jueves, 16 de febrero de 2012

Crisis profunda en Grecia: Expertos plantean su expulsión de la UE

Tomado de The Wall Street Journal

Por Nicholas Hastings

LONDRES. La eurozona ya no puede costear un rescate para salvar a Grecia.

Por el contrario, necesita expulsar a Grecia ahora para salvarse a sí misma, considerando el estado cada vez más precario de muchos de sus otros miembros.

Rápidamente se está haciendo evidente que un segundo rescate para Atenas, mucho menos un tercero o cuarto, simplemente será demasiado perjudicial para el resto de la unión monetaria.

Hasta ahora, los líderes de la eurozona estaban bastante satisfechos con dejar que se prolongaran las negociaciones por un nuevo paquete de rescate de 130.000 millones de euros para Grecia.

La esperanza probablemente era que, o Grecia decidiría dejar la eurozona por voluntad propia o que con más tiempo habría más oportunidades de construir un muro de protección que evite el contagio a otros deudores periféricos más grandes.

Hasta cierto punto, lo último ha resultado cierto. Mientras se preparaba lentamente el paquete de rescate, el costo de financiamiento de la mayoría de los otros países periféricos puede que siga alto, pero al menos se ha estabilizado.

Y esto ha ayudado a la mayoría de ellos a obtener financiamiento adicional en el mercado sin demasiada dificultad.

Pero dos cosas han ocurrido esta semana que harán mucho más difícil la vida de esos países periféricos, además de la vida de los líderes de la eurozona, lo que hará que estén mucho menos dispuestos a invertir su tiempo y dinero en intentar salvar a Grecia.

El lunes, Moody's rebajó la calificación crediticia de seis naciones europeas al reconocer que sus problemas económicos persistirán aunque disminuya la crisis de deuda de Grecia.

Esto difícilmente incentivará a los inversionistas, precisamente cuando muchos de esos países necesitan su apoyo.

Por otra parte, las nuevas cifras de crecimiento publicadas el miércoles confirmaron lo que muchos temían, que las condiciones económicas en algunos miembros del bloque, especialmente Italia y España, han continuado deteriorándose, lo que hace aún más difícil su capacidad para servir la deuda en el futuro.

Incluso la economía de Alemania ha comenzado a contraerse. Y en Holanda, que normalmente está estrechamente alineada con Alemania, se registró una sorprendente contracción del 0,7% en el cuarto trimestre.

Francia puede haber traído algunas buenas noticias con una inesperada expansión del 0,2%, pero ni siquiera esto logra soportar el escrutinio de los analistas que afirman que el gasto de consumo y la balanza comercial se mantienen en territorio negativo.

Este débil panorama económico probablemente enfocará aún más las mentes de los líderes europeos en poner fin a la incertidumbre sobre Grecia y comenzar a brindar más apoyo financiero a países como Italia y España para evitar una nueva catástrofe en los mercados europeos.

Los informes de que Alemania, Holanda y Finlandia están perdiendo la paciencia con Grecia y que los ministros de Finanzas del Eurogrupo pospusieron la reunión del miércoles hasta que reciban el compromiso por escrito de los políticos griegos antes de las elecciones de abril, solo han ayudado a fomentar las tensiones.

A medida que se acerca el plazo para el rescate y la próxima cuota de pago de deuda de Grecia, aumenta la impresión de que los líderes de la eurozona podrían estar preparados para asumir el riesgo de una cesación de pagos del país, poner a prueba el muro de protección contra el contagio y dirigir sus cada vez más limitados recursos a impedir que la crisis se propague hacia Italia y España.

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