Tomado de Entremujeres.com
Investigan qué se comió durante la Última Cena
Los expertos partirán
del análisis de las comidas palestinas de hoy para tratar de llegar a las del
siglo I.
Por Mauro
Pianta
¿Cuáles fueron los platos de la Última
Cena? ¿Qué cenaron Jesús y los Apóstoles durante el que fue uno de los momentos
fundamentales del Cristianismo? Son las preguntas a las que pretenden dar
respuesta dos arqueólogos turineses (Generoso Urcioli y Marta Bergogno), que
viajarán en abril a Tel Aviv y después a Jerusalén con el objetivo de descubrir
el antiguo menú. Viajará con ellos la periodista y fotógrafa Sarah
Scaparone.
El estudio forma parte del proyecto de divulgación científica
“Arqueorecetas”, cuyo objetivo es justamente reconstruir las costumbres
alimenticias de las civilizaciones de la antigüedad. “Nuestras fuentes –explicó
a Vatican Insider Generoso Urcioli– son los datos arqueológicos, desde la
iconografía hasta el análisis del contexto histórico y las técnicas cada vez
más sofisticadas para analizar materiales, mediante las que es posible entender
cómo se preparaba un determinado alimento en un contenedor de cerámica”.
Para costear esta investigación, que no cuenta con financiamiento, los
aventureros abrieron un sitio para recibir fondos (www.indiegogo.com/projects/ultima-cena).
Los especialistas parten de las comidas
palestinas actuales e intentan remontarse a las de hace dos mil años. En el
estudio de los arqueólogos de la comida ya hay algunas certezas: “Jesús y los
suyos –recuerda Urcioli– eran judíos y seguían la tradición. Lo cual imponía,
por ejemplo, que no pudieran comer carne de ungulados (animales como la cabra)
con pezuñas, usar el farro (un cereal) o cocer la carne en leche”.
“Otro aspecto seguro es que aquella Jerusalén, bajo dominio romano, era una
ciudad internacional, por lo que existiría una cocina con influencias” latinas.
La última certeza: “El Cristianismo es la única religión monoteísta que no
tiene prohibiciones alimenticias”. Pero, ¿por qué es importante saber qué
incluía el menú de la Última Cena? “Se trató de un evento importante para la
historia de la humanidad –responde Urcioli–, al cual sería importante para la
historia dar profundidad y concreción. Porque no hay nada más concreto y
cotidiano que la comida”.
El estudio forma parte del proyecto de divulgación científica “Arqueorecetas”, cuyo objetivo es justamente reconstruir las costumbres alimenticias de las civilizaciones de la antigüedad. “Nuestras fuentes –explicó a Vatican Insider Generoso Urcioli– son los datos arqueológicos, desde la iconografía hasta el análisis del contexto histórico y las técnicas cada vez más sofisticadas para analizar materiales, mediante las que es posible entender cómo se preparaba un determinado alimento en un contenedor de cerámica”.
Para costear esta investigación, que no cuenta con financiamiento, los aventureros abrieron un sitio para recibir fondos (www.indiegogo.com/projects/ultima-cena).
“Otro aspecto seguro es que aquella Jerusalén, bajo dominio romano, era una ciudad internacional, por lo que existiría una cocina con influencias” latinas. La última certeza: “El Cristianismo es la única religión monoteísta que no tiene prohibiciones alimenticias”. Pero, ¿por qué es importante saber qué incluía el menú de la Última Cena? “Se trató de un evento importante para la historia de la humanidad –responde Urcioli–, al cual sería importante para la historia dar profundidad y concreción. Porque no hay nada más concreto y cotidiano que la comida”.
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