentaban. ¿Y Baruta? Unos decían Gerardo Blyde, otros David Uzcátegui. Al final, arrasarían en toda el área metropolitana.

Conocidos los resultados, se prendió la fiesta. De inmediato, el lobby del Vivel se convirtió en un hervidero y arrancó el desfile. Llegó Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática. El alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma. Y los precandidatos: Pablo Medina, María Corina Machado, Diego Arria y Pablo Pérez. Todos vitoreados.

A las 10:30 de la noche apareció el triunfador, llevando una camisa azul y una gorra tricolor. Empujado por la muchedumbre, se montó en la tarima y desde allí se dirigió a la República. Agradeció a Dios y al pueblo. También a la Fuerza Armada por su desempeño.

"¡Mi partido se llama Venezuela!", exclamó y los presentes contestaron con una sonora ovación. Habló durante poco más de 20 minutos. Su mensaje fue claro: inclusión, unidad, fe, futuro. Desbordado de emoción, llamó a todos los precandidatos a acompañarle en escena y casi cargó a Salas Feo, Falcón y Ledezma para subirlos al entablado. El telón de la extensa jornada bajó entre abrazos, puños levantados, fuegos artificiales y millones de corazones esperanzados.

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