Tomado de El País
Solalinde: “La gestión de
Calderón fue un desastre nacional”
El cura de los migrantes recibe de Peña Nieto el premio de los
Derechos Humanos de México
Por Raquel Seco
Alejandro
Solalinde, el sacerdote defensor de los migrantes, ha recibido este
lunes el premio nacional de los Derechos Humanos de México de manos del
nuevo presidente de la República, Enrique Peña Nieto, que ha prometido "un
paquete de reformas para reforzar la protección de los derechos humanos".
El cura ha asegurado en entrevista telefónica con EL PAÍS que tiene fe en que
el político del Partido Revolucionario Institucional (PRI) cumpla lo prometido
en ese discurso "público ycomprometedor", y ha señalado que
"la gestión de Felipe Calderón fue un desastre nacional".
Solalinde, que administra el albergue Hermanos en el Camino
de Ixtepec, en Oaxaca (sur del país), recibió amenazas
de muerte de las redes de trata de personas y llegó a exiliarse
de manera "voluntaria" tras una gira por Norteamérica y Europa
para facilitar la investigación de las autoridades. El pasado mes de julio
regresó a México. "En su gobierno [de Calderón] es
donde peores momentos he pasado", ha comentado. El activista confía en que
el cambio de Ejecutivo ayude a su "misión", como la llama. "Si
por retórica fuera le daría un 10 a Peña Nieto. Dijo palabras con las que me
identifico. Prometió respetar los derechos humanos [...] También habló de
diálogo", ha apuntado. No obstante, en julio tuvo también críticas para el
partido en el poder: “Me preocupa el regreso del PRI. Su cacicazgo y su
involucramiento con el crimen en Oaxaca [Estado con Gobierno priista hasta
2010] ha sido desastroso, y parte de mi calvario ha sido cortesía de personas
del PRI”.
En el discurso de aceptación, el sacerdote ha aprovechado
para hacer un llamamiento a la unidad. "Ya bastante nos hemos fragmentado,
nos hemos dividido, nos hemos acusado [...], lo importante es que nos unamos de
verdad y que nuestros fines sean buscar la justicia, la transparencia,
rendición de cuentas y el espíritu de servicio", ha afirmado.
Solalinde ha aprovechado su primer encuentro en persona con
el nuevo presidente de México para hablar de los violentos
incidentes callejeroscon motivo de la toma de posesión, el pasado 1 de
diciembre: "Le dije que hay que optar por el diálogo y no por la
represión a los jóvenes, que están descontentos y necesitan apoyo".
Solalinde ha puntualizado que recibía el galardón en nombre
de todas las organizaciones defensoras de los derechos, de las 66 casas de
inmigrantes que hay actualmente en México y a las madres de desaparecidos. Al
teléfono con EL PAÍS ha insistido: "Soy un recurso. Puedo ser una figura
pública y un referente, e incluso algunos dicen que me admiran. Qué bueno
servir de recurso para los que me necesitan". El defensor de los derechos
humanos se califica a sí mismo, sobre todo, de "misionero". "La
dignidad más grande es servir. Se lo dije al presidente: es usted el primer
servidor de México", ha agregado.
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