miércoles, 22 de febrero de 2012

Actitud de consumidores hacia la piratería cambia en China con el aumento del poder adquistivo

Tomado de The Wall Street Journal

Nike acude a deportistas como el jugador de baloncesto LeBron James para promocionar la expansión de su marca en China.

Por Laurie Burkitt

BEIJING—Mientras que empresas y gobiernos extranjeros presionan a China para que tome medidas contra los productos falsificados, consumidores como Liu Wenzhong son un ejemplo del creciente apetito de los chinos por bienes legítimos.

En una tienda de ropa deportiva de North Face en uno de los distritos comerciales más concurridos de Beijing, Liu compró hace poco un par de botas de nieve y un saco de sudadera. Los productos, de alrededor de 700 yuanes (unos US$110) cada uno, cuestan casi cinco veces más que las copias piratas que se venden en la calle.

Nike acude a deportistas como el jugador de baloncesto LeBron James para promocionar la expansión de su marca en China.

"La diferencia entre comprar productos originales y falsos es la forma en la se siente uno después", opina Liu, de 36 años, quien dirige su propia empresa de ventas de tecnología de fibras ópticas y tiene un ingreso estable de 15.000 yuanes (unos US$2.380 dólares) al mes. "Puedo lucir una marca por la que pagué y sentirme orgulloso".

Pese a que las falsificaciones están ampliamente disponibles en China, los comentarios de Liu indican un cambio en la actitud de los consumidores en un país donde la gente prefería hacer comprar en el mercado negro.

Una encuesta llevada a cabo el año pasado por la firma China Market Research halló que 95% de las mujeres chinas de 28 a 35 años dijo que les daría vergüenza llevar carteras falsificadas. Asimismo, la demanda de productos piratas ha caído y sólo 15% de los consumidores dijo estar dispuesto a comprar ropa y bienes de cuero falsificados en 2010, frente a 31% en 2008, según un sondeo de la consultora McKinsey & Co.

El cambio ha propulsado los planes de expansión de empresas extranjeras en China. Empresas como Nike Inc., Columbia Sportswear Co., el fabricante de cosméticos Shiseido Co. y VF Corp., la matriz de North Face, están abriendo tiendas en ciudades remotas del país asiático. Muchos minoristas están ofreciendo promociones especiales y otros incentivos en sus locales para atraer a los compradores. Algunos, además, han adoptado medidas como un empaque especial para diferenciar sus productos de los falsos.

"Los consumidores en China tienen incluso más criterio que sus contrapartes en el mundo occidental", afirma Aidan O'Meara, presidente de la división de Asia-Pacífico de VF. "No quieren tener un producto falso ni muertos".

North Face, cuyos productos fueron copiados incesantemente a fines de los 90 y principios de la década pasada, tiene ahora unas 500 tiendas en China y continúa su expansión. VF planea inaugurar 450 locales en el país en los próximos tres años.

Las falsificaciones, no obstante, siguen siendo un problema. El año pasado, las autoridades chinas incautaron productos falsos valorados en US$847 millones, según la Administración General de Supervisión de Calidad, Inspección y Cuarentena. El país también es la principal fuente de artículos piratas en Estados Unidos, al representar 62% de los US$124,7 millones en bienes incautados el año pasado, según el gobierno norteamericano.

China se ha esforzado para intensificar su lucha contra la piratería con una campaña que inició en 2010 contra la violación de derechos de propiedad intelectual.

Las empresas de ropa afirman que el cambio en la actitud del consumidor es la razón por la que han incrementado su inversión en China. En enero, Nike indicó que planeaba abrir un campus en Shanghai para expandir sus operaciones y aumentar las ventas a US$4.000 millones para 2015. La empresa registró el año pasado más de US$2.000 millones en ingresos en su región de la Gran China, que incluye China continental, Taiwán y Hong Kong.

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