Tomado de GRUPO DE DIARIOS DE AMÉRICA
(GDA)
'América Latina
cobrará importancia para nuestro futuro': Barack Obama
Aseguró que mantendrá
lucha contra narcotráfico y reducirá los obstáculos al comercio con la región.
WASHINGTON D.C. No ha sido un año fácil para el presidente
Barack Obama. Durante gran parte del 2012 tuvo que dividirse entre su rol como
mandatario y su papel de candidato presidencial. América Latina participó en
las elecciones a través del voto de millones de inmigrantes y descendientes de
latinos que volvieron a creer en el proyecto Obama. (Siga este enlace para leer: Barack Obama y Hugo Chávez,
los reelegidos del 2012).
Este
es un indicador de cómo el perfil de la región ha variado en los últimos años y
de la estrecha relación -más económica que política- que se ha construido entre
Washington y la región. En medio de su apretada agenda, el presidente Obama
aceptó responder un cuestionario del Grupo de Diarios América (GDA).
Usted fue elegido por el GDA como la
figura más importante del 2012. ¿Qué opina de esta distinción?
Estoy
agradecido porque me ofrece otra oportunidad de hablarles a sus lectores.
Aprecié la oportunidad de hacerlo a principios de año antes de la Cumbre de las
Américas en Cartagena. Agradezco esta oportunidad de hacerlo nuevamente,
mientras hago planes para mi segundo mandato. Creo que esta región va a cobrar
cada vez más importancia para nuestro futuro en un mundo globalizado.
Según
les comenté a principios de año, he comprometido a EE. UU. a establecer
alianzas de igualdad y respeto con las naciones y los pueblos de las Américas,
basadas en interés mutuo. Y, tal como lo reiteré en Cartagena, no tenemos socios
más importantes ni menos importantes, todos somos del mismo nivel. Esto refleja
el progreso extraordinario logrado en toda la región.
Económicamente,
esta es una de las regiones de crecimiento más acelerado en el mundo, y las
naciones están tomando la iniciativa como nunca antes para contribuir a la
seguridad y la prosperidad en la región y alrededor del mundo. Creo que hay
mucho más que podemos hacer juntos para mejorar las vidas diarias de los
ciudadanos. Para mí, esta distinción es un honor personal, pero también es
símbolo de los estrechos lazos que existen entre los pueblos de las Américas.
¿Cómo definiría la actual relación
entre Estados Unidos y América Latina?
Creo
que las relaciones con nuestros socios de América Latina son más fuertes de lo
que han sido en muchos años. Lo he visto durante nuestras cumbres en Trinidad y
Tobago y en Cartagena, y lo he visto en mis viajes a México, Brasil, Chile y El
Salvador. A través de las Américas, la gente reconoce que hemos dejado atrás
disputas obsoletas que impedían el progreso.
Por
lo tanto, hemos logrado un progreso significativo durante los últimos cuatro
años. Hemos expandido el comercio y las inversiones, lo que crea empleos desde
el norte hasta el sur. Nos hemos mantenido firmes contra los carteles de las
drogas y las pandillas criminales que amenazan a nuestros ciudadanos. Hemos
forjado nuevas alianzas para hacerles frente a los retos compartidos, desde el
desarrollo económico hasta la energía limpia. En los Estados Unidos hemos
incorporado una mayor transparencia y confiabilidad en las remesas que los
trabajadores envían a sus países para sus familias.
Desde
luego, uno de los motivos de que nuestros lazos sean tan fuertes es la profunda
amistad que existe entre nuestros pueblos. Esto incluye a decenas de millones
de hispanos que enriquecen a los Estados Unidos diariamente.
¿Y qué temas con Latinoamérica serán
los más importantes durante su segundo gobierno?
Este
es un momento de gran promesa para la región y espero seguir expandiendo los
logros de mi primer mandato. Tenemos que continuar reduciendo los obstáculos al
comercio y a las inversiones, y hacer que nuestras economías sean más
competitivas a nivel global. Este es el motivo de que estemos yendo adelante
con la Alianza Transpacífica y aumentando la cooperación energética. Tenemos
que continuar aumentando las conexiones entre nuestra gente con más turismo e
intercambios de estudiantes.
Para
combatir la pobreza y la desigualdad, tenemos que cerciorarnos de que el
crecimiento económico sea general e incluyente, especialmente para nuestras
pequeñas empresas y las empresarias femeninas, que desempeñan una función
importante en elevar a la gente y a las comunidades a la clase media.
Sobre
la seguridad, hay más que podemos hacer para trabajar juntos para compartir las
experiencias de Colombia y México para ayudar a otros países a proveerles
seguridad a sus ciudadanos. Sobre el desarrollo, podemos lograr grandes
adelantos hacia nuestra meta del acceso universal a la electricidad para el
2022, y llevar Internet a más comunidades, incluyendo las áreas rurales. Desde
luego, continuaremos apoyando a la gente de toda la región que intenta
conseguir sus derechos democráticos y humanos.
Aquí,
en EE. UU., tengo la intención de colaborar con los demócratas y los republicanos
en el Congreso para ir adelante con una reforma migratoria integral. Ya he
tomado medidas para despejarles la nube de la deportación a los dreamers, que
son los jóvenes que fueron traídos a los Estados Unidos cuando eran niños. Pero
esa es solo una solución temporal. Lo que hace falta es que el Congreso apruebe
un proyecto de ley que garantice que nuestro sistema de inmigración refleje
nuestra herencia como nación tanto de inmigrantes como de leyes. Espero que
este debate comience poco después de mi posesión, y estoy seguro de que podemos
lograrlo.
En su opinión, ¿de qué manera América
Latina puede ayudar a promover la democracia y la seguridad en el hemisferio?
Siempre
que me encuentro en América Latina, señalo que prácticamente todos los pueblos
de las Américas viven actualmente en democracias. Este es un tributo a las
generaciones de ciudadanos que se esforzaron y se sacrificaron de manera que
pudieran tener más control sobre sus propias vidas y determinar su propio
destino. Y existe una conexión directa entre este progreso democrático y el
progreso económico de la región. La historia demuestra que las naciones que
defienden los derechos y las libertades fundamentales eventualmente son más
prósperas y más exitosas.
Aquí
en las Américas, tenemos un compromiso compartido con la Carta Democrática
Interamericana, que sostiene que nuestros ciudadanos tienen el derecho a la
democracia y que nuestros gobiernos tienen la obligación de promover y
defenderla. Tal como he dicho en los Estados Unidos, el trabajo de perfeccionar
nuestra propia Unión no acaba nunca. Lo mismo sucede en la región.
Tenemos
que continuar defendiendo el derecho de los ciudadanos de expresarse
libremente, de vivir en sociedades que tengan una prensa libre y legislaturas y
sistemas judiciales sólidos e independientes, y de escoger a sus propios
líderes mediante elecciones libres y justas.
En
cuanto a la seguridad, estamos comprometidos a fortalecer nuestra cooperación
contra los carteles de drogas y las pandillas criminales que nos amenazan a
todos.
Estamos
estableciendo una alianza con México para la Iniciativa de Mérida, así como con
los países de América Central y el Caribe para hacerle frente al tráfico de
drogas y fortalecer el Estado de derecho.
También
estamos colaborando con Colombia según esta comparte su experiencia en combatir
las amenazas a la seguridad con otros países. EE. UU. reconoce que la demanda
de drogas ilegales en nuestro país contribuye a alimentar la crisis.
Continuaremos esforzándonos por reducir la demanda de estas drogas y
combatiendo el flujo de dinero y armas hacia el sur que contribuye a fomentar
la violencia. No podemos bajar la guardia.
Desde
luego, también reconocemos que debemos continuar abordando las fuerzas sociales
y económicas que empujan a tantos jóvenes a llevar vidas de drogas y
delincuencia. Nos estamos uniendo con aliados en todas las Américas para
expandir la vigilancia basada en las comunidades, fortalecer los sistemas de
justicia de menores, e invertir en prevención de delincuencia y drogas. Y estamos
ayudando a los países a fortalecer los tribunales y las instituciones
necesarias para defender el Estado de derecho y los derechos humanos. Toda
persona en las Américas, independientemente de donde viva, merece vivir en paz,
con seguridad y con dignidad. Ese es el futuro para el que continuaremos
esforzándonos, en una alianza con nuestros amigos en todas las Américas.
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