domingo, 23 de diciembre de 2012

Latinoamérica es cada vez más importante para EEUU dice Obama


Tomado de GRUPO DE DIARIOS DE AMÉRICA 
(GDA)
'América Latina cobrará importancia para nuestro futuro': Barack Obama

Aseguró que mantendrá lucha contra narcotráfico y reducirá los obstáculos al comercio con la región.


WASHINGTON D.C. No ha sido un año fácil para el presidente Barack Obama. Durante gran parte del 2012 tuvo que dividirse entre su rol como mandatario y su papel de candidato presidencial. América Latina participó en las elecciones a través del voto de millones de inmigrantes y descendientes de latinos que volvieron a creer en el proyecto Obama. (Siga este enlace para leer: Barack Obama y Hugo Chávez, los reelegidos del 2012).

Este es un indicador de cómo el perfil de la región ha variado en los últimos años y de la estrecha relación -más económica que política- que se ha construido entre Washington y la región. En medio de su apretada agenda, el presidente Obama aceptó responder un cuestionario del Grupo de Diarios América (GDA).

Usted fue elegido por el GDA como la figura más importante del 2012. ¿Qué opina de esta distinción?

Estoy agradecido porque me ofrece otra oportunidad de hablarles a sus lectores. Aprecié la oportunidad de hacerlo a principios de año antes de la Cumbre de las Américas en Cartagena. Agradezco esta oportunidad de hacerlo nuevamente, mientras hago planes para mi segundo mandato. Creo que esta región va a cobrar cada vez más importancia para nuestro futuro en un mundo globalizado.

Según les comenté a principios de año, he comprometido a EE. UU. a establecer alianzas de igualdad y respeto con las naciones y los pueblos de las Américas, basadas en interés mutuo. Y, tal como lo reiteré en Cartagena, no tenemos socios más importantes ni menos importantes, todos somos del mismo nivel. Esto refleja el progreso extraordinario logrado en toda la región.

Económicamente, esta es una de las regiones de crecimiento más acelerado en el mundo, y las naciones están tomando la iniciativa como nunca antes para contribuir a la seguridad y la prosperidad en la región y alrededor del mundo. Creo que hay mucho más que podemos hacer juntos para mejorar las vidas diarias de los ciudadanos. Para mí, esta distinción es un honor personal, pero también es símbolo de los estrechos lazos que existen entre los pueblos de las Américas.

¿Cómo definiría la actual relación entre Estados Unidos y América Latina?

Creo que las relaciones con nuestros socios de América Latina son más fuertes de lo que han sido en muchos años. Lo he visto durante nuestras cumbres en Trinidad y Tobago y en Cartagena, y lo he visto en mis viajes a México, Brasil, Chile y El Salvador. A través de las Américas, la gente reconoce que hemos dejado atrás disputas obsoletas que impedían el progreso.

Por lo tanto, hemos logrado un progreso significativo durante los últimos cuatro años. Hemos expandido el comercio y las inversiones, lo que crea empleos desde el norte hasta el sur. Nos hemos mantenido firmes contra los carteles de las drogas y las pandillas criminales que amenazan a nuestros ciudadanos. Hemos forjado nuevas alianzas para hacerles frente a los retos compartidos, desde el desarrollo económico hasta la energía limpia. En los Estados Unidos hemos incorporado una mayor transparencia y confiabilidad en las remesas que los trabajadores envían a sus países para sus familias.

Desde luego, uno de los motivos de que nuestros lazos sean tan fuertes es la profunda amistad que existe entre nuestros pueblos. Esto incluye a decenas de millones de hispanos que enriquecen a los Estados Unidos diariamente.

¿Y qué temas con Latinoamérica serán los más importantes durante su segundo gobierno?

Este es un momento de gran promesa para la región y espero seguir expandiendo los logros de mi primer mandato. Tenemos que continuar reduciendo los obstáculos al comercio y a las inversiones, y hacer que nuestras economías sean más competitivas a nivel global. Este es el motivo de que estemos yendo adelante con la Alianza Transpacífica y aumentando la cooperación energética. Tenemos que continuar aumentando las conexiones entre nuestra gente con más turismo e intercambios de estudiantes.

Para combatir la pobreza y la desigualdad, tenemos que cerciorarnos de que el crecimiento económico sea general e incluyente, especialmente para nuestras pequeñas empresas y las empresarias femeninas, que desempeñan una función importante en elevar a la gente y a las comunidades a la clase media.

Sobre la seguridad, hay más que podemos hacer para trabajar juntos para compartir las experiencias de Colombia y México para ayudar a otros países a proveerles seguridad a sus ciudadanos. Sobre el desarrollo, podemos lograr grandes adelantos hacia nuestra meta del acceso universal a la electricidad para el 2022, y llevar Internet a más comunidades, incluyendo las áreas rurales. Desde luego, continuaremos apoyando a la gente de toda la región que intenta conseguir sus derechos democráticos y humanos.

Aquí, en EE. UU., tengo la intención de colaborar con los demócratas y los republicanos en el Congreso para ir adelante con una reforma migratoria integral. Ya he tomado medidas para despejarles la nube de la deportación a los dreamers, que son los jóvenes que fueron traídos a los Estados Unidos cuando eran niños. Pero esa es solo una solución temporal. Lo que hace falta es que el Congreso apruebe un proyecto de ley que garantice que nuestro sistema de inmigración refleje nuestra herencia como nación tanto de inmigrantes como de leyes. Espero que este debate comience poco después de mi posesión, y estoy seguro de que podemos lograrlo.

En su opinión, ¿de qué manera América Latina puede ayudar a promover la democracia y la seguridad en el hemisferio?

Siempre que me encuentro en América Latina, señalo que prácticamente todos los pueblos de las Américas viven actualmente en democracias. Este es un tributo a las generaciones de ciudadanos que se esforzaron y se sacrificaron de manera que pudieran tener más control sobre sus propias vidas y determinar su propio destino. Y existe una conexión directa entre este progreso democrático y el progreso económico de la región. La historia demuestra que las naciones que defienden los derechos y las libertades fundamentales eventualmente son más prósperas y más exitosas.

Aquí en las Américas, tenemos un compromiso compartido con la Carta Democrática Interamericana, que sostiene que nuestros ciudadanos tienen el derecho a la democracia y que nuestros gobiernos tienen la obligación de promover y defenderla. Tal como he dicho en los Estados Unidos, el trabajo de perfeccionar nuestra propia Unión no acaba nunca. Lo mismo sucede en la región.

Tenemos que continuar defendiendo el derecho de los ciudadanos de expresarse libremente, de vivir en sociedades que tengan una prensa libre y legislaturas y sistemas judiciales sólidos e independientes, y de escoger a sus propios líderes mediante elecciones libres y justas.

En cuanto a la seguridad, estamos comprometidos a fortalecer nuestra cooperación contra los carteles de drogas y las pandillas criminales que nos amenazan a todos.

Estamos estableciendo una alianza con México para la Iniciativa de Mérida, así como con los países de América Central y el Caribe para hacerle frente al tráfico de drogas y fortalecer el Estado de derecho.

También estamos colaborando con Colombia según esta comparte su experiencia en combatir las amenazas a la seguridad con otros países. EE. UU. reconoce que la demanda de drogas ilegales en nuestro país contribuye a alimentar la crisis. Continuaremos esforzándonos por reducir la demanda de estas drogas y combatiendo el flujo de dinero y armas hacia el sur que contribuye a fomentar la violencia. No podemos bajar la guardia.

Desde luego, también reconocemos que debemos continuar abordando las fuerzas sociales y económicas que empujan a tantos jóvenes a llevar vidas de drogas y delincuencia. Nos estamos uniendo con aliados en todas las Américas para expandir la vigilancia basada en las comunidades, fortalecer los sistemas de justicia de menores, e invertir en prevención de delincuencia y drogas. Y estamos ayudando a los países a fortalecer los tribunales y las instituciones necesarias para defender el Estado de derecho y los derechos humanos. Toda persona en las Américas, independientemente de donde viva, merece vivir en paz, con seguridad y con dignidad. Ese es el futuro para el que continuaremos esforzándonos, en una alianza con nuestros amigos en todas las Américas.

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