Tomado
de Semana.com
El
presidente de la República, Juan Manuel Santos, enfrenta con el fallo de La
Haya una de las crisis más duras de lo corrido de su mandato. Guillermo Torres.
El fallo
de La Haya sobre San Andrés golpeó duramente el estado de ánimo de los
colombianos. El gobierno, el más afectado. Encuesta Colombia Opina de RCN
Radio, RCN Televisión, La FM y SEMANA.
No duró mucho el optimismo
generado por el proceso de paz con las Farc. Tanto la popularidad del
presidente Juan Manuel Santos como la evaluación de la gestión de su
administración se dispararon ante el anuncio del arranque de los diálogos con
la guerrilla a principios de septiembre pasado. Sin embargo, la decisión de la
Corte de La Haya sobre el litigio con Nicaragua no solo borró de un plumazo
este ‘dividendo de imagen’, sino que también derrumbó los indicadores del
primer mandatario a los más bajos niveles registrados en lo que va corrido de
su gobierno.
El fallo sobre el archipiélago de San Andrés ya se ganó su lugar como uno de los capítulos más tristes en la historia colombiana, pero sus consecuencias diplomáticas y políticas apenas se están empezando a conocer. Los resultados de la medición de la encuesta Colombia Opina, de RCN radio, RCN television, La FM y SEMANA realizada por Ipsos Napoleón Franco, que en esta ocasión incluyó directamente el sentir de los habitantes de las islas, constituyen un primer atisbo al trauma colectivo que implica la mutilación del mar Caribe. A pocos días de conocida la decisión del tribunal internacional, el 83 por ciento de los colombianos la rechaza. Y tras advertir el riesgo de conflicto militar con Nicaragua, el 85 por ciento dice que hay que desacatar el fallo. A lo anterior se añade que el 69 por ciento de los colombianos piensa que el país va por mal camino, 21 puntos porcentuales más que hace dos meses.
Este nivel
de pesimismo no se vivía desde agosto de 2002, época en que Álvaro Uribe
llegó al poder. En la medición de noviembre del año pasado, el 60 por ciento de
los encuestados creía que la situación económica del país había empeorado o
seguía mal. Hoy en día, la proporción se mantiene constante: el 61 por ciento.
Lo anterior para ratificar que así como la paz colmó de optimismo el corazón de
los colombianos en septiembre, la pérdida de cerca de 80.000 kilómetros de mar
en San Andrés los desinfló a los niveles más bajos en una década.
Las encuestas son una fotografía instantánea que captura el sentir popular de un momento. Y en este retrato de fin de 2012 todos salen mal parados: el presidente Santos, el alto gobierno, las instituciones más relevantes y los medios de comunicación. Los mismos ciudadanos se sienten peor: un cuarto de los encuestados sienten que las cosas en su vida personal están empeorando. Si bien la caída en la favorabilidad de muchos actores de la sociedad es generalizada, hay unos que bajan más que otros. Las Fuerzas Armadas y los medios de comunicación, que tradicionalmente gozan de una sólida confianza institucional, caen unos diez puntos mientras que el Congreso de la República y la administración de Justicia registran alrededor de un 20 por ciento de respaldo ciudadano. Más revelador aún es la percepción del país frente a las altas cortes, que en tiempos de las investigaciones de la parapolítica tenían buena imagen, hoy registran solo 21 por ciento de imagen favorable. Cifras que revelan ciertamente que la politización y los carruseles de las pensiones han hecho mella en su credibilidad.
Las encuestas son una fotografía instantánea que captura el sentir popular de un momento. Y en este retrato de fin de 2012 todos salen mal parados: el presidente Santos, el alto gobierno, las instituciones más relevantes y los medios de comunicación. Los mismos ciudadanos se sienten peor: un cuarto de los encuestados sienten que las cosas en su vida personal están empeorando. Si bien la caída en la favorabilidad de muchos actores de la sociedad es generalizada, hay unos que bajan más que otros. Las Fuerzas Armadas y los medios de comunicación, que tradicionalmente gozan de una sólida confianza institucional, caen unos diez puntos mientras que el Congreso de la República y la administración de Justicia registran alrededor de un 20 por ciento de respaldo ciudadano. Más revelador aún es la percepción del país frente a las altas cortes, que en tiempos de las investigaciones de la parapolítica tenían buena imagen, hoy registran solo 21 por ciento de imagen favorable. Cifras que revelan ciertamente que la politización y los carruseles de las pensiones han hecho mella en su credibilidad.
Además de
las instituciones, el coletazo de La Haya golpeó así mismo a las figuras
públicas. La favorabilidad de los comandantes de las Fuerzas Militares, del
general José Roberto León, director de la Policía Nacional, del fiscal general
Eduardo Montealegre, del recién reelegido procurador Alejandro Ordóñez, de la
contralora Sandra Morelli y hasta del carismático presidente de Estados Unidos,
Barack Obama, cayeron entre ocho y diez puntos. Inclusive la popularidad del
expresidente Álvaro Uribe, quien lidera una fuerte oposición al acatamiento del
fallo, disminuyó en comparación con septiembre. Pero, sin duda, quien está
pagando el costo político más alto, sin merecerlo en su totalidad, es Juan
Manuel Santos. La crisis con Nicaragua se tradujo en una pérdida de 15 puntos
de imagen favorable del jefe de Estado, el bajón más grande de sus más de dos
años de mandato. Actualmente el 49 por ciento de los colombianos no apoya al
primer mandatario.
La caída
en la imagen presidencial supera los dos dígitos en todos los indicadores. La
insatisfacción con el trabajo de Santos subió 16 puntos mientras que dos de
cada tres colombianos cree que el presidente no ha cumplido con sus promesas de
campaña. La confianza en el gobierno cayó a un preocupante 34 por ciento y el
61 por ciento de los encuestados rechaza la idea de que el mandatario se
postule a la reelección en 2014. En otras palabras, de regreso al escenario que
siguió a la crisis de la reforma a la Justicia a mediados de este año. Por más
que se diga que el actual gobierno heredó un litigio y una defensa ya marcadas
por administraciones anteriores, será Juan Manuel Santos el presidente a cargo
de oficializar la lamentable pérdida territorial. La pregunta que aún es pronto
para responder es si la fractura geográfica que produjo la decisión de La Haya
se traducirá en una fractura política permanente en los índices de aceptación
de la administración Santos. Por ahora, en el primer sondeo de percepción
ciudadana después del fallo, el vapuleo sufrido por la Casa de Nariño marca el
cierre de un 2012 para olvidar en la cúpula del Ejecutivo.
¿Daños
permanentes?
Si bien
el drástico bajonazo de la imagen presidencial se podría explicar en su
mayoría por la decisión sobre San Andrés, el lento ritmo del proceso de paz
genera así mismo preocupación dentro de los colombianos (ver siguiente
artículo). Pero la caída en la imagen no se limita a los coletazos de la decisión
de la Corte de La Haya. En varias áreas de la gestión gubernamental las
mediciones del último año muestran caídas en la aprobación popular. Por
ejemplo, la política de devolución de tierras a las víctimas de la violencia,
una de las banderas de la administración Santos, es respaldada por menos de la
mitad de los encuestados.
En seguridad, economía, inversión social, lucha contra la corrupción, medio ambiente, salud y desempleo, el gobierno cuenta con menores índices de aprobación que los registrados en noviembre de 2011. Sin contar obviamente con la caída de 25 puntos en la evaluación de la política internacional. Con excepción del impulso esperanzador producido por los anuncios del arranque del proceso de paz en septiembre, el respaldo ciudadano a la gestión de Santos en distintos frentes se ha venido reduciendo lentamente en las últimas cuatro mediciones de Colombia Opina.
En seguridad, economía, inversión social, lucha contra la corrupción, medio ambiente, salud y desempleo, el gobierno cuenta con menores índices de aprobación que los registrados en noviembre de 2011. Sin contar obviamente con la caída de 25 puntos en la evaluación de la política internacional. Con excepción del impulso esperanzador producido por los anuncios del arranque del proceso de paz en septiembre, el respaldo ciudadano a la gestión de Santos en distintos frentes se ha venido reduciendo lentamente en las últimas cuatro mediciones de Colombia Opina.
Estas
cifras ratifican que, aunque el fallo de La Haya esté detrás del pesimismo
generalizado, debajo de esa espuma se esconde una insatisfacción de la mitad de
los colombianos contra el gobierno que lleva casi un año. Lo anterior dificulta
que, apenas pase el trauma de San Andrés, la Casa de Nariño recupere
rápidamente los altos índices de favorabilidad del primer año del mandato. Teniendo
en cuenta que 2013 es el año previo a las elecciones presidenciales, el margen
para que Santos y su equipo retomen la iniciativa política marcha con el tiempo
en contra.
Las
razones por las que el presidente Santos ha perdido 28 puntos de apoyo popular
en dos años son múltiples. Primero, la agenda de la Casa de Nariño ha cambiado
de prioridades en varias ocasiones en los últimos 24 meses. De la promulgación
de una agenda liberal en su primer año que incluyó Ley de tierras y víctimas
así como otras reformas se pasó a un segundo año marcado por el programa de
vivienda y por el proceso de paz. Tantos giros no solo confunden a la opinión
pública sobre el sello de la administración, sino también impiden capitalizar
los resultados de cada iniciativa.
Precisamente
la eficiencia de la gestión es la segunda razón estructural detrás de los bajos
índices. En varias áreas como, por ejemplo, la infraestructura o los recursos
de las regalías para proyectos regionales, los niveles de ejecución del
gobierno no han sido buenos. Esto ha generado en las regiones una sensación de
aislamiento frente al presidente y su círculo más cercano de asesores. Por
último, fue inevitable que el proceso de paz haya concentrado la atención del
alto gobierno y detenido el ritmo de toma de decisiones tanto en el impulso de
la agenda legislativa como en políticas como la de desarrollo rural. En
conclusión, cuando baje la espuma de la ola de nacionalismo por San Andrés,
saldrán a la superficie esos problemas de comunicación y gestión que mantienen
el promedio de aprobación de algunas de las políticas más claves del Ejecutivo
cerca del 40 por ciento.
Hacia 2013
Los resultados de la última medición de Colombia Opina de 2012 marcan los retos de Juan Manuel Santos para el próximo año tanto coyuntural como estructuralmente. Frente al mayoritario y contundente rechazo popular al fallo de La Haya, las decisiones que el primer mandatario tome en las próximas semanas marcarán la evaluación final de los ciudadanos sobre su manejo de la crisis diplomática. Por los lados del proceso de paz en Cuba, las percepciones son muy volátiles y pueden pasar del creciente pesimismo a un desbordado optimismo en un abrir y cerrar de ojos.
Bajo la
órbita de la Casa de Nariño está la necesidad de desplegar una estrategia que
mejore tanto la comunicación de las prioridades de gobierno como la gestión de
las obras y demás proyectos de infraestructura. A finales del año entrante
seguramente el presidente Santos anunciará su candidatura a la reelección en
los comicios de 2014. Del giro que le dé a sus mensajes, pero sobre todo, de la
presión por más resultados sobre su gabinete depende que llegue a ese momento
del anuncio con mejores indicadores que los que hoy registra. Al final de un
2012 prácticamente perdido en materia de opinión pública, los tiempos para esos
cambios se agotan.
Consulte
la encuesta completa aquí
Ficha
Técnica
Persona
natural o jurídica que la realizó: Ipsos Napoleón Franco, inscrito ante el
Consejo Nacional Electoral. Encomendada y financiado por: Alianza de Medios,
RCN Radio, RCN Televisión, La FM y Revista SEMANA. Grupo objetivo: Población
general, hombres y mujeres, mayores de 18, de estratos sociales 1 al 6,
residentes habituales de las áreas urbanas de 13 municipios en Colombia,
seleccionadas aleatoriamente entre las 28 poblaciones con más de 200.000
habitantes el país, de modo que se trata de una muestra representativa del 67%
de la población urbana adulta. Para esta medición, el grupo objetivo incluye
además a los residentes en San Andrés Isla. Tamaño de la muestra: 1.006
encuestas reales, 1.006 encuestas ponderadas por nivel socioeconómico, género y
rangos de edad, con base en información del Censo DANE 2005 con proyecciones de
población 2012, para la muestra ‘continental’ y 153 encuestas para la muestra
de San Andrés Isla. Técnica de recolección de datos: Mezcla de entrevista
personal y telefónica en hogares. Se realizaron entrevistas telefónicas
únicamente en estratos 4, 5 y 6 de algunas de las ciudades, mientras que las
entrevistas presenciales fueron en estratos 1, 2 y 3 de todas las ciudades, y
para estratos 4 al 6 en algunas de ellas (según penetración telefónica y
cantidad de hogares en estos estratos). En San Andrés Isla, la totalidad de la
muestra se realizó personal. Margen de error observado: Para el total de la
muestra ‘continental’, 3,1% con 95% de confianza para fenómenos de ocurrencia
del 50%; Para la muestra en San Andrés Isla 8.0% con 95% de confianza para
fenómenos de ocurrencia del 50%. Entidades por las que se indagó: Corte Suprema
de Justicia; Congreso de la República; Corte Constitucional; Partido Liberal;
Partido Conservador; Partido Cambio Radical; Polo Democrático Alternativo;
Partido de la U; Partido Verde; Grupo guerrillero FARC; Iglesia Católica;
Fuerzas Militares de Colombia; Policía Nacional; Grupo guerrillero ELN; Grupos
paramilitares; Medios de comunicación; BACRIM o nuevas Bandas Criminales;
Nicaragua como país. Tipo de la muestra: Para la muestra ‘continental’:
Muestreo estratificado, multietápico, primera etapa selección de municipios,
segunda etapa selección de secciones cartográficas, tercera etapa selección de
manzanas a visitar (en cada conglomerado se seleccionan los hogares a
entrevistar). Para las entrevistas telefónicas, muestreo aleatorio a partir de
bases de datos propiedad de Ipsos-Napoleón Franco. El método de selección del
entrevistado en el hogar, es la persona presente en el hogar y residente
habitual del mismo, mayor de 18 años, próxima a cumplir años. Para la muestra
en San Andrés: Muestreo por cuotas en varias etapas, primera etapa selección de
sectores, segunda etapa selección de hogares y por último selección de la
persona a ser entrevistada. Muestra autoponderada. Preguntas concretas que se
formularon: Ver cuestionario anexo. Tema o temas a los que se refiere:
Seguimiento a la opinión de los colombianos sobre el rumbo del país, el
gobierno del Presidente Santos y otros temas de opinión de actualidad nacional.
Fecha de realización del trabajo de campo: Del 23 al 25 de Noviembre de 2012.
Personajes por los que se indagó: Alejandro Ordóñez; Álvaro Uribe; Angelino
Garzón; Barak Obama; Gustavo Petro; Hugo Chávez; Juan Manuel Santos; Rafael
Correa; José Roberto León Riaño; Eduardo Montealegre; Sandra Morelli; Humberto
de la Calle Lombana, Rodrigo Londoño Echeverri alias “Timochenko”; Daniel
Ortega; María Angela Holguín; Mauricio Cárdenas; Juan Carlos Pinzón; Germán Vargas;
Juan Camilo Restrepo; Fernando Carrillo Flórez ; Comandantes Fuerzas Militares;
Ministros y principales funcionarios del Presidente Juan Manuel Santos. Área /
Cubrimiento: Área urbana de Armenia; Bogotá; Barranquilla; Cali; Envigado;
Floridablanca; Itagüí; Manizales; Medellín; Montería Palmira; Soacha y Soledad;
San Andrés Isla. Para acompañar cualquier publicación de los resultados,
considerando la legislación vigente, la siguiente ficha técnica debe ser
incluida en su totalidad.
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